Capitulo 34. Tempestad

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La oscuridad nació para únicamente apreciar a su estrella en el cielo que él mismo creó.







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Jósef camina por el largo pasillo de la mansión mientras juega con el anillo que le había arrebatado a Bela, en su trayecto, se detiene cuando alza su vista y se da cuenta de que había llegado a la entrada de su habitación, la puerta estaba abierta por lo que no se anuncia y simplemente ingresa y se encuentra con dos omegas desnudas en el regazo de Marcov.



—Pensé que aún no se te paraba —murmura con un toque de humor.



—Puedes ser el tercero si lo deseas ¿Quieres intentarlo? —responde Marcov y una de las omegas sujeta su miembro y se lo lleva a la boca.



El alpha agarra la cabellera rizada de la mujer y hace más presión sobre su garganta hasta que escucha como empieza ahogarse, la otra joven ayuda a su compañera y termina intercambiando de lugar.



—Ese omega me encanta —comenta Jósef con una sonrisa refiriéndose a Kyungsoo —. Me dan ganas de torturarlo porque sé que aguantaría hasta saciarme la última gota de placer.



Marcov suelta el humo de su tabaco y recibe por parte de una de las omegas una copa de licor que no demora en tomarla de un solo trago. Su hijo pensaba que tenía los hilos controlados, pero por desgracia, solo era una ilusión, por qué tarde o temprano, Kyungsoo  correría a sus brazos en busca de refugio y poder para destruir a Jongin.



—Lo máximo que te permitiré después de que tenga a Kyungsoo  con mi marca, es que lo mires desde lejos.



Jósef se asombra ante su respuesta y se queda en silencio cuando él ordena a las omegas salir de la habitación, el alpha se levanta sin pudor ante su presencia y camina desnudo hasta que su rostro queda a pocos centímetros del suyo. No lo iba a negar, pero Marcov aún se mantenía en forma y todo era gracias a la sangre que recorría en sus venas.



La envidia que le tenían a la casa Lebedev principalmente era por ser los portadores de feromonas que tenían el distintivo de matar, sin embargo, estos dotes no solo se quedaban ahí, todo alpha de categoría S al parecer poseía el elixir de la juventud que evitaba el envejecimiento progresivo.



—¿Tener a Kyungsoo ? Lamento ser mensajero de malas noticias, pero Jongin ha podido completar el enlace de transferencia de feromonas —su confesión hace que por primera vez vea en los ojos de Marcov algo llamado “miedo” y sí, no mentía, su expresión reflejaba dicha emoción, porque eso significaba que su plan podría desviarse del objetivo principal.



—Kyungsoo  aún no tiene la marca de Jongin ¿Cómo es eso posible? —se aleja del alpha a paso lento y busca una bata de seda negra, por su parte Jósef observa como él se coloca la prenda y tapa sus abominables tatuados y parte de su pecho.



—La marcación de alma que hizo el omega es bastante inusual —murmura y enseguida Marcov lo observa detenidamente—. El accidente que le provocaste a tu hijo hizo que entrara en un coma debido a las lesiones en su cabeza, pero al obtener esta mañana una información, en realidad fue el enlace de sus ojos dorados que llamaban a Jongin e hizo que despertara.



Marcov empuña su mano del enojo y las venas enseguida brotan con fuerza. Teniendo en cuenta su análisis, había que tener cuidado, los enlaces son peligrosos, pero estaba seguro de que Jongin ha suprimido algunos recuerdos del omega ¿Y cómo? Esa era su gran duda.



—¿Sabes que ha sucedido con Junmyeon ? —pregunta y escucha la risa burlona de Josef, viendo sus ojos chispeando de alegría, al parecer las cosas no iban tan bien para Junmyeon , lo más probable es que Jongin quiera bajarlo de su cargo y en el mejor de los casos, matarlo, y de ser así, un juicio sería la decisión.




—Está haciendo el ridículo.



—Recuerdo que en años anteriores hasta dabas la vida por Junmyeon  ¿No lo extrañas? —su pregunta hace que sus expresiones se coloquen rígidas—. De seguro le impresionaría escuchar de tu boca que fuiste quien mato a Bela.



Marcov había encubierto todo el caso de la omega de Junmyeon , coloco rostros a quienes culpar y así no tuvieran al equipo de Pogrom rastreándolo y hasta el día hoy nadie ha descubierto tal acto, sin embargo, a estas alturas le parecía gracioso el destino, pensar que Jósef anduvo en un bello romance con la hija de la sirviente quien resulto ser la omega destinada de Junmyeon , era un chiste de muy mala suerte.



—En el amor no existen amigos —se sienta en el sofá y se sirve un poco de vodka—. Igual me divertí mientras la violaba y luego la descuartizaba —el líquido quema en su garganta y observa a Marcov directamente a los ojos—. Si no era para mí, mucho menos para Junmyeon .



—A eso le llamo celos —se sienta al frente del alpha y sujeta su tabaco—. Aun así, hubiera sido más que perfecto tener a Junmyeon  de nuestro lado, lástima que se terminó arrepintiendo, pero debo admitir que su trabajo es muy bueno, pero ahora con este pequeño deslice que tuvo, no creo que Jongin se la perdone tan fácil.



—¿Deslice? No, ese deslice de las alarmas no estaba planeado, más bien se entretuvo con alguien, con un beta, se llama Sehun , es el mejor amigo de Kyungsoo  —detalla como Marcov alza una de sus cejas y exhala el humo. Ese chico le interesaba por qué logro tener la atención de Junmyeon  y la idea de arrebatárselo y hacerle lo mismo que Bela le encantaba.



—Así que el amigo de mi bello omega conquisto el corazón de esa serpiente —suelta una risilla y deja caer su cabeza sobre el cojín y observa el candelabro—. Poco a poco Jósef, todo está yendo muy bien en mi plan, acuérdate que Insung está en la isla.



El acuerdo al que llego con el director de la CIA ha sido muy beneficioso, aunque ellos no prevenían que les daría una puñalada por la espalda cuando ya no les sirviera, no obstante, no podía bajar la guardia, hasta el momento Insung ha hecho un excelente trabajo de espía y el otro personaje también, porque no solo era un infiltrado, tenía dos… y el último era su mejor carta.



—Estos juegos me gustan mucho —se relame los labios emocionado—. Investigaré un poco más y me divertiré entregándole una caja negra con la cabeza de Sehun .














Hospital privado.











El cielo despejado parecía otro horrible día, su mente se podía comparar con un semáforo defectuoso donde no sabía coordinar sus colores, se sentía estropeado y más con lo de anoche definitivamente no pudo dormir, ni mucho menos descansar, ahora con las amenazas de muerte por parte de Junmyeon  es como si lo hubiera aventado más a ese pozo ¿Ahora qué haría? Hoy más que nunca se sentía sin ganas, sin motivación, solo quería cerrar sus ojos y más nunca despertar.



Temía por su madre, no quería que nada le pasara, no obstante, se encontraba entre la espada y la pared, por una parte, si le contaba a Kyungsoo  de seguro no reaccionaria para nada bien y todo se iría a la mierda, hasta podría apostar que Jongin era capaz de matarlo, y si cerraba la boca la mentira de ese alpha aguantaría un poco más, pero ¿Hasta cuándo?



Conociendo lo explosivo que era Kyungsoo  no lo tomaría bien por ningún maldito lado y eso era lo peor, porque no podía descifrar con precisión la catástrofe de eso y lo único que tenía en mente es en como Jongin pensaba arreglar esta mierda cuando sabía de antemano que no habría un buen final.



No había un final feliz.



Junmyeon  no le dio ninguna explicación, solo lo miro como si fuera la peor mierda y salió de la habitación junto con Taeyang y minutos después ingreso un enfermero beta quien lo mantuvo vigilado toda la noche, sin embargo, ante el silencio escuchaba gritos escalofriantes en su cabeza, tenía tanto miedo, que solo pudo acurrucarse en aquella cama fría y desear el calor de su amigo.



Ustín ingresa a la habitación y se impresiona por el semblante demacrado de Sehun , sus ojeras pronunciadas en conjunto con sus labios agrietados le dieron un mal presagio ¿Qué había sucedido? Ese chico parecía estar a punto de enloquecer con la mirada que le transmitía.



—Buen día —saluda con una sonrisa y Sehun  ni siquiera levanta su vista—, ¿Tienes hambre? —no escucha una respuesta, pero el llanto del beta hace que rápidamente se dirija y observe sus uñas rasguñar su antebrazo con tanta fuerza que puede detallar la sangre deslizándose en una línea fina.



Ustín no quería sedarlo, pero Sehun  ni siquiera reacciona a su llamado, parecía estar completamente encerrado en su pesadilla, su llanto provoca que sus ojos derramen lágrimas por la sensación de ahogo que ve en el beta y era tan impactante sentirlo que hace que su corazón empiece a latir desenfrenado.



Sus emociones estaban tan inestables, que en un momento podía estar bien, pero en el otro, es como si deseara morir.



El alpha estaba tan concentrado en tratar de calmarlo que no se dio cuenta cuando Junmyeon  toca su hombro y sin decir una sola palabra, le señala la puerta, lo cual quería decir que lo dejara a solas con el beta, y sin más, solo asiente y sale escuchando los gritos de Sehun  en su máximo apogeo.



En la habitación estaba un exasperado Junmyeon  quien no poseía ni una sola gota de paciencia, quien tenía las manos empuñadas y trataba de frenar su ira para no depositarla en Sehun .



Lo último que esperaba el alpha, era esto, era que Sehun  se enterara de todo el maldito desastre que estaba a punto de salir a la luz, y su último recurso fue amenazarlo ¿Y que si estaba mal? No, su trabajo era matar, era lo más común y mundano en su vida y Sehun  no sería la excepción, si abría la boca su madre pagaría el precio.



—Otra vez llorando… —dice con suma irritación, hoy se podía considerar como su peor jodido día.



¿Cómo podía ser tan maldito con el beta?



A Sehun  le dolía, simplemente ya no sabía cómo controlar los pensamientos de su cabeza, ya no sabía qué hacer para tratar de sobrevivir, ya hasta respirar resultaba ser tan pesado, como si cargara una gigante piedra sobre su espalda y Junmyeon  no ayudaba con sus comentarios tan ofensivos, porque así los sentía, un ser sin empatía que lastimaba.



—Qui-quiero a Kyungsoo  —dice con su voz entrecortada y los espasmos atacan a su cuerpo—. No diré nada, solo quiero escuchar su voz —pide con penuria al ya no saber qué hacer para que el nudo en su garganta disminuyera.



Junmyeon  de mala gana pide el acceso con un código y Aurel se conecta de inmediato, no pasa ni un minuto cuando la llamada empieza el primer tono, sin embargo, no le permite a Sehun  tomar su celular y coloca la llamada en alta voz.



—¿Hunni? —dice Kyungsoo  en un tono alegre, el beta escucha su nombre y tapa su boca cuando no es capaz de controlar sus quejidos, sin embargo, cuando dice lo último, no pudo permanecer en silencio— ¿Mi amor, que sucede?



—Perdóname, Kyungsoo … —fue lo último que pudo decir al ver que ya no podía continuar hablando, su voz termino encarcelada por sus emociones desbordantes y se sentía tan miserable al ver que estaba Junmyeon  con su rostro que expresaba desagrado.



—¿Qué paso, Sehun ? —sonaba preocupado—. Hunni, respóndeme ¿Qué tienes? —¿Qué no tenía? Estaba sumergido en un mar profundo, en una oscuridad que le abrazaba hasta el alma.



—Te extraño mucho…



—Ay mi vida, no llores, mañana estaremos juntos o bueno, más bien los tres, así que no te desanimes. Te leeré uno de tus cuentos favoritos —expresa en un dulce tono casi tan arrullador que hasta Junmyeon  se sorprende al ver que el beta se va calmando de a poco mientras cierra sus ojos.



Pero para Sehun , el recuerdo de las palabras de Taeyang lo amargan al tener que mentirle de esta manera tan cobarde.



—Hosh me dijo que podemos hacer una pijamada al frente del mar. Este lugar te encantara, es muy tranquilo, pareciera que una vez entrás, tus problemas desaparecen —comenta risueño y Sehun  sonríe mientras seca sus lágrimas.



Por su parte, Junmyeon  al oírlo no podía decir lo mismo, una vez que entrara a esa isla, tendría un pie en la tumba.



—Hoy nos colocaremos una curita imaginaria ¿Sí? —murmura el omega riendo y Sehun  asiente con su corazón más calmado—. Tú eres la vida que amo, Hunni. No lo olvides.



—Gracias… —por fin puede hablar el beta y en el fondo se escucha la risa de Hoshi.



—Hoy tienes tus clases favoritas de biología, así que ve al instituto al medio día y de paso saluda a los chicos de mi parte y por favor, escúpele al profesor de matemáticas que ya me reportó su materia como perdida, pero hablaré con Jongin a ver qué cositas puede hacer.



Sehun  observa el celular del alpha con tanta ilusión que le provoca llevarlo a su pecho mientras escucha la voz de su amigo.



Después de varios minutos de conversación decide que ya era suficiente, su llanto había cesado, su frágil corazón de nuevo empieza la marcha por querer latir y cuando finaliza, Junmyeon  guarda su celular y al observar de reojo su expresión, se asombra al ver que su ceño no estaba fruncido, al contrario, parecía estar “relajado”



Si él era raro, Junmyeon  le ganaba.



Una omega ingresa con una mesita rodante y deja su desayuno acompañado de un jugo de color verde, el alpha mira mal a mujer y sin mentir, prácticamente la espanto y cuando se fue, Sehun  lo reprende con la mirada y Junmyeon  voltea su rostro para evitarlo.



—¿Puedo comer solo? —pregunta con algo de timidez Sehun  quien al tratar de tomar el jugo se resigna porque estaba un tanto lejos, así que opta por la idea de levantarse, pero el alpha no se lo permite, y para su sorpresa, Junmyeon  se sienta en la cama observándolo de frente y le ayuda a quitar la tapita plástica, coloca un pitillo y se lo extiende de manera ¿amable?



—Bébelo —ordena y Sehun  lo piensa por varios segundos porque él no le dejo sujetar el vaso, sin embargo, al sentir su estómago exigiéndole, se inclina con algo de nervios y al tomar el primer sorbo degusta el jugo que era de verduras.



Junmyeon  no le quita la mirada a Sehun  y detalla con precisión su cabellera lacia con leves ondas que llegaban casi a su nuca, no se veía mal, pero por alguna razón se lo imaginaba con una coleta pequeña y dejando pequeños mechones en la parte de los lados que resaltaban a la vista sus diminutos aretes en forma de triángulo.



Sus ojos de un profundo café cambiaban tan drásticamente, sin embargo, cuando sonreía su expresión se volvía dulce, pero no llegaba a ser algo femenino de lo que estaba acostumbrado, simplemente era él, era Sehun .



El beta termina su bebida y se siente tan bien que su cuerpo reciba los alimentos sin tener asco con verlos o en el peor de los casos, vomitarlos, así que debía aprovechar y cuando iba a tomar el plato de frutas, Junmyeon  lo hace primero y esta vez le entrega el tenedor, pero sus ojos le señalan su antebrazo y de inmediato lo oculta debajo de las sabanas cuando sus cicatrices de las tantas veces que se cortaba, estaban a la vista de él.



—Solo quería decirte que tenías sangre, no es muy higiénico —su comentario al parecer fue ofensivo para el beta, quien de inmediato suelta el tenedor y se le corta el apetito.



Junmyeon  al ver la acción de Sehun  cierra por varios segundos sus ojos y respira profundamente, después se levanta y se dirige a los gabinetes de la parte de al fondo y toma un paquete de algodón y suero fisiológico para limpiar las heridas del beta.



—Déjame ver tu brazo —pide en un tono demandante y Sehun  se queda en silencio. Junmyeon  estaba a punto de gritarle, pero lo piensa durante un corto tiempo, y se imaginaba que su reacción sería llorar y la verdad no quería verlo así.



—No me gusta que toquen mis brazos.



—¿Quieres que lo haga yo o un desconocido?



—Tú también eres un desconocido.



Junmyeon  chasquea su lengua y termina saliendo de la habitación con un pésimo humor.



¿Acaso no era verdad? Él no sabía nada de Junmyeon , y viceversa, ambos yendo por una corriente, pero sin tocarse.



Lo primero que se le viene a la mente de Sehun  fue ¿Qué le estaba pasando con ese alpha? Simplemente, no entendía como Junmyeon  podía influenciar en sus emociones, porque cuando se fue, sintió en su pecho una especie de sentimiento de tristeza mezclado con enojo.



El plato de frutas ya no se veía provocativo, así que termino dejándolo a un lado, observa sus brazos con decepción y el nombre de ese asqueroso alpha ronda por su mente, Jaek había vuelto al país y cuando eso lo supiera Kyungsoo , no sabía lo que acontecería, conocía a la familia de ese ingrato porque tenía empresas bastante reconocidas a nivel mundial, pero ¿Cómo podría destruir a alguien que tenía mucho poder?




Las cosas después de aquella fatídica tarde en la academia dieron giros inéditos, Jaek no se conformó con ordenar su violación bajo una frase repugnante “solo fue un juego de niños” sino que hizo lo posible para que lo recordara todos los días de que siempre estaría marcado por el pasado y tenía toda la razón, lo dejo con traumas, secuelas desgarradoras, dolores que no tenían cura, pesadillas y miedos que lo asechaban.



Por su parte, Kyungsoo  tuvo que hacerse odiar y ganarse el miedo de algunos cuando se supo que Arthur había tomado el control del distrito de Volga, por eso él detestaba con todas sus fuerzas cuando escuchaba esa palabra y a raíz de eso, Kyungsoo  se esforzó en tomar el puesto hasta que se convirtió en el líder de la central, en el primer omega a quien tenían que obedecerle y eso enardeció a Arthur.



Nadie que estuviera en su sano juicio podría pronunciar el distrito de Volga, eso para Kyungsoo , era como una sentencia de muerte.



Él siempre estuvo cuidándolo, nunca lo dejo solo, permaneció para él en cada maldita noche cuando sus deseos por no vivir cobraban más fuerza.



Ahora tenía sentido cuando Kyungsoo  quería negarse a que la droga que provocaba un “celo” para betas ingresara a su distrito, por eso peleaba con los de Volga para que no pisaran su territorio, porque Jaek había vuelto y estaba seguro de que él tuvo que ver con la anterior vez en el bar donde le dieron esa droga para violarlo.



No supo cuánto tiempo había trascurrido, pero sentía su cuerpo rígido, paralizado de solo imaginar sus rostros, sin embargo, una voz dulce hace que voltee y observe a una omega de ojos color miel, la dulzura que trasmitía en su expresión le da curiosidad cuando se acerca y sin decir una palabra empieza a limpiar las heridas en su brazo sin percatarse que cierto alpha de mirada azulada veía la escena con recelo.



La enfermera le sonríe como un ángel y Sehun  se siente tranquilo, detalla sus delicadas manos haciendo un buen trabajo, pero aquel momento termino siendo opacado cuando Junmyeon  entra a la habitación en completo silencio con una bolsa y no le quita la mirada ni por un segundo, sus ojos veían a los suyos con odio, pero también con deseo.



—¿Te colocas vendas? —pregunta amable la omega y Sehun  asiente cabizbajo, pero en el instante en que ella las iba a tomar, Junmyeon  la sujeta del brazo y la saca de la habitación con fastidio.



Sehun  contiene su respiración y va contando en su cabeza hasta el número diez ¿Qué mierdas estaba haciendo? Cada acción suya provoca que quiera matarlo, no tenía por qué actuar así, no debía, entonces porque lo hacía ¿Celos? Era malditamente ilógico.



—Parece que estás completamente bien como para coquetear y dejar que toque tus brazos —su comentario deja desubicado a Sehun , no entendía su punto.



—Es una enfermera, es su deber.



—Así de fácil eres.



Sehun  aprieta sus labios cuando de nuevo sus emociones empiezan a elevarse.



—No me sorprendería que te dejaras follar por un alpha o varios.



Las palabras de Junmyeon  le traen horribles recuerdos a Sehun  quien termina sintiendo de nuevo un nudo en su garganta, él no necesitaba a una persona que lo rebajara, que lo maltratara verbalmente, que lo manipulara, no, no lo necesitaba, pero Junmyeon  se empeñaba una y otra vez.



—Cállate… —dice en un tono tan bajo que el alpha no pudo escucharlo y cuando lo tiene de frente, su corazón no puede evitar sentir un calor inexplicable.



—¿Qué? —expresa con hostilidad sujetando ambas muñecas de Sehun  y las aprieta con fuerza.



—¡Tú no sabes nada de mí! —le grita con rencor— ¡No sabes nada, hijo de puta, entonces no te metas en vida, quiero vivir, te lo juro que quiero, pero estando contigo es una completa mierda, haces que mi maldita cabeza deje de pensar! ¡No quiero nada contigo, si por mí fuera, borraría cada recuerdo tuyo, porque me da asco, me repugna tener que escucharte!



Junmyeon  queda tan impactado que deja de respirar por varios segundos hasta que él se queda en silencio, no sabía que su presencia afectaba tanto a la de Sehun .



—Te traje ropa, bótala o haz lo que quieras, pero recuérdalo —el beta trata de zafarse con sus ojos llenos de lágrimas—. Si abres tu maldita boca o escucho algo relacionado, la cabeza de tu madre rodará a la puerta de tu casa, y no solo la de ella, la de tu padre y tu hermano mayor.



Junmyeon  lo suelta y le lanza la bolsa como un perro rabioso, la ira lo estaba consumiendo con tantas mierdas en su cabeza que a la final Sehun  termino siendo su saco de boxeo con el cual desahogar su estrés.



—Tienes cinco putos minutos para levantarte y tomar una ducha, te cambias y nos largamos ahora mismo ¿¡Muévete o acaso estás sordo!? —vocifera en un tono demandante que le hace erizar los vellos del miedo al beta— ¡Si tanto asco te da escucharme, no querrás saber qué otras cosas te haría!



—No quiero irme, prefiero quedarme aquí.



Junmyeon  estaba a punto de enloquecer, odiaba que lo desobedecieran y Sehun  estaba conocimiento sus límites, y se los mostraría, le dejaría ver lo mierda que podía ser y cuando aquella omega vuelve a ingresar a la habitación, saca su arma y antes de que Sehun  pudiera detenerlo, le dispara en la pierna a la mujer quien enseguida cae al suelo gritando.



—Ahora dime ¿Te bañaras ahora mismo o miraras como agujereo su cuerpo?



Sehun  actúa rápidamente y aunque sus piernas estuvieran débiles, y sus manos temblaran, toma la bolsa y rodea la cama con los nervios a flor de piel cuando ve la sangre formar un charco en el piso blanco y con horror ingresa al baño. Si le decía algo al alpha, sería peor, así que prefirió callarse y acatar a sus órdenes, aunque su mente le exigía que peleara.



Junmyeon  saca un silenciador y la coloca en su arma, los gritos de la omega aumentan y en contados segundos le dispara en la cabeza, no una, sino dos veces a la mujer, quien se desploma súbitamente ante la sonrisa de ese demonio.



El alpha mataba por gusto, le excitaba, le encantaba ver la sangre; hasta escuchar sus súplicas eran como pequeños bocadillos para una alma tan podrida como la de él.



Ustín ingresa y se encuentra con la terrible escena, sus manos tiemblan de la rabia, pero por nada del mundo podía decir una palabra, estaba ante el líder de Pogrom, uno de los grupos más sanguinarios y ahora mismo podía tener su mismo final si cometía un solo error.



—Hay una pequeña mancha en el piso, haz que lo limpien.



El doctor de inmediato llama a dos guardias y personal del aseo que en cuestión de minutos ya estaban colocando el cuerpo de la omega en una bolsa y escurriendo la sangre en un balde.



—Ella tenía una hija, de seis años, Junmyeon  —las lágrimas se deslizan por las mejillas de Ustín.



—No me importa —guarda el arma en el bolsillo de su blazer y al observar su reloj se da cuenta de que le quedaban sesenta segundos a Sehun —. Mato a quien sea, cuando quiera y se me dé la gana, no tiene por qué haber un motivo.



—Aun así…



—Aun así, soy parte de la mafia, el remordimiento no existe Ustín, deja ese sentimentalismo. Esta es la hora y aun conservas algo tan banal como sentir lástima por alguien.



El tiempo se cumplió y de la puerta del baño sale un Sehun  completamente vestido, pero con el corazón palpitándole en la cabeza cuando observa el piso limpio y a Ustín con algunas lágrimas en su rostro, solo esperaba que aquella enfermera estuviera bien y que solo hubiera sido una herida menor… ojalá.



—¿Seguro que quieres irte? —pregunta el doctor, quien al acercarse al beta, es detenido por Junmyeon .



—Nos iremos ahora mismo.



—¿Qué? Necesito hacerle un último chequeo, no puede simplemente irse —observa con molestia a Junmyeon  y Sehun  no quería agrandar más la situación, así que le sonríe al doctor y para que no tuviera sospechas de nada, lo abraza.



—Estoy bien —trata de mantenerse a flote y el doctor se queda algo dudoso—. Yo se lo pedí a Junmyeon , él no me obligo, solo quiero pasar por alto todo esto y quedarme aquí no me ayudará mucho.



Sehun  se aleja del doctor y mete sus manos dentro del bolsillo de su sudadera gris, aunque lo odiaría, lo mejor por el momento sería hacerle caso a Junmyeon .



—¿Nos vamos? —pregunta el beta y Junmyeon  le sonríe con hipocresía al doctor.



—Que bien se siente escucharte decir eso —su comentario hace que Sehun  lo mire con repulsión.



—Dale mis saludos a la enfermera, y dile que lo siento, muchas gracias por todo Ustín.



Junmyeon  se ríe en silencio a espaldas de Sehun  y luego sale de la habitación.



—¿Puedes caminar bien? —pregunta el alpha y Sehun  no puede creerlo. Las ganas por golpearlo crecían al ver lo doble cara que era ¿Acaso podía ser peor? Porque a este punto pareciera que no hubiera un límite en él.



—Así sea arrastrándome, saldría de aquí.



Obviamente, no estaba bien, caminaba a paso lento con el miedo a su alrededor, pero quería demostrarle a Junmyeon  que, a pesar de todo, podía levantar la cabeza en alto aun cuando su alma estaba tirada en el piso. Era su fortaleza, la que vio a través de Kyungsoo  para acoplarla a su mundo.



—¿De casualidad tú tienes mi celular? —la mirada del alpha le daba una clara respuesta de que no.



—No sé, lo más probable es que se haya perdido —sí, si sabía y lo termino botando para evitar cualquier otra desgracia.



Sehun , por una parte, sentía un respiro, al menos ya no le llegarían más mensajes de Jaek, pero solo sería por un momento hasta que diera con su nuevo número, no obstante, al menos estaría fuera del país, y en cierta parte, sentía un alivio de que Junmyeon  lo hubiera salvado.



—¿Iras al instituto? —pregunta el alpha interesado y el beta ni le quería seguir hablando, pero la situación no se prestaba para eso. Ahora tenía una cadena en su cuello que sujetaba Junmyeon  y la pregunta llego como un relámpago ¿Quería escapar?



No.



Las contradicciones que tenía con respecto a Junmyeon  eran catastróficas para una mente que permanecía en caos, que se encontraba en medio de una horrible tempestad.



Sehun  lo sigue pensando y quedarse en casa no era bueno, y menos si su amigo no estaba, su estado depresivo podía volver, así que lo mejor era entretener a su mente, quería olvidar ciertas cosas, ocupar sus pensamientos hasta que pudiera estar en los brazos de su amigo.



—Sí, no quiero que Kyungsoo  llame a Lucas y le diga que no fui, no deseo tener discusiones con él sobre esto —ingresa al ascensor junto con el alpha y se aleja lo más posible. Creía que estar de pie justo ahora era un milagro y lo era y el motivo… quién sabe.



—Bueno, igual ya le avisé a tu madre, así que no tienes de que preocuparte.



Al beta se le fueron las luces por un momento y el mareo viene de repente, por lo que se tiene que sostener del barandal cuando llegan al parqueadero. Junmyeon  se acerca de manera peligrosa y se coloca de manera intimidante ante su rostro, podía sentir su respiración, su mirada que parecía un océano profundo.



—Mientras mantengas esto cerrado —dirige su dedo pulgar hacia el labio inferior del beta y lo acaricia con suma devoción—. Yo no tocaré a tu madre.



El alpha se aleja y Sehun  queda conmocionado ante su tacto ¿Qué había sido eso? ¿Por qué su corazón se alborotó por el tacto de ese demonio de ojos azules? Estaba loco, sí, algo definitivamente no estaba funcionando bien en su cerebro.



Al ingresar a la camioneta, Sehun  tiene pequeños fragmentos que le causan conflicto para tener quieta sus manos y eso fue comprobado por el alpha quien desapunta el botón de la manga de su camisa y deja expuesto su antebrazo hacia el beta quien no sabía cómo reaccionar.



—Si quieres rasguñar algo, hazlo en mi brazo, pero no lo hagas más en tu piel.



Sehun  observa a gran detalle el tatuaje de la serpiente, era una obra de arte que no podía dañar solo por su ansiedad, sin embargo, sus dedos parecieran tener vida propia y termina deslizando su índice por encima de la gran vena que se podía observar; el escalofrío recorre su espina dorsal cuando llega a la palma de su mano y Junmyeon  acaricia con delicadeza sus dedos.



El beta conecta su mirada con la de él y es inevitable no sentir miedo junto con una extraña atracción, un sentimiento que regocija a su corazón y lo asusta, probablemente estaba mal, sin embargo, quería saber por qué sentía ese cosquilleo en su vientre bajo cuando Junmyeon  empieza acercarse ¿Por qué observaba sus labios? ¿Por qué sus latidos se aceleraban con él y no de la misma manera que con Sasha?



Sehun  voltea su rostro y rechaza el tacto del alpha quien no dice nada y se queda en silencio, pero esboza una sonrisa en su rostro enigmático al ver el sonrojo en el beta.



—¿A qué hora es tu clase? —pregunta Junmyeon  sin despegar su mirada de la ventana. Sehun  le responde que dentro de una hora empezaba y eran dos sesiones, por lo que lo recogería a la salida y luego lo llevaría a su apartamento para terminar los últimos detalles de su trabajo y después iría al centro comercial y le compraría ropa esta noche para el viaje a la isla.



—Después de clases lo más probable es que me quede con Sasha.



—No hagas planes con tu novia, esta noche nos vamos a la isla —la manera en que lo dice, le da a entender a Sehun  su molestia, pero ¿Cuál?



Al llegar al instituto, Junmyeon  recuerda que el beta no tenía cuadernos ni algo con lo que apuntar sus escritos, así que le ordena al conductor sacar de la guantera un fajo de billetes y se lo entrega a Sehun  quien abrió sus ojos bastante sorprendido.



—¿Quieres más dinero? —levanta una de sus cejas y el beta niega con la cabeza y le trata de devolver el dinero, pero no se lo permite y termina abriéndole la puerta para que ingresara a su clase—. Te recogeré en la tarde.



Sehun  guarda el fajo de billetes en su sudadera y al bajarse observa a los chicos acercarse mientras tenía la mirada del alpha.



—¡Sehun ! —grita Lucas a la lejanía y los chicos de la pandilla lo reciben con un fuerte abrazo, esto era volver a su vida, a su rutina.



Junmyeon  se marcha y observa el asiento vacío, su dolor de cabeza aparece y de nuevo la palabra “Juicio” aparece en un letrero grande y en amarillo, aún no estaba decidido, pero ya se estaba preparando para las consecuencias. En este punto no sabía que había sucedido esa noche con Jósef, sus ojos lo habían visto muerto ¿O acaso fallo? Pero, de todas maneras, se encontraba vivo y lo peor, al lado de Marcov.



No hay prueba para que Jongin le creyera, ya una vez tuvo la intención, y la segunda no lo iba a perdonar, solo le esperaba un milagro, un puto milagro para sobrevivir ante la ira de Smert.



—Señor —dice el guardaespaldas—. Taeyang tiene a un hombre en Podval quien en pasados días lo vieron con Jósef.



Tal vez iría a visitarla hoy antes de partir a la isla, quería hablar un rato con ella y aunque no le respondiera, sabía que su alma estaba ahí.



Los minutos trascurren y cuando llega al subterráneo de Podval, observa el movimiento de decenas de hombres, baja por las escaleras y al entrar a las salas de tortura, detalla en el fondo a Taeyang con una espada pasando finamente por el cuello de una mujer hasta que su cabeza rueda por el concreto del piso junto con su cuerpo que cae a sus pies.



Cada integrante de Pogrom tenía una habilidad especial por la cual Junmyeon  los eligió, cada uno llevaba su cruz, su pasado, presente y cada uno de sus sueños que se han cimentado en este oscuro mundo donde el destino solo los observaba.



—¡Mira! —agarra la cabellera de la mujer y se la muestra a Junmyeon  con gran emoción— ¡Para mi colección de calaveras!



—Está bonita —halaga y de inmediato Taeyang la coloca en una caja negra —¿Qué información tienes?



—Estamos en su juego —hace referencia a Marcov—. No creo que haya sido una casualidad, ellos querían que supiéramos de qué estaba vivo. Todo era un plan, Junmyeon .



—¿Dónde está el hombre? —enseguida el alpha le señala la puerta siete y Junmyeon  de inmediato entra y observa a un hombre magullado, tenía cortes en sus brazos, piernas, sus labios rotos y su mano derecha con todos sus dedos partidos.



Estaba muy bien, al parecer Taeyang no tuvo que hacer mucho para que soltara su lengua o…



El coreano entra con su mano sosteniendo el corazón de la mujer que decapito minutos antes, su sonrisa aparece cuando deja el órgano en el regazo del hombre y este empieza a llorar.



—Qué bonito corazón tenía tu esposa, pero te lo traje porque ante todo soy un caballero.



Limpia con sus dedos llenos de sangre alguna de las lágrimas del alpha quien estaba a punto de enloquecer, era una lástima, pero debió pensarlo antes de proclamarse enemigo del líder de Pogrom y del mismísimo Smert.



—Este hombre junto con otros dos saquearon la tumba de Bela a órdenes de Jósef.



Su confesión hace que algo en la cabeza de Junmyeon  maquine, su mente enseguida se nubla, sus latidos empiezan a palpitar con fuerza y sus venas brotan lentamente cuando extiende su brazo, dos de sus dedos tocan el parpado del hombre y acaricia su iris hasta que va enterrando sus uñas dentro del ojo y con los gritos escalofriantes del alpha endulzando su oído, va ejerciendo presión hasta que saca el ojo junto con parte de sus tejidos y lo revienta al cerrar su mano.



La rabia alimentaba su sed y con hostilidad sujeta la quijada del alpha y lo obliga a tragarse su propio ojo con alguno de sus líquidos y su sangre que no dejaba de salir.



Esto era solo el comienzo y el final de una pobre vida, cuando en ese preciso instante, Junmyeon  abre la boca del hombre con sus dos manos y al ejercer presión, le quiebra la mandíbula por completo, después sujeta un cuchillo y al hacer un corte minúsculo en su cuello, entierra sus dedos y le destroza toda su garganta sacándola de sus entrañas.








Instituto Vyatka











—El distrito de Volga ha mandado a un mensajero, y quieren quitarle el territorio a Kyungsoo  —expresa Lucas a los chicos sin que Sehun  estuviera presente—. Arthur está de regreso y ustedes saben lo que eso significa.



Muchos llegaban a criticar el comportamiento de Kyungsoo  contra el distrito de Volga que era manejado por Arthur, pero muy pocos sabían el trasfondo de ese odio tan inmenso que cargaba el omega.



La mejor venganza se cocinaba a fuego lento y eso lo aprendió Kyungsoo  en carne propia, porque muy pocos manejaban el destino a su conveniencia y el omega tenía uno de esos hilos en su mano.



Sehun  escuchaba la conversación de sus amigos detrás de la puerta del salón, el corazón le tiembla, pero sabía que Kyungsoo  no dejaría que ellos se acercaran de nuevo, no pisarían el distrito de la central mientras se mantuviera como el líder. Esa era la influencia y el poder del omega, que ni Arthur, Paolo y Zarek han podido cruzar la frontera.



—Estos temas con Volga están prohibidos mencionarlos al frente de Sehun , no quiero que nadie diga nada hasta que Kyungsoo  vuelva, mientras tanto sigamos trabajando —expresa con algo de cansancio Lucas—. Chen, habla con el distribuidor de drogas y dile que en la noche me reuniré, y tu Mark, echa un vistazo a la zona roja, los demás se quedan conmigo para mirar cómo están las cosas en la frontera —termina de hablar y siente la presencia de alguien afuera.



Sehun  se hace el tonto y abre la puerta mostrándole una sonrisa a sus amigos, quienes se levantan de sus asientos y lo saludan. Las clases de biología habían terminado y ya era hora de salir, pero el mensaje de Sasha lo dejo pensativo, no podría ir a su casa, Junmyeon  era capaz de hacerle algo a su novia.



—Nos tienes que traer algo de esa isla, así sea una piedra —menciona Ten burlón mientras caminan hacia la entrada.


Hoy el profesor había llamado lista y se le hizo extraño que estuviera en el instituto sin Kyungsoo , ya que era muy raro que asistiera sin él, prácticamente eran uña y mugre, si uno no iba a clases, el otro ni se asomaba.



En la entrada, algunos estudiantes murmuraban mientras veían parqueado un hermoso Lamborghini Venom de color negro, Sehun  sabía quién era y no hacía falta que se bajara el conductor cuando conocía perfectamente su rostro.



—¿Alguien de aquí se consiguió un sugar daddy o qué? —pregunta Chen mirando a todas las chicas mientras que Sehun  quería matar a Junmyeon  ¿No podía ser menos llamativo? No, claro que no, tenía que restregarle a un criadero de hormonales todo su asqueroso dinero.



—Mejor vámonos —dice Sehun  apurado, pero es retenido por Sasha quien lo abraza por sorpresa. Ella se empina y con dulzura deposita un beso sobre sus labios, Sehun  no cierra sus ojos cuando ve como las ventanas del Lamborghini bajan y mientras mueve sus labios al mismo ritmo que los de ella, conecta su mirada con la del alpha que lo observaba con enojo.



Era una probada de su propio veneno…



Sehun  sujeta la cintura de ella y la atrae con más fuerza a su cuerpo, ignora a Junmyeon  y termina devorando la boca de la omega. Los chiflidos de sus amigos lo obligan a detenerse y agarra la mano de Sasha para besar su dorso.



—El motel está a unas cuadras.



—Ganas no me faltan —dice con una sonrisita Sasha quien abraza a su novio con felicidad.



Sin embargo, aquel momento no duro mucho cuando Lucas observa las puertas del automóvil abrirse hacia arriba seguido de un alpha corpulento saliendo en dirección hacia ellos y con la mirada clavada en Sehun  que, al instante en que llega, sujeta con agresividad la muñeca del beta y lo arrastra por toda la calle mientras su amigo batallaba por zafarse.



—¡No iré contigo, púdrete! —grita Sehun , pero fue muy tarde cuando Junmyeon  lo empuja contra los asientos y la puerta se va cerrando mientras le hace señas a su novia de que la llamaría más tarde.



El alpha enseguida arranca y hace rugir los motores con gran fuerza mientras se alejaba de ese instituto, o más bien de la novia de Sehun  que cuando la vio besando a Sehun , sintió una rabia inmensa, simplemente deseo arrancarle la cabeza, se imaginó despedazando a Sasha para que nunca más volviera a tocar al beta.



—¡Ni siquiera me dejaste despedirme de ella! —grita frustrado y Junmyeon  pisa el acelerador con más enojo, estaba detestando que la mencionara cuando estaban juntos.



—¿No te basto con su beso?



—¡Es mi novia! —responde alterado— ¡Vete a la mierda! Como si tú nunca me hubieras hecho lo mismo, déjate de estupideces y actúa como un maldito adulto ¡Comprende que tú y yo, no tenemos nada!



Aquellas palabras hicieron eco en el alpha.



Sehun  le sorprende el hecho de que no haya respondido y era mejor de esa manera, sin embargo, sentía que todo lo que quería decir Junmyeon  se lo estaba reteniendo y eso era peor.



Junmyeon  le entrega de mala gana una bolsa mientras mueve el volante con una sola mano al girar hacia la derecha y por alguna razón Sehun  se había embobado con el reloj de su muñeca y recibe la bolsa sorprendido cuando se percata de que había una caja de un celular carísimo y un cuento infantil de su autora favorita.



—Si no te gusta el color de tu celular, dímelo y lo cambio de una vez.



¿El celular era suyo?



Sehun  se asombra por el hecho de que le haya comprado un celular de última generación y además de ello, otro cuento ¿Por qué lo hacía? Que debía decirle ¿Gracias? Justo ahora, la situación que los unía a ambos era espeluznante, la gravedad de todo este embrollo no daba pie para que Junmyeon  saliera con esta clase de cosas que hacían que su corazón se derritiera.



Ni siquiera Sasha le regalaba cuentos, y Junmyeon  ya le había dado tres.



—¿Puedo pedir algo a cambio sin que me exijas alguna explicación?



El corazón a Sehun  le latía con sumo miedo.



Junmyeon  se mete por una calle poco transitada y se parquea a la orilla de la acera y sin ni siquiera esperar la aprobación del beta, sujeta su cuello y lo atrae hasta su boca, se relame sus labios y para su sorpresa, Sehun  es quien inicia con el beso, lentamente empieza a envolverlo y la descarga de excitación se aglomera en su punto más alto cuando su lengua toca la suya y provoca una horrible erección.



Estaba deseando tener su cuerpo sudado debajo de su mirada llena de deseo.













Isla Blenk




La vista desde el balcón hacia el mar era increíble, la brisa fresca provoca una sensación de relajación que de inmediato paso a segundo plano, cuando percibe una mano sobre su nuca que le hace sentir un cosquilleo placentero al instante en que recoge parte de sus rizos y siente los cálidos labios de Jongin impactar contra su piel y hace que suelte un jadeo cuando empieza a chupar.



—¿No me extrañaste? —susurra el alpha con una sonrisa traviesa al recorrer el lóbulo de su oreja con su lengua—. Te gusta tanto sentirlo así ¿No? —presiona su miembro contra su espalda baja y su mariposa lo voltea a mirar furioso.



—Tú mismo te has restringido de poder follarme, ahora no quiero escuchar tus excusas —de nuevo dirige su mirada hacia el mar y Jongin se coloca a su lado. Obviamente, no iba fallárselo cuando tenía una herida en su abdomen, primero estaba su salud, sin embargo, no le iba a confesar que se tuvo que masturbar dos veces en el baño.



—Te podía hacer un agujero en ese culo y de paso partiría la cama.



¿Premio o premio?



Kyungsoo  se ríe tras su comentario y camina hacia el interior de la habitación, le quería demostrar al alpha que estaba perfectamente bien, en serio no sabía por qué hacía semejante escándalo, así que coloca las palmas de sus manos en el piso e impulsa su torso junto con sus piernas y las eleva hasta que quedan pegadas a la pared.



—Puedo saltar también —dice sonriendo y le saca la lengua al alpha quien se acerca con una mirada que le corta el aliento en el instante en que su áspera mano apresa sus tobillos y la otra se va deslizando por sus piernas hasta que llega a su miembro y en cuestión de segundos se pone duro.



Jongin aprieta sus labios cuando Kyungsoo  empieza a quejarse y le pide que se aleje, pero en vez de eso, sujeta con firmeza sus tobillos y con un solo brazo, levanta el cuerpo de Kyungsoo  hasta que sus pequeñas manos dejan de tocar el suelo.



—¿Cuánto pesas? —pregunta el omega asombrado al ver que era capaz de levantarlo como si se tratara de una pluma y lo peor, con un solo maldito brazo.



—Peso 105 kilogramos.



Kyungsoo  pasa saliva al saber que esa humildad iba cargada con toda esa potencia, con razón no podía caminar en su mayoría de veces, porque Jongin cuando se la metía por completo, lo hacía con una fuerza que provocaba un dolor exquisito en sus entrañas, pero no se quejaba, porque bien que le gustaba.



—¡Soy un guerrero! —expresa sin vergüenza Kyungsoo  y el alpha lo suelta.



El omega por fin puede colocar sus pies en el suelo y empieza a detallar la camisa licrada que tenía el alpha, se pegaba perfectamente a cada musculo que no pudo quitar su mirada de esos pechos enormes que tenía Jongin, hasta sus pezones resaltaban de manera tan provocativa que se tiene que saborear su labio al imaginarse chupándolos como un bebe.



—Por primera vez envidio el cuerpo de un alpha —dice frustrado y Jongin lo toma como un halago—, ¿Cuánto peso levantas en sentadilla? —ahora la curiosidad de ver a Jongin hacer ejercicio se convirtió en una nueva fantasía.



—280 kilogramos puedo levantar fácilmente.



A Kyungsoo  se le hace agua la boca.



—¿Puedo hacer ejercicio contigo?



—Si me vas a observar haciendo ejercicio, procura que tu culo no se moje, porque en vez de levantar pesas, te levantaré a ti con esta —sujeta su propio miembro que también estaba erecto y empuja a Kyungsoo  contra la cama y se coloca encima de él.



—El objetivo es hacer ejercicio, no importa con que máquina —muerde su labio con seducción y lleva sus dos manos a cada pecho del alpha y los aprieta con fervor—. Quítate la camiseta —le ordena y Jongin acata sin decir una sola palabra.



—¿Qué esperas? Chúpalos —murmura el alpha con sus ojos llenos de excitación y Kyungsoo  toca la punta de su pezón con su lengua y termina chupándolo hasta el punto en que sus dientes se clavan en su piel.



Jongin agarra sus rizos y cuando Kyungsoo  se siente satisfecho, observa sus labios húmedos y termina metiendo su lengua en su cavidad, su boca se mueve con tanta desesperación que siente que el oxígeno le falta y llega a un punto donde termina ahogado bajo la bruma de esas feromonas que lo llamaban a hundirse ante el placer.



—Tengo que irme a una reunión —jadea ante los labios hinchados del omega y empuña su mano del enojo al saber que tendría que ir con tremenda erección—, pero esta noche sin falta, te dejaré un agujero del tamaño de mi pene para que me recuerdes al día siguiente.



Kyungsoo  escucha la puerta cerrarse y toma la prenda del alpha, la coloca en su cara y sonríe cuando huele su olor corporal, era tan embriagador que, con simplemente sentirlo, ponía a su culo como llave abierta.



Observa el techo y decide que, para bajar tremenda erección, debía de huir de esa habitación, así que se levanta y sale de ahí, camina por el pasillo y cuando llega a la parte central, ubica a una cabellera blanca.



El maldito calor lo ponía a sudar sin hacer un solo movimiento y los bichos le picaban porque al parecer su sangre era tan dulce, que hasta terminaba con chupones en su cuello…



Mas raro.



Hoshi estaba viendo una revista de moda, pero fue inevitable no quedarse viendo cuando Kyungsoo  se va quitando la prenda de arriba y deja a la vista su tonificado abdomen que lo hacían ver bastante sexy en conjunto con las vendas en su cintura.



—Oye, yo no soy Jongin —expresa sin vergüenza y Kyungsoo  se sienta a su lado y recibe un beso en su mejilla.



—No, pero te puedo hacer un show privado en lencería.



—Al parecer el calor caribeño te tiene mal —se encontraba hormonal cada vez que Jongin estaba cerca, y era debido al lazo que se ha ido fortaleciendo y la verdad, estaba cómodo así.



—Más bien, lo que tiene Jongin allá abajo, me tiene mal.



—Sabes… Hay alphas que tienen lindos sentimientos que te llegan al corazón, y otros simplemente la tienen grande y gruesa.



—Y a mí que me encantan más los centímetros que los sentimientos.



Hoshi recuesta su cabeza en el hombro del omega y le muestra algunos diseños que se hicieron en la pasarela de París y mientras iba ojeando, detalla las muñecas de Hoshi que tenían moretones impresionantes, pareciera que hubiera sido torturado.



—Hablando sobre otra cosa ¿Qué es esa reunión de la que tanto hablan? —el omega no le podía decir nada específico a Kyungsoo , porque podía levantar sospechas, pero en unos minutos comenzaría la prórroga que solicito para salvar a Junmyeon  de un juicio que le podía costar la vida.



—Tú sabes que estamos involucrados con la mafia, tanto Jongin como Soohyuk  están en el tercer nivel, pero tienen línea directa con Smert… —Hoshi piensa si mencionar a Junmyeon  o no, pero nada perdía con despertar su interés—. Junmyeon  se metió en graves problemas por no estar pendiente a su posición cuando ocurrió lo de la fiesta.



Hoshi recuerda la muerte de la directora y rápidamente trata de pensar en otra cosa, ahora mismo debía de enfocar todo lo que tenía en tratar de salvar a Junmyeon .



—Kyungsoo … la vida de ambos tiene un precio muy alto, solo con decir que somos sus omegas, eso atrae a algunos ojos que nos ven como un premio para destruir a hombres que tienen influencias sobre los gobiernos.



El omega afirma sus palabras, sin embargo, no ha querido inmiscuir sus narices en el trabajo de Jongin, pero sabía que esas manos tenían un poder bastante particular dentro de la mafia, porque en el poco tiempo ha observado ciertas cosas que lo han dejado con muchas dudas, y frente a ello, esperaba que el alpha fuera sincero, pero sentía que algo le ocultaba.



—En pocas palabras, Junmyeon  tiene un cuchillo a punto de enterrarse en su garganta porque me metieron una bala —se ríe ante su imaginación al recordar esos ojos azules llenos de arrogancia—. No le vendría mal un castigo ¿No?



Voltea a mirar al omega, pero Hoshi no muestra un signo de burla, su mirada expresaba miedo y eso le dio a entender que en serio Junmyeon  estaba en una posición delicada donde podía verse perjudicado.



—Los castigos de cualquier mafia implican a casi llegar al borde de la muerte, los llaman “Juicios” donde las acusaciones van siendo declaraciones mortales… no es un juego, Kyungsoo  —se levanta y termina despidiéndose de un beso en la frente.



Hoshi toma un respiro y se encamina hacia su habitación para cambiar sus sandalias, aunque tenía perdida la batalla, creía en los milagros, y esperaba que el corazón de Jongin se ablandara, no podía desechar a Junmyeon  como si de una servilleta sucia se tratara.



Al subir por las escaleras, observa a Mingyu entrar a su habitación y los pensamientos lo bombardean de inmediato, y es que Irisa había descubierto todo lo relacionado con su proceso para concebir, y lo peor, es que le mostró a su esposo todos los registros y fotografías de él y Mingyu yendo al médico.



Soohyuk no le ha reclamado absolutamente nada… por el momento y tampoco le ha dicho algo a Mingyu y por el bien de su relación, que ni se metiera con su guardaespaldas, él ha sido una hermosa persona con el cual ha forjado una buena relación y lo que menos esperaba es que se fracturara por las decisiones de su esposo.



—Cariño —expresa Hoshi en un dulce tono—, ¿Estás listo? —su alpha sale de la otra habitación conjunta y le regala una bella sonrisa, sus ojos oliva lo miran con adoración y termina acogido al calor de su pecho cuando lo abraza.



—Sí —sujeta la mano de su pequeño esposo y lo conduce hacia uno de los sillones de tejido artesanal, se arrodilla ante el omega y extiende su mano para recibir las nuevas sandalias que Mingyu había traído.



Hoshi observa algo en el rostro de su guardaespaldas y le preocupa cuando él se va a la otra habitación, aquello lo nota Soohyuk quien termina por amarrar los lazos de color azul celeste y continúa colocándole la otra sandalia.



—Tú y yo tenemos una conversación pendiente —lo mencionado agita el corazón de Hoshi y el pecho le empieza a doler cuando Mingyu de nuevo aparece con una toalla doblada en sus manos— ¡Y no quiero espectadores!



Mingyu traga duramente saliva.



—Dejanos a solas —ordena Hoshi de mal humor y cuando el alpha sale de la habitación, sus facciones se endurecen al mirar a Soohyuk .



—No toques a Mingyu, ni pienses en hacerlo algo, porque te juro que soy capaz de hacerte firmar ese maldito divorcio. Cúlpame a mí, pero a él no —se levanta exasperado y su esposo agarra su muñeca con fuerza.



—Mingyu es mi subordinado, si lo coloque a tu disposición fue por órdenes mías, que no se te olvide, mi flor —se inclina para besar los labios del omega y este lo esquiva rápidamente.



Hoshi no quería tocar ese asunto, no ahora.



—Soohyuk , necesito que me apoyes en la reunión —cambia de tema al salir de la habitación y se queda en el pasillo mientras observa a Mingyu bajar por las escaleras—. No me voy a quedar viendo como tú y Jongin lo tratan como si hubiera cometido traición hacia la mafia ahora que se descubrió que Jósef está vivo.



—¿Acaso los has olvido? —se acerca a su omega y levanta su quijada—. El anterior jefe de seguridad cometió traición y fue llevado a juicio, sus acciones lo convirtieron en eso —le señala un cuadro de mariposa que estaba al final de una pared blanca y a Hoshi se le llenan los ojos de lágrimas.








En el primer piso, Kyungsoo  se coloca de nuevo su prenda y observa por el ventanal como Hoshi ignora al alpha quien trataba de agarrar su mano, pero el omega palmea su dorso y camina con prisa hacia la otra residencia.



Entre tanto, el omega saca una hoja que era especial para dibujar y sujeta un lápiz, se recuesta en el sofá y va trazando a lo que su imaginación inspiraba, sus líneas van dando forma, el sombreado se vuelve profundo y a medida en que los minutos transcurrían, sus ojos apreciaban como una mano sostenía una delicada mariposa que tenía una de sus alas rotas.



Al ver lo que había dibujado, escucha en su cabeza como una cerradura se había abierto ante su presencia, aquella puerta imaginaria hace que un destello en sus ojos violeta se vuelva dorado por un segundo y termina lanzando su dibujo con horror.



Recoge la hoja y por un instante aprecia gotas de sangre que en realidad no existían, su mente al parecer estaba volviéndose loca por un simple dibujo y termina dejándolo en la mesa para disipar cualquier pensamiento relacionado a ello.



No supo en qué momento, pero ya habían pasado treinta minutos y el atardecer le daba la bienvenida a una noche serena y en su cabeza, resuenan las palabras de Hoshi, Junmyeon  le caía como la peor mierda, pero sus roces personales no debían afectar a nivel laboral, y eso significaba que, aunque se llevaran mal, no le deseaba el karma en su trabajo a tal extremo.



Mientras camina hacia el jardín, observa el cielo rojizo, el ambiente por alguna razón se siente tenso, al igual que en la primera reunión donde le prohibieron la entrada, en resumidas cuentas, podía ingresar a cualquier residencia, pero menos a esa ¿Y él por qué? Ni idea.



En su corazón, el impulso empieza cobrar con más fuerza cuando siente como si lo estuvieran jalonando, no le iba a salvar el culo a Junmyeon  ¿O sí?



Él le estaba haciendo el favor de cuidar a Sehun  ¿No? Sería como una especie de pago, o eso quería creer, pero ese hormigueo persiste, y siente que no puede dar un paso hacia atrás, la insistencia por ingresar a esa casa le hace caer en cuenta segundos después, como sus pies se van dirigiendo por el camino de piedras.



¿En serio iba a salvar a esa cucaracha?



Su respuesta era sí, porque podían no llevarse bien, pero no ha visto que su trabajo sea tan malo, además, en cierta parte, se buscó esa maldita bala. Ahora, lo que tenía que pensar, era como pasar desapercibido con la cantidad de alphas merodeando en el lugar.



Kyungsoo  decide meterse por el jardín y rodear la residencia a través de los arbustos y algunos árboles, enseguida se agacha y mantiene la calma cuando varios hombres hacían su perímetro; se va gateando hasta la fuente y rápidamente empieza a correr hasta que observa hacia la derecha la puerta principal que estaba acordonada de hombres.



Lo medita por varios minutos y la única opción que le quedaba, era trepar por ese árbol y meterse al balcón del segundo piso y de ahí subir a las escaleras de la tercera planta.



El omega salta hacia una de las ramas, y se columpia hasta sujetarse de otra más gruesa y en silencio empieza a escalar hasta que se acerca a su objetivo; sin mirar hacia abajo, toma su última respiración y al tratar de acercarse hacia el balcón termina saltando y por poco cayendo al suelo si no fuera por el agarre de su mano en el barandal.



Kyungsoo  hace un canto de victoria cuando logra meterse en el balcón y entra rápidamente a la habitación, se acerca a la puerta y verifica que no hubiera ningún alpha, pero al dar un paso, escucha las voces de dos hombres a la lejanía, su misión podía fallar si descubrían que estaba ahí, así que debía actuar con inteligencia y un poco de encanto.



El murmullo provenía del tercer piso, lo cual significaba que la reunión se estaba llevando a cabo ahí. Lo único que se le ocurría, era actuar con dulzura e inocencia, un arma mortal para cualquier alpha sin excepción.



Kyungsoo  sale de la habitación y al caminar por el pasillo, toma el florero y hace como si se hubiera caído, el sonido alerta a los hombres quienes se asoman y Kyungsoo  rápidamente toma un vidrio y corta la palma de su mano, la sangre se va escurriendo por la alfombra y al instante ya tenía la atención de aquellos dos hombres.



—¿Se encuentra bien? —el tono de preocupación era lo que quería obtener el omega.



—¿Podrías traer el botiquín de emergencia? Me duele mucho —dice Kyungsoo  con lágrimas en sus ojos a punto de desbordarse.



El alpha no puede decirle que no, y de inmediato lo busca, pero aún quedaba un hombre, y este era el más sencillo.



—Tengo sed, ¿Me puedes traer agüita? —expresa con voz lastimada y le hace ojitos de súplica al alpha quien de inmediato se dirige a la cocina del primer piso.



“Imbéciles” fue el pensamiento de Kyungsoo  cuando se levanta con una sonrisa triunfante y limpia sus lágrimas mientras corre hacia la tercera planta y con sigilo gira la manija y entra a una especie de sala.



—Soohyuk  —escucha la voz de Jongin que provenía detrás de las dos puertas de color negro—. Busca al mejor candidato para ocupar la posición de Junmyeon , él ya no cumplirá sus funciones como jefe de seguridad.



—¡Espera! —pide con desespero Hoshi y Kyungsoo  quería abrir esa puerta, pero por el momento solo se podía conformar con escuchar—. Junmyeon  no haría tal cosa para traicionar a la mafia, estás excediéndote.



Kyungsoo  sabía que la reunión se llevaba a cabo de manera virtual con otras personas, porque lo había escuchado de la misma boca del alpha, así que algunas voces no las reconocía.



—Smert tiene la última palabra, señor Hoshi —a Kyungsoo  se le acelera el corazón cuando escucha ese apodo, ahí estaba el jefe de los jefes.



—La decisión está tomada, Smert ya ha dejado en claro su postura —dice Soohyuk  y Kyungsoo  toca la manija llenándola de sangre, el hormigueo y los nervios empiezan a apoderarse de él y más cuando escucha las voces de los guardaespaldas en el segundo piso.



—¡Irá a juicio!



Dentro de la reunión, Hoshi observa con terror el rostro de Jongin cuando observa a Kyungsoo  entrar de manera efusiva, dando una entrada sin precedentes ante los demás miembros que estaban conectados.



—Junmyeon  no irá ningún juicio —ordena Kyungsoo  mirando con severidad a Jongin.


Omega pandillero [ADAPTACIÓN] KAISOO Where stories live. Discover now