Capítulo VIII

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-No sé a qué esperas -habla Sira.

-No voy a hacerlo.

-¡Te ha dedicado un gol señalándote! SE-ÑA-LÁN-DO-TE. ¿¡Sabes lo que es!? Y encima te ha sonreído y ha hecho tu inicial.

-En el mundial también me señaló.

-No ha sido para nada igual. El mundial fue más inocente.

Me lo pienso, mirando hacia el equipo.

-Es que están todos ahí.

-¡A la mierda quién haya!

Me quedo en silencio, pensando.

-Pues también es verdad -hablo.

-¡Venga!

-Es que yo no siento nada por é...

Me interrumpe el empujón que me da para tirarme para delante y que ande.

-Claro que lo sientes y se te nota, o vas ya o te prometo que hago cualquier locura. Bésale como si fuera el primer beso. Como si no fueras a verle más en tu vida. Que se acuerde durante un buen tiempo.

-No soy capaz.

-Me estoy desesperando.

-Es que no puedo. De verdad que no.

-¡Gavi! -le grita, llamando su atención -. ¡Ven!

-¿¡Qué haces, Sira!? ¡Van a mirar todos!

-Que te calles, coño. Que pesada.

Gavi duda y Sira le hace un gesto para que venga.

-Mira, cuando esté llegando vas a comerle la boca como te he dicho -murmura Sira.

-Que no puedo.

-Claro que puedes. Y encima quieres.

Gavi llega a donde estamos.

-¿Qué? -pregunta, cruzándose de brazos.

-Es que... -intento hablar.

-¡Hazlo ya, joder! -me interrumpe Sira.

-¿Hacer el qué? -Gavi está confuso.

-No voy a hacerlo -doy un paso atrás.

-¡Que lo hagas!

No me lo pienso más y le doy un beso, pero me separo enseguida, con miedo.

-¡Eso no es nada! Como Dios manda.

-Que no, Sira.

-Madre mía -se ríe Gavi.

Me sujeta por la cintura y me besa él. Sube una mano hasta la mejilla, aferrándose a mí con anhelo. Por fin, mi cuerpo reacciona y le sigo el beso, agarrándole el cuello.

-Dios mío, eso sí es un beso -de escucha a Sira de fondo.

Unos veinte segundos después nos separamos, mirándonos a los ojos.

-Yo... Voy a volver con el equipo... -habla Gavi, con las mejillas encendidas.

Se va rápidamente a donde estaba antes.

-¡Menos mal que él se ha lanzado! ¡Eso sí es un beso como Dios manda!

-Madre mía... ¿Desde cuándo besa así?

-A lo mejor es que llevabas tiempo sin comerle la boca como es debido y solo dándole besitos.

-He visto las estrellas.

-Pues que suerte, hija. Porque yo ni miro al cielo.

-Ay, pobre Ferran -le miro.

-Bueno, tan mal no besa.

TEMPORADA DOS - El mejor amigo de mi hermano ✓Where stories live. Discover now