Capítulo dieciocho.

14.3K 900 72
                                    

Ginger.

Años atrás

El timbre no había dejado de sonar, molesta salí de mi habitación, caminando a la puerta principal, ninguna de las chicas se encontraba en casa por lo que me tocaba a mí ir a ver quién tocaba con tanta urgencia.

Al abrir la puerta me encontré con Ethan quien sonrio al verme.

—Ethan. —Dije sorprendida.

—Ginger. —Me sonrió, mostrándome sus dientes.

—¿Que haces aquí?

—Bueno, quiero recuperarte.

¿Recuperarme? ¿Acaso el estaba mal de su cabeza?

Habían pasado ya varios meses desde que él me había abandonado, y ahora aparecía como si nada diciendo que quiere recuperarme.

—¿Perdón?

—Quiero que estemos juntos, recuperar tu amor. —Susurró, acercándose a mi, pero me aleje de inmediato.

—No hay nada que recuperar Ethan, te recuerdo que me abandonaste.

—Queria que tuviéramos una buena vida y para eso necesitaba irme, y poder trabajar, quería darte lo que mereces.

—Yo lo único que quería, lo único que necesitaba era estar contigo pero decidiste dejarme sin importante lo que yo sentía, tan solo pensaste en lo que creíste mejor para mí.

—Lamento mucho eso, pero por eso he regresado, quiero darte lo que te mereces, mi amor.

—No soy tu amor, deje de ser tu amor hace tiempo.

¿Estás con alguien más?

—Si, estoy con alguien más desde hace tiempo y lo amo.

—¿Lo amas? —Preguntó con el dolor reflejado en su ojos.

—Lo hago. —Admití, viendolo.

En ese instante la silueta de Eros atravesó el pasillo, y al llegar a mi puerta me miró fijamente y después miro a Ethan.

—Gin. —Ethan quiso tocar mi mano, me aleje nuevamente.

—Te pido amablemente que quites tus sucias manos de mi novia. —Eros demandó de forma posesiva.

—¿Él es tu novio?

—Ajá. —Me acerque a Eros, él sonrió viéndome y me tomo de la cintura apretándome a él, mientras dejaba un beso en mi mejilla, suspiré al sentir su aliento golpeando mi mejilla.

—¿Y tú quien eres? —Eros lo miro.

—Soy Ethan su exnovio.

—Oh, si ya recuerdo quien eres. Eres quien la abandonó ¿No?

Noté como Ethan apretaba la mandíbula mientras observaba a Eros.

—Nunca la abandone —Él quiso aclarar.

—Si, claro. —Mi novio susurró.—¿Para que has regresado?

—Bueno, quería hablar con ella.

—¿Hablaras con él?

Negué

—Ya hemos dejado todo en claro.

Realmente aún me sentía resentida de que él se haya ido pero sabía que no debía de ponerme como una loca.

—Te amaba Ethan, realmente lo hacía pero sabía que no debía de vivir tras la sombra de un amor que no le importe lo suficiente. —Eros frotó mi espalda.

Finge que me odias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora