Fin

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Desde que nació en este mundo, desde que renació, tuvo nuevos amigos y familiares, que lo aman, y ahora tenía a Edward, el vampiro que lo consideraba su alma gemela. Sin duda estaba feliz. Pero cuando pensaba en nunca volver a ver a sus verdaderos padres, a sus amigos, a su mundo, el lugar donde realmente nació y se crio, su corazón sentía un vacío. Draco se decía a sí mismo, que nunca todo es perfecto, y que nunca puede tener todo. Pero no iba a negar que la llegada de Regulus llenó ese vacío en su corazón. Aunque nunca lo había conocido, ni visto. Estar con él ahora, era reconfortante le recordaba a su vida anterior, a su familia, a su sangre.

Pensando que antes de encontrar a Regulus, llevó al padre Grant a vivir en el exilio durante tantos años solo para no ser encontrados, Draco se sintió extremadamente incómodo, no entendía porque lo había hecho, pero sin importar lo iba a poyar. Y ahora era el momento, los Vulturi lo están buscando, no podía contarle a Regulus sobre ese asunto, quería protegerlo, porque él era su primo, era su padrino, era su pariente y familia.

Los Cullen querían protegerlo, solo porque ellos ya lo consideraban como un miembro de los suyos. Solo por eso, estaban dispuestos a arriesgar sus vidas. Draco no iba a negar que se sentía un poco culpable, pero solo un poco. Ya que estaba más agradecido que otra cosa.

"Regulus, yo..." La voz de Draco se ahogó, sin saber qué decir. Miró fijamente a su primo, el tiempo no ha pasado en el hermoso rostro de este hombre, solo esperaba volverlo a ver.

"¿Qué pasa? Draco" Regulus miró a su única familia con suspicacia, en esos maravillosos ojos grises que eran herencia de un Black, solo aparecería una niebla de confunciones. Alagaba internamente al niño por saber muy bien como ocultar sus emociones.

"Estoy feliz. Que en cierto aspecto aceptes a Edward y a nuestro compromiso" Draco rápidamente calmó sus pensamientos y dijo con sinceridad "Es una pena que Charlie aún no lo sepa, todavía no sé cómo decirle, ¿debería decirle que su hijo es un mago y su pareja un vampiro..."

Regulus sabía que Draco le estaba mintiendo, pero también sabía que le decía la verdad. Con desconfianza apartó la mirada para después reír "Pobre Charlie, creo que se volverá loco, recuerdo que el novio de su hija es un lobo..."

"Sí, definitivamente se volverá loco..."

La conversación terminó cuando Edward trajo el almuerzo.

Al ver el sonido de Black desaparecer, Draco se apoyó hacía el vampiro "Se enteró. Quiero decir, no le convence, pero lo acepta... "

"Yo...lo sé, no pude leer por completo su mente, solo lo que él quería. Pero él te adora..." El vampiro suspiró, levantó su barbilla e imprimió un beso en los labios de su prometido. El beso suave y frío fue un voto del alma. Edward había escuchado la clara advertencia y amenaza de Regulus. Y la aberración que ahora le tenía a Bella. Sabía que con lo que se había enterado, Regulus lo veía de otra forma, de una forma que a él le agradaba, porque favorecía a su relación.

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Cuando Draco recibió su primera carta de admisión, también había recibido la llamada de Alice. Alice había visto a los Volturi con sus túnicas negras, llegar a Forks mañana por la mañana.

"Espero tener la oportunidad de ir a la universidad" dijo el rubio a su prometido con una sonrisa forzada.

"Lo harás, quizás acá de unos días podamos recibir la aceptación de la Universidad de Alaska" Edward abrazó la cintura de Draco y dijo en voz baja "Después de graduarnos de la universidad, ¿podríamos casarnos? Podemos ir a Inglaterra a... Wiltshire" (Wiltshire, es donde se ubicaba la mansión Malfoy)

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