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—¡Gracias por traernos!—agradeció cierto peli azul al taxista.

—Si... Gracias...—murmuró t/n sacando las maletas del taxi volador.

—No hay de que, ha sido un placer llevaros—se despidió y poco después se fue.

Los dos estaban en la plaza de Ciudad Meseta, era domingo y había bastante gente.

—Los taxistas voladores son muy agradables—dijo la chica.

—Es su trabajo ser amigables, si no tal vez la gente no quiera volver a volar con ellos—se colgó su mochila en la espalda y comenzó a caminar—. ¿Te apetece venir a mi casa ahora después de que dejes tus cosas en la tuya?

—Oh... Eh... Claro, ¿Por qué no?—le dió una sonrisa amable y caminó tras él.

—Genial, entonces nos vemos en mi casa en un rato. Sin prisa—rapidamente dobló la esquina y se fue por su calle.

T/n se quedó sola caminando. Tras unos minutos llegó a la puerta de su casa, abrió la puerta y entró. No había nadie en casa, tal vez su madre habría ido a comprar y su padre estuviera en algún bar de los alrededores. Dejó sus cosas en su cuarto y deshizo la maleta. Luego se sentó en la cama y sacó de su pokeball a houndour.

—Me había olvidado de ti—dijo acariciando a su pokémon. Este hizo un ruido de felicidad—, supongo que tendrás hambre—houndour asintió y t/n fue a la cocina a por una bolsa de comida para pokémon y le echó en su cuenco. El pokémon comió y la chica se quedó mirándolo—ahora nos vamos a casa de Grusha. Aunque estoy cansada del viaje y mañana trabajo... Supongo que solo iré para un rato.

Regresó a su cuarto y se arregló un poco su cabello que estaba algo despeinado.

Cuando el pokémon terminó de comer, la chica tomó sus llaves e indicó que la siguiera. Abrió la puerta y ella y pokémon salieron de la casa.

Caminaron por un par de calles y llegaron a la casa de Grusha. Tocó a la puerta y esperó.
Finalmente su novio abrió la puerta.

—¡Hola t/n! Te extrañé.

—Pero si nos hemos visto hace un rato nada más.

—Igualmente te eché en falta—comentó Grusha con su habitual sonrisa, sacándole un leve sonrojo a su novia—. Venga, entremos quiero ver algo contigo.

Houndour se coló ente los pies de ambos y entró rápido a la casa.

T/n llegó al salón y se sentó en el sofá. Se percató de que estaban solos en la casa.

—Y... ¿Que querías hacer?

—Una cosa que llevamos tiempo hablando pero que no hemos hecho.

Ella evitó mirar a su novio, en su lugar miró la mesa que tenía delante, swablu, el pokémon de él descansaba sobre esta.

—Eh... ¿Que cosa?—jugueteó con sus dedos. Grusha se sentó a su lado en el sofá y la rodeó con su brazo— Grusha en serio, no sé si será lo que estoy pensando y...

—¡TELENOVELAS!—exclamó el chico.

T/n se quedó de piedra. Definitivamente no se parecía en nada a los pensamientos impuros que había tenido.

—Ah eso...

—¿No te emociona?

—¡Claro! Solo que... No, nada. No importa.

—Bueno, que sepas que encontré una telenovela que parece ser la cosa más cliché del mundo y quisiera que la veas conmigo, ¿Aceptas?

Ella soltó una risita y acarició la mejilla de su novio.

—Acepto. Pero solo un capítulo que mañana trabajamos, no me gustaría desvelarme viendo la tele y mañana estar como zombie.

Grusha depositó un beso corto en la mejilla de ella y tomó el mando de la televisión.

Al final estuvieron hasta las tantas viendo la serie, les dio tiempo a los padres de Grusha a regresar a casa y acostarse cuando alguien llamó al teléfono de t/n. La chica estaba adormilada, acurrucada en los brazos de su novio y se sobresaltó al escuchar los tonos de su móvil.

El de cabello azul pausó la serie.

—T/n, atiende la llamada.

—Ah claro—sacó su teléfono del bolsillo y descolgó—. ¿Quién es?

—¡T/N! ¡¿DONDE ESTÁS?! SON LAS DOCE DE LA NOCHE Y MAÑANA TRABAJAS—escuchó gritar a su madre al otro lado de la línea.

—¡Mamá! ¡Lo siento, estoy en casa de Grusha!—se disculpó poniéndose en pie rápidamente.

—MUCHACHITA, NO SE QUE ESTARÁS HACIENDO ALLÍ PERO TE REGRESAS YA MISMO.

—¡No estamos haciendo nada raro! ¡Solo veíamos la tele!

—HE DICHO QUE TE VUELVES A CASA.

—Ya voy...—se escuchó silencio y después la madre colgó la llamada. T/n miró a Grusha que estaba con rostro divertido—¿De qué te ríes?

—Nada, perdón, culpa mía. Me emocioné viendo la serie y no me acordé de que mañana había trabajo.

—No... También es culpa mía, debí acordarme yo.

El chico estiró los brazos en señal de cansancio

—Bueno—se levantó del sofá—, deberías irte o te castigarán de por vida.

—Si... Lo siento.

—No te disculpes, ha sido culpa de los dos.

—Vale.

—Te quiero t/n.

—Y yo a tí—ella rápidamente lo besó, guardó a houndour en su pokeball ya que estaba durmiendo y salió de la casa.

Grusha se quedó con una sonrisa tonta en el rostro. Suspiró y apagó la televisión.

En casa de t/n, su madre la recibió con una mirada de furia.

—Eh... Hola...—saludó la menor entrando a la casa.

—¿Que horas de llegar son estas?—le preguntó su madre cerrando la puerta después de que su hija entrase.

—Pues... Lo siento, se nos fue el tiempo. A demás, aunque no es el caso, la mayoría de gente de mi edad sale de fiesta y regresa a casa más tarde...

—Pero tu no sales de fiesta, no te gustan.

—Cierto... ¿Perdón?

—Tu sabrás.

—¿Cuando cumpla dieciocho me dejarás salir hasta más tarde?—preguntó por curiosidad.

—Si tienes trabajo al día siguiente no, cuando tengas tu casa harás lo que quieras pero mientras vivas bajo mi techo no puedes salir hasta las tantas.

—De acuerdo, y de nuevo, perdón.

—A tu cuarto. Vete a dormir ya que mañana trabajas.

||Compañeros|| Grusha x tu [pokémon escarlata y púrpura]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ