TEMPORADA DOS - El mejor amigo de mi hermano ✓

Capítulo IX

—Sira, ¿¡dónde los escondemos!?

—Eh... Guardalo en tu maleta, no buscará ahí nunca.

—Bien.

Sira me ayuda a alcanzarla sin hacer mucho ruido y los guardamos dentro, la dejamos de nuevo encima de mi armario y comenzamos a ver el móvil disimuladamente.

Media hora más tarde, Gavi entra a mi habitación.

—¡T/n! ¡No empecemos otra vez!

—¿Qué?

—¡Mis tacos! ¿¡Dónde están!?

—¿En tu habitación?

—¡Me los has quitado tú, lo sé!

Comienza a buscar por mi habitación.

—Ey, ey, ey, no te he dado permiso para que estés mirando mis cosas.

—Ni yo para que me molestes tanto.

—Que yo no he hecho nada.

—Es verdad, estamos aquí viendo tutoriales tranquilamente —afirma Sira.

Gavi me mira a los ojos y yo me quedo con los ojos abiertos de manera burlona.

—¿Qué, Gavira? ¿No puedes ver si parpadeo mucho?

—Imbécil...

Vuelvo a parpadear, riendo con Sira.

—¿¡Dónde están!?

—Que no lo sabemos, cálmate.

—Claro que lo sabes.

—¿Son esos que lleva Rubi? —finge Sira —. Acaba de pasar con unos en la boca, pero no creo que sean los tuyos, déjalo.

Gavi sale corriendo para pillar a la perrita y nosotras nos reímos más.

—Oye, tienes que dejarle con las ganas antes de entrenar, quiero ver eso —habla, bajando un poco la voz.

—Ahora mismo está enfadado, me va a mandar a la mierda.

—Que noo.

—¿Y qué quieres que haga?

—Pues que te salga solo, es decir, tú normal y cuando notes que le has activado, te vas tan normal.

—Venga, vale. Tú espera aquí.

—¡Pero, déjale con las ganas, eh, no se las quites!

—Que idiota eres —ruedo los ojos, saliendo de la habitación.

Busco a Gavi hasta que lo encuentro persiguiendo a Rubi, enfadado con la vida porque no tiene sus tacos favoritos. Vuelvo a la habitación rápidamente y cierro. Sira me mira raro.

—¿Tan rápido?

—Tengo una idea mejor —hablo —. ¿Y si fuera antes del entrenamiento? —hago énfasis en la palabra "antes".

—No te llego a entender.

—Pues que en vez de ahora, cuando esté en el vestuario.

—Pero, están todos los chicos.

—Él siempre sale de los últimos. Hazme caso, cuando vaya a salir al campo, intervengo.

—Sí, sí —ríe malévolamente.

• • •

Llegamos todos al estadio y Gavi está de brazos cruzados y enfadado porque se ha tenido que poner otros tacos.