||Compañeros|| Grusha x tu [pokémon escarlata y púrpura]

17

—¿Qué ropa te vas a poner para la graduación?—preguntó Mariah

T/n abrió su armario. Mariah estaba sentada en la cama mientras hablaban.
En el armario solo había uniformes de la academia

—No tengo nada que ponerme...

Esta vez no era la típica vez que una chica decía eso y tenía el armario lleno hasta los topes de ropa variada, no, ella no tenía nada de ropa que no sea uniforme.

—Vaya, ¿Por eso siempre Salias a las quedadas con el uniforme?

T/n asintió. Cada vez que salía con Grusha o Mariah iba con el uniforme.

—Tengo toda mi ropa en casa de mis padres. No creí necesitarla así que la dejé toda allí—admitió mirando a su armario.

—Bien.

—¿Cómo que bien? ¿Te parece que algo aquí está bien? No, no tengo nada que ponerme para mañana...

—Ahora tenemos la excusa perfecta para ir de compras. ¿No habías pensado en ir a comprar?

—Si... Pero lo he ido posponiendo... Y pues eso—cerró el armario y tomó su teléfono del escritorio.

—¿Pensabas ir a la graduación con esa ropa?

—Hm... ¿Si?—respondió no muy segura de sus palabras.

Mariah se levantó de la cama y la tomó por los hombros. Negó con la cabeza repetidas veces.

—No, no, no. No t/n. Así no. Tienes que ir divina a la fiesta.

—No va a ser un baile ni nada del estilo, no estamos en una película americana, solo es una ceremonia donde el director habla, nos dan un papel a cada uno, unas fotos y algo de comida.

—Ya, pero van todos los padres y hermanos. Podrás conocer a la familia de tu novio y él podrá conocer a tus padres.

T/n miró al suelo. Conocer a sus padres. No sabía si estaba preparada para eso.

—No me pongas más nerviosa de lo que ya estoy—dijo ella liberándose de la rubia. Comenzó a caminar en círculos frente a ella y al armario abierto—, creo que no iré a la graduación...

—¡T/n tienes que ir! Aunque te lo pases en silencio y comiendo porquerías. ¡Tienes que ir!

—¡No Mariah no iré!

—¡Si! Vamos coge tus ahorros y vamos de compras, necesitas un vestido bonito—cerró el armario, la tomó del brazo y salieron del cuarto.

La arrastró hasta la puerta de entrada de la academia, cuando t/n se soltó de su agarre.

—Está bien, iré. Pero no me ha dado tiempo a tomar mis ahorros.

—Oh—soltó una risita—, está bien, corre a tu cuarto. Yo te espero aquí.

T/n fue a paso rápido hacia su habitación, tomó su dinero y regresó con su amiga.

—Ya estoy—dijo cuando llegó—. ¿A donde vamos?

—Hay unas tiendas bastante buenas en una calle no muy lejos de aquí.

—Vale, ¿En qué calle?

—Eh... No recuerdo el nombre pero está detrás de la peluquería.

—Ah ya, se donde es. Creo.

—Genial. Venga vamos—la tomó del brazo y comenzaron a caminar. Tras varios minutos llegaron a una tienda con la fachada blanca—. Aquí es ¿Habías venido antes?

—No, la he visto mientras paseaba pero nunca he entrado.

—Ahora lo harás.

Volvió a tirar se ella y entraron.

—¡Bienvenidas!—las saludó la dependienta.—¡Hola otra vez Mariah! ¿Cómo estás?

—¡Hola Mila! Estoy bien, mañana es la graduación y mi amiga t/n necesita ropa para la ocasión.

T/n estaba en silencio, expectante.

—Oh claro. ¿Qué tipo de ropa quieres?—le preguntó desde detrás del mostrador doblando unas prendas.

—Hm... Algo que no sea demasiado elegante, pero... Bonito, y algo casual. No sé si algo así existe...

—¡Claro! Voy a sacarte un par de vestidos que me acaban de llegar. Solo lo hago por que conozco a Mariah hace ya bastante tiempo—le guiñó el ojo y se dirigió a unas cajas bastante grandes. Sacó unas camisas de cuadros y unos vestidos y los dejó a un lado. De otra caja sacó unas prendas oscuras. Una azul marino, otra negra y otra verde oscuro. Se las entregó—. Esta ropa espero que te guste. Pruébatelos allí—señaló un probador—. Espero que te guste alguno.

T/n con las prendas en mano entró al probador. Tras un rato salió con un el vestido verde.

—Mariah, ¿Qué tal me queda?

—Bien, te queda genial ese color.

—Hm... A mi no me termina de gustar—se miró en el espejo del probador. Volvió a entrar y se probó el negro—. ¿Qué tal me queda este?

—Sublime, a ti todo te queda bien.

La dependienta, Mila, las observaba.

—Pues... Voy a probarme el último—volvió a entrar y se puso el azul marino. Al salir del probador dió una vuelta sobre si misma—. ¿Y este?

—Genial.

—Eh... Creo que me quedo con el negro— entró de nuevo y se puso su uniforme. Al salir le devolvió las prendas a Mila—. Tienes... ¿Algún complemento? Unas medias que queden bien con esto, un collar o algo así.

—Ven por aquí—la llevó a una esquina y le enseñó unas medias. T/n eligió unas blancas y negras a rayas. Luego la llevó a un expositor giratorio donde había collares. T/n eligió uno que se asemejaba al objeto agua mística. Dejaron lo que iba a comprar en el mostrador—. ¿Eso sería todo?

—Creo que si...—asintió la del uniforme.

—Genial, déjame ver...—le dijo el precio y t/n pagó. Metió la ropa en una bolsa y se la entregó— ¡Muchas gracias por venir chicas! Si necesitáis algo más sabéis que siempre podéis pasarme por la tienda.

—Gracias Mila—sonrió Mariah—, le salvas la vida a t/n. Fíjate que ella pensaba ir con el uniforme a la graduación...

—Eso sería inadmisible—se exaltó la dependienta—, yo a mi graduación fui con el vestido más rosa chicle que puedas imaginar.

—Gracias Mila...—murmuró t/n.

—No hay de que. Lo dicho, si necesitáis algo podéis venir aquí.

T/n y Mariah se despidieron con la mano y salieron de la tienda.

Se detuvieron en una esquina.

—¿Qué te parece Mila? Es maja, yo la conocí hace varios meses, siempre voy allí para comprar ropa—pregutnó la rubia ladeando la cabeza.

—Es agradable.

—Venga, vamos a mi cuarto. Quiero enseñarte mi look para mañana.