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IRIS TOCÓ LA PUERTA PRINCIPAL DE LA CASA DE CLOE. Su amiga le había dicho de que se reunieran para dar un paseo, necesitaba despejarse, por lo que siempre concurría a la castaña. Iris golpeó con el pie el suelo, impaciente.

La puerta se abrió permitiendo ver a la madre de Cloe. La mujer abrió la boca en forma de 'o', sorprendida al ver a la amiga de su hija.

—Oh, Iris—habló la madre de su amiga—. Cloe está en su habitación, iré a buscarla...

—¡Iris!

Su hija apareció detrás de ella, así asustando a su madre. Cloe se disculpó por lo sucedido y se despidió con una sonrisa incómoda, cuando se alejaron unas cuantas calles, ella suspiró pesadamente como si hubiese esperado ese momento.

—¿Qué ocurre, Cloe? ¿Todo bien?—inquirió la castaña, una vez que se sentaron en una banca. Ella recogió sus rodillas, pegándolas a su pecho—. Te noté tensa con tu madre ¿sucedió algo con ellos?

Cloe se quedó callada, dando como respuesta a que Iris había dado en el clavo. La azul desvió su mirada al suelo, evitando mirarla para que no supiera más de lo que sucedía. Iris se reincorporó para estar en la misma posición que su amiga y posó una mano en su hombro, apoyándola.

—Cloe, sabes que puedes contármelo ¿qué ha pasado?

—Se han vuelto a enfadar porque he bajado la nota en el último examen...—respondió Cloe con la mirada perdida en algún punto fijo—. Hablaron conmigo sobre eso y me pillaron haciendo un dibujo en horario de estudio. Dicen que tengo que hacer algo útil aunque me disguste.

—¡Pero si sacaste un nueve!—se quejó Iris con una mueca—. Tú harás algo de tu agrado, no de lo que quieran tus padres, es tu vida no es la suya y si les disgusta que te quieres dedicar a eso pues tendrán que aguantarse les guste o no.

Cloe miró a su amiga, sabiendo que tenía razón, no tenía que seguir los pasos de sus padres. Ella marcaría su propio camino con sus propios pasos para quien quiera seguirlos.

—¡Tienes razón, eres la mejor!

Cloe abrazó con fuerza a Iris, dejándola asfixiada debido la fuerza. Cuando se separó, ella tosió para volver a tener acceso a su respiración.

—Me ahogabas...

—Perdón, la emoción—se disculpó.

Los brazaletes de ambas empezaron a brillar, dos sonrisas amenazaban por salir de sus labios.

—Nos llaman.

—Nos llaman

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𝐒𝐮𝐩𝐞𝐫𝐡𝐞𝐫𝐨𝐞𝐬 || 𝖣𝖾𝗌𝖺𝖿𝗂𝗈 𝖢𝗁𝖺𝗆𝗉𝗂𝗈𝗇 𝖲𝖾𝗇𝖽𝗈𝗄𝖺𝗂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora