Capítulo 21. Destellos

74 4 3
                                    

Sehun  queda helado con sus palabras, porque era lo mismo que se preguntaba ¿Qué estaba haciendo? ¿En qué momento se dejó influenciar por Junmyeon ? Realmente no lo sabía, de su boca no emitía ni un solo sonido. Sus ojos azules lo analizan con una sonrisa turbia que le provoca un ligero temblor, la temperatura de su cuerpo baja y la voz de su novia lo continúa atemorizando.



—Na-nada… Te hablo después —al colgar la llamada, patea el pecho del alpha para alejarlo y agarra las sabanas con fuerza. Tenía el corazón agitado, a punto de desbordarse por lo inquieto que se encontraba. Junmyeon  lo hacía sentir de esa manera, era tan extraño, que hasta las preguntas en su mente empezaban a darle miedo ¿Qué era esa clase de sentimiento?



—¡No me vuelvas a tocar! —expresa Sehun  con la voz quebrada y sus ojos llenos de lágrimas. El ambiente había cambiado por completo, el temor de cada palabra era el reflejo de un pasado que no lo soltaba. La sensación que transmitían sus recuerdos, le hacían sentir náuseas.



—Que hipócrita eres —responde con soberbia Junmyeon , el beta quería golpearlo, estaba tan inestable, que lo único que quería, es que Kyungsoo  estuviera ahí, solo deseaba recostar su rostro de medio lado y escuchar el sonido de su corazón para sentirse aliviado.



—No te creas el salvador, no eres muy diferente a los que me drogaron —desvía su mirada para retener sus lágrimas, pero el nudo en su garganta se hace más pesado de mantener, el pecho le duele y sus manos no dejan de temblar, el sentimiento tan asqueroso que estaba sintiendo en ese momento lo estaba volviendo loco.



—¿Qué? ¿Los hubieras preferido a ellos? —pregunta el alpha levantándose y el beta de reojo observa como da dos pasos hacia adelante, sin embargo, ni siquiera voltea a su dirección, no quería verlo, no quería su presencia atormentándolo, al contrario, prefería que desapareciera, era incómodo estar con él después de lo que sucedió.



—Es que ese no es el punto… Yo no quería esto —agacha su mirada y no es capaz de contenerse, las pequeñas gotas se deslizan por sus mejillas y terminan sobre las sabanas. —Me dices que soy un hipócrita, y es ridículo. Es repugnante sentir placer de esta forma, ¿¡Que mierdas tienes en la cabeza para pensar que esto está bien!? Comprendo que necesitaba las feromonas de un alpha para controlar las de la droga, pero… ¡No es muy diferente a una violación! Así que cállate



El beta tapa su boca con la mano y cierra los ojos cuando el alpha sale de la habitación y lo deja solo. En la penumbra de sus vertiginosos pensamientos, se recuesta y empieza a respirar profundamente para calmar lo que su mente quería para liberarse, observa su brazo vendado y el rostro de su amigo rogándole de rodillas que se mantuviera con el corazón latiendo a su lado, le dolía.



Sostener a alguien que no quiere vivir, es lo mismo que intentar apagar un fuego que está consumido en llamas.



Los segundos transcurren y cuando la puerta se abre, el pánico lo recorre al saber que de nuevo estaría Junmyeon , pero se percata en la figura de un hombre con una expresión afligida, su bata blanca junto con una pequeña maleta lo ponen ansioso. Se acerca lentamente y le regala un pañuelo, no se dio cuenta de que sus lágrimas aún seguían fluyendo como dos ríos en plena tormenta.



—No fue tu culpa —comenta en voz baja el doctor, y Sehun  siente que algo se había rasgado. Aunque no lo quiera, los pensamientos se habían acumulado y mezclado con otros para crear uno peor, era algo que no podía detener, porque siempre estarían ahí, ojalá pudiera borrar la mayoría de recuerdos, así no estaría sufriendo con tantas cosas, no atentaría contra su vida, sino al contrario, la disfrutaría, pero a como iban las cosas, todo se estaba yendo a la mierda.



—Solo quiero irme… —susurra con el pecho adolorido. Poco a poco todo se aclaraba en su cabeza, la cantidad de cuestionamientos que arribaban en su cabeza como pequeños copos de nieve en una inmensa oscuridad, le hacían sacudir hasta la más mínima parte de su ser.





—Entiendo —responde con tristeza Valentín mientras sus manos tiemblan bajo la mirada del beta al sacar un pequeño dispositivo para medir si las feromonas implantadas persistían en su sistema—. Esto fue demasiado precipitado… —la nueva droga no era un juego, la sobre carga de feromonas que le implantaban al cuerpo de un beta, era perjudicial para su salud, por ello las feromonas de un alpha hacían un contra peso, sin ello, la muerte sería más que segura.



Sehun  limpia sus últimas lágrimas y se fija como toma su mano con suma delicadeza y coloca aquello en su dedo índice, espera varios segundos hasta que la luz azul deje de parpadear, y él anota en su folder el número que se marca en la diminuta pantalla. Su mirada se alza y le regala una sonrisa salpicada con dolor cuando toca su cuello, el ardor hace que se queje en voz baja y Valentín enseguida se alarma al ver la mordida que hizo Junmyeon .



—¡Maldito animal! —el sentimiento nauseabundo al decirlo provoca que varios fragmentos de su pasado se repliquen en su cabeza y termina cruzando sus brazos mientras entierra sus uñas en su propia piel hasta que el doctor se percata de lo que quería hacer.



Valentín se calla al instante y se regaña así mismo por hablar de esa manera, algunas veces no sabemos el poder que tienen nuestras palabras o su significado para otros, pero al ver su reacción, no fue nada bueno. Se acerca aún más y con las palmas cálidas de sus manos, acaricia las del beta, frota de arriba hacia abajo para intentar persuadirlo, y cuando lo logra, observa las profundas marcas pequeñas con rastros de sangre que dejaron sus uñas.



El silencio del lugar coloca a retumbar a su corazón cuando Sehun  se rompe en un llanto de nuevo, y su pecho se vuelve un pañuelo húmedo. Sus manos tiemblan, pero no impide que lo abrace con fuerza, no sabía cómo describir el nudo de su garganta al escuchar sus gritos quebrados que suplicaban ayuda, simplemente termina pasmado, congelado al sentir sus propias lágrimas derramándose sobre sus mejillas. Sehun  estaba perdido, deambulando en un camino que lo llevaba al mismo lugar, era el círculo que se remarcaba en su vida una y otra vez donde trataba todos los días de ver el cielo y sentir la tranquilidad que muchos le decían, pero él solo se sentía sofocado de pensar que llegaba otro día y solo deseaba ver el cielo oscurecido con las estrellas solitarias que observaba fijamente hasta que sus parpados se cansaran.



El beta se obligaba a estar bien, a colocarse sus audífonos y ahogarse en aquellas melodías que le erizaban, cantar en silencio sus canciones favoritas hasta que sintiera que con la última bastaba, solo, con el fin de ignorar lo que su mente le pedía a gritos junto con su corazón, liberarse. Lo que sucedió con Junmyeon , solo fue la gota que derramó sus pocas ganas de querer vivir, donde le había fallado a su amigo, le mintió, y de la peor manera, Kyungsoo  ya no podía hacer nada por él, entendió que se estaba sujetando de una cuerda de la cual estaba a punto de romperse, y viendo el delgado hilo, prefirió regalarle la última sonrisa antes de que sus ojos se cerraran.



—Sehun … —su nombre lo escucha en repetidas veces, pero la cabeza le da vueltas, le irrita por completo. Las grandes manos del alpha tratando de consolarlo aminoran su llanto, pero el vacío no desaparece, su quijada tiembla y el frío se vuelve como un cuchillo afilado. Solo quería el calor de su amigo.



—Quiero estar en mi casa —fue lo único que pudo decir al momento de alejarse del doctor y sentir de nuevo el dolor en su cuello, los ojos del alpha lo observan con sigilo y solo asiente. Sehun  necesitaba calmar su mente, dejar de escuchar sus asquerosas voces y solo sentir nada…



—¿Tus padres están en casa? No creo que pueda dejarte ir solo —el doctor sujeta una venda junto con un algodón húmedo y le pide permiso para limpiar la herida que tenía en el cuello. El ardor disminuye, pero no deja de doler cuando empieza a vendarla, su toque gentil no lo atemoriza, pero el recuerdo de unos ojos azules, sí.



—¿A quién le importa eso? —dice sin pensarlo y al querer levantarse, no puede, sus caderas le recalcan lo cometido y no puede evitar maldecir el nombre del alpha. No sabía hasta que punto podía ser tan fuerte esa droga, pero su cuerpo reaccionaba con naturalidad mientras que su mente y corazón estaban dopados por las feromonas, cegados ante el placer y las emociones confusas.



—Sé que no debería ser mi incumbencia, pero a mí si me importa —aleja sus manos y saca de su bolso una caja de pastillas. Al entregárselas al beta se queda estático por varios segundos y voltea su mirada hacia un lado, conocía la naturaleza de Junmyeon , y si algo le interesaba, lo conseguía por cualquier medio, y ese era el problema, no le importaba el daño que pudiera ejercer, con tal de que lo satisfaga, nadie lo detendría, pero esta vez, verá con sus propios ojos, como alguien le pondría un freno en alto con Sehun  y seria, Kyungsoo .



—Estoy bien… —responde el beta observando las pastillas y al leer su nombre, sabía para qué servían, así que toma dos y se las traga sin beber una sola gota de agua—. Solo quiero descansar en mi casa —se recuesta contra el cabecero y se queda fijamente mirando al doctor quien tenía su cabeza gacha. Su mente le recuerda el asunto de su novia y suspira al saber que tendría que hablar de ello, hacía meses que su relación no funcionaba de la manera correcta, y a pesar de que Sasha sabía sobre sus problemas, se quedó a su lado, sin embargo, no se merecía a alguien como él, debía ser sincero, porque estaba siendo consciente cada vez más del apego emocional que le había comentado Kyungsoo .



—En este caso, lo más prudente es que llames a Kyungsoo . Las cosas han estado bastante delicadas, no más con decirte que ni siquiera se quedó con Jongin o con su abuela anoche, los ignoro a ambos —lo último hace que eleve su mirada desalentadora y acaricie su frente con angustia, si ignoró a Bom ha, solo significaba que la situación estaba demasiado grave.



—Lo más seguro es que se haya quedado con Lucas, él prefiere alejarse para no causarles daño —expresa Sehun  extendiendo sus rodillas y cierra sus ojos por varios segundos, su cabeza iba a explotar en cualquier momento. Conocía a su amigo, y si él estaba quebrado por dentro, Kyungsoo  estaba peor, no lo demostraba, solo intentaba sostener todos sus pedazos cuando bien sabía que algún día caería con todo aquello que cargaba.



Valentín relame sus labios y se levanta, coloca ambas manos en sus bolsillos y camina hacia el gran ventanal, observa el cielo y se queda pensativo. Tal vez Jongin se arrepienta de haberse acercado a su omega, pero si no hubiera sido esa noche, Kyungsoo  habría sido secuestrado, ayer Soohyuk encontró más información, eran llamadas interceptadas donde tenían un plan para atraerlo, y quienes lo idearon ahora se encontraban fuera del país, porque con la llegada de Smert, las cosas tomarían otro rumbo.



—¿Puedo saber que sucedió con aquellos alphas? —pregunta el beta en un tono serio y deja el pañuelo a un lado, voltea su mirada y se encuentra con sus ojos cafés que estaban un poco hinchados. A Valentín le impresionaba hasta donde podía llegar Kyungsoo , sus amenazas no se quedaban en el aire, tenía todo lo necesario para convertirse en el Vorya de una las mafias más temibles.



—Kyungsoo  mato a dos y uno está en cuidados intensivos —responde exhausto y a los segundos, escucha el sonido de su celular, lo saca y lo pone en altavoz. Sehun  desvía su mirada y termina acostándose un rato.



—Valentín —escucha la voz de su compañero, Ustín. —Hace unos minutos nos reportaron el ingreso de un omega a las instalaciones, tuvieron que llamar al personal de seguridad, pero no pudieron hacer nada. Pensé que se trataba de alguien más, pero al ver su rostro, vi que era el omega de Jongin, no sé cómo lo logro, pero mato al alpha que estaba en la habitación privada.



Sehun  se cubre por completo y empieza a temblar de manera alarmante al escuchar la noticia, Kyungsoo  había cruzado la línea por él, aun cuando sabía las consecuencias, no dejó ni a uno vivo y los líderes de las otras pandillas reclamarían el territorio de la capital al tener conocimiento sobre los incidentes que han repercutido bajo el nombre del omega. Lo único que lo mantenía con la esperanza, es que Jongin sirviera como escudo, porque su amigo estaría en las sucias jugadas de varios alphas al querer verlo derrotado o peor aún, muerto.



El doctor corta la llamada y aprieta el celular con fuerza, de seguro Kyungsoo  se escapó de la supervisión del círculo de seguridad y consiguió la información de alguno de ellos para cometer el acto, y lo más probable es que haya tenido otra discusión con el alpha.



—No te preocupes, arreglaremos todo esto… —le informa al beta y al caminar de nuevo hacia la cama, nota el temblor de su cuerpo ¿Qué estaba sucediendo? Parecía que tratara de ocultar algo bajos esa triste mirada.



—Kyungsoo  se irá pronto… —susurra dolido Sehun .



—¿Qué estás diciendo? —pregunta intrigado al querer saber el trasfondo de sus palabras, pero el silencio se hace presente y algo en su pecho empieza a doler cuando observa la mitad del rostro descubierto de Sehun  con sus lágrimas desbordándose de nuevo.



—Él me dejará solo de nuevo… —respira con dificultad por la boca y cubre sus ojos al no poder frenar sus emociones. Era el aniversario del fallecimiento de sus padres, Kyungsoo  se iba por días o semanas, dejaba su celular y desaparecía por completo, pero cuando volvía, sentía impotencia al observarlo con rastros de sangre en su rostro, moretones por todo su cuerpo, sus mejillas hinchadas y lo peor, su mirada apagada.



Valentín prefiere no iniciar un interrogatorio y sale de la habitación con el corazón agitado, camina por el largo pasillo hacia la oficina del alpha, y al colocar la contraseña, observa a Junmyeon  terminando de hablar por el celular, de seguro ya le informaron lo de Kyungsoo , porque al ver su gesto de desagrado, no le pareció nada bien. No habría forma en que el omega y Junmyeon  se llevaran bien.



—No quiero que te acerques a mi niño, lo tienes totalmente prohibido, Volkov —lo señala con su dedo cuando deja el teléfono en la mesa. Junmyeon  exhala el humo hacia arriba y lo mira desafiante.



—Sehun  no es un niño, y si lo quiero para mí, no es de tu incumbencia —se recuesta en su escritorio y al ladear su rostro, sonríe como un maldito, y a Valentín le molesta, la actitud que tenía Junmyeon  frente a este tipo de situaciones, lo enfadaba, porque a todas las trataba como un juguete sexual, y Amelia, quien es la beta con la que actual mantiene esa íntima relación, era otra más.



—Para mí lo es, al igual que Kyungsoo  y Hosh, así que cuidado, porque si mis advertencias no te son suficientes, las de su mejor amigo si, y sabes que Kyungsoo  no se anda con rodeos. Te lo digo ahora mismo, porque eso de preocuparte por alguien no es lo tuyo, ya que siempre terminas haciendo las mismas mierdas —exclama de manera efusiva y el alpha se reincorpora, su torso aun desnudo lo pone de malhumor y enseguida toma un gabán y se lo tira en la cara. —De verdad que, si Jongin estuviera aquí, te estaría dando un sermón, y clases de cómo ser un buen alpha, porque tú y Soohyuk les quedo muy grande.



También conocía de primera mano la complicada relación que tuvo Hoshi con el alpha, todas las lágrimas que derramó el omega aún las estaba pagando Soohyuk en el presente y a un precio alto.



—Perdón si la menciono, pero Bela estaría decepcionado de ti, vives tu maldita vida sexual como si las mujeres no tuvieran sentimientos, te las follas, las tiras y consigues a una nueva, escúchame muy bien, quita a Sehun  de esa grotesca lista —respira profundamente y se sienta en uno de los sofás, cruza una de sus piernas y empieza a mover su pie de arriba hacia abajo por lo estresado que se sentía.



—A la única persona que valoré fue a mi omega, y adivina qué —da la última calada y lo mira directo a sus ojos. El dolor persistía, y lo reemplazaba con uno que lo hiciera olvidar —Está muerta. Solo me divierto, y ese no es tu problema.



El doctor se inclina, reposa sus brazos sobre sus muslos y entrelaza sus dedos, agacha su mirada y se queda en silencio al rememorar los gritos de Larissa cuando le dieron la noticia de que su hija, Bela, había sido asesinada y entregada en una caja a las afueras de la mansión principal, para Junmyeon  fue casi imposible de creerlo, solo cuando vio su cabeza, supo que su mundo se había desmoronado, no tuvo el valor de asistir a su ceremonia y simplemente desapareció, justo, en el mismo lapso en que Jongin sufrió el accidente automovilístico, aquel, que marcó un antes y un después en su vida.



—¿Sabes dónde está Kyungsoo ? —Valentín cambia el tema y el alpha toma un pequeño control y enciende la pantalla que estaba anclada en la pared negra. Las cámaras de vigilancia del pasillo del hospital registran la llegada del omega y se queda con la boca abierta al ver la tenacidad de Kyungsoo  al enfrentarse a cada alpha que intentaba detenerlo.



—No fueron 5 en total, dejó a 15 guardias inconscientes ¿Crees que es un simple pandillero? —da media vuelta y se sienta en su silla de cuero. —Kyungsoo  no fue entrenado para protegerse, sino para matar —y no estaba equivocado, sus palabras eran ciertas, el omega fue entrenado por un beta de alto rango de las fuerzas militares.



—¿A qué viene todo esto? —pregunta ansioso y se fija como el omega entra a la habitación y saca un cuchillo. El alpha no responde y eso lo desconcierta, sin embargo, al momento en que Kyungsoo  entierra el cuchillo en el pecho del hombre, la pantalla se apaga y aparece una imagen, una cabellera rizada junto con una sonrisa reluciente le trae malos recuerdos.



—Sonhee Do, una omega que trabajaba en el área de servicios generales de la mansión principal, casada y con un hijo —dice en cortas palabras y toma un trago. El sonido del cristal que choca contra la botella le hace erizar los vellos de su piel cuando se da cuenta a donde quería llegar. —Era, además, una agente infiltrada con la misión de destruir a la mafia, empezando por Smert, y lo que aún no me queda claro, es porque abandonó su objetivo. ¡Dímelo Valentín! Porque la madre de Kyungsoo  se unió a Jongin, ¿Qué mierdas están escondiendo con todo esto?.



Las manos del doctor tiemblan y no es capaz de pronunciar una sola silaba. La familia Lebedev tenía tantos secretos llenos de traición, sangre y engaños que fueron el declive de su legado, pero a pesar de todo, pudieron mantenerse ante las presiones que empezaron a ejercer. Jongin tuvo que asumir por completo el control de la organización, ajeno al inminente peligro de que su poder se viniera abajo, encontró una llave que tenía su salvación, pero también su propia condena, y era Kyungsoo .



—Es la primera vez que veo a un alpha capaz de manipular el destino, con tal de salvar a su alma gemela… —alude Junmyeon  y desliza su dedo índice sobre la copa, se queda observando el líquido transparente y sonríe cuando se percata de la expresión aterradora que tenía el doctor—. Si Jongin ha mantenido a su omega escondido, debe ser porque el hombre quien está detrás de Kyungsoo , es sumamente poderoso y no es su tío —afirma sin vacilar y se levanta con el cristal en su mano, camina hacia la parte posterior del sofá y se inclina, toma el último trago y se acerca lentamente hacia la oreja de Valentín y le murmura tres simples palabras.



El doctor enseguida se levanta con pánico y observa a Junmyeon  soltar la copa de licor mientras sus ojos azules se oscurecen, los pedazos de cristal se esparcen por las baldosas negras y se queda pensativo ante su acción, su mirada se alza y empuña sus manos cuando escucha su risa sarcástica.



—Justo así, terminará todo, quebrado ante sus pies.



Sus palabras le provocan un escalofrío que de nuevo le pone a temblar su corazón, lo agita de sobremanera al saber que, en cierta parte, Junmyeon  tenía razón, pero desde lo más profundo de su ser, quería creer que aún había una oportunidad.



Junmyeon  da dos pasos hacia atrás y toma una bolsa, detalla su contenido y se la entrega al doctor, Valentín la agarra y antes de partir, observa el retrato de Bela en el escritorio. Al cerrar la puerta, se dirige hacia la habitación donde se hospedaba el beta, cruza cortas palabras con alguna de las empleadas del servicio y por curiosidad, se fija en el contenido de la bolsa y se asombra al ver que eran prendas de ropa para Sehun .



Al ingresar, observa al beta con la mirada perdida en un plato de comida que tenía sobre su regazo, su mano juega con la cuchara y es más que obvio que no tenía apetito, Sehun  se voltea asustado y relaja sus hombros cuando nota su presencia, se acerca con una sonrisa y deja la bolsa a un lado, saca un marcador y toma su brazo, dibuja una carita triste sobre el vendaje y él arruga el entrecejo.



—Tu cuerpo necesita energía para mantenerse, así que carita triste por no comer —de alguna forma quería cambiar el ambiente, y cuando logra escuchar la risa del beta, se le llenan los ojos de lágrimas, pero sopla para tratar de que ninguna saliera.



—No hagas eso, porque después Kyungsoo  me preguntara cosas raras —y no era mentira, el omega era bastante precavido con cada cosa que ocurriera en su vida, él siempre estaba pendiente, incluso, hasta de sus comidas, se encargaba de vigilarlo para que comiera al menos lo suficiente para continuar a lo largo de su vida, incluso le ponía metas en modo de juego para que comiera.



—A veces hay que dar un empujón, aunque sea obligado, así que, come una cucharada de ese caldo —pide amablemente mientras lo amenaza con un marcador de color rosa escarchado. Sehun  le agradaba el alpha, el hombre le transmitía confianza y se sentía calmado a su lado, no como la mayor parte donde los alphas con solo su presencia, le hacían sentir miedo.



—Kyungsoo  me habló de ti —toma una cucharada y suspira mientras la observa, sinceramente no tenía hambre ni ganas de nada, pero lo haría por él—. Me dijo que eras un buen alpha que daba paletas de dulces.



—Soy un doctor que va para los cincuenta años, divorciado y con dos hijos, soy a veces el niñero de Hoshi y su consejero a las tres de la mañana cuando su esposo no está y tiene crisis emocionales. Me gusta el área de pediatría, pero me toca atender casos específicos de la mafia y no menos importante, ya me quiero pensionar —lo último era una mentira, pero solo quería volver escuchar la risa de Sehun  ante sus ocurrencias y lo mejor, es que lo estaba logrando.


—Muy bien, carita feliz por tu primera cucharada —aplaude y dibuja una con un marcador negro. —Ahora tienes que ir por la segunda —lo alienta y en una especie de juego para entretenerlo, hace que siga comiendo por voluntad propia.



Sehun  se fija en el color intenso de las fresas que estaba en un tazón, así que toma una, pero cuando la lleva a su boca, se detiene al escuchar el fuerte sonido de unos tacones, voltea su mirada hacia la puerta que estaba abierta y a lo lejos del pasillo, observa a una mujer de cabellos rubios, forrada en un elegante vestido de color negro con una abertura que le hacía destacar su busto, pensó por un momento que la beta iba a mirar hacia su dirección, pero se sorprende cuando Junmyeon  llega y posa su mano sobre su delgada cintura y con la otra, levanta su mentón, acerca su boca hacia la de ella y cuando la besa, de nuevo, sus ojos azules se encuentran con los suyos.














Zona Roja.







Lucas se recuesta en el asiento y cierra por varios segundos sus ojos cuando la herida a un costado de su abdomen se hace presente, coloca una mano sobre el vendaje y observa a Kyungsoo  de frente, no era casual que llevara gorra, pero esta vez tenía una, y encima de ella, la capota de su buzo, su rostro serio acompañado de sus pronunciadas ojeras, eran producto de una noche bastante larga, donde no hubo ni siquiera una sola oportunidad de tomar un descanso. Después de lo ocurrido con Sehun , uno de los integrantes de su grupo dio aviso de que habían entrado a su territorio, y como consecuencia, un enfrentamiento que casi le cuesta la vida a Kyungsoo .



—Al menos deberías contestar sus llamadas —sugiere Lucas prácticamente en un susurro, pero su amigo con el rostro agachado, no le responde en lo absoluto. El brillo de sus ojos estaba casi extinto y la sangre salpicada sobre la tela lo pone inquieto, se veía fresca y estaba asustado por saber su respuesta ¿Lo había matado?



—En este momento no quiero hablar con mi abuela y mucho menos con Jongin —expresa cansado y cuando coloca su mano derecha sobre la mesa, pasa saliva al ver la sangre seca, algunos cortes superficiales y los distintos moretones que tenía. El beta se preguntaba que pasaba en su otra mano, pero cuando la saca del bolsillo de su buzo, se percata del temblor que no se detenía. Una chica de ojos claros se acerca y con libreta en mano los saluda, espera la orden del pedido, y se fija en el chico que tenía unos cuantos rizos en su frente, mira al beta y se queda dudando por varios segundos cuando ve la sangre en su dorso. El sonido de la puerta de la cafetería la alerta y detalla a tres policías ingresando, uno de ellos voltea la mirada hacia los chicos y le hace señales a su compañero.



—Una tortilla de jamón —pide Lucas y estira su cuello, luego saca su celular y observa la luz parpadeando, pero la deja pasar al concentrarse en el omega quien se mantiene callado y no ordena nada. El beta mira a la chica y le dice que solo sería eso por el momento, cuando ella los deja solos, por inercia voltea hacia su derecha y de reojo mira a los policías, enseguida se alarma y empieza a sentirse desesperado.



—El círculo de seguridad de Jongin está al frente, no harán nada, solo es un aviso —murmura Kyungsoo  al percatarse sobre la presencia de los policías y se queda pensativo, por su parte, Lucas toca el puente de su nariz y al alzar su mirada, puede ver la tristeza en ellos. El recuerdo de ver a Kyungsoo  llorando de la rabia a las afueras del bar, le produce un sentimiento amargo, no pensó que los del distrito de Volga podrían llegar tan lejos, pero con esto, habían cruzado la línea, y la muerte es lo único que los refugiaría del omega.



Kyungsoo  masajea su frente frustrado y empuña una de sus manos con fuerza, alza su mirada y detalla el movimiento de uno de los policías al tocar sutilmente su arma y sacarla del estuche. La chica de nuevo regresa con una bandeja y enseguida el beta toma su tortilla y empieza a comer, la omega desliza la servilleta en su puesto y Kyungsoo  lee el mensaje que estaba escrito “Ve al baño, última puerta”



—Come rápido —Kyungsoo  le pide al beta de manera amable y al momento de levantarse, siente un fuerte mareo que hace que pierda el equilibrio por un instante y tenga que sostenerse de la mesa. Su respiración se vuelve irregular y rápidamente Lucas se levanta y al tratar de tocar su mejilla, da un paso hacia atrás y bajo la mirada de los policías, camina hacia el fondo. Al llegar, empuja la puerta y choca su hombro contra el brazo de un alpha, el hombre iba a gritarle, pero cuando reconoce el rostro del omega, queda pálido y prácticamente sale huyendo. Kyungsoo  camina sin desviar su mirada y se dirige al último cubículo, al entrar, coloca seguro y observa un celular sobre la tapa del inodoro, lo toma y se fija en la llamada entrante que de inmediato contesta.



—¿Por qué hasta ahora me contactas? —se recuesta contra la pared y el investigador se queda en silencio. —Baekhyun ! —la punzada en su cabeza empieza a incrementar y de nuevo el mareo lo ataca.



—¡Me tienen malditamente arrinconado! —el desespero de su voz lo desorienta, pero más el sonido de unas pisadas, así que no pierde tiempo y se reincorpora, mira por la ranura de la puerta a uno de los policías y toca su navaja, el temblor de su mano aún no minimiza y le preocupa.



—Solo dame la puta información —habla en voz baja y pasa saliva cuando ya no ve al hombre.



—A las afueras de la ciudad, salida norte. Su nombre… Smert —echa un suspiro pesado y toca su rostro con irritación. Era el propio jefe de la mafia rusa, un alpha que estaba en la cúspide, muy por encima de su nivel —Tienes que matarlo.



El omega corta la llamada y patea la puerta con rabia, la presión en el pecho le empieza a cobrar factura cuando siente que le falta la respiración, pero su instinto enseguida le advierte y se pone en guardia cuando un segundo policía ingresa, sus miradas cruzan por varios momentos y la tensión se siente en cada palpitar. Kyungsoo  se arriesga a dar el primer paso, se notaba que eran hombres nuevos que habían llegado a vigilar la zona roja debido a los hechos que ocurrieron anoche, donde fueron comidilla de los medios de comunicación.



—Vámonos —dice Kyungsoo  cuando observa de nuevo a su amigo. Solo deja dos billetes al lado del plato y sale detrás del beta. Lucas le abre la puerta del copiloto de su auto e ingresa, segundos después se pone al frente del volante y empieza la marcha. De reojo mira las dos camionetas, y al observar las placas de la primera, recuerda que ahí está Insung, así que de inmediato saca su celular y le manda un mensaje.



—Kyungsoo … —la voz de su amigo hace que desvié su mirada de la ventana y lo observe. —Por favor, dime que no mataste al último… —el temor de sus palabras era evidente, porque sabía las repercusiones de sus actos, pero cuando se trataba de Sehun , no le importaba cuantas muertes corrieran por sus manos.



—Ningún violador debería seguir respirando —su fría expresión eriza los vellos de Lucas quien trataba de mantenerse cuerdo ante la situación, pero no iba a esperar menos, cuando le enviaron grabaciones y videos de lo que le iban a hacer a Sehun  una vez que lo drogaran, fue la bomba que desató un viejo recuerdo. —La muerte solo sería un regalo para ellos, porque se deleitaría con cada grito de súplica.



Lucas se queda en silencio y al fijarse en la luz roja, detiene el auto, voltea su rostro levemente hacia el omega y es inevitable no sentir incertidumbre, su celular suena y enseguida lo toma, uno de sus chicos le avisa que tienen a 4 hombres en la zona roja del subterráneo y de inmediato pisa el acelerador.



Al llegar al punto de encuentro, no tarda en bajarse y tomar su skate, la gente a su alrededor se le queda mirando cuando saca un arma y entran a un edificio poco habitable. Las luces amarillas iluminan el camino de unas escaleras angostas y al dar el primer paso, escucha los gritos de desespero, una sonrisa ilumina su rostro y su corazón empieza a bombear sangre con más fuerza, sus manos pican, y la ansiedad por ver sus ojos llenos de pánico, lo estremecen a un punto que se vuelve un gusto distorsionado.



A 4 escalones por llegar, se detiene y alza su mirada con arrogancia, dos hombres quienes estaban arrodillados se horrorizaron cuando lo ven, su presencia les causa un miedo brutal que no puede evitarse al ver reflejado sus lágrimas. Uno de ellos empieza a temblar cuando sus ojos se encuentran con los suyos y trata de levantarse para tratar de pedir clamor por su vida.


Chen, Mark y Ten, que hacen parte de su pandilla, se quedan observando la escena, Kyungsoo  levanta el arma, aprieta el gatillo y dispara en la frente del hombre, quien cae a un costado de su compañero, el chico al ver la sangre esparciéndose sobre el piso, lo mira con odio y golpea a Mark, sujeta un arma, pero antes de que pueda dispararle, el omega se mueve con agilidad y le propina una patada, lo sujeta de la cabellera y la estrella contra la mesa, toma con fuerza su skate y con la parte frontal, golpea su cuello provocando que traquee.



—Chen, Ten. Ahora vayan a distribuir la restante droga, y la otra, ustedes ya saben que hacer —demanda serio. Los chicos se despiden de puño y una palmada, luego camina alrededor de la mesa y se agacha, toma la cabellera del hombre muerto y la arrastra hacia un cuarto, lo deja en una de las esquinas y continua con el otro cuerpo, cierra la puerta y observa los dos hombres restantes encadenados en sus sillas.



—Mandar a tres imbéciles por orden de tu líder, no fue muy inteligente ¿O sí? —habla Kyungsoo  mientras abría uno de los cajones y saca dos cuchillos. Al acercarse a él, puede percibir el pánico en su mirada cuando las gotas de sudor frío se resbalan por su frente.



—¡No fui yo! Kyungsoo … —responde con su quijada temblando y eso le enerva al omega, no podía creer que en la situación en la que se encontraba, se atrevía a mentirle tan cínicamente, no podía hallar ni una sola pizca de remordimiento en sus ojos, y era una pena, porque no había espacio para la empatía. Kyungsoo  le ordena a Mark que coloque las manos del hombre sobre la mesa y así lo hace, el hombre por su parte mira a Lucas con angustia y este simplemente le da la espalda; el omega se recuesta sobre la mesa y saca otra cajetilla de cigarros, hacía años que no fumaba tanto, pero solo por esta vez, lo había deseado, enciende la mechera y da la primera calada.



—Ustedes los de Volga se creen superiores solo porque tienen a ese bastardo de mierda cubriéndoles todas sus estupideces, pero se acabó ¿Me entendiste, infeliz? —agarra el cuello del hombre y lo mira directo a los ojos. —Tú fuiste quien ideo el plan de drogar a Sehun  y luego violarlo ¿No es así? ¿Pensabas mandarme los videos después de verlo muerto? ¡Habla, hijo de puta! —grita histérico y sus feromonas empiezan a salirse de control. El alpha con sus manos sobre la mesa empieza a tener espasmos repentinos.



—Kyungsoo … Ellos me obligaron, por favor, créeme —sus palabras disfrazadas de credulidad, solo le hacían dar lástima. En el pasado, le hubiera creído, pero confió tanto que terminó arrastrando todo el dolor, apaciguándolo en su pecho hasta que llegara un día, donde pudiera drenarlo. El omega exhala el humo y saca su celular, abre un chat y deja que escuche una grabación de audio, el alpha se congela y agacha su mirada. Aquella noche estaban planeando darle un regalo a Kyungsoo  y era a su amigo descuartizado como una advertencia, era lo que muchos alphas ansiaban, porque desde que conocieron al omega, él había dejado en claro que no le pusieran un solo dedo al Sehun , lo cual, se convirtió en un punto vulnerable del que todos querían romper con sus manos.



—Eres un maldito enfermo —susurra con odio a milímetros de su oído e inhala profundamente su cigarro, se posiciona al frente del rostro del alpha y lo mira directo a sus ojos. —Lo único que te esperara, es la muerte, pero antes de eso, disfrutaré de tus lamentos —suelta el humo cerca de sus labios y el hombre se queda hipnotizado con su mirada, su sonrisa de nuevo aparece y sin dejar de mirarlo, sujeta el cuchillo y coloca la punta afilada sobre su dorso, el alpha no tiene oportunidad cuando siente un dolor estremecedor al ver como se entierra en su mano hasta que atraviesa la madera.



Kyungsoo  al observar que el hombre iba a intentar sacar el cuchillo, agarra su otra muñeca y toma una navaja, hace la misma acción y puede sentir un alivio cuando sus gritos empiezan a convertirse en llanto cuando la sangre empieza a fluir, ahora sus dos manos estaban apresadas por el delicioso filo de las armas, y esto, solo podía decirse que era el comienzo.



—¿¡Qué ganas con todo esto!? —pregunta sofocado el otro alpha que estaba encadenado a una silla. —¡Si de igual forma va a morir! ¿Y sabes por qué? —sonríe con desprecio y hace que desvié su mirada —¡Van a pedir tu territorio! ¡Dejarás de ser el líder de la central! —el omega escucha la risa burlona del alpha y se queda pensando por un tiempo sus palabras, le había costado demasiado llegar a su posición, era el único omega que lideraba una de las más importantes ciudades de Rusia y que le dijeran aquello, simplemente no, no sería tan sencillo derrocarlo.



—No te pedí que hablaras —dice Kyungsoo  de mal humor y observa la sonrisa triunfadora del alpha que fue arrasada cuando de nuevo toma su arma y le dispara justo en su boca que hasta sus dientes terminaron destrozados en el suelo y con la sangre brotando en grandes cantidades. El temblor de su mano izquierda desaparece y truena exquisitamente sus nudillos, estira su cuello, y al momento de levantarse, le propina un puñetazo al hombre que tenía en frente, de alguna forma necesitaba desestresarse y encontró el perfecto momento para hacerlo—. Un corazón rencoroso, nunca será sanado por una mano indulgente —asevera con algo de melancolía y recuerda la dulce mirada de Jongin, no entendía por qué su corazón le dolía, pero lo sentía vivo, a punto de desgarrarse por dentro de su alma—. Jamás… —termina en un susurro y se dirige de nuevo hacia los cajones de la esquina, saca un estuche metálico, y con ello, una aguja larga.



—¿A cuántas personas has violado? Porque claro, con lo que escuche, me dio a entender que sabias como hacer que tus víctimas te suplicaran para que finalizaras con su sufrimiento —camina alrededor de la mesa y se posiciona detrás del alpha, observa sus manos temblando por los cuchillos y agarra su cabellera, la jala hacia atrás y lo mira fijamente—. Créeme, vas a disfrutarlo tanto como yo… te haré sentir lo que ellos vivieron, sus gritos, sus lágrimas, sus constantes pesadillas gracias a animales como tú que no tienen la mínima decencia como persona ¡Un puto cobarde! ¡Eso es lo que eres! —le grita lo último cuando fragmentos en su mente le recuerdan el llanto escalofriante de Sehun , el sonido de las ambulancias y la voz chirriante de un profesor…



Kyungsoo  sujeta fuertemente su quijada y escucha el lloriqueo del alpha al tratar de mover bruscamente su cuello, pero era inútil, una vez cuando la punta afilada de la aguja entra en contacto con su ojo, puede sentir un descanso, el hombre patalea y desgarra su garganta porque justo, había perforado la córnea.



—Kyungsoo  —la voz de Lucas lo distrae. —Es Sehun , me llamó de otro número y me dijo que esta pronto por llegar a su casa, pero que esperará a Junmyeon  porque se le olvidó su celular —al momento de terminar, rápidamente se aleja del alpha y toma su arma, le apunta a su miembro y le regala tres balas.



El omega sujeta su skate y sale corriendo por las escaleras, le da una última mirada a su amigo y siente el aire fresco en sus pulmones, saca su celular y al revisar las notificaciones, se siente algo constipado de que Sehun  ni siquiera le hubiera avisado, su cabeza estaba por explotar y su poca energía estaba acabándose, así que lanza el skate y se impulsa con fuerza, por suerte, el hogar de él estaba lo bastante cerca, así que sería un trayecto de unos cuantos minutos hasta que le rompiera la cara a Junmyeon .



Al voltear por la siguiente cuadra, observa a lo lejos tres camionetas negras ingresando, una de ellas se detiene y ve a su amigo bajándose, enseguida se impulsa con más rapidez y a pocos metros de llegar, Sehun  se espanta cuando lo ve, su corazón se siente regocijado, pero termina arruinado cuando se percata de la presencia de Junmyeon  caminando hacia su dirección. Kyungsoo  salta de su skate y empuja al alpha agresivamente, Sehun  desvía su mirada y no sabe cómo sentirse al respecto cuando se da cuenta de que su novia lo estaba esperando en la puerta con los brazos cruzados.



—Entrégamelo —exige Kyungsoo  serio y Junmyeon  saca el celular de su blazer y se lo da en sus manos—. No te quiero ver cerca de mi amigo ¿Comprendes, imbécil? —más que una orden, era una amenaza y él lo sabía muy bien. Junmyeon  se le escapa una corta risa que fue mal vista por el omega, pues la diferencia de altura se le hacía gracioso, pero no debía subestimarlo, las capacidades Kyungsoo  podrían estar perfectamente en empate con las suyas. Así que da una última mirada hacia el beta y se relame los labios cuando se inclina hacia el omega y le susurra una cortas palabras que jamás pensó en arrepentirse.



—De igual forma, disfruté de su culo virgen.



Kyungsoo  al escucharlo, empuña su mano y en un movimiento preciso, golpea la boca del estómago del alpha, Junmyeon  coloca su brazo por inercia en la parte afectada y trata de bloquear el siguiente movimiento del omega, pero fue imposible, cuando Kyungsoo  toma su corbata, lo atrae y le propina un puñetazo cargado de ira que casi le hace perder el equilibrio.



—¡Kyungsoo , Detente! —grita Sehun  y agarra la muñeca del omega que sujetaba una navaja. Sus ojos se abren impresionados cuando ve como el alpha escupe sangre y observa sus ojos inyectados de furia, Junmyeon  sabía que no podía tocar al omega, no quería atravesar lo limites que le había dado Jongin, pero justo ahora, se estaba imaginando escenas escalofriantes.



—Estás malditamente advertido, Junmyeon  —le grita Kyungsoo  enfurecido al alpha, quien tiene que dar un paso hacia atrás —el omega no le quita la mirada hasta que Junmyeon  se sube a la camioneta y se marcha. Kyungsoo  toca su hombro y enseguida se voltea, el sentimiento de culpabilidad que tenía era horrible y más cuando sus bonitos ojos lo miran con desconcierto, sabía que debían de conversar, pero su novia lo estaba esperando y ella iba primero—. Entra a tu casa, hablaremos por la noche, por el momento estaré con Lucas —expresa con disgusto el omega quien se acerca y empina sus pies para darle un corto beso en la frente del beta.



Sehun  asiente y antes de dirigirse hacia su hogar, se da cuenta de que un guardaespaldas se acerca al omega y le acomoda la capota de su buzo, si no olvidaba su nombre, era Insung, un alpha, y de cierta manera le alegraba que estuviera creando un contacto estrecho con alguien más.



Guarda su celular y trata de reprimir sus ganas de llorar cuando camina hasta donde se encontraba su novia, ella lo recibe con un fuerte abrazo y luego le regala un beso sobre sus labios, pero que desafortunadamente lo esquiva al final cuando recuerda a Junmyeon . En su ignorancia, se sentía a salvo, porque no estaría de nuevo con él, pero en los planes del alpha, no era tan sencillo, ya que mientras estaba bajo los efectos de la droga, Junmyeon  le tomó fotos desnudo.



Cuando ingresan a su hogar, entrelaza sus manos con las de ella y le brinda una calida sonrisa que camufla decepción. Al subir al segundo piso, abre la puerta y deja que Sasha entre, la omega se sienta en la cama y da dos palmaditas en su lado derecho para que se acomode y así lo hace. Su mano toca su cuello vendado y enseguida agarra su muñeca y la aleja, si se entera de que tenía una mordida de un alpha, enloquecería de celos.



—¿Por qué tienes impregnadas las feromonas de un alpha? —la pregunta tan directa de su novia lo paraliza y no sabe ni que hacer y mucho menos que decir, pero una parte de sí, se alegraba de que Kyungsoo  no tuviera desarrollado por completo su sentido del olfato.



—Debieron ser por los guardias, estoy bien… —ella agacha su mirada y se recuesta en su pecho —Sasha, de verdad lo siento por no contestarte de la mejor manera, solo que no he estado bien —de verdad quería que las cosas funcionaran, sin embargo, se sentía presionado, era la sensación de volver a caer, cuando pensaba que todo iría mejor.



—Te ayudaré ¿Sí? —acaricia sus dos mejillas y de nuevo lo besa, sus labios se juntan lentamente y no entiende por qué le empieza a irritar. —Sehun … No me alejes —le suplica con sus ojos llenos de lágrimas y pega sus frentes.



—No hemos estado bien por varios meses, y tú lo sabes, no tienes por qué ocultarlo, Sasha.



—Hunni… si lo dices por la vez en que te fui infiel, de nuevo, lo siento —comienza a llorar en su pecho y el beta siente que no es capaz de soportar más cosas, estaba colapsando de a poco y no podía hacer nada, no quería levantarse, prefería ser sepultado para callar sus pensamientos.



—Eso quedo en el pasado… —aprieta sus labios y toca delicadamente su cabellera lacia —mejor acostémonos un rato, quiero dormir contigo y luego iré con Kyungsoo , pero no demoraré —su novia asiente y se acomoda a su lado, se quitan los zapatos y se meten debajo de las cobijas, la abraza con fuerza y empieza hacerle masajes en su cabeza al tanto que dejaba pequeños besos en su frente.



Al cerrar sus ojos, deja que silenciosamente algunas lágrimas se deslicen por sus mejillas y terminen en su almohada, a veces ni el mismo se entendía, no estaba a gusto con nada, sentía hasta repugnancia de solo verse en el espejo, y eso lo desgastaba, estaba cansado de pensar que podría estar bien cuando en su realidad, estaba cayendo más y más profundo.



Su relación con Sasha inicio de la peor manera, en un momento de debilidad que cuando le mostró su bondadosa mano, no lo dudo ni una sola vez. Se había refugiado en un corazón que le mostraba un afecto y un lugar en el cual descansar de los gritos de su mente, desde ahí había desarrollo un apego emocional, donde no se hallaba sin ella, y que provocó un desequilibrio cuando la encontró en la cama de otro chico, su excusa, fue que se sentía sola, cuando claramente estaba pendiente de ella.



Pudo perdonar su infidelidad, pero la grieta que había hecho en su corazón, provocó que otras nacieran. Las inseguridades incrementaron y su tacto se volvió pesado, tal vez confundió amor con otra clase de sentimiento enfermizo, pero era muy tarde, no podía soltarla, se estaba aferrando a los momentos más hermosos que pudo vivir con ella, porque de alguna forma, se convirtió en un puente levadizo, una vez que las dos partes se separen, se acabaría todo.













Después de varias horas, de nuevo abre sus ojos y se da cuenta de que su novia está en un sueño profundo, deja la almohada como soporte y se levanta. El dolor en sus caderas ha disminuido, pero el de su cuello empieza a palpitarle, y tal y como dijo el doctor, tenía que cambiar las vendas y aplicar las gotas que le recomendó.



Se coloca sus zapatos y cierra la puerta de su habitación, baja por las escaleras y se percata que sus padres aún no han llegado, toma las llaves de repuesto que tenía pegadas en la pared y sale de su hogar, el frío de la noche lo golpea y quiere regresar por una chaqueta, pero simplemente niega con la cabeza y prosigue la caminata hacia una cuadra donde se encontraba la casa de Lucas, pero al cruzar la calle principal, un carro negro se detiene en medio y siente pánico, pero extrañamente una sensación familiar, lo inunda.



Continúa con su recorrido hasta que llega a su destino, timbra varias veces, pero nadie responde, así que voltea a su derecha y camina por los alrededores del jardín, se agacha y levanta una pequeña piedra donde el beta guardaba una segunda lleva de la puerta trasera, sin embargo, por curiosidad se acerca al pequeño orificio, y observa a Insung sentado en las escaleras, mientras besaba a Kyungsoo  sobre sus labios, quien se encontraba dormido a su lado y con una botella de licor en la mano.


Omega pandillero [ADAPTACIÓN] KAISOO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora