Capítulo 43

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"For all my life and forever

There's a truth I will always know

When my world divides and shatters

Your love is where I'll go."

"Por toda mi vida y para siempre

Hay una verdad que siempre sabré

Cuando mi mundo se divida y tiemble

Tu amor es a donde yo iré"

― The First Time I Loved Forever, Lisa Angelle.

La Bella y la Bestia, Serie de TV 1989





POV Armando


-¿Qué carajos te pasó en la mano Armando? -grita mi hermana apenas sube al auto, me saluda de beso y se da cuenta de mi mano derecha.

Es que es cuestión de perspectiva... Yo si siento algo de dolor, pero cómo ahora está más inflamada, pues si se ve algo fea.

-No es nada Cami, se ve peor de lo que parece -le aseguro con calma.

-¡No me vengas con esos cuentos! ¡Me explicas ya mismo con quien te peleaste ahora! -exige Camila cada vez más enojada.

-No pelee con nadie Camila, fue con... una pared de mi oficina -le explico yo cerrando los ojos, avergonzado.

-¿Una qué? ¡Armando por Dios! ¿Qué es lo que se te pasa por la cabeza? ¡Aún puedo verte las cicatrices anteriores! -exclama señalando mi cara donde, es evidente que aún tengo las marcas visibles de la pelea que la trajo a ella de vuelta al país.

-Cami déjame explicarte lo que... -intento infructuosamente.

-¿Beatriz ya te vio tu último adorno? -me interrumpe exasperada.

-Si. Ya Betty lo vio y créeme que tampoco le hizo ninguna gracia -aseguro yo apesadumbrado, se bien que estaba molesta a pesar de lo tierna que fue conmigo.

-Es que no puedes ir por ahí reaccionando como un adolescente descontrolado Armando, ya tienes que empezar a manejar tus impulsos y dejar esas rabietas, esa ira no te ha traído nada más que problemas.

-Tienes toda la razón Cami, yo sé que debo calmarme, trato de hacerlo... Pero es que me cuesta tanto...

Suspiro profundamente y mi hermana me mira con reproche pero al mismo tiempo, con una comprensión que solo ella me tiene.

Arranco el carro y entro en el tráfico de medio día, trato de tomar una ruta alterna para evitar algunas de las vías más congestionadas de Bogotá.

Un par de minutos después es Camila quien suspira, ella cumple ese papel de madre que nadie más ha podido llenar, porque desde niño siempre me hizo aterrizar, me regaño muchas veces y me enseñó la diferencia entre el bien y ese mal envuelto en zonas grises que tanto se ve en la sociedad de nuestro estrato.

Camila siempre trató de hacer de mi un mejor hombre y sé que le debo mucho de lo que soy.

-¿Y se puede saber por qué fue? -me pregunta con un tono de voz mucho más suave.

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