Capítulo 44

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"Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo."

― Jorge Luis Borges



POV Armando

La llamada de Beatriz cambia en gran parte los planes que había hecho con mi hermana, acelerando ciertos sucesos y dejándonos a los dos muy emocionados en el camino.

Y si, Camila está totalmente emocionada de ir a conocer el apartamento nuevo de su cuñada, como ella misma lo exclamó eufórica cuando yo colgué la llamada.

Ahora organiza el contenido de la bolsa que lleva en sus manos y gira a ver el asiento trasero.

-Son las más hermosas Armando, y este un detalle precioso para decorar su nuevo espacio.

-Quiero que siempre tenga donde poner las flores que voy a regalarle todas las semanas -aseguro orgulloso mientras conduzco ya casi llegando al conjunto residencial que se indica en la dirección.

Camila sonríe ante las tres bolsas de compras que llevamos, además de la delicada y única artesanía que ella tiene en sus manos y que le llevo como regalo de mudanza a mi princesa.

Mi plan era llegar a casa de Cata al final de la tarde, ir a buscar a Beatriz y lograr convencerla de irse conmigo, llevarla a cenar a algún sitio lindo y discreto para luego invitarla a pasar de nuevo la noche en mi apartamento, en mi cama, para despertar en mi abrazo y compartirle un delicioso desayuno.

Camila compró algo de pan artesanal, dos pequeñas tortas de fruta y una bolsa grande de café molido fresco, al que ahora parece ser adicta.

Además, según me contó, salió temprano y compró una cantidad suficiente de mercado, creo que en mi apartamento nunca se había renovado tanto el contenido ni de la despensa ni del refrigerador como lo ha hecho ella en estos días.

Luego llegamos a una de las librerías más grandes de la capital, buscamos y con la ayuda de una amable vendedora nos llevamos los libros más hermosos de poesía que encontré.

Tenía planes de hacer otras paradas, pasar por otros sitios en los que iba a ir a buscar algunos regalos o detalles para ella, pero su llamada en el momento en que salíamos de la librería cambió por completo todo.

Con la invaluable asesoría de mi hermana, compré un precioso jarrón de cerámica artesanal, que está hermosamente decorado con pequeñas pinturas de aves y flores. Camila lo pidió empacado para regalo y adecuadamente protegido dentro de una caja.

En otra de las bolsas de regalo van varios detalles que espero que le gusten tanto como a mí al elegirlos.

Y como ella no podía quedarse atrás, compró en el mismo sitio de artesanías un obsequio para darle a Beatriz de su parte, un detalle para su nuevo apartamento, el cual no me dejó ver sino hasta que le entregaron la caja empacada.

Al lado de las bolsas, un ramo de doce rosas rojas espera paciente a que yo lo entregue a su indiscutible dueña.

Doy la vuelta a un gran edificio y de frente puedo ver el hermoso conjunto residencial, recién construido, en dónde ahora va a vivir Beatriz.

-¡Wow que sintió más lindo Armando! ¡Me encanta el diseño de este conjunto! ¡Mi cuñada sí que tiene buen gusto! -exclama Camila antes de yo pueda decir cualquier cosa.

Y mi hermana tiene razón, es un sitio precioso, con amplias zonas verdes y con edificios de un diseño moderno que es ligeramente curvo en un lado.

Al llegar a la entrada indicamos el número del apartamento y esperamos a que el guardia de seguridad pida la autorización por citófono para dejarnos entrar.

IlusiónWhere stories live. Discover now