Capitulo 8. Humildad

87 8 0
                                    

Después de casi dos días, su celo había culminado, pensó que aquella pesadilla mezclada con placer jamás terminaría, pero gracias a la ayuda de Jongin, pudo soportarlo a pesar de que sus instintos le rogaban que fuera tras el alpha.

Sus pensamientos se consumaron mientras imaginaba que esas grandes manos se deslizaban sobre su piel, junto con una voz que lo endulzaba desde lo más profundo a pecar.

Ahora puede verse como un completo imbécil al decir que jamás desearía estar con un alpha, pero después de este celo, solo quería estar bajo su calor, sentir su sudor con el suyo mientras el sonido de sus pieles chocaba una y otra vez con desespero. Tal vez en su intento de preservar su dignidad fue más allá, pero cayó, como la última hoja de otoño antes de quemarse en el abrazador invierno.

Se recuesta en la cama y abre sus ojos impresionado, cuando siente un hormigueo en su vientre bajo, su mano se desliza lentamente sobre la delicada tela de su pantalón y toca por encima su miembro erecto; Lo único que hace es presionar y suspira con pesadez cuando mueve su mano de arriba hacia abajo tratando de apaciguar sus ganas al querer que su mano fuera reemplazada por la de Jongin ¿Y ahora que iba a hacer? La vergüenza de verlo después de lo que sucedió lo pone con el corazón a mil.

Mientras va apaciguando sus pensamientos, lo único que se le viene a su mente es su abuela saliendo del baño, con eso solo fueron segundos para que su sangre desapareciera de allí y volviera su pene a su estado normal.

Al darse cuenta de que se había puesto duro por Jongin, no le queda más de otra que aceptar su derrota y quedarse callado si no quería parecer un tonto en su máxima expresión. Su mente quería explotar con todo lo que tenía atascado y para poder despejarlo, Sehun era el más indicado, con solo el hecho de que lo escuche, podía sentir sus hombros con menos pesadez, pero al darse cuenta de que su celular no estaba en la mesita, queda paralizado.

Empieza a buscarlo por toda la habitación, pero recuerda que siempre lo tiene en silencio.

Kyungsoo respira profundamente para no darse una bofetada, porque a veces le pasaba que en su casa perdía su celular, y le pedía el móvil a su abuela para llamar a su número, pero recordaba que no lo tenía con volumen.

Revisa encima de la cama y por desgracia encuentra el vibrador, el recuerdo de haberlo tenido adentro, hace que se sonroje y peor cuando sabe que él era quien lo manejaba. Así que, levanta la sabana y el pobre vibrador sale volando hacia alguna parte de la habitación.

-Si no hay evidencias, aquí no pasó nada.

Y esa era otra cosa que debía pedirle a su cerebro para que lo borrara, porque con el recuerdo, solo provoca que quiera esconderse debajo de una roca y no salir más nunca.

Observa hacia el fondo y sonríe feliz al ver su celular, así que rápidamente rodea la cama y se agacha para recogerlo, lo enciende y se percata que el protector de pantalla estaba roto, si su abuela lo viera en este mismo instante, le estuviera dando un sermón mientras van a una tienda para cambiarlo.

Se sienta con algo de frustración y cuando iba a ingresar a la App de su correo, no puede evitar mostrar una mueca de agrado cuando mira una llamada entrante de su mejor amigo, así que, con todo el ánimo de escucharlo, termina recostado contra el cabecero con una de sus piernas cruzadas.

-¿Ya te profanaron el culo?

Su sonrisa decae con el comentario de Sehun que hace que quiera golpearlo tan fuerte, pero se abstiene porque lo amaba mucho y no podía con el pensamiento de no tenerlo, así que no más le sigue la corriente.

-Aún no, estoy en cita de espera -le responde con sarcasmo y escucha la bonita risa del beta. Al parecer él pasó estos días bien, porque tenía un humor que lo sacaba de casillas.

-¿Quieres que te compre una silla de ruedas?

-Sehun, agradece que estás muy lejos, porque ya te hubiera golpeado por decir tantas estupideces.

-Bien, pero ¿La necesitas o no?

-¡Púdrete!

-También te amo.

Escuchar a Sehun decirle tan bonitas palabras, hace que se calme, y solo sonreía al sentir su pecho regocijado. El beta tenía la capacidad de apaciguarlo cuando estaba en su mayor punto y en cierta parte estaba agradecido de poder estar a su lado.

-Eres mi adoración, pero paciencia es lo que no tengo.

-Pero si estoy siendo un buen amigo, me estoy preocupando por tu culo, agradécelo.

¿Solo preocupado por su trasero? Jongin le iba a destrozar el cuerpo y su ano no iba a estar solo en la derrota.

-Cuando eso pase, me voy a incapacitar -comenta burlón Kyungsoo, pero en parte no era broma, si en algún momento lo hiciera con Jongin, al día siguiente ni podría caminar, ni levantar un solo dedo y pasaría quejándose de los dolores que para la gran mayoría serían de envidia.

-También me gustaría.

-¿Qué? ¿Qué te folle un alpha? -dice divertido, pero sabe que eso nunca sucedería, solo lo decía por diversión para molestar a su amigo.

-Obvio no, no me gustan los alphas, y jamás sería un pasivo.

Kyungsoo concuerda con su comentario, y es que no se imaginaba a Sehun tomando el otro rol, siempre vio a su amigo muy seguro de sus gustos, y hasta ahora no ha cambiado.

-Mejor cállate, y por cierto ¿Cuándo vas a ir al instituto? -la pregunta de Sehun sorprende al omega, ya que por su cabeza no se había pasado tal cosa por estar pensando en lo humilde que es Jongin.

-La verdad, esta vida llena de lujos no está mal, pareciera el sueño de muchas personas que quieren que los mantengan, y si, hasta el mío podía ser.

-¿Y cuál es el secreto para tener un alpha millonario? -pregunta.

-No te lo puedo decir.

-Ojalá y te pudras en solo dólares -dice.

-Amén.

El omega no esperaba menos, si un alpha te escogía por su cuerpo, él también podía mirar si su billetera estaba llena, pero tampoco iba a menospreciar un hombre de buen corazón con ganas de salir adelante, mientras haya un respeto mutuo, ambas partes compartirían en paz.

-Se me olvidaba, Lucas me dijo que tenía que irse de viaje -informa Sehun y Kyungsoo se queda pensativo-, así que volverá en unos días, pero al parecer los otros grupos no quieren retroceder ¿Qué harás?

-¿Qué haré? Ya lo hice de buena manera, Sehun, y ellos no están felices al saber que un omega les ha frenado su ruta, así que no me queda de otra que mostrarles mi camino feliz -sonríe con arrogancia y mira hacia el techo mientras recuerdos de la anterior pelea se rememoran en su cabeza. Nadie pasaría por encima de él, y el que lo hiciera, pagaría su castigo.

La llamada finaliza y deja el celular a un lado, se levanta con pereza, pero sonríe cuando observa a través de la ventana el cielo azul brillando; amaba los días con sol, el calor que lo hacía sentir tranquilo, no como el frío que adoraban Bom ha y Sehun, y a decir verdad, no los entendía con esos gustos tan malos.

Se encamina hacia el baño, y se sienta en la orilla de la tina, oprime un botón para que el agua fluyera y espera varios segundos, agrega algunas esencias y por último se quita la ropa, la deja en el sillón y al momento de ingresar a la tina, el lugar queda a oscuras, el pánico se apodera de su ser al no entender que había pasado, pero le vuelve la calma, cuando pequeñas luces amarillas alumbran en las orillas y observa como poco a poco iban apareciendo burbujas.

Recuesta su cabeza y cierra sus ojos lentamente. El rostro de Jongin hace presencia, y la curiosidad lo golpea al preguntarse si a él también le había llegado el celo por su culpa, o si, por el contrario, pudo contra su naturaleza al no dejarse llevar por sus deseos, pero lo que más le dejaba inquieto era saber si Jongin follaba con otros omegas cuando le llegaba su ciclo de calor, porque no era mentira que algunos alphas pedían ese tipo de servicio y de solo pensar que él pudiera hacerlo, le da cólera.

No le importaba si lo hubiera hecho en su pasado, pero ahora, si se llegase a enterar de que lo hace cuando está presente en su vida, lo mandaría a la mierda, con o sin justificación; no toleraría que tocaran al alpha, y con ese pensamiento, se detuvo por completo.

Pobre de Jongin, pero él no sabía la clase de omega con el que se había metido, así que ojalá, el destino se apiade de él.

Al cabo de varios minutos, sale de la tina y toma una bata, comienza a secarse y entra a la otra habitación de ropa que tenía el alpha, detalla algo que le guste y se da cuenta de que esa ropa es nueva, porque tenía las etiquetas, y precisamente es la que siempre utilizaba, solo sudaderas holgadas que no acentuaran su silueta.

La verdad, se sentía lindo tener a alguien que sea atento a tus necesidades sin decírselas.

Al terminar de arreglarse, sale de la habitación y nota que no hay ni un alma en pena por el pasillo. Baja por las escaleras y pasa por la sala principal, se fija en unas puertas de cristal, así que se dirige a ellas y automáticamente se abren.

El recuerdo de cuando atrapó la serpiente, hace que sonría, pero a la vez le dé tristeza, puesto que quería adoptar una serpiente como mascota, pero su abuela le dijo que no, porque no quería ver una batalla épica entre Meokmul y el reptil, aunque le apostaría a que Meokmul le ganaría.

Sus ojos brillan de felicidad cuando contempla el jardín lleno de rosas y camina por el sendero de piedras, se fija en las diferentes casas que había. Ingresa de curioso a un edificio de una planta y se da cuenta de que es como una especie de lugar para entrenar; hoy tenía un buen humor, pero cuando observa a la porquería de Junmyeon  con su torso desnudo, se le desploma su sonrisa.

-No deberías de estar aquí, apenas tu celo termino -dice serio el alpha y se coloca sus guantes negros mientras se acerca a Kyungsoo de manera inofensiva.

-Espera, que aún lo estoy buscando.

-¿Qué cosa? -dice sin entender el alpha quien observa a Kyungsoo con una sonrisa que odiaba.

-¡Buscando quien pidió tu maldita opinión! -levanta una de sus cejas y lo mira mal.

Junmyeon  respira profundamente y luego suelta el aire, ese omega era algo complicado de llevar.

-Será mejor que te vayas -murmura y se fija en los hombres que estaban ingresando.

El alpha tenía que dar inducción a los nuevos hombres que se integrarían a sus filas para formar parte del círculo de seguridad que pidió Jongin, por lo tanto, no debía retrasar ningún punto, porque no quería ver al alpha sermoneándolo como a un niño.

-Lo anotaré en la lista de cosas que me valen mierda, y eso te incluye a ti -comenta con una gran sonrisa.

-Bien, pero este no es el lugar para que pases el rato -responde con fastidio y se dá media vuelta.

Kyungsoo observa su torso desnudo y detalla que casi la totalidad de su piel estaba cubierta por tinta. Tenía varios tatuajes entre pequeños y grandes, tribales, y el que más le impresiono, fue la serpiente que estaba en su espalda.

-¿Dónde está Jongin? -pregunta para tratar de desviar sus pensamientos, pero entre más lo veía, en su mente lo insultaba de todas las maneras posibles. Nunca había conocido a un alpha que le hiciera enervar las venas de rabia con solo su presencia, y Junmyeon  lo había logrado en tiempo récord.

-¿Ahora si te interesa? -responde engreído y se coloca un buzo abierto, toma una botella y sin quitarle la mirada al omega, se pregunta porque Kyungsoo no es como Sehun, callado y sumiso a simple vista.

-Respondes a lo que se te pregunta ¿No entiendes o qué?

Junmyeon  era un hombre que no tenía consideración con ningún ser vivo, y que un omega altanero como él, le hable de esa manera, le provocaba llevarlo a Podval.

-Jongin debe estar por llegar, mejor vete, no creo que le agrade que estés rodeado de muchos alphas.

-Espero que eso te incluya a ti-comenta con hostilidad y se da cuenta de que el ambiente se tensa.

Junmyeon  al momento de responderle, percibe como un alpha se acerca y deposita su mano en la cintura del omega.

-Suéltalo -advierte serio, pero el hombre pensó que era algún tipo de chanza y no acató a su orden.

-¡Tienes tres putos segundos para que quites tu asquerosa mano de mí! -demanda histérico el omega al sentir como él aprieta con ligera audacia su cintura. No entendía que tipo de confianza le había dado al hombre, como para que tuviera esa cercanía.

Aquel alpha no sabía quién era Kyungsoo.

-¡Tres!

-¿Por qué, precioso? -interroga con voz seductora

Kyungsoo sentía asco cuando alguien lo tocaba de esa manera. Tenía fastidio, rabia, mal genio, y eso no era todo, también sentía las ganas de matar a ese alpha.

-¡Dos!

-¡Es una orden! -demanda Junmyeon  molesto.

-¡Maldito hijo de puta!, ¡me canse! -grita y de inmediato se voltea, toma la muñeca del alpha y la dobla, patea la parte trasera de su rodilla, y el alpha cae abruptamente contra el suelo.

El sonido de su cuerpo chocar contra el piso hace que todos los hombres del lugar se volteen y observen con gran asombro al omega quien estaba respirando pesadamente.

-¡Púdrete, imbécil! -suelta el agarre de la muñeca del alpha, pero fue un grave error, porque el hombre utiliza toda su fuerza y lo tira al piso sin previo aviso.

Kyungsoo le estampa un puño en la cara y el alpha reacciona de mala manera, le devuelve la misma acción, pero este choca contra el suelo. Kyungsoo toma una bocanada de aire, y le hace una llave, golpea sus partes nobles y el alpha grita.

-¡Eso te pasa por meterte conmigo! -expresa con rabia y de inmediato voltea al alpha, le da un fuerte golpe en el cuello, y el hombre queda tirado en el piso inconsciente.

El omega alza su mirada y se da cuenta de que todos los alphas del lugar lo miran, algunos con impresión y otros con enojo.

-¿Me les parecí a su madre o que mierdas? -los hombres negaron con la cabeza -¡Entonces sigan en lo suyo, maldita sea!

Cuando le sacaban el mal genio, repartía insultos a quien sea.

Kyungsoo voltea su mirada y siente como su corazón se acelera más de lo que estaba y siente sus mejillas calientes cuando se percata de la presencia de Jongin. Estaba entendiendo poco a poco como su ser reaccionaba ante él.

-Al fin te encuentro, imbécil -dice y el alpha sonríe feliz.

Para Jongin, eso traducía a “hola, cariño, te estaba buscando”

Kyungsoo le da una última mirada a Junmyeon  y camina hacia donde está el alpha, sus cálidos ojos negros le transmiten un sentimiento inexplicable y se percata que su gran mano toca una de sus mejillas con delicadeza ¿Qué estaba sintiendo? La verdad, se podría decir que tenía miedo de afrontar lo que sea que estaba naciendo por Jongin.

-Veo que estás mejor -habla el alpha con gran emoción al verlo de nuevo. Realmente estaba contando las horas para que su reunión se acabara e ir hacia su hogar, donde lo estaría esperando Kyungsoo.

-Obvio ¿Estás ciego acaso? -responde tratando de disimular la vergüenza que estaba sintiendo en ese momento, porque verlo tan de repente y que su mente juegue de esa manera tan cruel recordándole lo del vibrador, hace que quiera huir mientras van caminando por el jardín.

-No tienes por qué ocultarlo -dice el alpha sonriente y hace que Kyungsoo vuelva a su realidad sin entender su comentario.

-¿Qué cosa?

-Que te gusto tener ese vibrador dentro de tu culo mientras yo lo manejaba, pero que hubiera sido mejor tener mi pequeña humildad -responde burlón.

Kyungsoo casi le da un infarto y tiene que parar su recorrido.

-Para tu información, esa “cosita” ni me haría cosquillas -y sin pensarlo dos veces, le da tremendo pisotón en el pie del alpha y continúa caminando como si nada.

El alpha por dentro estaba llorando, porque le dio justo en el dedo pequeño.

-¿Qué te parece si en vez de pegarme, me das un beso? -murmura divertido, pero a la vez le dio miedo cuando su omega lo observa con una mirada asesina.

-¿Disculpa?

-No, nada, yo hablando solo…

-Eres un estúpido.

Para Jongin, eso traducía a “eres lo mejor, cariño”

-Gracias -dice enamorado.

Kyungsoo lo mira raro y no puede creer lo bajo que ha caído el alpha, pero en cierta parte le parece tierno, sus intentos por acercarse y tener algo de que hablar, le hace dar de cuenta que él iba en serio con conquistarlo.

Mientras van caminando por el sendero de piedras, el omega se da cuenta de que llegaron a otra casa, el alpha ingresa y él hace lo mismo, observa que es una cocina integral y termina sentándose sobre el mesón al tanto que movía sus piernas de arriba hacia abajo.

-Tengo sed ¿me podrías dar un poco de leche? -pregunta coqueto y lame su dedo índice.

Jongin asiente y jala la puerta de la nevera, saca una caja de leche y le sirve en un vaso de cristal, luego se lo entrega y el omega le sonríe.

-Yo quería otra leche, pero bueno, no me quejo, me quedo con la de la caja.

El alpha se sorprende al darse cuenta de que el omega otra vez estaba jugando a las palabras con doble sentido, tal vez porque no era tan joven como Kyungsoo o si por el contrario era demasiado ingenuo e inocente que no lo captaba a la primera.

-Si quieres esa leche, tienes que usar esto -susurra Jongin tocando el labio inferior del omega y provoca otra clase de emociones que era mejor ocultarlas porque ¿Cómo se vería esa boquita chupando sola la punta? Su imaginación volaba porque con solo ver las lágrimas de Kyungsoo llorando al sentirse lleno, lo martirizaba.

-Mi abuela dice que hay que consumir bastante proteína, así que te espero a las siete de la mañana para ordeñarte -murmura sonriente.

-¿E-es en serio? -tartamudea.

-Pobre iluso -se ríe fuertemente y Jongin le voltea sus ojos en blanco.

-Te gusta jugar conmigo ¿No es así? -desliza su mano por la pierna del omega y observa cómo se tensiona, sus ojos violeta lo envuelven rápidamente y no es capaz de escapar, es como si lo acorralara.

-Un poco, pero no creo que tengas mucho aguante -reta el omega y siente como la mano de Jongin va subiendo lentamente y provoca que su cerebro entre en pánico al no saber qué hacer, porque su cuerpo lo estaba recibiendo demasiado bien.

-Primero te desmayas antes de que se me baje la erección -susurra Jongin a centímetros del oído del omega, quien siente una abrumadora sensación placentera al convertir sus palabras, en una bella escena erótica.

El alpha se aleja y deja a Kyungsoo pensando. Si supiera lo que ha hecho con su mano, pagaría cadena perpetua, pero por el momento se guardaba su comentario.

-¿Qué quieres de desayuno? Te puedo preparar algo a tu gusto -pronuncia Jongin y recibe una respuesta negativa del omega. Al parecer él se saltaba su hora de desayuno, pero lo dejaría pasar solo por hoy.

-Esperaré el almuerzo, por ahora no se me antoja nada -expresa sin más y el alpha solo asiente ante su decisión, sin embargo, cuando iban ingresando las betas del servicio, Jongin comenta que hagan un amplio menú para el día hoy.

-Bien, entonces aprovecharé para vayas a tu último chequeo con Valentín -avisa.

-Está bien.

-¿Qué? ¿Así de simple? ¿No me vas a hacer una tercera guerra mundial?

-¿Quieres que te patee? -pregunta y lo mira detenidamente.

-Sí… digo no, es solo que pensé que te ibas a negar -responde nervioso y toma un poco de su batido.

-¿Eres masoquista? -sonríe travieso.

-Lo sería, pero solo contigo -se sincera y el omega se relame los labios. Nunca había sometido a un alpha de manera placentera, y pensarlo en Jongin, le emocionaba ¿Se dejaría? Tal vez sí, pero lo que pida a cambio será aún mayor.

-Que interesante…

El alpha lo observa directo a los ojos y Kyungsoo siente aquella sensación, esa atracción, que no solo era sexual, sino que iba más allá, ese indescriptible sentimiento que estaba haciendo más presencia le hacía sobre pensar varias cosas.

Había caído.

-¿Vamos a tu habitación? -pregunta y baja su mirada hacia el brazo vendado de Jongin. Recuerda que el mismo se mordió antes de arremeter contra su cuello. Nunca había conocido a un alpha que fuera capaz de controlarse, porque todos terminaban violando al omega y después salían con estupideces para justificarse y salir como mansas palomas.

-No, tengo como una especie de “consultorio” aquí adentro, es de primer nivel para cuando ocurren emergencias, de lo contrario, tenemos un hospital en el centro de la ciudad.

-¿Hay algo normal aquí? -pregunta divertido mientras salen del lugar.

-Definitivamente, no -se acerca y observa su cabellera.

Le era tierno caminar al lado de él, como era pequeño y el media como casi dos metros, la diferencia de estaturas era siempre notoria, pero, sus ganas de molestarlo y llevarse a cambio un golpe, le encantaba.

-¿Cómo está el clima allá abajo? -pregunta burlón.

Kyungsoo sonríe y estira sus brazos.

-Esta tan bueno, que te podría reventar un testículo ¿qué te parece? – alza su mirada y el alpha se tapa su miembro y se aleja aproximadamente tres metros de él.

-Mejor me callo -dice temeroso.

-Excelente decisión, porque yo si te hago ver estrellas, y no precisamente de las que brillan.

Al llegar, observa al doctor Valentín sosteniendo un folder y acomodando su bolígrafo en el bolsillo de su bata.

- Kyungsoo, ingresa al consultorio de la puerta cuatro, y tu Jongin, quédate aquí -pide de manera cordial Valentín.

-¿Por qué no puedo ir con ustedes? -pregunta el alpha y el doctor lo mira mal.

-¿Acaso eres su papá? -dice y el alpha niega con la cabeza.

-Pero…

- Kyungsoo ¿Tú conoces a ese hombre? -habla el doctor señalando a Jongin.

-No, la verdad, no sé porque ese viejo me siguió, en mi vida lo había visto -responde serio y por dentro estaba que se estallaba de la risa.

Jongin se queda procesando la situación ¿En qué momento esos dos se habían confabulado para burlarse de él?

-Ya ves, él entra solo -afirma Valentín y le dan la espalda a un Jongin malhumorado.

Jongin se sienta, cruza sus brazos, y al instante, mira a su omega sacándole la lengua.

Era un diablillo.

Valentín abre la puerta y deja que primero pase el omega, luego la cierra y se sienta en su escritorio. Toma una valoración inicial, de lo cual Kyungsoo le va respondiendo de acuerdo a lo que le pregunta.

-¿Al fin que hiciste para disminuir el dolor? ¿Tomaste algún medicamento? Porque a Jongin le deje unos, en caso de que los necesitaras.

Sinceramente no le iba a decir que calmo su dolor con un maldito vibrador que el mismo alpha controlaba.

-No me gusta tomarlos, y no, la pasé como cualquier otro celo, nada nuevo…

-Si claro, y yo soy el presidente de Rusia.

Kyungsoo abre su boca indignado y se ríe.

-¿No me cree, doctor? -pregunta indignado.

-Pero quien soy yo para juzgarte, porque también los he utilizado… digo no, ¿sabes? Haz de cuenta que jamás escuchaste esto -dice y sus mejillas se sonrojan.

-Pues cuando quiera, me recomiendas otros, porque la verdad no estuvo mal -murmura y relame sus labios avergonzado al recordar la sensación de vibrador moviendo en su interior, las cosquillas que podía sentir lo hacían sentir nervioso.

-No, para eso está Hoshi, él es el experto en todo eso.

-¿Hoshi?

-Si, pronto lo conocerás, y estoy muy seguro de que se llevarán tan bien que hasta sus alphas terminarán con más canas.

-¿Le encanta el chisme?

-Nos encanta.

-¡Me quedo! -se ríe y el doctor le sonríe.

-Bueno, ya no más, sigamos.

Valentín más adelante tendría que hacer exámenes sanguíneos y demás cosas para saber el estado completo del omega, pero lo harían en el hospital que está en el centro, ya que aquí no se sentía con mayor libertad.

Después de unos minutos le pide que se siente en la camilla, y comienza su revisión. Pensó que iba a protestar con algo, pero se comportó muy bien, así que le dio dos paletas de diferente color.

Kyungsoo se sintió como un niño, pero dulce es dulce, y más, si es gratis.

-¡Gracias! -chilla emocionado y el doctor queda encantado.

Valentín observa su reloj y no han pasado más de veinte minutos. De nuevo salen del consultorio, y el omega se da cuenta de que ya no está Jongin.

-Te voy a acompañar a tu habitación -murmura el doctor y Kyungsoo asiente.

Por alguna razón, la tristeza inunda en su corazón al no verlo ¿Qué era lo que estaba sintiendo? ¿Tal vez lo extrañaba o era que tenía otro tipo de expectativa?

-Bien, como te había dicho antes, trata de tener cuidado con tus celos irregulares, por muy buen alpha que Jongin sea, sus instintos serán aún más fuertes, y tú eres muy débil a ello, así que toma mis recomendaciones.

No iba a negar que se sentía curioso, pero es verdad lo que dijo el doctor, debía en serio cuidarse si no se arrepentiría después y la verdad, no quería perder el tiempo llorando por algo a lo que su naturaleza le pedía.

-¿Qué quieres hacer? -pregunta.

-Me dieron ganas de dormir -bosteza e ingresan de nuevo a la casa principal.

Al llegar a la habitación, el doctor se despide y cierra la puerta al ver que Kyungsoo se tumba en la cama y termina arropándose.

Era un omega adorable, claro, a su manera, pero adorable.










En la oficina principal, Jongin estaba revisando unos correos sospechosos que habían llegado de manera inesperada y por ello Junmyeon  lo llamó de inmediato. Cierta información de la mafia estaba siendo filtrada, pero no sabía a quién, así que tenía que averiguarlo, no podía bajar la guardia y más cuando tiene a Kyungsoo.

Los norteamericanos estaban a la espera de una oportunidad y el alpha no lo iba a permitir, no obstante, ellos de seguro sabían que se encontraba en Rusia, pero no estaban enterados del porqué lo hizo.

Se coloca sus gafas y empieza hacer la revisión de otros documentos que le había enviado Soohyuk, era bastante trabajo, pero no podía retrasarse con los envíos. Tenía que adelantar pagos y transferir la mercancía tanto de drogas como de armas hacia el punto norte.

Mientras seguía con las transacciones, se da cuenta de que la puerta se abre y observa a Junmyeon  ingresando con dos carpetas. El alpha no sabía sobre el caso especial de Kyungsoo ni lo relacionado con el triángulo negro, pero tenía que ponerlo al tanto de la situación

-Taeyang pronto va a venir -informa y el alpha levanta su mirada.

-¿Cuándo terminará su misión? -lo necesitaba para la seguridad del omega. Si el consejo ya sabía de Kyungsoo, no podía bajar la guardia, puesto que las familias del triángulo estaban a la expectativa de su siguiente paso para tomar el poder.

-Solo necesita el recado, por lo demás, Benedick se encargará -explica y le deja las carpetas en el escritorio-. Por cierto, Soohyuk y su omega pronto llegarán.

-Solo encárgate de lo demás -pide y el alpha asiente. Ya se imaginaría como seria estar con esos dos omegas.

-Bien y, otra cosa, no voy a estar en la noche, me iré con una beta.

-¿Con la misma de siempre? -pregunta y su amigo niega.

-Siempre varío mis platos.

El alpha sale de su oficina y Jongin se quita las gafas, las guarda en su estuche y toma su celular, detalla un mensaje de Bom ha y sonríe.

“Cuida a mi pequeño Soo, porque donde reciba una sola queja tuya, te las veras conmigo”

Eso era imposible, ni siquiera en su cabeza cabía el pensamiento de levantar su mano contra Kyungsoo, preferiría morirse o que el mismo lo matará, pero eso jamás sucederá, porque él fue hecho a la medida de su omega, sus manos solo podían brindar amor y protección, a un precioso ser como lo era él.

Se levanta y sale de su oficina, se encamina hacia la habitación y nota el personal de la casa haciendo los preparativos para la visita. Al llegar, abre la puerta y camina despacio, observa que solo su cabello rizado sobresalía y un sentimiento de calidez alberga en su pecho.

Rodea la cama y levanta las sabanas, se acuesta a su lado y le da un tierno beso en su frente. Cierra sus ojos y abraza al omega, su corazón se acelera y sonríe feliz.

Si bien, sus almas estaban destinadas, pero como dicen por ahí, entre el amor y el odio, solo hay una delgada línea para atravesarla, y a pesar de que los sentimientos y las emociones se inmiscuyan, no había nada que lo detuviera. El dolor en su ser lo carcomían, y sin poder detenerse, terminó siendo un títere más en sucio juego.

Las rostros que no vemos, se convierten en los verdaderos monstruos, pero Jongin no lo recordaba…

Sin embargo, protegería esa sonrisa, cueste lo que cueste.

Porque su omega, era lo más importante que tenía, y sin él, no era nadie, así que mientras lo tuviera a su lado, disfrutaría cada mínimo detalle, porque él lo hacía sentir vivo, hacía que su alma vibrara y se sintiera dichoso de tan solo respirar.

Le debía cada latir de su corazón, a ese precioso omega.

Al cabo de una hora y media, Kyungsoo se despierta y siente un poco dura su almohada, pero fue tanta su sorpresa que se dio cuenta que estaba encima de Jongin y le propino una cachetada.

Realmente no lo quiso hacer, fue por inercia al verlo junto al él lo que hizo que reaccionara de esa manera.

Jongin quedo sentado y alarmado con tremenda cachetada, Kyungsoo estaba más que avergonzado cuando vio al alpha despierto con una mirada seria.

-Sí me vas a despertar de esa manera, me hubieras avisado -dice sarcásticamente mientras sobaba su mejilla.

-De verdad lo siento -murmura y acaricia su mejilla -¿Te duele? -pregunta en un tierno puchero.

El alpha queda asombrado por la actitud que tomo tan cariñosa, y por nada del mundo dejaría pasar esa oportunidad de oro.

-Solo un poco -miente-. Tienes la mano pesada y como disculpa, quiero un beso -pide y Kyungsoo se ríe.

-Está bien, alpha tonto -se acerca y roza rápidamente sus labios con los de él.

Jongin queda en shock y aún no cree lo que estaba viviendo ¿En serio era Kyungsoo? O la cachetada fue tan buena que lo puso a dormir de nuevo.

-¿Ahora ya no te duele?

-No, pero si me está doliendo algo que tienes debajo de tu rico culo -dice y Kyungsoo se queda congelado.

Estaba encima de la humildad de 26 centímetros.


- Jongin… -susurra y siente como su cuerpo empieza a reaccionar.

-¿Podemos hacer algo? -pregunta cauteloso.

-¿Q-que cosa? -dice entrecortado.

Jongin toca por encima de la tela el pene de su omega y Kyungsoo se contrae, suelta un gemido, y su entrada empieza a palpitar. El alpha no quería perder el control, pero es que su omega era demasiado sensible, y él a veces no media la magnitud de las consecuencias.

-Tú estás duro y yo también, pronto llegaran unos invitados, así que, ¿qué tal si nos masturbamos juntos? -propone en un tono sensual.

Kyungsoo cierra por unos segundos sus ojos y al abrirlos, conecta su mirada con la de él.

-Si…

-Entonces, succiona mi lengua como lo harías con mi pene -demanda coqueto y siente la cálida boca de su omega impactar con la suya.

Jongin le quita el pantalón junto con el boxer y toca el miembro de él. Escucha sus jadeos y se siente como en el paraíso que se había imaginado. Abre un poco su boca e introduce su lengua, una corriente de placer lo ahoga, pero cuando lo siente, deja de respirar por varios segundos.

El omega se aleja y al bajar su mirada casi que le da un infarto.

-Está pequeño -en realidad no, aquellos 26 centímetros, no eran mentira.

-¿En serio? -relame sus labios.

-Si quieres te lo pongo adentro, para ver si también lo sientes pequeño.

-No gracias, paso, aún quiero conservar la integridad de mis pulmones.

El alpha se ríe y luego lo atrae a su boca, envuelve ambos penes con su mano y empieza hacer movimientos lentos de arriba hacia abajo. Con la palma de su otra mano acaricia su cuello y lo aprieta ligeramente, escucha sus quejidos y las ganas de someterlo por completo lo estaban volviendo loco.

Las pequeñas gotas de preseminal se deslizan y siente su mano hormiguear, sin embargo, si seguía a ese ritmo, moriría, así que lo hace un poco más rápido y siente las piernas de su omega temblar. Juraba que las sábanas blancas estaban totalmente mojadas por el lubricante que salía de su ano, y quería lamerlo, quería enterrar su lengua en ese delicioso agujero y penetrarlo sin compasión.

Baja lentamente su mano y toca su cadera, hace presión con sus dedos y siente como el omega empieza a moverse, sin embargo, cuando mira de reojo el reloj, se da cuenta de que solo le quedan unos minutos, y era el tiempo perfecto, porque tampoco podría ser capaz de resistir ante tanta tentación.

Por su parte, el omega se aleja, y empieza a respirar por la boca, sus sentidos estaban adormecidos, y todo por culpa del hombre que tocaba su pene con demencia. Se fija en el miembro del alpha y lo detalla, la punta estaba rojiza y bastante húmeda, su mano lo apretaba y se sentía demasiado exquisito, pero no podía aguantar más. Su tacto quemaba y sin cerrar sus ojos, observa como su semen junto con el de Jongin, se derraman por su mano.

El alpha lame sus dedos llenos de aquel líquido y Kyungsoo no deja que lo disfrute solo, así que lo besa mientras sus fluidos se escurren de sus labios


Omega pandillero [ADAPTACIÓN] KAISOO Where stories live. Discover now