¹¹ el guardian de la caja

124 24 4
                                    

—Entonces le dije al comandante 'Lárgate de aquí y no vuelvas más' y destruí el tanque de energía con mis propios puños—dijo Kiet, después de haberles contado a sus amigos su hazaña y haciendo una demostración.

—Claro, claro—Iris puso los ojos en blanco, no se creía nada lo que decía el muchacho. Ella negó con la cabeza, divertida, cruzándose de brazos.

—Kiet, no mientas, tío.

—Tampo nos ha explicado que fue un dö que rebotó—agregó Cloe, riendo.

—Ah, sí—río con nerviosismo.

—Por cierto—habló Zak, levantándose del coche destartalado en el que se había recostado—. ¿Alguien sabe lo que tiene preparado el gnomo con bigote?

—No lo sé, habló de algo que podía ser crucial cuando nos enfrentemos a los Zorn—supuso Cloe, pensativa.

—¡Bah! ¡Los Zorn! Les hemos vencido ya cuatro veces.

—Ya, pero no hay que confiarnos—reflexionó Iris con tono burlón—. Sobretodo va por ti, Zak.

—Seguro que ya están planeando su retirada del multiverso.

Iris y Cloe intercambiaron miradas, negando con la cabeza. Este chico no tenía remedio.

En otra parte del multiverso, en la nave del imperio Zorn. El Mariscal Zorn junto a sus comandantes estaban reunidos en la sala de reuniones. El Mariscal estaba furioso ¿Cómo era posible que habían perdido cuatro veces ya? Estaban dando una débil imagen del imperio, la cual en cualquier momento se podría desmoronar.

—Es intolerable—espetó el Mariscal, golpeando con el puño la mesa—. La dimensión Elemental, la dimensión Maub, la dimensión Kaiju y la fábrica de do. Hemos sufrido ya cuatro derrotas.

—Tiene razón, mi señor—concordó Sidmodius—. Nuestras tropas no han estado a la altura. Falta muy poco para el Gran Torneo y estas derrotas nos aparentan ser débiles.

—¡¿Y qué propones?!

—Deberíamos de utilizar la caja de Ses-Trad.

—Claro, y seguro que te ofreces como voluntario para ir a buscarla—decía el comandante Azriel, mirando a Sidmodius con indiferencia. Nunca le agradó su compañero.

—No creo que sería bueno utilizarlo ahora, el Mariscal decide siempre que hacer con ella—dijo Elpsbeth, la esposa del comandante Azriel.

—Estoy de acuerdo con ellos—afirmó Lalith.

—Dejad de hablar, comandantes—los tres intercambiaron miradas, y bajaron la cabeza.

—Gracias, Mariscal—Sidmodius siguió a su líder, antes de pegarle un empujón a Azriel, quien lo miró con molestia—. Sí, yo podría traer la caja, si me diera permiso...

—Como he dicho antes, solo el Mariscal puede tocar la caja...

—¡Silencio!—sentenció, observando el gran campo donde se localizaría el torneo—. Sidmodius ¿insinúas que hay alguien que podría derrotarme en el torneo?

—¡No!—respondió Sidmodius, nervioso—. ¡Mi señor! S-Solo sugería...

—¡Nadie irá a por la caja!

Los comandantes intercambiaron miradas con sonrisas de autosuficiencia ante la elección del Mariscal.

Los comandantes intercambiaron miradas con sonrisas de autosuficiencia ante la elección del Mariscal

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
𝐒𝐮𝐩𝐞𝐫𝐡𝐞𝐫𝐨𝐞𝐬 || 𝖣𝖾𝗌𝖺𝖿𝗂𝗈 𝖢𝗁𝖺𝗆𝗉𝗂𝗈𝗇 𝖲𝖾𝗇𝖽𝗈𝗄𝖺𝗂Where stories live. Discover now