Capitulo 7. Deseos

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Los ojos azules de Junmyeon  observan a Jongin por el retrovisor y se fija en el alpha contemplando el paisaje a través de la ventana mientras abrazaba a Kyungsoo con suma protección. En sus pensamientos, la duda persistía al no conocer la razón exacta por la que Jongin había regresado a Rusia, pero al ver a Kyungsoo supo que había un mayor secreto, que solo sabían Soohyuk y él.

Y estaba más seguro que ese secreto estaba dentro del triángulo negro, dicha organización se componía por las doce familias más poderosas del mundo que ejercían el poder y el control sobre los países. Los jefes de cada una de las familias tenían el peso en sus hombros sobre las decisiones que se tomaban, sin embargo, este año era especial, el concejo conformado por tres hombres, regulaban el poder del triángulo negro para que no hubiera una brecha de poder entre cada familia, y esta vez estaban por ascender a un jefe a ocupar el liderato del triángulo negro; la persona que llegara a ocupar tal trono, dispondría de un poder superior sobre las restantes familias.

La sangre Lebedev recorría las venas de Jongin, lo cual lo convertía en un alpha puro de categoría S y no era un secreto que algunas familias han querido borrar cualquier rastro de ese apellido, pero lamentablemente, nunca lo han podido hacer.

-Llegamos -avisa Junmyeon  y se baja de inmediato, rodea la camioneta y le ayuda a abrir la puerta. Observa al alpha con el omega en brazos e ingresan por la puerta principal.

-No quiero interrupciones a menos de que sea el doctor -advierte Jongin mientras camina hacia el ascensor bajo la mirada curiosa de los empleados del servicio. Su corazón no puede evitar sentirse emocionado al saber que sus brazos sostenían al omega, él era la felicidad que tanto había añorado.

Al llegar al segundo piso, se dirige por un pasillo amplio, visualiza dos puertas grandes y al pararse de frente, deja su dedo índice en el lector y espera algunos segundos para ingresar, cuando lo hace, deja a Kyungsoo en su cama y se sienta a su lado; sabía que sus heridas no eran graves, así que dependiendo de lo que diga Valentín, proseguiría.

-Señor, el doctor ha llegado -habla una beta con la mirada gacha.

-Qué pase, Por favor.

Valentín es uno de los alphas en los que más confiaba, un médico honorable y sobre todo, respetable por su gran trabajo que ha hecho durante décadas para la organización. Él y su colega, Ustín, son los médicos del primer nivel, cualquier percance que ocurra, ellos estarían a la espera de sus órdenes.

-Me alegra verte de nuevo, Jongin -saluda el alpha mientras se acomoda su bata-¿Cómo has estado de salud? -pregunta contemplando la mirada del alpha que no despegaba sus ojos de ese delicado cuerpo. el amargo sabor de un recuerdo que llega a su mente hace que tape la boca y pase saliva con penuria; uno de sus mayores miedos que compartía con Jongin, estaba ahí al frente suyo, respirando con tranquilidad, como si no supiera que su sola existencia pondría al mundo en una llamarada.

-Por el momento he estado bien -murmura Jongin alzando la vista y dándose cuenta de que el doctor agacha su mirada. Esta era la primera vez que Valentín lo conocería, y como él, también sentía su temor. Nunca se imaginó regresar a Rusia cuando aun su tratamiento continuaba, sin embargo, no estaba dispuesto a ver a otro alpha sosteniendo a Kyungsoo, no soportaría que sus ojos violeta brillaran por otro hombre que no fuera él.

-Conocí a su madre, Sonhee, en el hospital cuando Bom ha estuvo enferma, pero nunca vi a su hijo… -comenta con tristeza cuando aquella vez, Sonhee se sentó a su lado y le dedico una mirada llena de incertidumbre, como si ella fuera la única en conocer el destino de Kyungsoo.

-Si… después de tanto tiempo, tome la decisión de poder acercarme a él -expresa con gratitud.

-Aun sabiendo el riesgo ¿no es así?

Valentín no lo quería decir de esa manera, fue algo que dijo precipitadamente delante del alpha quien lo analiza con una mirada indescifrable. Él no era ciego, sabía a la perfección el peligro de estar con Kyungsoo y sin embargo, había tomado la decisión de regresar ¿Pero a qué costo? Porque Jongin no solo tenía el mando de una mafia, también era el jefe de la primera familia del triángulo negro, quien representaba el poderío del apellido Lebedev.

-El riesgo siempre ha existido, no es que sea algo nuevo, pero prefiero que ellos sepan que el omega esta bajo mi cuidado -dice Jongin refiriéndose a los jefes de las restantes familias, aunque solo tres se excluían de ahí, ya que eran aliadas, pero el resto, solo querían destruirlo.

- Jongin -la quijada del doctor tiembla cuando pronuncia su nombre-En tu sangre, tienes la línea de sucesión al poder del triángulo negro. Las reglas han sido las mismas, los alphas de tu familia son únicos, porque no pueden estar con omegas que no tengan ojos violeta, y cuando ellos sepan de la existencia de Kyungsoo ¿Qué crees que harán?

Jongin sabía la respuesta, matarían a su omega, sin embargo, entre las opciones que tenía, solo en una podía tener una mínima posibilidad de salvarlo. El consejo había abierto una investigación sobre Kyungsoo y lo que ellos tenían entendido es que el omega había fallecido junto con sus padres, pero no fue del todo cierto, el único que sobrevivió fue el omega, y el consejo estaba tras las pistas, por eso era mejor que supieran que Kyungsoo estaba bajo su cuidado y no “Desprotegido”

Valentín prefiere cortar el tema y simplemente le sonríe al alpha, se acerca al omega y se sienta a su lado, ladea su rostro y observa las largas pestañas de él, la curiosidad por ver sus ojos violeta, provoca recuerdos amargos, pero trata de que se esfumen concentrando en abrir su maletín, saca varios implementos y al instante de proseguir con la revisión, sus manos se detienen.

-Solo la parte de arriba -dice serio Jongin.

-Aunque estuviera drogado y en celo, jamás tocaría a tu omega, es un boleto directo al infierno.

El alpha sonríe ante el comentario del doctor y se aleja para darle espacio, camina hacia el sofá de la esquina y al sentarse, ladea su rostro y reposa su mejilla sobre la palma de su mano. Su cabeza empieza a doler levemente y el motivo ya lo sabía, había olvidado tomar los medicamentos para sus feromonas, y aunque llevara aproximadamente 8 años con ese tratamiento, aún sigue siendo frustrante el no poder controlar sus feromonas, pero hasta no marcar a Kyungsoo, no podría dejar de tomar esas pildoras.

De igual forma, estaba dispuesto a vivir bajo aquellos medicamentos, porque jamás obligaría a Kyungsoo a algo que no quisiera. No podría ser capaz de tomar al omega y humillarlo o rebajarlo solo por su bienestar.

Después de varios minutos, Valentín deja su bolso a un lado, voltea su rostro y se encuentra con la mirada perdida del alpha en el suelo. El destino era inevitable y Jongin quiso ir contra la corriente pensando que nada pasaría, pero lo terminó arrastrado hasta donde Kyungsoo.

-Está bien, solo necesita reposo por el momento y analgésicos en caso de que siga con dolor -comenta en un tono alto y Jongin alza su mirada. El alpha se reincorpora en el asiento y desvía sus ojos hacia el omega, segundos después observa su reloj y se levanta.

-Me encargaré de eso, gracias -le da un apretón en el hombro al doctor y continua-. Iré a Podval en un rato, necesito encargarme de algunos asuntos.

Valentín abre sus ojos sorprendido y al tratar de protestar, primero recordó que estaba en una mafia, y a Jongin en definitivamente no le importaba la vida de alguien, si tocaban a Kyungsoo, lo mínimo que esperaba, era la muerte.

-Por cierto ¿Qué le sucedió? -pregunta el doctor para variar de tema y observa en la pared, otro de sus cuadros donde había plasmada una mariposa. Se podría decir que Jongin estaba obsesionado, porque a donde sea que estuviera, sus particulares cuadros siempre estaban presentes, es como si el destino mismo lo eligiera…

-Fue dentro del instituto, mandaron a cuatro alphas a que lo golpearan, así que por eso le ordené a Junmyeon  que se los llevaran a los subterráneos de Podval -una escalofriante sonrisa aparece en su rostro y Valentín se asusta un poco, solo esperaba que, en este mismo instante, Junmyeon  se estuviera divirtiendo, quería ver su sangre convirtiéndose en un precioso lienzo.

-Nada raro viniendo de ti -sonríe -pero si fueron cuatro, ¿cómo es que tu omega no tiene heridas más severas?

-Él recibió entrenamiento de un ex militar hace años, así que sabe perfectamente como defenderse, pero suele bajar su nivel cuando se trata de proteger a alguien y en este caso, fue a su mejor amigo.

-Es increíble que Kyungsoo te haya comentado un poco sobre su pasado.

-¿Comentado? -pregunta Jongin alzando una de sus cejas y Valentín se queda callado al entenderlo todo con su mirada.

El alpha sabía casi todo de Kyungsoo…

Valentín cierra su maletín y se levanta, se dirige hacia la salida y al voltear su rostro, observa a Jongin acariciar los rizos del omega y luego darle un tierno beso en la frente.

Las personas correctas hacen que quieras cambiar para ser mejores.

-En unos minutos llegará una enfermera para aplicarle unas pomadas y curar su labio -informa el doctor y deja la puerta entrecerrada.

Jongin cubre la cabeza de Kyungsoo con la cobija y se asegura de dejar un pequeño espacio para que respire aire fresco, luego se levanta y camina hacia el frente del cuadro que tenía una mariposa, sus dedos trazan la línea de sus alas y no puede evitar sonreír, si Kyungsoo supiera el secreto tras sus mariposas pintadas, huiría muy, pero muy lejos.

Se dirige hacia la puerta y antes¡de cerrarla, mira por última vez al omega. La luz del pasillo se enciende y camina por el piso alfombrado hasta llegar a su otra oficina, ingresa una clave y lo primero que toma es una botella de alcohol, se sienta en su escritorio y enciende su laptop, sirve en un vaso de cristal y se lo toma de un solo trago.

Mientras revisa algunos documentos, su celular vibra, observa que es Soohyuk y de inmediato toma la llamada.

-¿Cómo vas? -pregunta Soohyuk preocupado.

-Estoy en la villa, tuve que irme porque ocurrió un incidente con Kyungsoo -comenta con enfado y abre un contrato de una cuantiosa cifra.

-¿Él está bien?

-Si, ahora está conmigo -una sonrisa vuelve a adornar su rostro cuando recuerda que tiene a Kyungsoo en su cama, durmiendo tranquilamente mientras cinco corazones han dejado de latir.

-¿Qué vas hacer de ahora en adelante, Jongin?

Había perdido la cuenta de las veces que se hacía esa misma pregunta, las noches de desvelo pensando en cuál sería su siguiente jugada o cuál ficha movería para poder dar su siguiente ataque, sin embargo, solo iría paso por paso, porque ahora no estaba solo, tenía a Kyungsoo y no podía simplemente actuar por inercia, cualquier paso en falso y sostendría su cuerpo frío.

-Dejaré que el consejo descubra la existencia de Kyungsoo, no mandaré ninguna notificación hasta que se haga la primera reunión de este año. Quiero saber si sus intenciones siguen siendo las mismas o si por el contrario han cambiado de opinión, aunque esto último sería un milagro, porque ellos aborrecen a los omegas de ojos violeta, su solo respirar les atormenta el alma -dice con total desprecio cuando recordó la anterior reunión que se hizo en Suiza, uno de los concejeros había levantado la voz para pronunciar la eliminación de cualquier omega de ojos violeta, lo cual sentenciaba a su linaje a una muerte súbita.

-Haremos lo posible, yo hablaré con Irisa…

Jongin podía sentir el disgusto en su voz; aunque ella fuera la abuela de Soohyuk, no tenían la mejor relación, las distintas peleas que han tenido destruyeron por completo su núcleo, pero a pesar de eso, Irisa aún era la jefa de la tercera familia del triángulo y su poder mantenía al apellido Tarazov, intacto.

-No -dice autoritario-. No le vayas a dar la oportunidad de que se acerque a tu omega. A Irisa le encanta hacer tratos, pero son tratos que conllevan a muertes ¿Me entiendes?

- Jongin, tú perfectamente sabes que, si no tienes el apoyo de mínimo tres familias, no podrás ascender al poder del triángulo negro. Si Irisa nos traiciona, acabaremos sepultados.

Las palabras de Soohyuk se entierran como un afilado cuchillo en su pecho, estaba en un punto crucial, cualquier decisión podría someterlo a juicio, y era lo que menos quería, pero con la cabeza en alto, pondría la mafia y su apellido como escudo para que no tocaran a Kyungsoo.

-Irisa y yo tenemos negocios muy grandes de dinero, son millones de dólares los que hay en juego, no creo que una persona ambiciosa y amante al dinero, quiera perder estas cifras -habla decisivo y de inmediato se sirve un trago y se lo toma. El juego había iniciado, y la carrera por ascender al poder conllevaba a fracasos, traiciones, mentiras y una dulce probada hacia el infierno.

Pero, por si fuera poco, no solo tenía al triángulo negro, también debía desenmascarar el rostro de un hombre que lo atormentaba día y noche. Aquella persona provocó casi su muerte en un accidente automovilístico que ocurrió hace cinco años, y del cual aún tenía secuelas que le afectaban en su salud, y el no poder recordar ciertas cosas, era una.

Las lagunas mentales le impedían poder seguir, pero tenía que mantenerse de una u otra forma.

-¿Piensas decirle la verdad? -pregunta Soohyuk inquieto y el pecho de Jongin empieza a sentir un vacío cuando su corazón siente los estragos de su mente. Era consciente que, si Kyungsoo supiera la verdad de su pasado y lo que vendría en su futuro, no dudaría en matarlo, enterraría una bala en su frente, y lo peor, él estaría tranquilo al ver que su omega ha acabado con su vida, no llevaría ningún remordimiento en su alma, porque mientras su omega estuviera feliz, podría morir en sus manos.

-No, por el momento no quiero que sepa nada -acaricia el puente de su nariz y cierra sus ojos, echa su cabeza hacia atrás y respira profundamente-. Soohyuk, justo ahora estoy sintiendo un miedo escalofriante. Te juro que no me quiero ver débil, pero, no quiero perderlo…

-Se que no ha sido fácil… recuperar tu vida después del accidente se volvió tu propio calvario, pero tienes que seguir por él.

-Ella me animo a venir, porque puede que mi tiempo sea más corto de lo esperado.

- Jongin… tú eres el único que puede mantener a Kyungsoo con vida, por eso…

-Tu y yo lo sabemos, pero hay cosas que se me dificultan, sinceramente desearía poder recordar más, pero a mi rompecabezas le faltan tantas piezas…

El alpha solo tenía pequeñas memorias, momentos inconclusos que se convirtieron en lo más preciado. No había día en que no lamentara el haber tomado su camioneta e ir solo por aquella vía y terminar viviendo casi por dos años en un hospital para tratar de recuperar cada parte de su vida, cada pedazo que fue roto, y que, con el dolor del alma, tuvo que sanarse así mismo, Jon sabía que ese accidente de hace cinco años, fue provocado, no era una simple coincidencia.

-Junmyeon  me ha preguntado, y posiblemente sospeche -murmura Soohyuk con tristeza.

-Cuando ocurrió mi accidente, esa misma noche mataron a la omega de Junmyeon , cuando él se enteró, se alejó por completo de la mafia y perdimos comunicación con él por muchos meses.

Jongin recordó como aquella tarde en el jardín del hospital, Soohyuk se sentó a su lado, recostó su cabeza en su hombro y comenzó a llorar silenciosamente, habían descuartizado a Bela y se la habían entregado a Junmyeon  en una caja negra con una nota y le habían enviado el video de como la mataron mientras podía escuchar los gritos desesperados de la omega.

-Bela fue lo que una vez más amo Junmyeon , por eso tienes que proteger a Kyungsoo.

Soohyuk tuvo que tomar todo a su cargo para mantener la mafia, los inicios de mes fueron duros, porque Jongin se encontraba en coma y Junmyeon  no daba signos de aparecer, era como si la tierra se lo hubiera y tragado, porque por más que buscara, no hubo ni un solo indicio de encontrarlo vivo.

-Lo sé, pero hay algo que me está inquietando, Kyungsoo tiene un investigador, pero no se para que en específico -expresa con suma preocupación, por eso cuando Kyungsoo le pregunto, prefirió mentirle, algo en su corazón le decía que no, que no dijera ni una sola palabra.

-Lo siento, Jongin, pero dejé ese tema de lado, tenía otros problemas más grandes y no me dediqué a investigarlo, pero cuando lo sepas, sé que será un duro golpe para ti.

Después de la conversación, el alpha termina la llamada, y deja el celular en la mesa, se recuesta en la silla y cierra sus ojos por varios segundos. Su cabeza empieza a doler y siente punzadas en su lado derecho. De inmediato toma su medicina y acaricia su frente, tenía bastante trabajo por realizar y mientras Kyungsoo estuviera durmiendo, lo aprovecharía.

La tarde había pasado rápidamente, pudo almorzar y tomo un descanso de media hora, luego de ello se dirigió a su habitación y Kyungsoo aún seguía acostado, así que lo más probable es que no despertaría hoy. Se sienta a su lado y acaricia con dulzura su mejilla, sonríe, y con su dedo índice toca las pestañas largas del omega, se veía demasiado lindo para ser real.

Porque hasta lo pequeños detalles se convertían en grandes hazañas.

Kyungsoo inconscientemente se acerca y busca su calor, el alpha toma las sabanas y lo cubre hasta los hombros. Se percata de que no tiene su uniforme y solo utiliza una camisa de algodón junto con un pantalón a lo que piensa que fue Valentín el responsable de cambiarlo.

Jongin toma uno de sus rizos y lo estira, lo suelta y sonríe al ver como de nuevo se enroscan, su cabello era precioso, sencillamente le gustaba todo de él, hasta su tosco vocabulario, su manera de expresarse, de reírse, su mirada que brillaba cada vez que lo veía junto a él lo emocionaba y no podía estar más feliz, él era su añoración cada noche cuando cerraba sus ojos.

A los segúndos escucha el sonido de la puerta y observa al doctor ingresar con un folder en sus manos.

-Como verás, me tomé el atrevimiento de cambiarle la ropa, y no te preocupes, lo hice yo solo -explica algo nervioso-. Le suministré analgésicos, así que despertará mañana y no requiere que lo llevemos al hospital.

-Me parece perfecto.

Valentín siente un nudo en su garganta y empuña sus manos al verlo sonreír por el omega, su corazón era tan débil, pero no podía dejar de pensar en lo que le depararía al pobre omega que estaba metido en una burbuja.

-Jongin… aun puedes alejarte de Kyungsoo.

El alpha se queda estático y lo observa con su mirada llena de miedo, su pecho duele cuando escucha sus palabras y se le aguan los ojos al tener el pensamiento de dejar a Kyungsoo de nuevo, quería ser egoísta, poder quedarse a su lado y compartir su vida como una pareja normal.

-Solo quiero una oportunidad… -susurra y siente su alma temblar.

Valentín agacha su mirada y se recuesta contra la pared, le dolía ver a Jongin de esa manera, porque el amor a veces lástima, te desequilibra, y te deja al borde de una crisis existencial, justo como le paso a él.

-Tienes que ser el mejor -le sonríe y el alpha asiente-. Demuéstrale que puedes morir hasta por él, porque si no, no eres digno de tu omega.

La decisión que había tomado fue apresurada, pero su corazón no podía aguantar más. Después de tantos años, tomo la valentía para acercarse sin saber si podía ser rechazado, pero mientras Kyungsoo lo aceptara a su manera, se mantendría a su lado.

Su celular vibra y al sacarlo observa el mensaje de Junmyeon .

“Todos están en cajas”

El alpha le había enviado varias fotos de cómo habían quedado y una sonrisa aparece en su rostro y respira con tranquilidad al ver la sangre de aquellos hombres, porque ni siquiera la muerte podía convertirse en su salvación.

-¿Junmyeon  tuvo su diversión? -pregunta Valentín sin expresar alguna emoción de felicidad o tristeza, porque después de todo, estaba al frente de Smert, un alpha que no le importaba arrebatar la vida hasta de un niño.

-Si, igual se lo merecía, y más el director.

-¿Por qué?

-Yo lo coloqué en ese puesto, lo distinguí por medio de Fedora, quien es la intermediara con el estado, así que él sabía quién era, pero no tenía conocimientos sobre la relación que llevaba indirectamente con Kyungsoo, y en eso falló, porque no voy a permitir más insolencias hacia mi omega.

Descubrir la verdad, era como clavarse una daga en el corazón.

Cuando hablo con ella, algo en su corazón le suplicaba que no lo dejara, ¿acaso podría ser capaz de respirar mientras ve a Kyungsoo en brazos de otro alpha? ¿sería capaz de vivir sabiendo que está siendo feliz con alguien más y no con él?

Le dolía de tan solo pensarlo, pero estaba dispuesto hacerlo, porque jamás quería aparecerse en la vida de Kyungsoo, pero rara vez la mente y el corazón están de acuerdo, y las ganas de estar a su lado, lo estaban matando.

No sabía su final, pero le encantaría ver la sonrisa de su omega mientras va cerrando lentamente sus ojos.

Porque podría ser lo que él quisiera…













Al día siguiente.

Kyungsoo se encontraba sentado en la cama, su mirada vagaba de un lado para otro, pero tenía la mente serena, pensó que amanecería con el cuerpo entumecido, pero se sentía como cualquier otro día, sus nudillos no dolían, ni tampoco sus extremidades. Acaricia sus rulos y suspira, estaba de nuevo en el hogar del alpha y la conversación que tendría más adelante con su abuela, le hacía suponer que algo haría Bom ha para tenerlo controlado con las peleas y además de eso, el otro tema.

Ahora que había encontrado a su pareja, su naturaleza omega estaba saliendo a flote, así que tenía que tener cuidado con su celo, puesto que estaba presentando alteraciones por tener al alpha a su lado, por ello, debía ser precavido, porque no quería hacerlo por primera vez estando con su celo.

Como dicen por ahí, que sea lo que el destino quiera…

Porque para que el ciclo de celo se regule en ambas partes, es necesario tener el primer contacto, no es que vaya a dejar de ser virgen, ese es un término mal usado, es mejor decir, que tenía que iniciar su actividad sexual, pero claro, eso no estaba en sus planes, definitivamente no, aunque, la curiosidad por saber si esos 26 centímetros eran de solo carne, o simplemente aire entre esa delgada tela.

El sonido de la puerta interrumpe sus pensamientos y observa a una beta ingresar con una mesita rodante, la mujer saluda y le ofrece una variedad de platillos y bebidas que específicamente pidió Valentín, Kyungsoo toma lo que le apetece y agradece a la beta, quien solo le sonríe.

-Si necesitas algo más, por medio de ese teléfono -señala el dispositivo en la pared-Puedes avisarme -finaliza y sale de la habitación en completo silencio y cierra la puerta.

El omega estira sus extremidades por varios segundos y luego se sienta, toma el plato que contenía tres sándwich y los revisa detalladamente para verificar que no haya ni lechugas, ni tomates, porque odiaba los vegetales.

Al parecer el alpha sabía que no le gustaban, y lo más seguro es que su abuela se lo hubiera dicho, pareciera que ella fuera la cómplice, porque cualquier cosa que pidiera Jongin, Bom ha andaba con la lengua suelta. Empieza a comer y toma un delicioso jugo de naranja, luego come unas galletas de chocolate y prueba un poco el postre de frutos rojos.

Kyungsoo comía bastante, aunque no lo pareciera, y para envidia de muchos, no engordaba.

La suerte de unos pocos y la desgracia de la mayoría.

Da suaves golpes en su pecho y eructa, sin embargo, cuando voltea su rostro no se dio cuenta de la presencia de Jongin y el doctor que estaban con los ojos bien abiertos.

-¿Quieres que eructe tu nombre o qué? -dice y el alpha niega con la cabeza.

-No sabía que tenías esa habilidad -murmura divertido Jongin y escucha la risa de Valentín muy contento al verlo animado.

-Dame un vaso de gaseosa y te digo el abecedario completo -le guiña el ojo y el doctor se impresiona.

Valentín no puede dejar de sonreír cuando observa los ojos violeta del omega, sin duda alguna, él era uno de los hijos privilegiados del destino

-Que buenos modales tienes -expresa Jongin sarcástico y Kyungsoo solo puede sonreír mientras devora su desayuno hasta que solo quedan las migajas.

-Si te incomoda, allá está la salida, odio que me interrumpan después de comer, porque luego me dan ganas de dormir -le voltea los ojos en blanco y observa como el alpha se acerca.

-Entonces ¿Cómo te puedo hacer feliz en la cama? -la pregunta de Jongin parecía una de doble sentido, si le dijera en verdad lo que estaba pensando, de seguro no lo dejaría salir durante todo el día y parte de la noche. Hasta ahora no entendía como ese hombre podía alborotar sus hormonas de manera tan rápida, solo se dio cuenta de que estaba cayendo ante esa inmensa oscuridad que le brindaba los ojos de ese alpha.

-No me despiertes.

Valentín, quien estaba en la parte de al fondo, se queda como simple espectador. Le parecía graciosa su relación con el omega, porque no eran para nada románticos.

-Mi paciencia es muy corta, pero ¿Sabes que es más corto? -dice el omega burlón y el alpha se queda pensando.

-¿Qué? -responde serio.

-Tu pene -ladea su rostro y lame sensualmente sus dientes inferiores.

El doctor se voltea y tapa su boca con la palma de su mano para no reírse de los comentarios de Kyungsoo, nunca había visto a alguien que se burlara de esa manera de Jongin, y ver al omega risueño, era reconfortante.

-Creo que el desayuno te hizo daño -comenta Jongin con penuria y no puede dejar de sentirse feliz al estar tan cómodo con él.

-Es que no se coquetear, pero si quieres, te insulto.

Jongin no sabía que pacto con el diablo había hecho, pero ya era muy tarde.

Sin embargo, cuando lo escucha reír, su corazón no puede evitar palpitar de manera acelerada, verlo con sus preciosos ojos brillando, le daban las fuerzas suficientes para poder seguir adelante, no permitirían que llegaran a Kyungsoo, moriría primero con tal de que su omega tuviera un futuro sin preocupaciones.

-Bueno, cambiando de tema, Kyungsoo, te voy a revisar -habla por primera vez Valentín y siente el rechazo del omega con solo su mirada. Él estaba precavido con su presencia y lo entendía; que un alpha te revisara, lo hacía sentir inseguro, sin embargo, no podía hacer más, que solo esperar

-Estoy bien, no lo necesito -le responde al doctor en un tono tosco y Valentín solo asiente de manera amable.

-Es solo un chequeo sencillo -insiste Jongin.

-¿Eres sordo o qué? -sus miradas se encuentran y Kyungsoo siente un calor inesperado en su abdomen bajo.

El alpha se acerca y el omega siente un exquisito escalofrío cuando sus largos dedos se cuelan en su cuello y provoca que se ericen sus vellos, su sensual boca se coloca a centímetros de su oído y queda perplejo cuando siente su cálida respiración.

-Bien, pero cuando te tenga debajo de mí, vas a obedecer cada maldita palabra -susurra y Kyungsoo siente como sus vellos se erizan.

-Cuidado, porque puede ser al revés…

El alpha se aleja un poco y se posiciona al frente del omega, roza sus labios con los de él, y sus intensas miradas no dejan de hacer estragos en sus corazones, pero al momento en que iba a besarlo, el omega agacha su mirada y aprieta con sus brazos los costados de su cuerpo, su celo inesperadamente había iniciado, y poco a poco su temperatura estaba aumentando.

-Buscaré supresores para su celo -dice el doctor angustiado y Jongin niega con la cabeza, ya que sabía que el omega no tomaba nada de ese tipo de medicamentos para calmar su celo.

-N-no quiero nada de eso… -tartamudea Kyungsoo y siente una fuerte oleada de calor, un quejido proveniente de su garganta lo deja sediento y tiene que apretar las sabanas cuando siente un dolor en su abdomen bajo, su piel estaba pidiendo el tacto de ese hombre, pero su mente gritaba todo lo contrario, lo quería lejos, no deseaba a Jongin en ese momento, no quería dejarse llevar por su naturaleza.

Por su parte, el alpha se estaba dando cuenta de que Kyungsoo estaba soltando grandes cantidades de feromonas para atraerlo, su parte omega lo estaba llamando para calmar su dolor, su alma estaba tratando de correr a sus brazos, pero su lado racional no lo dejaba avanzar.

-¡Vete! -demanda con su voz de alpha.

El doctor asiente y sale de la habitación, el más que nadie confiaba en Jongin, y esperaba que no se dejara llevar por sus feromonas, de lo contrario, tendría que llamar al círculo de seguridad para que sacaran, aunque sea, sedado al alpha y no le hiciera daño al omega.

- Jongin, por favor, no, n-no lo hagas… -habla de nuevo, mientras sus ojos se llenan de lágrimas.

Kyungsoo estaba a escasos segundos de dejarse vencer por su celo, pero su mente aún seguía aferrándose a la realidad, no quería dejarse dominar de esa manera, siendo sincero su corazón no quería que fuera así.

-Kyungsoo… -susurra con pesadez Jongin quien toma las mejillas sonrojadas del omega y tiene que morder su labio con fuerza para no caer ante la tentación del calor de su piel. Kyungsoo le hacía perder sus sentidos, su olor estaba impregnado en cada parte de su ser, simplemente quería dejarse llevar por lo dulce de sus feromonas, pero no quería hacerle daño, no deseaba tomarlo de esa manera, no cuando su celo y su naturaleza omega es quien lo obliga.

-Jongin, por favor… -pide Kyungsoo con sus ojitos llorosos, quien tenía sus dos manos en el pecho del alpha tratando de que no se acercara más, pero su fuerza era débil delante de él.


Las pupilas de Jongin se dilatan y siente la necesidad de marcarlo, enterrar sus dientes en su blanquecina piel y hacerlo llegar al clímax, quería escuchar sus jadeos mientras sentía su lubricante chorrear sus pieles, sentir su lengua con la suya o el calor de su interior, todo, absolutamente todo, quería hacerlo, quería tenerlo.

-¡No, no, aléjate! -exclama en un sollozo, y el alpha cierra sus ojos por varios segundos.

Tenía que resistir, a pesar de que lo deseaba, no quería ser como los demás alphas, debía demostrarle, que él podía ser diferente.

-Lo siento… -susurra y se lanza hacia el omega.

En una acción rápida, abraza por el cuello a Kyungsoo y entierra sus dientes en su propio brazo, la sangre se escurre y se derrama sobre las sábanas blancas. Por fortuna, logra volver a sus cinco sentidos, y en cuestión de segundos se aleja del omega rápidamente, sale de la habitación y cierra con fuerza la puerta.

Respira agitado y toca su pecho, pensó que no lo lograría, pero estaba dichoso de poder salir de ese lugar, a pesar de que las feromonas de Kyungsoo lo estaban enloqueciendo, logro controlarse y no hacer algo de lo cual pudiera arrepentirse después.

Anhelaba que su primera vez fuera consensuada, y no por medio de su celo, donde sabe que Kyungsoo está suprimido por ello, y que actúa de acuerdo a su naturaleza. Quería disfrutarlo de otra manera y a partir de allí, comprartir sus ciclos de celos, pero por ahora, se negaba.

Observa a Junmyeon  algo alterado y al instante baja por las escaleras.

-No quiero a ningún alpha rondando en el segundo piso, solo betas, y nadie tiene permitido ingresar -demanda serio.

Jongin sale de la casa principal y se dirige hacia el gimnasio, entre más alejado este de él, sería mejor.

Un hombre lo saluda y le lanza una toalla, entra a la zona de duchas y se empieza a quitar la ropa. Al momento de quedar desnudo, con la yema de su dedo índice toca suavemente el sensor y el agua fría empieza a deslizarse por su piel, tenía que calmar el calor que estaba consumiendo su cuerpo, porque el deseo de poseerlo le estaba haciendo pasar una mala jugada.

En la habitación, Kyungsoo estaba con su boca abierta y sus brazos rodeaban su abdomen, las contracciones que estaba sufriendo eran peor que la anterior vez, su entrada y parte de sus glúteos estaban empapados de su lubricante. Nunca pensó que podría sucederle eso, pero su cuerpo estaba respondiendo al mínimo detalle, como lo era con solo escuchar la voz de Jongin.

Sus pensamientos se nublan y las ganas de tener su pene adentro suyo, lo hacían delirar, porque también quería sentir sus grandes manos paseando por cada parte de su cuerpo, deseaba tener esos ojos negros mezclándose con los de él, dejaría que hiciera un desastre en su alma…

Suelta un jadeo y termina acostándose de lado, un pinchazo en su abdomen bajo hace que grite y coloque su rostro en la almohada para reprimir su lloriqueo ¿Qué si era muy orgulloso? Lo era, y no le importaba.

Su respiración se vuelve agitada y el calor lo estaba dejando casi inconsciente, así que, para tratar de apaciguarlo, extiende su mano y baja su pantalón junto con el bóxer. Dos dedos rozan su entrada y siente una corriente de excitación, acaricia en movimientos circulares e introduce un dedo, lo mete por completo y luego lo saca, continúa haciendo lo mismo, pero ahora con dos. Y en cuestión de segundos, termina corriéndose sobre las sábanas blancas, suelta un gemido y su visión se nubla, su cuerpo empieza a temblar y sus piernas hormiguean, le dolía demasiado, jamás pensó sentir este tipo de celo tan agresivo, y es que la conexión que tenía con Jongin, no era una mentira.

Definitivamente no iba a poder aguantar otro celo solo, lo necesitaba, su cuerpo lo aclamaba, porque ni siquiera los medicamentos le iban a servir, podrían calmarlo, pero no suprimirlo por completo, solo su pareja podía convertir ese dolor en un intenso placer que podría hacerte perder hasta la realidad.

Lo que había dicho su abuela, era verdad, los celos irregulares estarían presentes en el periodo en que no se tiene ningún contacto con tu alpha, y hasta no iniciarlo, su cuerpo no se controlaría.

Kyungsoo cierra sus ojos y muerde su labio inferior, el dolor había disminuido a consecuencia de su primer orgasmo, así que ahora lo invadía el sueño. Solo esperaba que su celo durara horas y no días, sino, no sería capaz de soportarlo, y Jongin tendría que ayudarlo.

Se levanta como puede y se dirige al baño, empieza a llenar la tina con agua caliente y al instante se despoja de la ropa y se mete en ella, reposa su cabeza hacia un lado y respira profundamente, quería regular su temperatura, porque a veces el celo era contraproducente, y había casos extremos donde la persona tenía que ser llevada de urgencias para tratar su precaria situación.

La vida de un omega no era fácil y más para los hombres, quieres en su mayoría eran repudiados por la sociedad. La baja población se ha reducido notoriamente gracias a diferentes factores, de los cuales dos, era los principales, muerte y tráfico de personas.

Después de un tiempo, se percata que ya era hora de salir de la tina, ya que sus dedos estaban arrugados. Su temperatura había disminuido, pero su celo, aún estaba presente y no sabe por cuánto estaría.

Alza su mirada y observa la estantería que estaba pegada a la pared, toma una bata y de paso una toalla pequeña para secar su cabello, pero al momento de salir del baño, siente un mareo y se sujeta del marco de la puerta, toca su cabeza y nuevamente un dolor en su abdomen bajo lo hace caer en cuenta de que estaba a punto de entrar a otra oleada fuerte de calor.

La habitación se inunda con más de sus feromonas y sus piernas empiezan a debilitarse, su lubricante empieza a escurrir por sus muslos y al ver la cama, le parecía un desafío para llegar. Coloca la palma de su mano en la pared y se apoya para poder caminar, muerde su labio inferior y se retuerce al sentir un pinchazo.

-Me duele demasiado… -dice a punto de llorar.

Llega a la cómoda cama y se da cuenta de que en la mesita de al lado había una variedad de comida, pero cuando voltea su mirada, observa una caja dorada, a pesar de que casi ni podía moverse, la toma y saca lo que había en su interior, una nota se desprende y detalla la preciosa caligrafía.

“Espero que te pueda aliviar un poco el dolor, úsalo, te ayudaré…”

Sus mejillas se sonrojan y al sacar el contenido, queda totalmente avergonzado, era un vibrador inalámbrico.

Su mente decía “no” pero su culo “mételo hasta el fondo”

Un golpe de calor hace que su visión se nuble y no le quedo más de otra que encender el vibrador e introducirlo en su interior.

Pensó que era una broma por parte de Jongin, pero a los segundos en que siente aquello moverse, termina curvando su espalda y soltando un gemido agudo.

El vibrador iba aumentando de velocidad y lo estaba volviendo loco, pero le gustaba la sensación que trasmitía, al instante toma su pene y termina empinando su culo y dejando su pecho sobre las sabanas, cierra sus ojos y comienza a masturbarse. La pena se le había ido, y ahora solo quería disfrutar de las sensaciones que hacía que su dolor disminuyera, porque, aunque no fuera su pene, no estaba mal la idea de usar juguetes, siempre y cuando él fuera quien lo manejara.

En la otra casa conjunta a la principal, en las habitaciones del segundo piso, estaba Jongin sentado en el sofá mientras sostenía su celular y observaba los gráficos del dispositivo. Pensó que no aceptaría su oferta, pero al ver la pantalla con el color verde alumbrando, se sintió feliz, sabía que su celo sería fuerte, pero no por ello se alejaría completamente, aunque fuera desde la distancia, quería ayudarlo.

Con su dedo pulgar va subiendo y bajando la velocidad del vibrador. Según lo que le dijo Valentín, su celo al ser irregular, tenía un periodo inferior a uno normal, y para que el omega pudiera aliviarse, tendría que darle un orgasmo satisfactorio para que así bajara sus niveles de calor.

De todas maneras, su mente lo estaba volviendo loco al imaginarse a Kyungsoo totalmente desnudo y sumiso a sus pies, rogándole para que se lo follara, llorando por sentir sus caricias, y eso, era el puto paraíso para él.

Cierra sus ojos y recuesta su cabeza, había tenido suerte de que su celo no hubiera iniciado junto con el de él o la historia sería otra. Un segundo más en esa habitación llena de sus feromonas, y no hubiera podido controlarse, porque si le tenía unas ganas horribles a Kyungsoo.

Deja la velocidad a media y con su otra mano desabotona su pantalón, saca su gran pene y empieza acariciarlo de arriba hacia abajo. El pre seminal se escurre sobre su glande y lo esparce en esa zona, muerde su labio inferior y suelta un gemido al momento en que el rostro de Kyungsoo aparece en su mente.

Tener a un omega dominante agonizando de placer, debía ser la mejor sensación del mundo, porque se imaginaba a Kyungsoo con sus ojitos llorosos, su cuerpo sudado, y su entrada empapada de lubricante, mientras le chupaba el pene con aquella boquita sucia, quería verlo suplicar, quería azotar su enorme culo, dejarle marcas en sus caderas, y hacer un camino de pequeñas mordidas sobre su espalda, y luego llegar a su cuello, ahorcarlo y penetrarlo al mismo tiempo, ahogarlo en besos y escuchar sus jadeos.

Porque ahora, su cuerpo sentía la conexión con él, sus ojos se dilatan y un calor empieza a emerger dentro de sí, sus feromonas comienzan a inundar la habitación, y se dio cuenta de que entro en celo con el simple pensamiento de tener a Kyungsoo debajo de él.

Observa su celular y coloca la velocidad del vibrador a máxima potencia, lo haría enloquecer, lo haría delirar de placer, porque esto, solo era una parte, de lo que realmente era capaz de hacerle.

Su mente se vuelve un lienzo blanco, y se masturba con más fuerza, su abdomen se contrae y siente un fuerte orgasmo al correrse, su semen se derrama por su mano y muerde su labio inferior.

Esto solo era el comienzo…

Omega pandillero [ADAPTACIÓN] KAISOO Where stories live. Discover now