Finge que me odias

Especial de Halloween.

Pongan su presente con una 🎃

Ginger

—No puede ser —Tapé mi boca riendo mientras observaba a mi hija.

—¿Se mira adorable, cierto?

—¿Porque del Grinch?

—Bueno, no tenía alguna idea de disfraz y a ella parece gustarle.

—Me gustahh —Haven se observo en el espejo, confirmando que le gustaba,  mientras me miraba y se reía acariciando el cabello verde de su disfraz

—Te miras demasiado adorable mi vida.

—Shi, mami.

—¿Que te pondrás? —Eros se acercó a mi y dejo un beso en mis labios.

—Papi, noo —Haven se cruzó de brazos mientras nos observaba con su disfraz de Grinch y el pelo de la ceja salía disparado a todos lados.

—¿Ahora papi no puede besar a mami?

Haven negó, mientras le daba los brazos a su padre, quien gustosamente la cargo.

—¿Tu de que te vestiras?

—Vampiro, de Edward Cullen

Me reí mientras me alejaba de él.

—¿De que te vestiras?

—Ya verás —Le dije mientras me alejaba de ellos.

Tengo tres días quedándome en el apartamento de Eros, y hemos estado pasando mucho tiempo juntos, Eros trata de convencer de convencerme que nos mudaramos con él, aunque debía de admitir que estaba convenciendome muy en el fondo.

Busque mi disfraz, era una enfermera sexy, hoy por ser halloween tendríamos un convivio en el apartamento, irían todos nuestros amigos.

—¿Grayson irá? —Grité, Grayson era el mejor amigo de Eros

—Sí, trate de logré convencerlo.

Escuchaba a lo lejos a Haven hablar con su padre,  al terminar de cambiarme y acomodarme el cabello, pinte mis labios con labial rojo mientras salía de la habitación.

Al salir observé la reacción de mi prometido, quien jugaba con nuestra hija, sus ojos se abrieron con sorpresa y me observaron con lujuria de arriba hacia abajo.

—Te miras jodidamente sexy. —Él susurró, con la voz ronca.

—¿Te gusta? —Me di la media vuelta.

—Me jodidamente encanta. —Eros se acerco a mí y me apretó contra él, suspiré sintiendo su olor.

—Ve arreglarte, o llegaremos tarde. Edward Cullen.

Eros sonrió mientras besaba mi nuca y se alejaba mientras caminaba hasta la habitación, Haven estaba jugando con una muñeca mientras según ella le daba un biberón de comer, pero dudo mucho que la pobre muñeca comiera por el ojo.

—¿Estás lista, pequeña?

—Shi, mami.

La cargue y besé su frente, podría decirse que por primera vez en mi vida me sentía muy feliz y plena, sentía que tenía todo lo que un día había deseado, tenía a Eros y a Haven y ambos eran mi vida entera.

—Estoy listo.

Eros se acercó a nosotras y Haven grito de emoción viendo a su padre, me fue inevitable no sonreír mientras él la cargaba y salimos del apartamento.

—Haven bebé. ¿Traes tu bolsa para pedirle dulces a tus tíos?

Ella me volteo a ver con confusión, me reí mientras se la entregaba.