TEMPORADA DOS - El mejor amigo de mi hermano ✓

Capítulo VI

Antes de comenzar el capítulo quería anunciar algo (Por favor, leerlo):

- Las nuevas portadas (Temporada 1 y 2) están realizadas por naia_nanatsu. Muchísimas gracias por hacerlas ;).

-Estoy planeando hacer una maratón (Unos 5/6 capítulos), pero aún tengo que ver si seré capaz de escribirlos para no tardar mes y pico, cuando tenga una fecha establecida os avisaré 🫶🏻

-Y muchas gracias por el apoyo que recibo a diario y no sé cómo agradecéroslo.

Y eso es todo, jejjej. Espero que disfrutéis la historia tanto como yo disfruto escribiéndola, chaoo.

-

Se abre paso a mi lado y se dirige a Sira para saludarla. Yo vuelvo a donde están, rodando los ojos.

—¿No has saludado a T/n? —pregunta mi hermano.

—Sí, la he saludado.

—No, que va.

—Que sí.

—Dale un beso, ¿no? —interviene Sira.

—Ya se lo he dado, ¿podemos irnos ya?

Sira me mira mal —no sé por qué a mí— y nos montamos en el coche. De camino, Pedri pone música y no hablamos nada. Cuando llegamos a casa y dejamos las maletas en la entrada, mi hermano decide hablar.

—¿Y qué tal os han ido las vacaciones?

—Mejor dicho, ¿qué tal las personas? —habla Gavi, mirándome.

—Muy buenas, se portan genial con nosotras —contesto, molesta.

—Vaya, te habrá encantado estar con tatos New Yorkinos, ¿no?

—Sí, me han encantado.

—Hemos hecho muchas actividades... —interrumpe Sira, sonriendo un poco.

—Voy a guardar todo en mi habitación —cojo mi maleta y me la llevo a mi cuarto.

• • •

—Bueno, adiós chicos —se despide Sira, yéndose con su maleta.

—¿Ya ha venido Ferran? —pregunta mi hermano.

—Sí, está ahí esperándome.

—Espera, voy contigo.

Sale de casa con Sira y nos deja a Gavi y a mí ahí, en silencio.

—¿Dónde está Rubi? —pregunto.

—Estará con algún chico, dicen que las mascotas se parecen a los dueños —contesta, mirando el móvil.

—Pues seguro que se lo pasa mejor que contigo. Porque, claro, las mascotas se parecen a los dueños.

—Bueno, teniendo en cuenta que Rubi al menos es inteligente.

—Y hablas tú —bufo, yéndome a buscar a Rubi.

Pasados diez minutos buscándola, no la encuentro

—¿Dónde está?

—Estará en la habitación de alguno en Nueva York, ¿no?

—Te estás pasando.