Capítulo doce.

15.4K 1K 101
                                    

Reportense aquí:

Ginger.

Años atrás

Al salir de la facultad de derecho, comencé a caminar hasta el estacionamiento, dónde debía de encontrarse mi novio.

Al llegar noté que él aún no, llegaba y segundos después mi móvil vibró con una llamada, así que decidi responder, era una llamada de él.

—¿Si? —Dije al instante que lleve el móvil a mi oreja.

—Gin, llegaré un poco tarde. Lo siento. He salido un poco tarde de la facultad y el tráfico está hecho un asco en estos momentos.

Asentí, sabía que eso era verdad, a esta hora el tráfico era un asco.

—Esta bien, no te preocupes. Ven con cuidado.

—Prometo que llegaré pronto, solo debo de dejar el tráfico atras.

—Si, tranquilo.

—Te quiero.

—Y yo a ti —Confesé, mientras me sentaba en una de las bancas, esperando la llegada de mi novio.

Summer y Alyssa aún no salían, y Kinsey mucho menos así que no había riesgos de que ellas me miraran con Eros.

Sentí como alguien se sentaba a mi lado, Addison sonrió viéndome.

—¿Qué haces aquí sola?

—Estoy esperando a mi novio. —Dije, restándole importancia.

—¿Tu novio misterioso?

Asentí, removiendome algo incómodo. Hace tiempo comencé a sentirme incomoda a lado de Addison, había algo en ella que no me daba muy buenas vibras.

—No es misterioso.

—No lo has presentado a nuestro grupo de amigas.

—Si, lo sé. Pero no es ningún chico misterioso. —Mencioné entre dientes.

—Bueno, como sea.

—¿Y tú, que haces aquí? Creí que te irías al apartamento.

—Eh, si. Solo estoy haciendo algo de tiempo.

—¿Porqué?

—Bueno, quiero ir a visitar a Eros.

Juro que si en ese instante hubiera estado bebiendo algo, me hubiera ahogado.

—¿Visitar a Eros? —Agradecí que no sonara celosa, porque debía de admitir que lo estaba.

—Si.

—¿Porque? —Me hice la desinteresada.

—Eros me gusta e irónicamente, sé que él también siente algo por mi.

—¿Si? —Le seguí el juego, ella asíntió, feliz.

—Hemos cruzado miradas demasiadas veces, él me sonríe, me ha dado muchos cumplidos, diciéndome que me miró bonita, y es obvio que él siente lo mismo que yo.

Vale, ni yo me hacía ilusiones tan rápido, asentí, ignorandola.

—Es solo que él no sabe cómo acercarse a mi, así que he decidido en que yo seré la persona que dará el primer paso entre los dos, para que podamos tener la relación que tanto he soñado y por ende casarnos y tenernos hijos.

Finge que me odias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora