𝐈𝐑𝐈𝐒 es una chica que junto a sus amigos tendrán que enfrentarse al imperio Zorn que está conquistando el multiverso para derrotarlos tendrán que ganar el gran torneo de Sendokai. La muchacha no permitiría que esos alíenigenas invadan la Tierra...
LOS CINCO AMIGOS se encontraban en el campo de fútbol de su instituto, estaban haciendo unos pases dándole con cualquier parte del cuerpo a excepción de las manos al balón mientras reían. Hace tiempo que no pasaban un buen rato entre ellos, hasta que escucharon las voces de Ron y Ruth. Iris se sorprendió al escucharlos, y fue a la que se le fue el balón hacia atrás al darle con la cabeza.
—Vaya, vaya—dijo Ruth, acercándose junto a Ron—. Mira quien ha venido, la selección nacional de fracasados.
—Lo siento, pero este es nuestro parque—Iris puso los ojos en blanco ante la soberbia de Ron—. Los fracasados no tienen sitio aquí, así que pitaros.
Iris estaba a punto de decirles algo para callar de una vez por todas a esos bravucones pero Zak se interpuso, y le dedicó una suave sonrisa, intentando calmarla un poco. Ella suspiró y se cruzó de brazos sin rechistar.
—El parque es público, Ron—dijo Zak, aligerando la tensión del ambiente—. Nosotros hemos llegado primero.
Ron y Ruth intercambiaron miradas burlonas—. Uhhhh.
—Lo importante no es quien llegue primero, sino cuando llega Ron.
—No lo soportó, te juro que lo mato—murmuró Iris por lo bajo. Sus amigos estuvieron de acuerdo con ella.
—¿Por qué no nos lo jugamos?—propuso Ruth.
—Nosotros ya estábamos aquí, no tenemos que jugarnos nada—habló Cloe con decisión.
—Cloe tiene razón—concordó Iris—. No tenemos porque jugarnos nada.
—¡Tranquilas, chicas! Dejadme a mí—ambas chicas intercambiaron miradas, negando con la cabeza—. Está bien, aceptamos.
—Él que consiga darle a esa escalera, se queda con el parque—señaló Ron a una escalera que estaba apoyada en un árbol—. El otro se larga.
Zak sonrió con arrogancia, eso era demasiado fácil para él. Se preparó para darle un golpe al balón, que al recibir el golpe salió disparado en una buena trayectoria hasta que el balón le dio a la escalera y cayera.
Iris aplaudió contenta por el logro de su amigo, pero su expresión se desvaneció al ver tirado a un policía en el suelo que los miraba con el ceño fruncido. El policía se levantó de inmediato y conectó a perseguirlos, pitando con un silbato. Ellos corrieron como sus piernas le permitían mientras que Ron y Ruth reían a carcajadas.
Cuando lograron dejar atrás al policía fueron a un basurero, donde de vez en cuando se solían reunir. Iris se cruzó de brazos, y apoyó su trasero en el capo del coche destartalado, refunfuñando por lo bajo.
—¡Esto es un asco!—exclamó Fenzy con cierta molestia, pateando una roca—. Chicos, que ganas tengo de ser una guerrera sendokai.
—Sí—asintió Kiet—. A los guerreros sendokai nadie los vacila, son como los raperos famosos del multiverso—él comenzó a cantar como uno de ellos—. Eh, brother, tu rollo no es muy guay, pírate del parque o te meto cuatro kai.
—Lo mejor es que no te dediques al mundo de la música, Kiet—dijo Iris justo cuando sus brazaletes brillaron, Tampo los llamaba.
Corrieron hacia la colina que no estaba muy lejos, dejando atrás a Kiet.
—Y ahora de misión a otra dimensión, oh, yeah.
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