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T/n pasó las clases tomando apuntes, aunque le consumía por dentro lo que le había dicho Mariah a Grusha.
Se lamentó, no debería haberle dado nada en primer lugar. Tampoco confiaba en que él le regalase algo. No es como si fuesen mejores amigos.

Estaba en el comedor, terminando una rodaja de melón. No había comido la amalgama verde que le había dado el cocinero. A ella le gustaba comer, pero a eso no se le podía considerar comida.
Mariah estaba en la enfermería porque le dolía el estómago así que t/n comía sola.

Iba a levantarse a dejar su bandeja cuando alguien se sentó frente a ella.

—¡Hola!—la saludó Grusha con una sonrisa—Gracias por tu regalo, luego probaré los chocolates.

T/n agachó la cabeza.

—Buenoaerhg...—murmuró palabras inteligibles

—¿Qué has dicho?

—No, nada...

—¿Estás bien? Pareces nerviosa.

—Ya te dije... No pasa nada...

Grusha miró su comida. Tenía una lasaña muy apetecible, pero no tenía hambre. Miró el plato de t/n, estaba lleno de un mejunje verde.

—¿Quieres mi comida? Yo no tengo mucha hambre.

A t/n se le iluminó la mirada.

—¿Me darías tu comida?

—Claro, no voy a comer—empujó su bandeja hacia t/n.

La chica apartó su bandeja y se acercó la de Grusha. Comenzó a comer con ansias.

Grusha le sonreía, pero parecía inquieto, como si quisiera decir algo pero no supiera como encontrar las palabras.

—Grawias Gruwha—dijo t/n con la boca llena.

—De nada. Por cierto—sacó de su bolsillo un papelito doblado—, quería darte esto—le pasó el papel. T/n dejó de comer y lo miró. Lo tomó y se dispuso a abrirlo—. ¡No, no lo leas aún! Léelo cuando estés sola en tu cuarto.

—Ah... ¿Qué es?

—Ya lo sabrás—respondió el juguetón.

La chica guardó el papel en el bolsillo y siguió comiendo.

Cuando terminó, t/n y Grusha llevaron las bandejas al montón, se despidieron y cada uno se fue a su cuarto.

T/n se sentó en la cama y houndour se subió sobre su regazo. Ella lo acarició y sacó el papel de su bolsillo y lo desdobló.

Comenzó a leerlo.

"Hola t/n, estoy escribiendo esto en clase de historia después de haber recibido tu regalo. Yo también quise darte algo así que te hago esta pequeña carta.
Quería decirte varias cosas.

Primero: gracias por darme una oportunidad de ser tu amigo. Al principio creía que eras muy cerrada pero luego vi que solo te cuesta un poco hablar con los demás.

Segundo: quisiera quedar contigo más frecuentemente, aún tenemos pendiente quedar para ver las telenovelas.

Tercero: me gustaría que me dieras la oportunidad de conocerte más a fondo. Realmente quiero saber más de ti y ser cada vez mejores amigos. Solo si tú quieres quieres claro, no quiero atosigarte.

Por último, te doy las gracias de nuevo. Ojala me des una oportunidad de ser algo contigo."

T/n se puso colorada. No era una declaración, por lo menos no directamente, pero si, ella también quería quedar con el más a menudo.

Entonces sonó su teléfono.
Ella descolgó la llamada.

—HOLAA—dijo Mariah al otro lado de la línea.

—¿Ya te encuentras mejor?—pregutnó t/n

—Si, ¿Quieres venir a mi cuarto a estudiar? Me perdí la clase de lenguaje y necesito que me pases los apuntes y tareas.

—Claro, por cierto, hay un tema del cual quiero hablarte.

—Cuenta.

—Mejor cuando estemos cara a cara, voy para allá.

—De acuerdo. Aquí te espero.

T/n cortó la llamada, tomó su bolsa con libros y libretas y seguida de houndour salió hacia el cuarto de su amiga.

Por suerte quedaba solo un par de pasillos más adelante.

Tocó la puerta y Mariah le abrió. Pasó adentro y se sentó en la cama. La amiga se sentó a su lado. Houndour comenzó a jugar con dedenne.

—¿Qué es eso que querías decirme?—preguntó Mariah con curiosidad.

T/n sacó la carta del bolsillo y se la entregó.

—Grusha me dió esto, léelo y dime qué opinas.

La rubia desdobló el papel y comenzó a leer. Cuando terminó parecía sorprendida.

—¿Ha sido una declaración indirecta?—preguntó

—¡No lo sé! Normalmente son las chicas la qué dicen las indirectas y los chicos los que no las entienden pero ahora siento que es al revés.

Mariah zarandeó emocionada a su amiga.

—¿Qué le vas a responder? ¡Anda dímelo!

—¡Ya dije! ¡No se! ¡Ni siquiera sé si ahora podré mirarlo a la cara!

—De normal ni siquiera podías mirarlo, no es como si la cosa cambie mucho.

—Tambien es verdad... Pero bueno...

—¿Entonces?

—¿Qué, entonces que?

—¿Te gusta?

T/n se puso colorada hasta las orejas. Ahora era más baya tamate que persona.

—¡No digas barbaridades!

—No digo nada, solo pregunto. Pero piénsalo, me dijiste que soñaste con él, así que... A lo mejor dentro de ti, en lo más profundo de tu ser, a lo mejor lo amas.

—No se... Es lindo y tal—dijo t/n. Mariah ahogó un grito de emoción. T/n la ignoró—, tiene el pelo bonito y me trata bien...

—Acabas de decirlo, te gusta.

—¿Qué? ¡Yo no dije eso!

—¡Si!

—¡No!

—¡Te dijo yo que si lo has dicho!

—¡Mariah, para ya!

—A ti te gusta, y sospecho que tú al el también le gustas. Sabes que mis sospechas nunca fallan.

—Mariah, llevas más de dos años soltera, la mayoría de tus sospechas fallan.

—Ese no es el punto, si te gusta y le gustas ¿Por qué no son pareja aún?

—¡A penas lo conozco!

—¿Y que importa? ¿A caso no crees en el amor a primera vista?

T/n se quedó en silencio.

—No mucho.

—Ese tipo de amor es tan bonito, tan puro... ¿Por qué no quedas con Grusha y le sueltas un par de indirectas?

—Sabes que ese no es mi mood.

—Algún día deberás tener pareja, t/n, llevas toda tu vida soltera.

La mencionada chasqueó la lengua.

—Está bien. ¿Qué plan tienes?

—Eso quería oír yo.

—Quedas con él para lo que sea y ve soltándole alguna que otra indirecta.

—¿Y si no las entiende?

—Pues prueba a ser algo más directa.

—Pero.

—Ni peros ni peras. Hazme caso.

—Está bien, pero ahora los deberes—t/n zanjó el tema y sacó los libros y libretas de su bolsa.

||Compañeros|| Grusha x tu [pokémon escarlata y púrpura]Where stories live. Discover now