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Habían pasado varios días desde San Valentín. Grusha tocó a la puerta de t/n. Ella le entre abrió y se asomó un poco por la rendija de la puerta. Habían quedado ese día para pasear un rato por la plaza pero como t/n no aparecía por la puerta principal el chico decidió ir a su cuarto a ver si estaba bien.

—T/n, ¿Te encuentras bien? Hace media hora que quedamos abajo.

La mencionada entrecerró los ojos.

—Me encuentro un poco mal...—admitió

—Oh, ¿Te acompaño a la enfermería?

—No... Ya se me pasará...

—Si no te encuentras bien deberíamos ir a la enfermería—trató de abrir la puerta pero t/n se lo impidió.

—¡En serio, no hace falta!—iba a cerrar pero algo se lo impidió. Grusha había interrumpido la trayectoria de la puerta con el pie.

Se quedaron en silencio

—¿Qué te ocurre?—rompió el silencio Grusha

—Estoy... Con... Eh... Me da vergüenza...

El de cabello azul abrió mucho los ojos.

—¿Estás con tu periodo?

T/n asintió tímidamente.

Grusha terminó de abrir la puerta y la tomó del brazo. Tiró de ella hacía fuera del cuarto.

—Venga, vamos a la enfermería—dijo él casi arrastrándola hacia el pasillo.

Iban a paso rápido, sin llegar a correr. Bajaron las escaleras y caminaron por algunos pasillos hasta llegar a la enfermería. Los recibió una enfermera algo obesa y de rostro amable.

—¿Qué queréis chicos?—preguntó con dulzura.

—Mi amiga t/n se encuentra mal—dijo Grusha soltándola del brazo.

—¿Qué te pasa pequeña?—preguntó al enfermera.

—Verás... Estoy en mi periodo y me duelen horrores los ovarios... Y... Pues eso...—dijo la chica.

La enfermera asintió y fue a un armario. Sacó unas pastillas y le dió una a t/n. Le dió también un vaso de agua.

—Tómate está pastilla, empezará a hacer efecto en unos veinte minutos pero deberás encontrarte mejor pronto—le explicó con paciencia—. Si ves que a la hora sigues sin mejorar vuelve aquí

—Está bien, muchas gracias—se metió la pastilla en la boca y dió un trago de agua. Le devolvió el vaso a la enfermera. Ella se despidió y junto con Grusha salieron de la enfermería.

El de pelo azul la acompañó hasta su cuarto.

—Bueno, me voy. Te dejo descansar, ya quedaremos otro día—se disponía a irse pero t/n lo tomó de la manga de la chaqueta del uniforme.

—No te vayas...—murmuró.

—¿No quieres que te deje?—dijo él. Ella negó.

T/n abrió la puerta y tiró de él hacia el interior de la habitación.

Houndour los recibió con un sonido.

T/n se sentó en la cama y Grusha hizo lo mismo. La chica se apoyó en su hombro y cerró los ojos. Como le dolía mucho el estómago no pensó en lo que hacía, ni siquiera se dió cuenta de sus acciones.

Al sentir a la chica sorbe su hombro las mejillas de Grusha se colorearon de un tono rojizo.

El tiempo pasó y ellos estaban en silencio, disfrutando la compañía del otro. Entonces t/n se durmió y cayó sobre el regazo de Grusha.

||Compañeros|| Grusha x tu [pokémon escarlata y púrpura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora