Capítulo catorce.

15.3K 908 62
                                    

Ginger.

Años atrás.

Al momento que entramos a casa, el olor a pastel de chocolate inundó mis fosas nasales, al igual que el olor a la lasaña, recién hecha.

Mamá salió de la cocina al momento que escucho que la puerta se había abierto, la puerta, limpio sus manos en el mandil que traía y un par de rizos, caían por su frente, sonrió viéndome mientras abría los brazos para que me acercara a ella y la abrazara, así que solté la mano de mi novio, que parecía más cómodo después de haber tenido una conversación con mi padre.

Y que él le haya asegurado que no se metería en nuestra relación, que si él me hacía feliz, no habría ningún problema, pero que sí él sería capaz de romper mi corazón, que lo mataría.

Abrace a mi madre y ella peino mi cabello, mis rizos se encontraban demasiados desordenados por el viento que estaba haciendo.

—Me alegra mucho que estés aquí, hija. —Besó mi frente, así que le sonreí.

—Mamá, te presento a Eros, mi novio.

Mamá se soltó del abrazo para acercarse a él y sonreírle.

—Mucho gusto, Eros. Soy Brianna.

—El gusto es mío, señora.

—Para nada, no me digas señora por favor, estamos en confianza.

Le sonreí a Eros, que ahora estaba demasiado pálido, mirando a la puerta, volteé algo confusa, encontrándome a Nikolai recargandose en la puerta.

—Dios, mío. —Eros abrió la boca, parecía impresionado, y la palidez se notaba en su bonito rostro.

—¿Está todo bien? —Pregunté sonriendo.

—Enserio tengo frente a mi, al jodido Nikolai  Larsen .

Me comencé a reír con ganas.

—Exactamento.

—Asi que tú eres mi cuñado. —Nikolai seguía recargado en la puerta, pero ahora con una gran sonrisa.

—Él me está hablando. —Me dijo, como si yo no me hubiese dado cuenta.

—Si, lo sé.

—Mi hermana es una gran admiradora tuya, no entiendo cómo no reconoció a Ginger, como no sabíamos que tú eras su hermano.

—Bueno, ella no le gusta estar relacionada en esos medios. —Él explico y Eros asíntió.

—Entiendo y respondiendo tu pregunta, si soy tu cuñado. Joder, tengo la dicha de llamar cuñado al cantante del año.

Mi mamá sonrio, Eros se estaban comportando como un gran fanático.

—¿Porque no me habías contado que él era tu hermano?

—No pensé que fuera importante, estás saliendo conmigo, no con él. Y realmente no quería hinchar más el ego de este idiota.

—Gin. —Nikolai se acercó a mi y paso sus fuertes brazos por mi cintura mientras me abrazaba y besaba mi cabeza. —Yo sé que soy mucho más genial que tú, pero no te preocupes tienes lo tuyo.

Rodeé los ojos con diversión.

—Puedes seguir pensando en eso, si eso te ayuda en dormir por las noches. —Dije encogiendome de hombros.

Finge que me odias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora