Prólogo.

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Años atrás.

Ginger

Al bajar del avión, tome mi maleta mientras Alyssa tomaba su móvil y comenzaba a llamar a alguien, me imagino que era a su amigo, o los padres de su amigo, quienes nos rentarían una cabaña para poder pasar la semana ahí, y poder relajarnos.

Me senté, mientras esperaba que llegarán por nosotros, estaba algo cansada, el viaje me había agotado demasiado. Tome mi móvil y revise mis mensajes, tenía unos cuantos mensajes de mi exnovio, quién me pedía que habláramos.

Entre a su chat, un poco molesta preparada para ponerle que no quería saber nada de él, cuando escuché a Alyssa decir que habían llegado por nosotras, apague el móvil y lo guarde en el bolsillo, mientras tomaba mi maleta y salíamos del aeropuerto, al salir estaba un auto blanco estacionado y una señora salió del él, ella sonrió al ver a Alyssa.

—¡April! —Lyssa se acercó a ella y la abrazo con fuerza, ella acaricio su cabello

—¿Cómo estás, Lyssa?

—Estoy muy bien. —Ella le dijo—Mira te presento a mis amigas, Ella es Ginger, Kinsey, Summer y ella es Addison.

—Es un gusto conocerlas chicas. —Ella sonrió.

—El gusto es nuestro. —Respondimos todas al unisono.

—Bueno, vengan. Me imagino que están cansadas.

—El viaje fue un poco largo. —Le dijo Lyssa, ella asíntió.

Mis ojos iban puestos en las palmas que se movían en un vaivén, el móvil me había vuelto a vibrar en la bolsa, lo saqué mirando que tenía otro mensaje de mi exnovio, solté un suspiro pero aún así decidí responderle.

Ethan

Ginger por favor, debemos de hablar.

Sé que no era la manera de irme, pero si te lo decía sabía que abandonarías todo por venirte conmigo y era lo que no quería.

Ginger

Pudiste habermelo contado. Ya era muy decisión mía irme o quedarme, pero gracias por la comunicación.

Ethan

Ginger, lo siento mucho.

Ginger

No lo sientas, espero que te vaya muy bien, Ethan, pero creo que deberías de dejarme en paz.

Apague el móvil, y me di cuenta que habíamos llegado a la cabaña, sonreí viéndola era demasiado bonita.

—Bueno, aquí es donde se quedarán las próximas dos semanas. ¿Les gusta?

—Esta preciosa, April. Gracias. —Lyssa la abrazo, ella le sonrió.

—Me alegro que les guste, Alyssa. Ahora le diré a Eros que venga para que pueda ayudarles a llevarse sus maletas.

—Si, está bien —Ella sonrió.

Tome mi maleta, yo no necesitaba ayuda de nadie, al entrar a la habitación mire que todo estaba bastante limpio, tenía un olor muy refrescante, deje mis maletas en una esquina mientras caminaba hasta la cama y me tiraba en ella.

Cerré los ojos, estaba bastante cansada, el viaje me había agotado y  no soportaba el sueño, no tenía ni idea de cómo estaba funcionando en estos momentos, antes de dormirme tome el móvil y llame a mi madre, avisándole que ya había llegado a Miami.

Me volví a tirar en la cama, cerrando los ojos y cayendo en un profundo sueño, después de varias horas desperté ya que escuche como tocaban la puerta de la habitación, me levanté de mala gana, tallando mis ojos, cuando me encontré con Kinsey  que al verme me sonrió

Finge que me odias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora