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—¿Qué tal te lo has pasado?—preguntó Mariah por teléfono

—Bien, menos el momento en el que Houndour se subió a la mesa todo bien—respondió t/n sujetando el teléfono a su oreja.

—¿Te sentiste fuera de lugar o algo?¿Te has sentido incómoda en algún momento?

—No. Bueno, al principio sí, pero luego se me pasó. Tenías razón, son muy agradables.

—¿Te sigue dando cosa hablar con Grusha?

—Un poco, pero supongo que ya se me pasará.

—Bueno, tu ahora descansa. Mañana tengo planes para todos.

—¿Qué? ¿Planes? ¿Qué planes tienes? Yo tenía pensado dormir todo el día y ver YouTube.

—Es sorpresa.

—En fin...

—Mañana a las nueve de la mañana nos vemos en la puerta de la academia.

—¿Quien más va venir?

—Andrea, Félix, Grusha, yo, tu y algunas personas más.

T/n suspiró. Le acababan de chafar el plan de holgazanear todo el día.

—Está bien.

—Pero recuerda guardar a houndour en su pokeball, no puede haber pokémon en el plan de mañana.

—¿Por qué no?

—Sorpresaaa. Bueno, voy a la cafetería a cenar, ¿Vienes?

—No tengo hambre. Mejor voy a repasar los apuntes de ayer.

—Como quieras, yo voy a comer. Bueno, nos vemos mañana—se despidió cortando la llamada.

T/n se quedó en su cuarto, en silencio. Houndour estaba durmiendo a los pies de la cama.

Ella tenía curiosidad sobre qué plan tenía para el día siguiente.

Para distraerse se sentó en el escritorio, abrió sus libros y libretas y comenzó a repasar los apuntes.

Al día siguiente se despertó a las ocho de la mañana. Se aseó y se preparó para salir.
A las nueve menos cuarto ya estaba en la puerta de la academia. No había nadie más allí y corría un viento frío.

Al poco tiempo llegó un chico de piel oscura y se quedó también esperando a su lado.

—¿A ti también te dijo Mariah que había un plan sorpresa para hoy?—preguntó él. T/n asintió—Bien, yo soy Joseph.

—Un placer.

Se quedaron en silencio.

—Hace frío hoy—dijo el moreno.

—Si.

Al poco tiempo llegaron Félix y Andrea.

—¡Hola Joseph!—lo saludó él de cabello negro— Veo que al final has venido.

—Claro, no me perdería un plan sorpresa. Sabes que me gusta salir.

—¡Félix, saluda a t/n también! ¡No seas maleducado!—dijo Andrea dándole una colleja floja en la nuca.

Él se sobó donde le habían dado el golpe.

—Hola a ti también t/n—la saludó.

—Buenas.

Grusha llegó un par de minutos después  junto con un grupo de chicos y se puso a hablar con ellos. T/n se quedó escuchando. Al parecer la mayoría eran de la clase de Félix y parecían llevarse bastante bien.
Eran ya nueve personas cuando llegó Mariah.

—¡Hola chicos! ¿Ya estamos todos?—preguntó ella.

—Creo que sí—dijo uno del grupo.

—A ver, uno, dos, tres, cuatro...—se pudo a contar cuántos eran. Cuando llegó a diez sonrió ampliamente— Chicos, tenemos que salir de la ciudad.

—¿Qué?—preguntó Andrea.

—El sitio al que vamos está al comenzar el bosque que hay en el sur—dijo la rubia—Vamos a pedir unos taxis voladores.

Hizo unas llamadas y al rato llegaron unos cuatro taxis.

A t/n le tocó ir al lado de Grusha aunque ella hizo todo lo posible para ir con Mariah. Cosa que al final no se pudo. Estuvo callada todo el trayecto en silencio mientras los demás reían y hablaban.

—¡Yo ya he venido aquí!—dijo un chico con el que iba en el taxi señalando un edificio que había al empezar el bosque.

—¿Ah sí?—preguntó Grusha—¿Y a donde vamos?

—Es un campo de paintball—dijo el chico random

—¿En serio?—volvió a preguntar el del pelo azul sin siquiera contener su emoción—¡Siempre que querido probar el paintball!

T/n pegó la nariz a la ventana y vió como descendían en el aire hacia la entrada del edificio.

Cuando los taxis tocaron suelo, todos los adolescentes salieron de estos y se agruparon con Mariah como líder.

—¿Qué es este edificio?—preguntó Andrea tomando de la mano a Félix.

—Aquí vamos a hacer una partida de paintball. Venga, que está genial. Sirve para descargar estrés—aclaró la rubia del lazo negro—. ¿Alguno de vosotros ha venido antes?—Joseph y otro chico levantaron la mano— Bien, vosotros ya sabéis cómo va pero por si acaso los trabajadores de aquí os explicarán cómo funciona esto. Vamos, entremos.

Mariah lideró el grupo y abrió la puerta del edificio.

Fue a la recepción y de ahí llegó un hombre que los llevó a una habitación y les explico cómo se jugaba a eso. Les explicó cuanto duraba una partida, como se disparaba, cuanta munición tenían... Luego les dijo que pasarán a otra habitación y se pusieran encima de la ropa el traje y una máscara protectora.

El hombre los llevó al campo de tiro, les asignó los grupos y les entregó las armas de pintura. Eran dos grupos de cinco cada uno.

—Y cuando os de un disparo debéis volver aquí. Cuando todos los de un equipo hayan sido alcanzados por las balas del otro equipo o cuando el tiempo se acaba termina la partida. ¿Alguna pregunta?—preguntó el hombre. La mayoría de chicos negaron. T/n ni negó ni asintió, solo esperó— Ahora los de cada equipo id a cada extremo del campo y esperad a que suene la campana de inicio.

T/n caminó hacia el lado sur. Allí estuvo con los que eran de su equipo. Allí reconoció a Félix. El resto eran desconocidos para ella. Los otros chicos estaban hablando entre ellos, ideando una estrategia.

—Nos escondemos detrás de aquellos árboles grandes cuando lleguen los del otro equipo. Y tu t/n, te esconderás allí y cuando llegue alguien le disparas—dijo uno.

La mencionada miró al chico y asintió. Estaba nerviosa. Nunca había jugado a paintball (como el resto de su equipo excepto uno) y no había prestado atención a como funcionaba el arma que tenía.

Dió un respingo cuando sonó la campana y todo su equipo salió corriendo hacia el campo y se escondieron. T/n después de quedarse procesando y cuando ya todos se habían escondido salió al campo.

||Compañeros|| Grusha x tu [pokémon escarlata y púrpura]Where stories live. Discover now