Capítulo 25. Celo

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Ciudad de Tambov





Habían transcurrido casi dos días desde que se escapó del hospital, el sentimiento de ahogo que percibía en su corazón lo empujó a irse sin avisar y mucho menos de llevar su celular, porque sabía que Jongin  no respetaría su elección, pero siendo sincero quería estar solo, su cabeza se estaba consumiendo con cada acontecimiento que sucedía en su vida, ni siquiera había hablado apropiadamente con Sehun  sobre el encuentro que tuvo con Junmyeon  o lo que iba a hacer con respecto a la información del investigador.



—Kyungsoo … —la nauseabunda voz del hombre que estaba arrodillado ante el omega con sus manos atadas a su espalda y llorando, solo hace que Kyungsoo  baje su mirada y le sonría son cinismo.



—La clase de alphas como tú, no deberían de existir —habla tranquilamente mientras observa el cielo oscuro a través de la ventana. Se sienta sobre la mesa y toma un cuchillo, pasa la punta afilada sobre su lengua y luego se muerde su labio, sus ojos violeta se oscurecen y el hombre ya no puede controlar su temblor.



—¡Déjame ir! ¡Tengo a mí omega y a mí hijo que me esperan! Por favor… —suplica desesperado al ver que no había escapatoria. El omega alza el mentón del alpha con la punta de su pie y lo analiza. Sus lloriqueos le habían recordado las innumerables veces en que él rogó para que se detuvieran en el pasado, donde una y otra vez aclamaba que detuvieran el dolor que ejercían sobre su cuerpo, pero poco les importo, y terminó en la decadencia de un alma que se volvió insensible y poco empática al dolor ajeno, aunque siempre estaban las excepciones.



—Antes le estoy dando un descanso a tu omega por tener a un alpha de mierda como tú —suelta un suspiro y observa al otro hombre que estaba sentado sobre una silla con su mirada perdida en algún punto del suelo donde había sangre y pedazos de carne.



—Mi omega depende completamente de mí, si me matas, vivirás con el remordimiento de que mi hijo no tenga un plato de comida sobre su mesa —dice entre dientes y al tratar de levantarse, siente como el omega patea su rostro con fuerza y lo derriba.



—Ese es el grave error que comete cualquier persona, depender de alguien en todos los ámbitos solo te convierte en un prisionero que tiene únicamente libertad en su mente —Kyungsoo  se baja de la mesa y con el cuchillo en mano, se acerca al hombre con sigilo, relame sus labios de nuevo y como un depredador, acorrala a su presa, lanza el primer ataque, y el cuchillo se entierra en la garganta del alpha.



La sangre salpica el rostro del omega y justo sobre su boca, una gota se desliza, Kyungsoo  la limpia con su dedo pulgar y lo lleva a su lengua, saborea el líquido rojizo y sus ojos brillan con más fuerza, su impecable sonrisa demuestra la felicidad que sentía al ver al hombre intentando luchar por su vida al notar que su mano entierra con más profundidad el cuchillo hasta que la punta afilada atraviesa por completo su garganta y toca el suelo. Kyungsoo  se sienta sobre el abdomen del alpha y se acerca a su oído, su mano toca el cuello del hombre que estaba empapado por la sangre y la desliza hasta que llega a su mejilla, la toca con delicadeza, y luego tapa la boca del hombre para callar sus raros quejidos.



—La única dependencia que deseo tener, será un pene.



Al levantarse, sus ojos violeta se quedan divagando en el charco de sangre y por un instante se preguntaba que estaba haciendo, que era lo que habían hecho sus manos, se sentía extraño consigo mismo, como si su cuerpo no le perteneciera y su cabeza se paralizara cuando el rostro de un alpha aparece en su mente, y su nombre es llamado una y otra vez por su alma. Tenía tantas preguntas sin ser resueltas, quería saber por qué estaba sintiendo las emociones del alpha sin ni siquiera tener una marca, o por qué sus ojos habían cambiado a ese color que provocaron que terminara inconsciente, pero lo que más le sorprendió, es que nunca tuvo miedo, como si los brazos del alpha lo protegieran.


—Muérete, Kyungsoo … —susurra el otro hombre quien interrumpe sus pensamientos.



—Ojalá sea pronto —se ríe descaradamente delante del alpha quien lo mira raro.



—No pensé que llegarías a tales extremos ¡Estás desquiciado omega! —grita el alpha alterado y trata de nuevo de desatar el nudo de sus muñecas—. Su omega estará desprotegido y su hijo morirá… ¡Espero que estés feliz maldito!



—¿Chantaje emocional? Ah no, no te preocupes, le dije a Lucas que tomará parte del dinero que nos entra de ganancias y reubicará a la omega junto a su hijo en otra ciudad, así que la chica podrá rehacer su vida y vivir felizmente con su cachorro sin que ningún maldito de tu clase la denigré.



—¿¡Por qué nos estás haciendo esto!?



—Tú y ese bastardo escaparon de Volga cuando dije que ese distrito lo iba a acabar, se suponía que me iría de la ciudad por otros asuntos, pero por casualidades de la vida me los encuentro felices de la vida por estas calles —toma una botella de la mesa llena de gasolina y la destapa, la riega desde el cabello del alpha y parte de su rostro—. Se los advertí, mataría a todo aquel que se involucró con lo que sucedió con Sehun  en el bar, si lo tocan, los mato y en eso no hay opción.



Kyungsoo  al escuchar los gritos del hombre y ver sus expresiones llenas de terror, solo provocó una risa nerviosa en él, sus ojos violeta volvían a brillar y las ganas de ver todo en llamas lo emociona, así que se aleja del alpha y toma un tanque de gasolina y lo comienza a regar por todo el apartamento.



—¡Kyungsoo , sácame de aquí!! —grita el alpha llorando desgarradoramente al saber que iba a morir calcinado.



—¡Me da una puta rabia que me mientan y más en mi maldita cara imbécil! —grita furioso y lanza el tanque vacío hacia el rostro del alpha. El omega se dirige a la cocina, rompe el tubo del gas y camina hacia el baño, lava sus manos y parte de su rostro, después de secarse busca dentro de sus bolsillos una mechera y sonríe cuando su dedo pulgar trata de encenderla—. Espero que tengas una de las mejores noches —sonríe y al encender la mechera, la tira hacia las piernas del alpha y observa como el fuego empieza a consumir la ropa y parte de su piel.



Kyungsoo  se coloca su capota y sale corriendo por las escaleras, abre la puerta y camina por un callejón, los segundos transcurren y cuando escucha la gran explosión, muerde su labio y se voltea para apreciar las llamas que se alzaban hacia el cielo oscuro, la adrenalina y la felicidad que estaba sintiendo no se podía comparar con nada, presentía que estaba cerca de encontrar no solo al principal, sino a todos los culpables del asesinato de sus padres.



Los gritos de las personas asustadas impiden que su sonrisa desaparezca, el placer de imaginar sus cuerpos ser consumidos por las llamas solo altera cada célula de su ser, su peculiar gusto tergiversado aumenta la necesidad de ser saciado a cualquier costo.



Pasa por una de las avenidas y escucha el sonido de una de las ambulancias junto a un carro de bomberos, ya para los minutos que han trascurrido, el hombre habrá muerto maldiciendo su existencia, y que maravilla que sea así, ser lo último que tenga en su mente, es un elogio. Mete sus manos dentro del bolsillo de su buzo y al cruzar a la siguiente calle donde se encontraría con el investigador, queda estático, inconscientemente desvía su mirada hacia la izquierda y se queda dudando, de nuevo la sensación de sentirse observado le embarga un sentimiento de preocupación, porque después de que Jongin  había aparecido en su vida, no lo había vuelto a sentir, pero ahora, la incertidumbre empieza a carcomerlo, como si su instinto le advirtiera de un futuro peligro, uno tan grande, donde quedaría sumergido…



Al seguir con su rumbo hacia una cafetería poco concurrida, observa como las luces que alumbraban la calle empiezan a parpadear, su mirada se posa en su sombra y de nuevo se detiene, voltea hacia atrás y lo único que puede notar es un carro parqueado a pocos metros, entre abre su boca y arruga el entrecejo al recordar que hace segundos ese automóvil no estaba ahí. Su pie por un segundo duda en dar el siguiente paso y se regaña así mismo por pensar en tonterías, había matado a dos hombres y ahora estaba ¿Paranoico? En su trayecto observa a varias personas transitar por la acera, los faroles de una pequeña cafetería le dan el aviso de que había llegado y justo afuera en una de las sillas, se fija en el cabello rubio del hombre, era Baekhyun, su investigador.



—¿Te divertiste? —pregunta con su encantadora sonrisa y el omega toma asiento al frente y se queda de nuevo pensativo. Kyungsoo  antes lo había hecho por supervivencia, pero hacerlo por placer, era otro nivel al que jamás pensó llegar—. Desde que te conozco, siempre has sido así, y espero que no cambies, ahora más que nunca debes de tener el corazón duro, Kyungsoo  —expresa con hipocresía y se acomoda mejor en la silla—. Los expedientes que habían sido quemados, originalmente tuvieron una copia, aunque no están completos prevalece una selección de información que te puede servir —Baekhyun le entrega una carpeta al omega quien enseguida la abre y observa algunas fotos, la mirada de Kyungsoo  se queda puesta en la figura de un hombre que le resultaba familiar a Jongin .



—Triangulo negro… —habla en voz alta el omega y el alpha por dentro saltaba de la emoción al escucharlo.



Todo desde un inicio ha estado entrelazado, un juego planeado con un final asegurado y una victoria que podía degustar Baekhyun que, al ser un investigador de renombre del estado, ha trabajado para grandes hombres con poder, y ahora que estaba bajo las órdenes de Marcov, podía sentirse un completo ganador. Desde un comienzo Marcov le ordeno que se acercara a Kyungsoo  con el único objetivo de ganarse su confianza y lavarle el cerebro.



La única persona que podía derrotar a Jongin , era su propio omega…



—Es una organización ultra secreta que maneja el mundo a su antojo —explica Baekhyun serio y queda fascinado ante las expresiones tan inocentes que podía detallar en el omega.



—¿Qué tiene que ver esto con mis padres? —pregunta sin poder entender bien la situación, pero recuerda algo que anteriormente le había comentado el investigador, y es que su madre Sonhee , no era una simple sirvienta que trabajaba en una gran casa.



—¿Nunca te has preguntado por el color de tus ojos?



—¿A qué viene todo esto?



—Respóndelo.



—Mi abuela solo dice que es cosa del destino… Nadie de mi árbol genealógico posee el color de mis ojos y si piensas que probablemente no descienda de su sangre, estas en lo incorrecto, soy el vivo retrato de mi madre —sus ojos violeta eran considerados como una maldición, una cadena alrededor de su alma que podía ser liberada solo por los hombres de la familia Lebedev.



—Y estas en lo correcto, pero el destino es más codicioso de lo que crees, es como una navaja de doble filo, Kyungsoo  —Baekhyun observa sus dedos moverse y desvía su mirada del omega para observar una camioneta parquearse. Por fin, se daba inicio a este bello juego con todas sus fichas.



—El destino se puede ir a la mierda —responde burlón, pero su sonrisa desaparece cuando al voltear una hoja, su cuerpo de nuevo queda paralizado cuando siente la presencia de un hombre pasar por detrás, su mirada se queda impregnada en la gabardina negra de ese alpha, le resultaba familiar esa persona, pero ¿Por qué? ¿Qué estaba sucediendo?



—¿Kyungsoo ? —lo llama por su nombre, pero el omega no responde, estaba inquieto y no era para menos, Kyungsoo  no sabía que el hombre que había pasado por su lado, era Marcov, el padre de Jongin .



El investigador se sorprende al notar como los ojos del omega empiezan a teñirse de un dorado, era un claro llamado que estaba haciendo su alma a la de Jongin . Lo único que tenía entendido, es que el cambio de color era una forma de expresar emociones fuertes y en este caso, por los vellos erizados de Kyungsoo , podía percibir el miedo en su mirada.



—¿Pasa algo con ese hombre? —pregunta Baekhyun y al tocar el dorso del omega, este reacciona y aleja su mano, sus ojos vuelven a su color violeta original y se queda pensativo sobre lo que había acontecido. Si algo destacaban en estos omegas, eran sus marcas, Kyungsoo  ya había hecho una marcación de alma en Jongin , lo había escogido como su pareja de vida, pero, aun así, podían enlazarse con otros alphas de la familia Lebedev, y esto era para preservar el linaje.



—No sucede nada —concentra su mirada en Baekhyun, pero en su mente solo tenía a Jongin , algo estaba sucediendo su corazón estaba inquieto, su mente no podía pensar con claridad y le aterraba—. Baekhyun, veámonos mañana, no me estoy sintiendo bien…



—Estaré hasta mañana, te daré nombres y rostros, todo lo que has querido, pero bueno, será después, ya que me están rastreando —se levanta con una grata sonrisa y acaricia sutilmente uno de los risos del omega—. Entra a la cafetería, tomate un café con alguna torta, eso te subirá los ánimos —Kyungsoo  toca su garganta y va bajando su mano hasta su pecho, cierra por un momento sus ojos y deja que la gélida brisa acaricie su rostro, respira profundo y el sentimiento de culpa lo atemoriza, quería escuchar la voz de su abuela, decirle que estaba bien y que no se preocupara, después de todo, un gato siempre regresara a su hogar ¿O no?



Observa a Baekhyun montarse en una camioneta e irse del lugar rápidamente, su mano toca una fotografía en la mesa y la toma, el rostro de ese hombre se parece a Jongin , aunque esté borrosa, una pregunta se cruza por su mente ¿Acaso Jongin  se acercó por otra razón?



Dobla la foto y la mete en uno de los bolsillos de su pantalón, echa un último suspiro e ingresa a la cafetería, su cabeza estaba tan atrofiada con tantas cosas, que no percibió la mirada de cierto alpha que lo observaba como un voraz depredador.



—¿Desea algo? —la voz de la chica hace que vuelva a su realidad y se dé cuenta de que a su alrededor no había nadie, solo pide un café y la mujer toma su pedido. De nuevo sus instintos se ponen en alerta, y al momento de dejar el dinero en la mesa, deja de respirar por varios segundos cuando observa una gran mano que resaltaba unas poderosas venas, le recordaban a las de Jongin , y más por los tatuajes que podía detallar.



—También quiero la misma orden del joven —dice el hombre detrás de Kyungsoo  con una voz grave que provoca un horrible escalofrío en el omega. Marcov desliza una tarjeta negra en la mesa y queda fascinado al ver lo pequeño que se veía delante de él. Habían pasado varios años desde la última vez que lo vio, sus ojos negros viajan a su cuello y sobre todo, a su muñeca, no había marca aún, y eso le sorprende.



—Ya les entrego la orden —responde la mujer y camina hacia las máquinas dispensadoras, dejándolos solos. El corazón de Kyungsoo  empieza a palpitar de manera alarmante, podía sentir los pálpitos en su cabeza, la desesperación por salir se hace grande, pero su cuerpo no reacciona, el omega comprende que la presencia de ese hombre es peligrosa, sin embargo, cuando vuelve a respirar, envuelve su mano en un puño cuando observa como el brazo del alpha va rodeando su cintura lentamente.



—¡Quita tu puta mano si no quieres que te apuñale! —amenaza Kyungsoo  cortante y al instante en que se voltea, el hombre rápidamente agarra con fuerza su muñeca.



La mirada del omega recorre la vestimenta del hombre y va subiendo por su cuello que estaba totalmente tatuado, su manzana de adán sobresale, y su quijada perfectamente esculpida hace juego con sus delgados, pero largos labios, su fina nariz sostiene unas gafas que se van deslizando y queda rotundamente impactado cuando detalla sus profundos ojos negros, la conmoción de su corazón le hace una mala pasada a su mente quien por un segundo, pareciera que observara a Jongin , y no al hombre que lo merodeaba con una sonrisa retorcida llena de emoción.



—No estoy haciendo nada malo, no aun… —dice relajado Marcov y suelta la muñeca del omega.



El alpha queda embelesado ante la intensa mirada violeta del omega, la fuerza que desprendía en cada acción lo atrae de una muy mala manera, pero de repente las ganas por poseer ese cuerpo, lo inundan de un sentimiento pecaminoso, la calidez de su piel empieza a llamarlo, hacía tiempo que añoraba tener otro omega después de matar a Stephan, y ahora que lo tenía en frente, quería llevarlo consigo mismo para complacer sus propios deseos.



—Disculpen… —interviene la beta y deja sus pedidos sobre la mesa—. Aquí están sus órdenes.



Kyungsoo  queda confuso ante las últimas palabras del alpha, su instinto no falla y cada vez aparecían más señales de advertencia en su cabeza. El hombre toma su café y le sonríe de nuevo, él podía tener una asquerosa personalidad, pero no podía negar que la fisonomía de ese hombre era atrayente, justo como la de Jongin ; alphas de gran edad que no lo aparentaban.



—Gracias —habla el omega y agarra su café, da un paso hacia un lado y evita por completo el contacto visual con el hombre. Sabía perfectamente que tenía que salir de ese lugar, no era seguro estar ahí con la presencia de ese alpha, le era bastante extraño lo que provocaba ese hombre en su ser, era algo que desconocía, pero su cuerpo y alma le decían lo contrario.



Una vez que sale de la tienda, se fija en tres camionetas parqueadas, una de ellas baja el vidrio y observa de reojo el brazo de un hombre tatuado con una serpiente, era justamente la que tenía Junmyeon .



Toca su pecho un tanto desesperado, y después mete su mano dentro de uno de los bolsillos de su pantalón y acaricia su preciosa navaja. Camina a paso acelerado y termina botando su café cuando siente que lo están persiguiendo, se voltea con el puñal en mano y no observa a nadie, solo ve lo desoladas que estaban las calles.



Se relame los labios y echa un pesado suspiro, patea el vaso a un lado y saca el pequeño celular de su buzo. Cada vez que se iba de la ciudad compraba un nuevo número para evitar posibles problemas, a pesar de que jamás se puso en contacto con su abuela en el tiempo que estaba afuera, ahora más que nada quería hablar con ella, y sobre todo, preguntar por Jongin . Al cruzar la avenida, se percata de una camioneta acercándose, su corazón empieza de nuevo a palpitar y entra a una tienda de conveniencia, una señora lo observa raro y se va al último pasillo, marca el número de su abuela y al primer tono, escucha su voz preocupada.



—Soo, mierda ¿Estás bien? —pregunta Bom ha asustada—. Cariño, por favor, regresa —Kyungsoo  por varios segundos empieza a preguntar el porqué, ¿Acaso su abuela ocultaba algo?



—¿Cómo está Jongin ? —su boca hablo antes de que su cerebro lo permitiera, no quería sonar desesperado, pero su alma estaba temerosa.



—No muy bien… —dice su abuela y siente una presión en su pecho—. Tuvo una discusión con un alpha y al ver que las feromonas se podrían salir de control, le dispararon en el brazo —el omega aprieta sus labios con fuerza y respira profundo, el sentimiento de enojo al saber que habían herido al alpha, lo enardece—. Lo tuvieron sedado durante estos días, pero, aun así, sus feromonas no logran estabilizarse. Jongin  te necesita, Soo.



Al escuchar sus palabras, lleva su mano hacia sus desordenados rizos y se recuesta contra la pared, se iba a arrepentir después, pero el alpha nunca ha demostrado deslealtad, al contrario, se ha mantenido firme y nunca sobrepasando sus límites, y ahora él lo necesitaba.



—Dile a Junmyeon  que rastree este número —Kyungsoo  prefirió ir donde el alpha en vez de asistir a la reunión de mañana con el investigador, un nuevo cambio para el omega se estaba abriendo paso, uno bastante peligroso. Al colgar la llamada, siente como de nuevo vibra y contesta de inmediato, pero le sorprendió que aquella voz hiciera presencia.



—Un asiático llegará en breves minutos, no te muevas de ese punto —pide Junmyeon  apurado y Kyungsoo  lev.anta una de sus cejas y sonríe arrogante.



—Que quedé claro que yo quise que me encontraras, no tú, así que ve mirando si haces un mejor trabajo, porque presiento que estarás despedido.



—Me reservo mis comentarios —responde y el omega sabía lo ardido que se encontraba el orgullo de ese estúpido alpha.



—Y otra cosa, busca al hombre que le disparo a Jongin  y enciérralo, mantenlo encadenado hasta que yo vaya —exige serio y cuelga la llamada al ver que tres hombres de traje negro habían ingresado. Kyungsoo  no se mueve de su punto, sino que permanece quieto observando a los hombres actuar de manera disimulada y tomar productos de los estantes.



Un hombre camina hacia su dirección y Kyungsoo  se fija que lleva una jeringa camuflada, así que al instante en que lo tiene a menos de un metro, saca su navaja e inserta la punta metálica en su ojo derecho y pasa de largo cortando su nariz y parte de sus labios, la sangre se escurre y el grito del hombre alerta a los otros dos quienes enseguida corren, pero Kyungsoo  rápidamente toma el arma del alpha que agonizaba en el piso y le dispara en el pecho, luego levanta su mano y en dos impactos limpios, las balas perforan las frentes de los otros dos hombres.



A la cajera le tiemblan las manos y termina desmayada en el suelo, Kyungsoo  pasa por encima del hombre y apunta hacia la entrada cuando observa el rostro de un coreano mostrando su lengua bífida.



—¡Ya llegué! —grita alegre y Kyungsoo  se fija en el tatuaje de su dorso, era un círculo dentro de un triángulo, y a lo largo de su brazo detalla una serpiente con la mandíbula abierta.



—¡Otro despedido a la lista!



—Se la chuparé a mi jefecito Myon para que no suceda —responde moviendo sus hombros creídamente hasta que llega al frente del omega, coloca sus brazos a cada lado y hace una reverencia con su cabeza—. Soy Taeyang, pertenezco al equipo de Pogrom liderado por Junmyeon  y estoy a sus órdenes cuando lo requiera, sé que es mucho pedir, pero por favor diríjase ahora mismo a la camioneta negra que está al frente, nosotros nos encargaremos de lo demás, pero solo haga eso, porque Jongin  está cortando cabezas y no hablo de forma figurativa, gracias.



Kyungsoo  queda perplejo, estaba delante de otro lunático que, al terminar su discurso, se hace a un lado y saca un machete, se coloca sus guantes negros y se acerca al primer hombre, corta la cabeza en un solo movimiento y la agarra con fuerza.



—¿Qué haces? —pregunta Kyungsoo  desconcertado y Taeyang se ríe cómplice y con sus manos ensangrentadas, saca su celular y le muestra su galería.



—Colecciono calaveras.



—Me gusta el estilo gótico, está bonita —elogia y camina hacia la salida—. Aunque no sé si estás peor de la cabeza que el maldito hijo de perra de Junmyeon .



—Solo esta enfermito de amor.



Kyungsoo  sonríe ante su comentario y se sube a la camioneta, emprende la marcha hacia el aeropuerto, al tanto que cuatro camionetas lo escoltan bajo la mirada de Marcov quien estaba observando todo desde una esquina, por el momento lo dejaría disfrutar, que saboree lo que es el placer y la felicidad, para que cuando la pierda, se sienta tan desdichado y solo, que terminará recurriendo a sus brazos.



El trayecto fue corto, pero la mente del omega estaba consumida por diferentes pensamientos, y el rostro de ese hombre lo trastoca, el parecido que tenía con Jongin , era aterrador, pero ¿Por qué sentía su presencia tan familiar? Como si ya lo hubiera conocido años anteriores.



Al llegar a la pista del aeropuerto, Kyungsoo  observa a través de la ventana un jet negro y al lado de las escaleras despegables se fija en la presencia Insung esperándolo. Su mirada se suaviza cuando abre la puerta y da el primer paso, varios hombres posan sus ojos y es que el omega no se alcanzaba a imaginar el poder que obtendría cuando se convirtiera en el Vorya de una las mafias más poderosas y temidas, y que dirigiría junto con Jongin , millones de personas a su antojo.



—Me tenías preocupado, Kyungsoo  —saluda de manera cordial y señala con su mano la entrada. La malicia que desprendía hacia el omega, era tan enfermiza, que podría marchitar hasta una rosa.



—Días sin verte —responde y de inmediato ingresa, sus ojos se sorprenden al ver la excentricidad del interior, Insung le dice que se dirija a la suite y si lo hace.



—Tu ropa está en una bolsa, así que puedes tomar una ducha si así lo deseas —indica y el omega da media vuelta y se dirige hacia el fondo, Insung camina detrás de él y se saborea los labios al observar su blanquecino cuello, lo dulce de su piel no iba a ser un sueño sino una realidad.



El alpha le pasa las bolsas junto con una toalla y el omega las toma, las deja sobre la cama y da dos pasos hacia atrás, Insung por obligación tiene que colocar sus manos al frente de su pene al sentir que se ponía totalmente duro cuando sus ojos observan como Kyungsoo  se quita el buzo y deja ver su torso desnudo, una espalda que estaba adornada por diferentes cicatrices y sobre todo, el tatuaje de una mariposa que llegaba casi al arco de sus glúteos.



—¿Me vas a acompañar acaso? —pregunta burlesco el omega e Insung por varios segundos se queda hipnotizado al observar su atractivo pecho que dejaba a la vista sus rosados pezones que añoraba morder hasta que la sangre se mezclara con su saliva.



—Discúlpame, llámame si necesitas algo, en 3 minutos despegamos, con permiso me retiro.



El alpha sale con una dolorosa erección y tiene que maldecirse por no poder cogerse al omega, las ganas que le ha tenido han sido demasiado evidentes y más ahora. Envía un mensaje a Junmyeon  e informa que llegarán a la ciudad de san Petersburgo en aproximadamente media hora.



La tripulación se prepara para el despegue y se sienta en uno de los sillones, se sirve un poco de vodka, y observa a una omega quien le sonríe coquetamente y no desaprovecha la ocasión y le ordena con su dedo índice que se acerque, la mujer desabotona su blusa blanca y deja ver sus grandes pechos, se la follaría tan mal, como si se tratara de Kyungsoo .









Ciudad de San Petersburgo.







—¿Por qué dices que Kyungsoo  es el omega de Smert? —pregunta Sehun  intrigado hacia el alpha.



—No es algo que te interese —responde Junmyeon  de mal humor y observa el mensaje de Insung—. Deberías irte, este no es un lugar para un niñito como tú.



—¡Pues me importa! Porque no creo que haya sido una mentira tuya —enfatiza en lo último y poco se dio cuenta de que tenía a Junmyeon  a escasos centímetros de su rostro, sus ojos azules de nuevo se oscurecen y tiene que bajar la mirada al no poder sostenerla, sus manos quieren empujarlo, pero su mente lo ha traicionado.



—Mírame, Sehun  —ordena, pero el beta queda paralizado por varios segundos—. ¡Mírame a los putos ojos, ahora!



Su fuerte voz hace que los vellos de su piel se ericen y se obliga a levantar su quijada, su azul es turbulento, confuso e indescifrable, no había nada que pudiera ver a través de ellos.



—Si digo que es algo que no te interesa, te callas y no pides explicaciones, así que mejor vete a Moscú donde tu novia te espera.



—¿Crees que me complace hablar contigo? Lo hago para saber cómo está mi amigo, y si me quiero ir, es mi problema, no el tuyo. Además, por tu culpa Kyungsoo  se escapó, pero como ya está en camino, ahora tú te puedes ir donde está tu novia.



—¿Qué mierdas estás diciendo? —pregunta irritado y su mano aprieta el cuello de Sehun , su respiración se vuelve pesada y podía sentir su cálido aliento.



—¿Crees que no lo note? ¡Besaste a esa mujer mientras me mirabas a mí —grita lo último y entierra sus uñas en la piel del alpha al sentir que el aire le faltaba!



—¿Acaso quieres ser su maldito reemplazo? Porque te juro que ganas no me faltan para follarte de nuevo.



Sehun  abre sus ojos sorprendido ante su confesión y siente como es liberado, la tos lo ataca de repente y lleva su mano hacia su pecho, sus mejillas se sienten calientes y de inmediato le da la espalda al alpha y se va rápidamente. El magnetismo de Junmyeon  era peligroso, porque una vez que lo probabas, resultabas queriendo más y más, su simple mirada o la calidez de su tacto que podía dañarle, se volvió su perdición.



Junmyeon  acaricia su cabellera castaña y echa un suspiro totalmente frustrado, tener a Sehun  a su alrededor era una maldita tentación, porque quería probar de nuevo ese cuerpo, quería verlo llorar, suplicar por su pene, tenerlo postrado a sus pies mientras se lo chupaba, ver su semen deslizándose de su boca y meter sus dedos para que se lo tragara.



—Junmyeon  —la voz de su mamá Aylena lo interrumpe—. El círculo de seguridad ya hizo el descargue, además, tu novia está aquí…



—No es mi novia, solo follo con ella y ya.



—Pues será mejor dejarle en claro eso, porque está soñando con que serás su esposo y la verdad, ella me cae mal, mejor búscate a otra persona con la cual tener bebes —se ríe con lo último y se acerca a su hijo, su delgado rostro queda a la altura de su pecho y su mano acaricia su cabello.







El tiempo trascurre y en la pista, el personal empieza a realizar los protocolos para recibir el vuelo privado que venía de la ciudad de Tambov. Los hombres tanto del primer nivel como del segundo hacen guardia alrededor del aeropuerto, estaban a pocos minutos de recibir a la pareja de Smert y su extrema seguridad era prioridad si no querían morir. Por uno de los pasillos, Valentín se encuentra con Bom ha, la saluda y escucha el tierno maullido del felino, el gato ronronea a su tacto y termina en sus brazos.



—Sabina está estable, el trasplante de feromonas fue un éxito, así que está fuera de peligro, pero Jongin  no ha dado un progreso, al despertar lo primero que pregunto fue por el omega, y cuando le respondieron que no sabían dónde estaba, fue peor. Ahora fue trasladado a uno de los apartamentos de la torre norte, pero está totalmente furioso, y ni siquiera Junmyeon  le ha dado la cara a Jongin  por miedo.



—Podrá estar de mal genio, pero si trata mal a Kyungsoo , voy y le rompo la cara —responde Bom ha y luego se ríe junto al doctor.



—Eso jamás pasaría, Jongin  atesora a Kyungsoo  con su alma, pero si recibirá algún sermón y ya te imaginaras la respuesta de tu nieto, solo le rezo a la madre luna para que no haya mayor problema, y no me refiero solo a esto.



—Lo sé… Después de que Dominika recibió la insólita llamada de Marcov, Junmyeon  movió su equipo, pero solo fue una trampa y duraron bastantes horas para dar con la localización que dio en cinco partes y Junmyeon  tuvo que apostarles a dos en específico, lo bueno, es que acertó, pero si Kyungsoo  no me hubiera llamado, no sé cómo estaríamos ahora —echa un largo suspiro y desvía su mirada—. Valentín, nunca había tenido tanto miedo como ahora, Marcov tiene mucho poder, sus influencias no son de juego… ¿Qué pasará de ahora en adelante? Porque mi corazón me dice que nada bueno será.



—Me gustaría ser optimista, pero el panorama es tan incierto que solo nos queda confiar en Jongin  —responde con algo de melancolía y le da un ligero apretón al hombro de Bom ha—. Los consejeros están en la plataforma para observar la llegada de Soo, hay que irnos —comenta con fastidio y al alzar su mirada, observa pequeñas luces en el cielo oscuro. Bom ha se despide y baja por las escaleras, le acomoda el abrigo a Meokmul y espera en la pista junto con Junmyeon  el aterrizaje de su nieto. El frío de la noche hace que abrace a su gato y se frote contra su pelaje esponjoso.



El jet hace un perfecto aterrizaje y esperan minutos para que la nave quede a pocos metros y la puerta se abra, las escaleras se extienden y la omega observa el rostro de su nieto, su corazón empieza a bombear con gran fuerza y las ganas por abrazarlo se hicieron más grandes cuando su mirada violeta se posa en su presencia.



Kyungsoo  la abraza con amor, le da un beso en su frente y luego se lo da al felino, su maullido hace que una sonrisa aparezca, y lo sostenga en sus brazos, sin embargo, cuando Insung hace presencia al lado de Kyungsoo , Meokmul muestra sus colmillos y le lanza un manotazo, el omega se lo devuelve a su abuela y mira severamente al gato quien no dejaba de maullar bravo.



—Después hablaremos —le dice a su abuela y ella asiente. El omega camina hacia donde estaba Junmyeon  y le pregunta si hizo lo que le pidió.



—Está en Podval —responde casi al segundo en que Kyungsoo  termina de hablar—. ¿Tanto te molestó?



—Detesto que toquen lo que es mío —la forma tan posesiva en la que lo dijo, puso en duda a Junmyeon  quien entre abre sus labios para decir algo, pero mejor se calla y le indica que ingrese a una de las camionetas.



Adentro, el ambiente de alguna manera estaba tenso, y era por el omega, Kyungsoo  no se encontraba para nada bien, su pésimo humor era palpable para Junmyeon  e Insung quien estaba conduciendo con su ceño fruncido, pero sonriendo en su interior.



—Aún te puedes retractar de ir —sugiere el alpha y Kyungsoo  chasquea su lengua.



—Tengo demasiadas preguntas para Jongin , y me las tendrá que responder quiera o no.



—No creo que Jongin  esté de humor, sus feromonas están totalmente descontroladas ¿Sabes lo que significa eso? —Junmyeon  lo enfatizada por el hecho de que aquello era como una cadena, una acción conlleva a una reacción, y eso era, su celo.



—Sea lo que sea, está bien, tampoco es que fuera tan grave. Lo ayudaré solo esta noche y luego me iré. Al llegar al parqueadero subterráneo del majestuoso edificio, Junmyeon  le indica el piso, y le explica que no habrá nadie en el lugar, puesto que las feromonas del alpha permanecen presentes y es un peligro para cualquiera.



Kyungsoo  ingresa al ascensor y se fija por último en Insung quien lo observa con una mirada totalmente extraña para él. Cruza sus brazos y echa un suspiro, acaricia sus rizos y de repente siente una punzada en su abdomen bajo, su mano se ubica en el lugar y da pequeños masajes hasta que la puerta se abre y al respirar tapa su nariz por lo fuerte que estaban las feromonas en el lugar.



Busca con la mirada una puerta negra y camina hasta allá con bastante dificultad, coloca su dedo índice en el lector y una pequeña luz verde parpadea, toca la manija y al entrar, un mareo desestabiliza por completo sus sentidos, sus piernas empiezan a perder fuerza y como puede camina hacia la sala, las poderosas feromonas de Jongin  estaban haciendo estragos en su cuerpo y siente un terrible miedo cuando cae de rodillas y tumba sin querer algunas piezas de cristal que estaban en la mesa.



Kyungsoo  ahoga un grito moribundo cuando se obliga a abrazar su abdomen al sentir como si le estuvieran enterrando un cuchillo, su boca empieza a jadear y su vista se nubla con cada segundo que transcurre al ser consciente que su celo, rotundamente había llegado. Sus manos tiemblan y el calor lo inunda, la humedad en su culo solo era la clara respuesta de que ansiaba al alpha, quería sentir el sudor de su piel contra el suyo, sus manos deslizándose por cada centímetro de su piel, mientras era ahogado en besos y follado de la peor manera hasta que olvidara su propia existencia.



Su respiración errática lo deja a la deriva cuando las punzadas se hacen más fuertes y tiene que morderse su labio hasta que la sangre se desliza lentamente, el dolor tan agonizante que estaba sintiendo hace que cualquier pensamiento sea aislado hasta que percibe como una mano jala con fuerza su cabellera y lo empuja hasta que queda de frente hacia un gran bulto que se alzaba dentro de una delgada tela de pantalón.



—¿Lo quieres chupar? —la gruesa voz del alpha hace que termine humedeciendo su ropa interior.



El omega que aún estaba arrodillado sobre el piso alfombrado, no se dio cuenta de la aparición de Jongin , quien se acercó lentamente y se sentó sobre el sofá, abrió las piernas y agarro con brusquedad sus rizos para que su rostro viera la majestuosidad de grosor que estaba palpitando y queriendo entrar en su apretado culo.



—Solo te voy a dar una sola oportunidad… —susurra el alpha juguetón y sin dejar de sostener su cabello, saca su pene lentamente y con el preseminal goteando en la punta, lo restriega en una de las mejillas del omega—. Estás en tu elección de irte, así que dime ¿te vas o te quedas?



Kyungsoo  alza su mentón y sin quitar la mirada de sus ojos negros, saca su lengua y lame sensualmente la punta de su gran pene, lo chupa con lentitud y se complace cuando escucha los pequeños jadeos que salían de la boca del alpha, su saliva empieza a producirse en más cantidad cuando desliza su lengua por todo el tramo de su miembro hasta llegar a sus testículos, se mete uno completo a la boca y jadea cuando lo saca y se mete el otro.



—Buen chico —suelta el cabello del omega y acerca su rostro para contemplar la perfección de sus ojos violeta. Kyungsoo  deja de chupar y se relame su boca, la humedad y el pequeño rastro de sangre lo excitan aún más—. Excelente respuesta, pero, aunque me pidas que me detenga, te dejaré con el culo abierto por tres días.



Jongin  agarra su delicada mandíbula y delinea con su lengua el labio inferior del omega, sus dientes palpan lo carnosos que se sentían y lo muerde con fuerza hasta que le saca sangre, el alpha escucha el quejido del omega y lo ahoga con sus besos, el sabor metálico se disuelve cuando su mariposa lloriquea y se deleita con sus pequeñas lágrimas que bajaban por su piel y se colaban entre sus bocas que no dejaban de buscarse, sus lenguas juegan entre sí, hasta que Kyungsoo  se siente sofocado y necesitado de un respiro.



—Esto te va a doler…Pero te lo recompensaré después —confiesa el alpha y besa con adoración cada mejilla del omega —en los pensamientos inocentes de Kyungsoo , jamás se llegó a imaginar que al instante en que el alpha libera por completo sus feromonas, sentiría como hasta el último recóndito de sus entrañas sería atrofiado por cada receptor de dolor que tenía su cuerpo. Las feromonas ingresan a su sistema y se fusionan con las suyas, se envuelve por completo en Jongin  y sus lágrimas corren con más fuerza al percibir que parte de sus extremidades se entumecen al no poder soportar el flujo de intensidad, lo agonizante que palpitaba su corazón se estaba convirtiendo en un martirio, no sabía por cuanto tiempo el dolor lo atormentaría, pero cuando vislumbra un diminuto destello, queda inconsciente por un instante sobre las piernas del alpha.



Jongin  observa en silencio como el rostro del omega queda sobre sus muslos, su áspera mano acaricia su mejilla y sonríe segundos después cuando se fija en la pequeña mano de Kyungsoo  tocando su dorso. Así como él había aceptado la marcación de alma, el omega debía aprobar sus feromonas, y más cuando estaban en presencia de su ciclo de celo, donde sus cuerpos necesitaban el tacto de sus pieles chocar.



—Permíteme follarte… —susurra acercando su rostro. Jongin  jadea cuando el calor empieza a nublarle el juicio, pero se queda paralizado cuando Kyungsoo  levanta su mirada y observa el cambio de su iris.



El alpha siente como su piel se eriza, un escalofrío sin precedentes atraviesa su medula espinal al observar los ojos dorados del omega, un sinfín de emociones y pensamientos arriban a su cabeza que aún estaba en una especie de shock. Tenía la premisa de que solo él podía cambiar su color, pero viendo al omega, estaba equivocado, Kyungsoo  fue el autor que hizo una marcación de alma mediante sus ojos, ahora dejaba ver su poder, sus sentimientos estaban siendo aceptados poco a poco por el omega, lo cual era una evidencia satisfactoria, porque de no ser así, sus ojos dorados no harían presencia.



Kyungsoo  entre abre sus labios y pasa saliva cuando empieza a sentirse abrumado por las emociones del alpha que le trasmitía a través de la conexión de la que aún no tenía respuesta, no entendía por qué estaba percibiendo sus estados afectivos, sin embargo, lo feliz y nervioso que se sentía Jongin  lo deja sin palabras. Su corazón empieza a latir con más fuerza cuando se fija en la mirada del alpha y queda hipnotizado cuando observa sus ojos dorados, eran iguales a los suyos cuando estaba en la casa con su abuela…



Alpha y omega se miraban intensamente, con sus pupilas dilatas y sus bocas jadeando, aclamaban uno de los actos más íntimos y fervientes, donde la necesidad de sentirse como uno solo, era añorada por cada una de sus almas.



Jongin  sujeta a Kyungsoo  de sus caderas y hace que se siente sobre su regazo, el alpha se mete dentro del buzo y con su lengua va haciendo un camino de saliva hasta que llega a uno de los pezones del omega, los chupa ligeramente y al momento en que su mano se cuela para tocar el otro, muerde con fuerza la punta y escucha el fuerte jadeo de su mariposa. Las pequeñas manos del omega toman el buzo y se lo quita por completo, Jongin  se aleja un poco para adorar el torso desnudo de Kyungsoo  y no puede evitar tener separada la boca de su caliente piel, así que vuelve a chupar su otro pezón hasta dejarlo erecto y continúa subiendo por sus clavículas, deja pequeños besos y se concentra en su cuello, sus manos no permanecen quietas y van recorriendo cada tramo de su exquisito cuerpo mientras de fondo tiene los deleitables gemidos del omega.



—¿Qué tan mojado estas? —pregunta deslizando su lengua por el contorno de la oreja del omega y siente como su delgado cuerpo se eriza con el toque de su mano, el alpha se recuesta en el sofá y el rostro del omega se pega a su pecho, no escucha ninguna respuesta y eso de alguna manera lo emociona, ver a Kyungsoo  avergonzado y sumiso era uno de los mayores placeres que podía recibir. Su dedo índice se posiciona al frente de la boca del omega, que es bien recibido por su lengua que lo humedece a medida en que lo introduce hasta su totalidad.



—Kyungsoo , si tus labios no me lo dicen, tu cuerpo se convertirá en la peor traición —retira el dedo de su boca y lo va deslizando por toda la mitad de la espalda del omega, sus ojos dorados observan como Kyungsoo  se curva a medida que va bajando y se relame los labios cuando se fija en su culo. Jongin  con su dedo hace lentos movimientos circulares alrededor de los pliegues de su ano y nota el lubricante que se deslizaba por su piel, lentamente lo introduce y escucha como el omega empieza a quejarse, su apretado agujero que estaba bastante caliente, palpitaba cuando lo metía y sacaba, una sensación se estaba apoderando de su cabeza al querer destrozarlo, deseaba verlo arrodillado delante de su pene suplicándole, ver su quijada temblando y sus gemidos mezclados con gritos al sentirse lleno.



—Jongin … —escucha por primera vez su voz y se le erizan los vellos de su piel—. No lo puedo soportar… por favor, solo follame —lloriquea en su pecho y siente como sus lágrimas mojan uno de sus pectorales.



—¿Tan ansioso estas porque te rompa el culo? —su sonrisa maliciosa crece cuando el omega asiente en silencio y él mismo se quita el pantalón junto con lo demás, mientras Jongin  lo devoraba con una mirada lujuriosa. Kyungsoo  pasa su lengua sobre sus dientes superiores y rodea el cuello del alpha con sus brazos, sus coquetos ojos que estaban brillosos le demuestran un poder sin igual, uno del cual solo Jongin  podía disfrutar mientras el omega se lo permitiera…



Sus bocas que estaban a escasos milímetros de degustarse, fueron cómplices de un inicio que se volvería catastrófico y Kyungsoo  perfectamente lo sabía, así que solo por esta vez quería estar apresado entre las garras de ese hombre, estar sumergido en sus profundos ojos dorados y sentirse sometido por esas manos que le hacían delirar de placer, estaba dispuesto a todo con tal de tener ese pene bombeando en su interior.



—No voy a dejar que mi semen sea desperdiciado —susurra el alpha lascivo y delinea el labio inferior del omega con su lengua—. Lo tienes adentro de tu culo o te lo tragas.



Jongin  toma la cintura de Kyungsoo  y en un rápido movimiento lo tiene en cuatro, su gran mano hace una leve presión sobre la espalda del omega para que su pecho quede pegado al sofá. La vista que tenía en frente era magnífica, porque podía apreciar su culo levantado mientras veía su lubricante deslizándose sobre su blanquecina piel. Solo provoca que se saboree los labios e introduzca dos de sus dedos en el omega y los saca casi al segundo con más líquido que, de inmediato esparce sobre sus glúteos y hace que termine levantando su mano casi a la altura de su cabeza para luego golpear con rudeza el culo del omega.



El fuerte alarido de Kyungsoo  solo satisface al alpha quien no se complace con una, sino que continúa golpeando cada uno de sus glúteos hasta que la palma de su áspera mano queda de un fuerte tono rojizo. Las lágrimas del omega se desprenden con facilidad y el temblor de su cuerpo es evidente a los ojos dorados del alpha que respiraba completamente agitado a causa del celo que estaba siendo más insoportable.



—Jongin … —jadea Kyungsoo  totalmente adolorido, el agonizante escozor que sentía en su culo jamás pensó vivirlo—. Mierda… duele muchísimo.



—¿Quieres que te azote más? —pregunta, mientras sostiene fuertemente su cadera y restriega su pene por todo su ano, de arriba hacia abajo e intenta meterlo, pero solo la punta.



—Si… malditamente quiero más —expresa Kyungsoo  cegado. El alpha muerde su labio emocionado y aprieta de nuevo los glúteos del omega, entierra sus dedos en su piel y al alejarlos, los golpea con rudeza, el rojo vivo empieza a ser evidente, pero para nada sentía lástima, ambos estaban descontrolados, alterados por las feromonas y llevados solamente por apagar el fuego de sus almas.



—¿En dónde quieras que me corra primero? —pregunta Jongin  y Kyungsoo  por varios segundos sentía que perdía la noción de la realidad, pero con cada golpe que el alpha le propinaba, volvía a estar con sus ojos bien abiertos y su boca gimiendo más fuerte al tiempo que sus lágrimas no paraban de salir. La pregunta del alpha lo deja dudando, pero en sus insanos pensamientos quería tenerlo en lo profundo de su garganta, sentirse ahogado por un pene mientras se masturbaba con su mano.



—Boca… —responde Kyungsoo  con dificultad—. Pero te quiero aquí primero —lleva su mano y acaricia su ano, juega con el lubricante, y para Jongin  ver a su propio omega tocándose era el mejor puto paraíso.



—Te voy a destrozar la garganta —se inclina sobre el omega y restriega su pene sobre su entrada—. Me correré en lo más profundo de ti —besa con ternura su mejilla y va dejando pequeñas mordidas sobre su cuello.



Jongin  desliza su mano por la espalda baja del omega hasta que llega a los provocativos hoyuelos de Venus donde aprecia el tatuaje de una mariposa… de su mariposa, que empezaba a mover su culo para sentir su pene duro. Lo ansioso que se encontraba era tan atrayente que podía volverlo loco, esa necesidad de apaciguar sus gritos por medio de su boca termina dejándolo con palpitaciones y no en referencia a su corazón.



—Introduce uno de tus dedos —ordena el alpha y el omega obedientemente lo hace, Jongin  toca su pene y comienza a masturbarse tortuosamente ante lo que sus ojos apreciaban, Kyungsoo  se mete el dedo de en medio y gime más fuerte cuando el alpha también lo penetra no con uno, sino con dos dedos.



El lubricante continúa saliendo de su ano y Jongin  ya podía imaginarse cuando entrara en ese interior, pero lo mejor siempre se hacía esperar, desear, justo como ese omega que tenía en sus aposentos, desnudo y gimiendo por sus caricias y sobre todo, por su pene. El alpha se acomoda de tal manera que su cabeza queda en el reposabrazos del sofá, y luego sujeta con firmeza las caderas del omega y atrae su culo hasta que queda sobre su rostro, era una lástima que estuviera de espaldas, pero la vista de su agujero era magnifica, así que con su lengua empieza salivar y lentamente da cortas lamidas sobre el delicioso ano del omega, el sabor de su lubricante era exquisito, porque entre más lo probaba se volvía adictivo, como una droga que te enviciaba a tenerla todos los días.



—Manos en la espalda —ordena Jongin  lascivo. El celo podía más que la vergüenza en el omega, sus mejillas rojas y su respiración sofocada era la clara evidencia de que simplemente estaba desubicado por querer más placer, de descubrir nuevas formas donde dejaba su cuerpo a merced del alpha, que hiciera lo que quisiera sin importar el costo, porque definitivamente no le interesaba las consecuencias que podía ocasionarle.



—Me gusta que seas tan obediente, pero también amo tu rebeldía cuando me respondes, cuando me desafías con aquellos ojos que siempre provocan una erección en mí —confiesa y muerde cerca de los pliegues de su ano—. Sencillamente amo la forma en la que te dejas envolver, en la que en silencio y con tus simples acciones me transmites tanto, que puedo ser egoísta… te convertiste en tan poco tiempo en mi maldita obsesión, una que no deja que ningún pensamiento se desvíe de ti —finaliza y aprieta con fuerza sus muslos y cumple por fin su cometido.



Kyungsoo  sin ser consciente, se mueve en círculos cuando la lengua del alpha se entierra y empieza a chuparlo con delirio, agradece que esta de espaldas hacia Jongin , porque de lo contrario moriría ahí mismo si sus miradas cruzaran, pero no era para menos, le estaban devorando el culo y el temblor en sus piernas era una respuesta de los estímulos que él provocaba.



Coloca sus manos sobre los marcados abdominales del alpha y su mente por momentos se desconecta, su cuerpo lleno de avidez se vuelve codicioso al querer que esa lengua llegue más profundo, pero había un límite, sin embargo, lo podía cambiar, anhelaba su pene, sentir su culo desgarrado mientras era llenado y con ese pensamiento perverso, se saborea los labios y se inclina sobre el ardiente cuerpo del alpha al no poder despegar sus ojos de su gran pene del cual podía detallar sus largas y gruesas venas, su boca lo necesitaba y al instante en que lo tiene de frente, toma con firmeza el miembro del alpha, lo masturba de arriba hacia abajo, lo acerca a sus labios, su lengua delinea gran parte de su extensión y se lo mete hasta donde llega su límite, por un momento se ahoga, pero lo controla, respira y al cerrar sus ojos, empieza a succionarlo mientras que Jongin  se comía su culo como si se tratara de un fino manjar.



—Estas tensionado y eso que solo he metido mi lengua… —habla en un tono juguetón y siente como su pene es succionado por su pequeña boca, su lengua hace presión sobre su glande y deja que un agudo gemido salga desde lo más profundo cuando la palma de la mano de Kyungsoo  toma la base y empieza a chuparlo a un mismo ritmo. Su lengua no se queda atrás y la introduce de nuevo en su orificio, sus paredes lo apresan y como puede, empieza a moverlo de un lado hacia otro, entierra sus dedos en su delicada piel y escucha como el omega gime fuertemente y se corre sobre sus abdominales, sus piernas empiezan a temblar y observa como el omega con la poca fuerza e inestabilidad, se voltea hacia su dirección y sus ojos dorados conectan con los suyos.



Kyungsoo  agacha su cabeza y toma gran parte de su propio semen con su boca, se acerca como un pequeño felino al rostro del alpha y deja que desde su lengua se derrame su esperma y sea recibido por la boca abierta de Jongin , lo cálido de su semen impacta el paladar del alpha quien solo la cierra cuando cae la última gota y sujeta el cuello del omega para atraerlo y fundirlo en un beso lleno de fluidos y olores que solo aumentaban la excitación en ambos.



—Toma mi pene y follate. Aprovecha antes de que te rompa esa preciosa garganta, Kyungsoo  —el omega con la mente candente, toma el pene del alpha y lentamente lo introduce en su apretado culo, muerde su labio cuando solo siente la punta y segundos después más de la mitad hasta que Jongin  no lo soporta y toma sus caderas para encajarlo a la perfección, aún le costaba el semejante tamaño que se cargaba el alpha, el largo y el grosor eran una combinación atemorizante, pero su culo sabía cómo manejarlo y hacer que solo gimiera por ese trozo de carne que palpitaba en su interior.



Jongin  gime en alto cuando el omega levanta su culo hasta dejar solo el glande adentro y después meterlo de un solo sentón, el abdomen del alpha se contrae al sentir un corrientazo de placer que lo escabulle de su realidad y se obliga a cerrar sus ojos por un momento al ser incapaz de no poder detenerse y correrse con la imagen de Kyungsoo  follándose así mismo con su boquita húmeda y dejando que sus gemidos sean la perfecta melodía que acompañaba a su agitado corazón.



El omega acaba colocando las palmas de sus manos sobre los pectorales del alpha y empieza a restregarse con su pene adentro, se sentía tan lleno que si no fuera consciente de su tamaño, pensaría que eso le llegaba hasta el corazón, sus entrañas lo recibían tan bien, que el dolor era algo que no existía, todos sus sentidos estaban cegados por él, que ni siquiera se dio cuenta cuando Jongin  detiene sus movimientos y termina acostado en el sofá con su mirada hacia el techo y su cabeza descansando sobre uno de los cojines, listo para tragarse más de la mitad de un enorme pene.



El alpha con su mirada intensa se posiciona con sus piernas dobladas y el rostro de su mariposa entre ellas, su corazón bombea y sujeta su pene, lo frota por la mejilla del omega, y al alzar su vista, sonríe cuando se fija en su pequeña mano empezando a masturbarse lentamente. Jongin  pellizca uno de sus delicados pezones mientras deja que su pene se deslice por la lengua del omega, después mueve su cadera con lentitud para que su boca se acostumbre a su tamaño y pueda follárselo plácidamente.



Los ojos de Kyungsoo  se llenan de lágrimas al sentirse ahogado, pero por nada del mundo iba a dejar de chuparlo, el pene de Jongin  ni siquiera llegaba a la mitad dentro de su boca, pero mediante el ritmo empezaba a ser más ágil, podía sentirse a punto de perder el conocimiento al necesitar llenar sus pulmones, pero la prioridad de aliviar su celo no le permitía que se viera abrumado por aquella sensación y cuando el alpha retira por un instante su pene, toma una bocanada de aire y siente de nuevo el sabor salado de su pre semen.



—Ni una gota fuera, Kyungsoo  —demanda y el omega con su pene enterrado en su garganta, asiente con sus bellos ojitos dorados.



Jongin  mueve sus caderas y desliza ambas manos por sus mejillas hasta que llega a la parte de su quijada, la boca del omega lo recibe bastante bien y empieza a meterlo con más profundidad hasta que observa como su miembro sobresale en la piel de su garganta, como el grosor de su pene se vislumbra en un fuerte movimiento dentro de él, lo caliente y húmedo empieza a ser un contra reloj para correrse y cumplir una de las peticiones de su omega.



Kyungsoo  pierde por completo la visión de su realidad, su mano solo continúa masturbando su miembro, al tiempo que era follado severamente por el alpha y siente como atraviesa parte de su garganta, tenía más de la mitad del pene adentro de su boca, y la sensación de ahogo se vuelve más fuerte, así que envuelve su mano en un puño y se entierra sus uñas con desespero cuando Jongin  incrementa su velocidad y llega un punto donde no resiste y su mente se quiebra al mismo tiempo en que el alpha se corre en lo profundo de su garganta sin que el nudo de paso.



El omega al sentir como retira su pene de su boca, se relame los labios y pasa saliva, tose varias veces y se coloca de lado al ser preso de los intensos espasmos en su cuerpo por culpa de su segunda eyaculación, su abdomen se contrae y tiene que colocar su mano encima al sentir de nuevo un dolor, su celo empieza a provocar mareos que perjudican su visión y el alpha lo nota.



—Jo-Jongin … —aclama su nombre entrecortado y deja que sus lágrimas fluyan por sus mejillas y acaben en el sofá—. Deseo tu maldito pene adentro… solo quiero que me folles —el alpha se arrodilla en el suelo ante el omega y acaricia sus pequeños rizos que estaban pegados en su frente por el sudor, siempre soñó con ver a Kyungsoo  llorar por su pene, verlo suplicar como un niño, para que lo follara y ahora que lo escuchaba solo podía hacer una cosa, acatar lo que su deliciosa boca ordenaba.



—Tenemos tres días, lo único que haré será follarte hasta que termines sin fuerzas en mis brazos y sumido en la inconsciencia.



Kyungsoo  siente la cálida mano del alpha acariciando su mejilla, sus posesivos ojos dorados lo miran con cariño, pero también con deseo, su corazón empieza a latir con fuerza cuando el rostro de Jongin  se acerca al suyo, su sonrisa juguetona que transmitía malicia lo confunde, pero cuando sus labios quedan pegados a los suyos, de nuevo esa sensación de quemazón se apodera de su cabeza, el calor de su piel suplicaba a gritos el tacto de ese hombre por el cual nunca pensó que caería, pero terminó en medio de un fuego que apenas iniciaba.



Su delgado cuerpo es cargado por los fuertes brazos tatuados del alpha, su boca devoraba sin respiro a la de Jongin  hasta que se ahoga en un gemido cuando siente como su culo es penetrado por el pene del alpha mientras caminaban, sus paredes no tardan en acostumbrarse al tamaño y echa un pesado suspiro cuando de repente percibe que se agranda en un interior. Si iba a morir por algo, que mejor que valiera la pena…



—Si sigues así, me lo vas a partir —se queja el alpha y camina hacia las escaleras que estaban pegadas a la pared. Su omega se ríe, pero lo calla al instante cuando se lo mete más a fondo. Kyungsoo  desvía su mirada y nota sangre esparciéndose en el vendaje que tenía el alpha en su brazo, no se había dado cuenta sino hasta ahora y culpaba a la calentura del celo que lo nublaba.



—JO-Jongin  —dice entrecortado al verse afectado cuando el alpha sube por las escaleras y siente una punzada interminable por el movimiento de su pene en su interior— ¡Tu brazo, estúpido!



—Ignóralo, no es nada, mejor preocúpate por ti, porque yo podre caminar y tú, tú no lo harás por días.



—¡Eres un maldito! —chilla y muerde con fuerza el hombro del alpha.



—Pues este maldito te ha desgarrado la garganta y próximamente tu culo, y te hará estrenar este penthouse con tus gemidos y que mejor, que comenzar ahora —murmura con soberbia a pocos centímetros de los labios del omega y entre abre su boca al momento de subir por las escaleras y quedarse en la mitad de ellas.



—Deberías también darme la oportunidad, no la tengo tan grande como tú, pero poseo buenas técnicas —responde el omega burlón a quien se le deslizaba una gota de sudor por la frente al notar como Jongin  lo sostenía contra la fría pared.



—Hace segundos llorabas porque te la metiera.



—¿Y?



—Te voy a poner a rezar por mi pene si sigues así.



—Yo era virgen, pero solo de culo —comenta el omega mirándolo directamente a los ojos—Sin embargo, no quiere decir que jamás haya follado con un omega, porque si lo he hecho, y sé lo que se siente estar dentro de un apretado y delicioso culo, y no fue a uno, sino a varios.



Jongin  no sabe qué responder ante la confesión de sus palabras, su orgullo que no se rebajaba en lo más mínimo, le sorprendía, pero no le molestaba en absoluto, solo aumentaba su deseo por monopolizarlo. Kyungsoo  creció de acuerdo a sus expectativas, viviendo en consonancia a su manera de ver el mundo, relacionándose y experimentando cada momento de su vida, así que no tenía derecho a interceder, sin embargo, ahora que estaba a su lado, no permitiría que otros tocaran lo que ahora por derecho le pertenecía, Kyungsoo  era suyo, y de nadie más.



—Habrás follado con muchos omegas, pero estando conmigo, solo gemirás por y para mí ¿Entendiste? —sus ojos se pierden en el dorado del omega y acerca su rostro a su delgado cuello, lentamente lo besa y deja pequeños chupones.



—A sus órdenes, señor Lebedev… —responde en un gemido las últimas dos palabras y provoca en el alpha un rotundo quiebre al no poder resistirse. Sus intensas miradas llenas de lujuria se convirtieron en el mejor pecado a cometer.



—Agárrate fuerte del barandal —ordena Jongin  y observa como el omega en cuestión de segundos se sujeta con firmeza y le sonríe, su delicada boca se abre en perfecta sincronía cuando sostiene en el aire cada uno de sus muslos y alinea su entrada justo a la punta de su pene y lo embiste de una sola estocada, todo su miembro se abre paso entre sus entrañas y no le da un respiro a su mariposa cuando mueve su cadera hacia atrás y luego empuja su pene hasta que sus testículos chocan contra sus glúteos.



Kyungsoo  siente que con cada penetrada perdía fuerza en sus brazos, sus ojos dilatados notan como el abdomen del alpha se contraía cuando entraba en su interior, cada cuadro tonificado era bañado por el sudor que empezaba a ser más perceptible y terriblemente quería pasar su lengua por ahí hasta llegar a la altura de su gran pecho y chupar sus pezones, devorarlos y seguir hasta su cuello, dejar marcas moradas con sus dientes y fundirse en su boca, sentir su lengua devorar la suya hasta que su mente se perdiera entre el cúmulo de placer.



—Ahora si lloras por mí —expresa Jongin  en un jadeo lleno de arrogancia al notar como Kyungsoo  se muerde su propio labio y derrama lágrimas que se van deslizando por sus mejillas sonrojadas.



—Ca-callate —gime en alto y siente un ardor en su garganta, su pecho sube y baja con rapidez al sentir como el alpha saca lentamente su pene y lo introduce con tanta fuerza que termina volteando sus ojos en blanco y desgarrando su garganta en un grito cuando la punta de su miembro toca en lo profundo de su culo, aquella parte causa que se le entumezcan las piernas hasta la punta de sus pies.



Jongin  se concentra en el sonido de sus pieles chocar y en los grotescos gemidos del omega que cada vez subían de volumen a medida en que su pene embestía su agujero, sus ojos le transmitían a su alma la maravilla que estaba viviendo cuando Kyungsoo  retuerce su espalda y empieza a temblar, sus manos se aferraban en el barandal como si su vida dependiera de ello, porque por nada del mundo Kyungsoo  desobedecería sus palabras.



El lubricante que salía del culo del omega fluía hasta el piso, los pies desnudos del alpha sentían el líquido empapar su piel, la excitación de sus cuerpos combinados con el calor hacían una perfecta fusión para llegar al clímax y Jongin  lo sabía perfectamente cuando observa el miembro de Kyungsoo  y se relame los labios, el glande estaba totalmente empapado de su pre semen, lo cual era una señal de que faltaba poco para venirse, pero lo haría con su nudo adentro, su pene hinchado y llenándolo con su semen.



Sus ojos dorados viajan a las piernas del omega donde lo tenía sujetado y sonríe perverso al ver como sus dedos presionaban tan fuerte la piel de sus muslos internos que se estaba volviendo de un tono morado. Por un instante observa como su miembro sale del interior de Kyungsoo  y detalla las gruesas venas que se remarcaban en su pene, el lubricante se derrama hacia el suelo, su ano comienza a abrir y a cerrar lentamente y el omega se queja, el alpha no tarda en penetrarlo con rudeza y gime en alto cuando su culo lo aprieta de nuevo.



—Jongin … —susurra con su respiración agitada —¡Detente! ¡Maldita sea! —grita adolorido y termina llorando ante la mirada triunfante del alpha.



—Hasta que tu culo no se seque, no dejaré de follarte —Kyungsoo  se queda sin aire por varios segundos cuando Jongin  comienza una cuenta regresiva con sus embestidas, una tras otra arremetía contra su culo y sus entrañas palpitaban al tener el pene del alpha a punto de anudarlo y sin haberse percatado terminó corriéndose sobre su abdomen el cual empezaba a hincharse, sus manos aprietan con más fuerza el barandal cuando una corriente lo estremece por completo, el dolor y el placer mezclados fueron la cúspide para perder por completo su conexión con la realidad.



Jongin  pasa saliva y en la última penetrada se entierra en lo profundo de su culo, su pene empieza a crecer y sus ojos dorados brillan con más fuerza al ver el abdomen del omega y notar el ligero movimiento de su pene hinchándose, de inmediato sujeta a Kyungsoo  con una sola mano y con la otra se agarra firmemente del barandal y se inclina sobre su pequeño cuerpo, su miembro no dejaba de crecer hasta que termina derramando su semen en su interior.



Los brazos flácidos del omega rodean el cuello del alpha y para aminorar el dolor tan desgarrador que estaba sintiendo, muerde el hombro de Jongin  hasta que sus dientes se entierran y desgarran su piel, la sangre da paso, pero Kyungsoo  deseaba más, su interior convulsionaba, se sentía tan lleno, pero el ardor en su entrada al ser destrozada podía más y acaba deslizando las palmas de sus manos por la espalda ancha del alpha y dejando un camino lleno de rasguños que hacían brotar sangre, le estaba transmitiendo al alpha distintas emociones que no podía expresar mediante palabras.



—Ni creas que esto va a terminar aquí. Mi nudo será tu único tiempo de respiro, así que aprovéchalo, porque luego te voy a destrozar inmensamente —expresa agitado el alpha a milímetros de la oreja del omega y luego la muerde, lame el contorno y espera a que su pene vuelva a su tamaño.



El cuerpo de Kyungsoo  comienza a temblar cuando siente un vacío en su interior, deja de morder el hombro del alpha y traga la sangre que tenía en su boca, el sabor metálico llega a un punto a ser tan deleitable que por un instante se había olvidado de su celo, su vista tiende a nublarse hasta que siente los dedos de Jongin  entrar en su culo, el alpha quien aún lo sostenía desde sus muslos, da media vuelta y va subiendo por las escaleras, Kyungsoo  reposa su mejilla sobre el hombro que tenía la marca de sus dientes y observa por el camino como el semen que salía de su interior va dejando rastros sobre cada escalón.



Al llegar a la habitación, la tenue luz hace presencia en el recinto, el alpha deposita a Kyungsoo  en la cama y busca su boca con desespero, no se le hace raro que su sabor sea algo raro, el ardor en su hombro y parte de su espalda era notorio, pero su mariposa podía hacer lo que quisiera en su cuerpo, le pertenecía a ese omega de ojos violeta que solo decía groserías.



—Pensé que quedarías inconsciente después de tener mi nudo —susurra cerca de sus gruesos labios y nota como la mirada de Kyungsoo  se endurece.



—¿Qué ridiculeces dices? —se ríe por varios segundos hasta que se calla y tapa su boca para no dejar salir un gemido. Jongin  aprieta uno de sus pezones y acerca su lengua, lame la punta y luego se lo mete por completo, lo muerde y siente de nuevo como el fuego comenzaba acumularse.



—De seguro quieres morir…



—Tal vez… aunque morir por placer debe ser una de las maneras más satisfactorias que podría existir en el mundo —responde el omega en un tono sensual y abre más sus piernas, sus ojos se concentran en su dorado y atrae al alpha con sus brazos hacia su boca, sus lenguas vuelven a estar juntas y no desaprovecha la oportunidad para acariciar los pectorales de Jongin , lo caliente de su piel lo enciende y su entrada de nuevo empieza a palpitar, la necesidad de tenerlo adentro de su culo se hacía insoportable.



Las feromonas del alpha se vuelven pesadas y provocan un leve mareo, si no fuera por el celo, se sentiría incapaz de estar a su lado. Su especial condición desde un principio fue tan insólita, pero Jongin  tenía la capacidad de matar con sus feromonas, sin embargo, en su caso, el alpha lo hacía llegar al infierno, uno del cual ardía en llamas y danzaba con el calor de sus manos deslizándose por su piel, sus gemidos se convirtieron en la entrada de un lugar lleno de pecados y deseos que se transformaban en una probada peligrosa, en un pequeño bocado de seducción.



Kyungsoo  no necesitaba un cielo cuando tenía un infierno a sus pies; un alpha con dos máscaras dispuesto a matar a quien sea.



—Cruzaré cualquier línea si eso significa que serás mío, no lo olvides precioso —expresa Jongin  con una sonrisa traviesa y al lamer detrás de la oreja del omega, él se eriza y suelta un placentero jadeo.



El alpha se aleja y se sienta sobre la cama, sujeta su delgada cintura y desliza su esbelto cuerpo hasta tenerlo en posición, coloca una pierna de Kyungsoo  sobre su hombro y agarra su pene, lo masajea de arriba hacia abajo y toma un poco del lubricante que salía de su culo, lo pasa por todo su miembro y sin esperar, escucha el fuerte gemido de su omega cuando lo penetra de una sola estocada y hasta el fondo, hasta que sus testículos chocan contra su culo y escucha como sus pieles se fusionan con cada penetrada.



La mano del alpha masturba el pene del omega al mismo ritmo de sus embestidas y observa como Kyungsoo  se retuerce, aprieta con fuerza las sabanas y muerde su labio con tanta fuerza que se ve impulsado a llevar dos de sus dedos hacia la boca del omega, sus ojos lo observan con fascinación y él entre abre sus labios, le permite el paso y deja que su cálida lengua le dé la bienvenida a sus dedos que cada vez iban más profundo.



Jongin  muerde ligeramente la pierna que tenía sobre su hombro y hace un camino lleno de saliva hasta llegar a su tobillo, su mirada cautiva por completo a Kyungsoo  y recorre con su lengua la planta del pie del omega y chupa su dedo, sus vellos se erizan y mueve lentamente su cadera, su pene entra con suavidad, y se resbala en su interior, saca los dedos de su cálida boca y queda sumergido entre sus ojos dorados.



—Valió la pena la espera… —murmura el alpha mientras se relame su labio inferior y Kyungsoo  por un instante piensa en sus palabras, pero cualquier pensamiento fue lanzado por la borda cuando Jongin  baja su pierna y lo coloca boca abajo, aprisiona sus muñecas en su espalda baja y lo penetra sin compasión.



El omega cegado por el placer alza un poco su culo y empieza a moverlo en círculos, Jongin  se enloquece con su movimiento y golpea fuertemente los glúteos del omega al ver como su pene es liberado hasta la punta y a los segundos succionado por sus entrañas, el líquido pre seminal sale en más cantidad y agarra los rizos del omega sin dejar de soltar sus muñecas y empieza una sincronización casi perfecta con su culo que envolvía su miembro en una sensación poderosa.



—¿Quieres que te folle más duro?



Kyungsoo  voltea su rostro y para tener mayor cercanía, el alpha jala con más fuerza su cabello, la pesada respiración de Jongin  de alguna forma acelera su corazón, un hormigueo golpea su vientre bajo y detiene su movimiento, el pene de Jongin  entra por completo y se queda fijamente mirando su boca, sus labios que estaban húmedos lo atraen casi al instante y suelta un gemido mientras conecta su mirada con la de él, su miembro palpita en su interior y siente que no puede más al verse nublado por una nueva ola de calor.



—¿Acaso no soy tuyo ahora? —le pregunta tentador al alpha, a quien se le oscurece el color dorado de sus ojos abruptamente. Su aura se vuelve más posesiva y Kyungsoo  termina pagando sus palabras con su culo al sentir una punzada en su abdomen que lo estremece por completo.



—Lo has sido desde siempre, aunque tú no lo recuerdes… —lo embiste duramente y escucha sus gemidos ahogados entre las sabanas, sus lágrimas vuelven a ser protagonistas y no puede parar de sonreír.



Amaba ver a Kyungsoo  destrozado.



—Más adelante haré que tu pregunta se convierta en una afirmación, vas a llorar con mi pene adentro mientras gritas mi nombre. No tendrás nada más en tu cabeza que solo a mí —da la última embestida y golpea su culo hasta ver su mano rojiza, luego retira su pene empapado de lubricante y se acuesta sobre la cama, coloca su brazo por debajo de su cabeza y con su otra mano agarra sus testículos y mira directamente los ojos del omega llenos de lujuria.



—Chúpalo —ordena con una sonrisa llena de deseo y abre sus piernas para darle el espacio al omega—. Así como tienes la fuerza para golpear a un alpha, espero que tengas buena resistencia para saltar sobre mi pene.



—Lo haré tan malditamente bien, que terminaras anudándome en menos de dos minutos —desafía el omega con su respiración agitada y se posiciona al frente de su gran miembro que se alzaba con orgullo, viéndolo de esa manera aún le impresionaba que su culo pudiera devorarlo como si nada.



Kyungsoo  desliza cada palma de su mano sobre los músculos de las piernas del alpha y acaricia su pelvis lentamente, se agacha para recorrer gran parte de su piel con su lengua, y su saliva deja un rastro inminente hasta llegar a la base, olfatea su penetrante olor y queda complacido cuando da una lamida que recorre toda su larga extensión hasta culminar en la punta, el pre seminal mezclado con su propio lubricante explotan en su boca, el sabor era más salado, pero no dejaba de ser exquisito.



Sus oídos quedan fascinados al escuchar los gemidos de Jongin  cuando se mete casi la mitad de su pene en su boca, se sentía un completo vencedor al saber que él era el perpetrador que causaba que semejante alpha se derritiera ante sus hechizos de seducción. Su boca no pierde tiempo y empieza a succionarlo, el sonido de sus labios al chupar se vuelve una adicción, y es que jamás pensó volverse dependiente a un trozo de carne, pero el de Jongin  era un maldito gozo, un paraíso exclusivo para él.



El omega golpea el glande contra su paladar y luego lo aprieta con sus dedos hasta que las gotas de preseminal salen, lo chupa de nuevo y vuelve a meterlo a su boca mientras conecta sus ojos con los del alpha, la intensidad de sus miradas se vuelve un caudal de emociones que combinadas con el placer que sus cuerpos estaban sintiendo, provocaba la sensación de un vacío, como si estuviera a punto de caer a las profundidades de un abismo.



—Esto ya es propiedad mía —dice Kyungsoo  mientras desliza su lengua por cada una de las venas que rodeaba su miembro, sigue descendiendo hasta que llega a sus testículos y los chupa, se mete uno a la boca y disfruta su sabor, pero queda con ganas de más, segundos después lo saca y se mete el otro, la saliva se escurre lentamente y el deseo de continuar más abajo, lo enceguece.



Su lengua cosquillea y solo se concentra en el calor del momento, agarra los testículos del alpha y los alza para darle más espacio y seguir con su camino, un hormigueo aparece en su vientre y lo vuelve loco cuando Jongin  abre más sus piernas y le permite un completo acceso a lo que quería, cierra sus ojos y sigue deslizando su lengua hasta que llega a su objetivo, lame los pliegues del ano de Jongin  y siente como su cabellera rizada es fuertemente agarrada, pero continua con su labor, lo chupa con fervor y deja que solo la punta sea introducida.



Kyungsoo  rasguña las piernas de Jongin  con fuerza y da la última lamida, su lengua asciende y regresa a sus testículos, agarra la base de su pene y lo va besando hasta que llega a la punta, se lo mete a la boca y empieza a succionarlo rápidamente. El ritmo lo lleva Jongin  al tener su cabello agarrado, la sensación de ahogo vuelve a estar presente cuando el glande alcanza a tocar su úvula y su respiración se entre corta al momento de sacarlo, su pecho empieza a subir y a bajar con desespero, continua, pero con su boca en su abdomen bajo, lo mordisquea y deja que su lengua sea la estrella completa al recorrer cada cuadro tonificado y lleno de tatuajes que volvían demente su cabeza con la imagen tan gloriosa que sus ojos poseían.



No iba a desaprovechar la oportunidad que tenía y sin pensarlo, muerde con fuerza uno de los pezones de Jongin  y escucha un increíble jadeo que a los segundos trato de callar, su lengua llena de saliva se escurre por su piel y al levantar su mirada observa la sonrisa del alpha,



—¿Lo disfrutaste? —pregunta Jongin  con voz gruesa.



—Demasiado, pero quiero más —responde y al instante Kyungsoo  ataca su cuello, sus dientes quedan clavados en su piel y después deja varios chupones hasta que su quijada se cansa y su culo vuelve a estar necesitado de un pene en su interior.



Kyungsoo  besa al alpha con devoción, sus grandes manos se sumergen en su piel y se funden con el calor que emanaba, el sofoco vuelve su vista borrosa, pero la excitación termina siendo dolorosa y al despegar sus labios de él, agarra el pene de Jongin  y lo coloca en toda su entrada, sus piernas toman el control y de una sentada, su miembro ingresa y cuando toca aquella parte, suelta un gemido mezclado con un grito que hace que su garganta termine quebrada.



Las palmas de sus manos reposan sobre el pecho de Jongin , sin embargo, a medida en que se autopenetraba, sus uñas terminan enterrándose, rasguñaban con furia al alpha quien sujeta su delgada cintura y empieza a mover sus caderas como si no hubiera un mañana, el sonido irrisorio de sus pieles era lo único que escuchaba, ni siquiera sus gemidos podían ser audibles y sus ojos acaban perdidos en algún punto cuando Jongin  aprieta su cuello con sus dos manos y bloquea por completo su respiración, su culo es vilmente perforado hasta que percibe como su abdomen se hincha y voltea sus ojos en blanco cuando su cuerpo convulsiona y siente un desgarre abrumador cuando el nudo del alpha se abre paso en su interior.


Omega pandillero [ADAPTACIÓN] KAISOO Where stories live. Discover now