Capítulo 4

87 21 21
                                    

Me produce gran placer estar sola. Tal vez se deba
a que, al hacerlo, elimino el dolor que me produce la
gente. Quizás sea el placer más fuerte que conozco.
Virginia Woolf

Apenas la soportaba, Emily Brown era una de aquellas personas a las que Kai prefería tener cuanto más lejos mejor. Pero al parecer era imposible, no lograba sacársela de encima desde que llegó a Brooklyn hacía nueve años. Habían coincidido durante el instituto y ahora en la universidad también estaban destinadas a encontrarse. De hecho, Kai, casi se puso a gritar cuando la vio el primer día de clases del año anterior. 

– ¡De todas las malditas universidades, ya no solo de Nueva York, también de Estados Unidos, va y decide ir a Columbia! – exclamó aquel día.

Pero no solo eso, aparte de encontrarse en las mismas fiestas, frecuentaban los mismos locales. Y lo peor de todo, era la hermana de Ethan, su mejor amigo, lo cual era una tortura, ya que este tenía a su hermana en un pedestal. 

Nada más parecía coincidir últimamente, según Kai, hasta que en aquella fiesta descubrió que Emily era la novia del mejor amigo de su compañera de habitación. Eso quería decir que quizás Alyn era amiga suya y no, no estaba dispuesta a aguantar a Emily en su cuarto. Por suerte, no estudiaban la misma carrera, eso ya sería el colmo. 

No tardó mucho en localizarla, estaba rodeada de chicos y perseguida por Siena Smith, su perrito faldero y, como siempre, iba vestida de forma provocadora. Le gustaba gustar y eso no era algo que a Kai le molestara, sino la actitud que tenía. También reconoció que se le hizo raro verla junto al mismo chico durante más de una hora. 

"¡Pobre Steve!", pensó. Aunque tampoco le extrañó del todo, aquel chico no le había causado muy buena impresión desde un principio, así que supuso que para salir con Emily debía ser igual de estúpido que ella. Pero eso daba igual, no le importaba lo más mínimo aquella pareja, por lo que decidió seguir a lo suyo y buscar a alguien conocido. Estaba acostumbrada a ir con Harriet a las fiestas, pero esta vez su amiga había optado por ir a un club con su novio y amigos. De hecho, le ofreció a Kai ir, pero ya le había prometido a Ethan que le acompañaría en esta ocasión. En parte, por eso invitó a Alyn, su nueva compañera, quizás estando con ella se sentía como con Harriet. Lamentablemente, aún no la había visto, así que optó por ir a buscarla. 

La gente estaba muy borracha, Kai no tenía costumbre de beber y cuanto más veía a las demás personas, más reafirmaba su decisión de abstinencia. Mientras paseaba por la casa en busca de Alyn, se encontró a Ethan acompañado de Peter y Ryan. 

– Qué peligro – murmuró de camino a ellos.

Los dos amigos iban con el ánimo por las nubes. Ethan estaba un poco más moderado. 

– ¡¿Pero a quién tenemos aquí?! – gritó Ryan mientras la levantaba para abrazarla muy fuerte. Ella hizo gestos de no poder respirar hasta que este la soltó –. ¿El alcohol me engaña o acaba de aparecer la mujer de mi vida? – prosiguió mientras le pasaba el brazo por los hombros.

Antes de que ella pudiera decir algo, Ethan se adelantó agarrando a Ryan por la oreja.

– El que va a aparecer voy a ser yo como le hagas algo a Kai y créeme que no va a gustarte – le amenazó en broma, pero con tono serio.

– Lo dudo, me gusta todo lo que me haces – respondió este acercándose a su amigo como si fuera a meterle mano.

– Qué desagradable eres – dijo Ethan apartándose de él.

Los cuatro se rieron. Siempre estaban igual, los tres vivían a base de bromas. A Kai le encantaba pasar tiempo con los chicos, la verdad es que después de quince minutos a su lado te olvidabas de todas las penas. 

Mentiras || DISPONIBLE EN AMAZONWhere stories live. Discover now