TEMPORADA DOS - El mejor amigo de mi hermano ✓

Capítulo XXXI (último)

🤍 ¡Pronto la tercera temporada! 🤍

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Antes de comenzar el capítulo voy a meteros un poco el rollo (⚠️os interesa si queréis saber sobre otros fanfics ⚠️).

Como prometí, habrá una tercera y última temporada de este libro, pero creo que será más corta, no lo tengo muy claro, he de organizarlo aún.

Mientras la tercera temporada esté en curso, seguiré escribiendo la otra historia que borré temporalmente. ¡La de Pedri!

Estuve pensando mucho en eliminarla por completo y no escribirla, pero vi que muchos de ustedes queríais leer una de Pedri y me lo pidió mucha gente al privado, así que, la tendréis pronto.

No sé cómo organizaré esto para poder estar activa en ambas historias, pero seguramente ya esté mejor hasta que comience el nuevo curso.

Ya os iré informando de eso conforme vaya transcurriendo el tiempo.

También agradeceros a todos porque recibo diariamente mensajes felicitándome por mi historia y mucho apoyo, de verdad que lo agradezco mucho y os quiero un montón. Muchísimas gracias. 🫶🏼

Espero que os guste y gracias a todos los que seguís leyendo desde el principio (y los que os hayáis unido jjejejej). Gracias por darme oportunidad como escritora.

Ahora sí, perdóname por el sermón. Pero, comienzo con el capítulo. ¡Que lo disfrutéis!

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Mi alarma suena a las 4 a.m. en punto, indicándome que ya es tiempo de levantar y comenzar a prepararme. Tengo un dolor nervioso de estómago, no quiero irme, pero a la vez es lo único que deseo. Pasar tiempo con Zoe y conocer más gente y lugares es espectacular. Pero, dejar aquí a todos los que quiero es muy, pero que muy, triste.

Junto a mí, se despierta Gavi, que bosteza perezoso.

—Buenos días —sonríe, dándome un rápido beso en los labios.

—Buenos días.

—No te vayas —murmura, adormilado.

Tira de mi cintura para tumbarme a su lado de nuevo, abrazándome con fuerza.

—Quédate aquí, por favor.

—Quisiera, pero tengo que ir a estudiar... —murmuro, acariciando un mechón de su frente —. Prometo no olvidarte y besar a otros chicos. Aunque... no lo garantizo —bromeo, sonriendo.

—No me hace gracia, eh —advierte, sonriendo.

—Lo sé, Pablito. Por eso lo digo —le doy un beso en la mejilla y me levanto sin muchas ganas.

Mientras termino de levantar la persiana a tope, se abre la puerta de golpe.

—¡BUENOS DÍAS! —grita Pedri.

Gavi se tapa el abdomen con la sábana y yo pongo mi pelo en el cuello para tapar algunas marquitas.

Mi hermano parece ignorar a Gavi por completo.