Capítulo cinco.

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Años atrás.

Mire a April, mientras ella me mostraba el álbum de fotos de Eros cuando era un bebé, sonreí viendo las fotos.

Quizás si llegáramos a casarnos y a tener hijos, ellos sería demasiado preciosos, realmente anhelaba que si llegaba a tener un hijo de Eros, me gustaría que tuvieran sus mis ojos, ese color avellana tan vivo que me encantaba.

—Mamá, me estás avergonzando con mi novia. —Eros dijo, sentandose a mi lado y tomando mi mano, mientras la ponía en su pierna.

—No te estoy avergonzando, cariño. Solo le muestro lo adorable que eras de bebé.

—¿Era? —Él preguntó, ofendido.

—Si, cuando te convertiste en un adolecente, creía que me volverías loca, hijo.

Yo me reí, y Eros me abrazo.

—La comida está lista —Dijo la cocinera, April se levantó.

—Gracias, ahora vamos. —Nos miro—Venga, vayamos a comer que la comida se enfría.

Eros me ayudó a levantarme mientras caminabamos hasta la mesa.

—Le agradas a mi madre.

Si, ya me había dado cuenta de eso, al que no le agradaba era a su padre.

Caminamos hasta el comedor y Eros saco una silla para que pudiera sentarme, cómo todo un caballero, así que le sonreí, al momento que me senté, después de unos segundos llegó el padre de Eros que se sentó enfrente de mi, mientras observaba con cuidado cada uno de mis movimientos haciéndome sentir muy incómoda.

—Ginger, Eros me ha dicho que la lasaña es tu comida favorita, así que he pedido que la prepararan especialmente para ti. —April me sonrió, ella me hacía sentir bienvenida en esta casa.

—Gracias, realmente huele demasiado bien. —Admití, relamiendome los labios.

—Bueno, deberíamos de comer o si no la comida se nos enfriará y luego sabrá muy mala.

Eros puso una mano en mi pierna por debajo de la mesa mientras me sonreía, mostrando los hoyuelos que se le hacían en las mejillas, y yo me derretí en ese instante.

—Ay, están tan enamorados. —April sonrió.—Recuerdo cuando conocí a Owen, dios él era tan romántico, recuerdas nuestra primera cita que fue en una de las cabañas de tus padres? —Ella parecía feliz de recordarlo—Fue una cita bastante romántica. —Ella suspiro.

—April. —Él hablo con sequedad, mientras tomaba un sorbo de su copa de vino, Eros parecía tenso.

—Lo siento, solo verlos tan enamorados, me recuerda a mi yo adolescente, a nuestra relación..

Owen miro a April nuevamente advirtiéndole que no siguiera y ella suspiró, mientras comía en silencio, todo se volvió bastante incómodo

—Eros me gustaría hablar contigo, a solas.

Eros asintió, levantándose de su lugar y siguiendo a su papá, mientras yo me quedaba con April y Becca.

Finge que me odias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora