Capitulo 29. Futuro anhelado

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Cada vez que Kyungsoo  detallaba un cuadro de mariposa le causaba curiosidad, y justo cuando está al frente de uno, ladea su rostro y echa un suspiro, su mano por alguna razón tiembla cuando intenta tocar la pintura. Los latidos de su corazón empiezan a acelerarse cuando siente la presencia de alguien en la habitación; su olor, su esencia y hasta su respiración se sienten como si estuviera sumergiéndose en lo profundo de esos ojos negros.



—¿Te gustan? —pregunta Jongin  deslizando sus ásperos dedos por el brazo del omega hasta que llega a su dorso y termina entrelazando su gran mano con la de él mientras ambos tocan el cuadro.



Kyungsoo  no tenía una respuesta clara, la incertidumbre de esa sensación no podía ser explicada con palabras, no ahora. Aquella mariposa le produce un vago recuerdo borroso cuando compartió su celo con el alpha, la excitación de aquella noche nubló por completo su juicio hasta que dejó su consciencia a un lado y se sucumbió a los fuertes brazos de Jongin  que lo reclamaban una y otra vez.



—No lo sé… —susurra Kyungsoo  observando por última vez el cuadro, pareciera que tuviera vida—. Es muy raro —alza su rostro y se queda concentrado en la mirada del alpha. Algo había cambiado, pero ¿Qué era?



—¿Qué sucede? —murmura Jongin  dando un paso hacia adelante hasta que lo arrincona—. Estás nervioso —se inclina hacia el omega y para su sorpresa Kyungsoo  agacha su mirada.



El alpha suelta la mano del omega y termina alejándose, sus ojos observan el cuadro y sonríe. Kyungsoo  jamás sabrá lo que esconden sus mariposas.



—¡Eres un maldito! —chilla el omega frustrado y no deja que el alpha vea su rostro sonrojado. La vergüenza le podía más, pero Jongin  agarra su muñeca con fuerza y no permite que salga de la habitación.



—¿Lo soy? —el alpha se sienta sobre el reposabrazos del sofá y atrae al omega para luego sujetar su delgada cintura—. No me escondas tus emociones. Me gusta cuando te sonrojas.



Kyungsoo  enseguida le tapa la boca con la palma de su mano y respira profundamente. Cuando Jongin  decía cosas tan directas y en un tono serio, colocaba a su pobre corazón alborotado, su mente entraba en un estado de shock, porque no sabía cómo sentirse respecto con él, no quería darse cuenta de que el alpha estaba haciendo un espacio junto a su alma.



—Deja de decir estupideces…



—¿Por qué? —su rostro se acerca al abdomen del omega que estaba cubierto por un buzo y arruga el entrecejo al ver que añoraba tenerlo desnudo en su cama y con las ganas no se iba a quedar, así que sube un poco la prenda y sus labios dejan varios besos sobre su tersa piel mientras escucha como él jadea en un tono bajo.



—Jongin , detente… —sus palabras fueron acatadas por el alpha quien de inmediato deja de besar aquella parte, sin embargo, él abraza su cintura y se deja caer en el sofá con su cuerpo encima.



—Me gusta tu sonrisa —halaga mirándolo—. Me gustan tus ojos y más cuando me miras, porque siento que… —su boca queda sellada de nuevo y siente que su corazón estaba recibiendo una cantidad exagerada de felicidad cuando observa el rostro completamente rojo del omega.



Kyungsoo  estaba muriendo de la vergüenza, de verdad que no podía seguir escuchándolo, porque no sabía quién estaba peor, si él o Jongin  porque podía sentir como los latidos del alpha estaban acelerados.



—¿Qué comiste hoy? —dice riéndose al ver que él muerde su mano y le voltea los ojos en blanco como un niño malcriado.



—Te juro que hasta tengo poemas de amor para ti. No tienes por qué avergonzarte.


—Excelente, ahórratelos para ti.



—Que malo eres con este alpha —desliza sus manos por los costados del cuerpo del omega y termina haciéndole cosquillas hasta que Kyungsoo  se zafa de su agarre y queda sentado sobre su pelvis sin prever cierta cosa de gran tamaño.



El omega echa un suspiro y mira la sonrisa que tenía Jongin . Hoy estaba más feliz que de costumbre ¿Y la razón? La razón es que le daría algo a cambio, como un bonus por el favor de quitar a los policías de la zona roja, pero pensándolo bien, se sentía como un estúpido al ocurrirle semejante idea que cuando escribió en aquellos papeles, tuvo que meditarlo dos veces cuando pensó en la idea de una “cita”



—¡Jongin , deja de moverte! —regaña el omega cuando el alpha deja su miembro un poco más abajo donde estaba acomodado para que lo sintiera en toda su extensión. Anoche después de la gran carrera, fue rumbo a la mansión de Jongin  que estaba fuera de la ciudad y terminó con el culo roto y ahora presentía que si le metían un dedo quedaría verdaderamente en silla de ruedas.



—Pues si quisieras te bajarías de mí, pero veo que estás bastante cómodo ¿Por qué será?



—¡Me voy! —dice el omega y al colocar sus pies en la alfombra se tambalea por un segundo y Jongin  contiene su risa cuando Kyungsoo  lo voltea a mirar de mala forma y de inmediato coloca su cara más seria y observa como su pequeña mariposa camina de manera rara hacia la sala.



El alpha hace lo mismo, pero mira hacia abajo cuando su gran amigo sobresalía bastante de su pantalón y no tuvo otro remedio que imaginar escenas desagradables para que su excitación bajara en un corto tiempo.



Sus ojos se fijan en el omega quien sale hacia al jardín y camina por el sendero de piedras y al seguirlo se queda parado en la entrada principal cuando observa a Taeyang ingresando junto con Wongyu quien le estaba entregando un pañuelo al asiático para que limpiara sus lágrimas.



—¡Tu omega es un monstruo! —dice Taeyang llorando a más no poder y suena su nariz con fuerza cuando observa a Jongin  conteniendo su risa—. Kyungsoo  rompió los vidrios de mi auto morado —pega un grito lleno de dolor y Wongyu lo consuela acariciando su hombro.



—¿Quién te manda a cerrarle el camino a mí omega? —Kyungsoo  no sabía quien manejaba el auto morado, pero al ver que no le daba paso, tomo medidas drásticas—. De seguro le acabaste la poca paciencia que tiene él.



—¡Es un loco! —Wongyu le da otro pañuelo y le entrega el que estaba lleno de mocos—. Ya íbamos a ganar, pero luego tu omega me cerró y salió de su auto con un maldito tambo de metal y rompió el parabrisas.



—Kyungsoo  no haría algo sin motivo, y tú claramente le diste todos los motivos para que dañara tu amado auto.



—Bien, no importa —se acerca a Jongin  mientras limpiaba su última lágrima y le entrega un papel—. Aquí tienes la cuenta de los daños, quiero el dinero hoy mismo.



—¿Seguro?



—¡Obvio no! Primero muerto, yo pagare los daños que tu omega hizo y claro que lo perdono, es decir, será el próximo Vorya de la mafia y ¿Me crees capaz de cobrarte? —le arrebata el papel a Jongin  que solo tenía un corazón pintado y sigue su camino junto con Wongyu.



—¿Sabes en donde estaba Junmyeon  anoche? —pregunta el alpha curioso, ya que Kyungsoo  quería quitarle la cabeza al conductor del auto negro quien había ganado la carrera.



—Yo suelo asistir a esas carreras, pero según lo que me dijo Junmyeon  es que estaría con Amelia.



—¿Ellos están saliendo oficialmente? —interroga y al observar la expresión de Taeyang sabe que lo más probable es que terminen juntos, sin embargo, no estaba tan seguro de esa omega, porque después de todo, tanto Soohyuk  como Junmyeon  son los únicos que tiene por obligación hacer el contrato para sus parejas y estos no solo eran dinero, sino poder.


—Será mejor que tengas una conversación con él —fue lo único que dijo Taeyang antes de subir por las escaleras e ingresar a una de las oficinas.



Jongin  da media vuelta y se dirige hacia el jardín, desliza la puerta de cristal y escucha el sonido de la fuente de agua. Camina por el sendero de piedras y va tocando algunos arbustos que tenían unas bellísimas flores hasta que encuentra aquella cabellera rizada, el omega estaba sentado en una banca donde tenía una perfecta vista de un lago artificial.



—¿Quieres tomar un baño? —pregunta Jongin  en un tono amable y se sienta en la otra orilla de la banca, después entrelaza sus manos sobre sus piernas y se queda observando lo tranquilo que se veía el agua a pesar de lo nervioso que se encontraba al estar junto al omega.



—Justo ahora tengo pereza de hacerlo —desvía su mirada hacia el alpha y nota como él había volteado su rostro, era muy obvio que lo estaba observando, sin embargo, no le molestaba. Su compañía se volvía amena con el pasar del tiempo al percibir que la calidez de su presencia estaba robando su corazón y eso lo ponía en graves aprietos.



Jongin  iba a responder, pero se queda callado cuando Kyungsoo  se coloca a su lado, su corazón no puede ignorarlo y termina con los latidos alborotados que lo ponen bastante nervioso porque no quería arruinar el momento, así que prefiere quedarse en silencio y apreciar ese instante en el que solo estaban los dos en su pequeña burbuja fuera de los problemas.



—¿Este es tu hogar? —dice Kyungsoo  tratando de que Jongin  no se aburra—. Lo digo porque tienes otros apartamentos, así que solo es curiosidad…



La palabra hogar tenía un sentimiento profundo para el alpha, porque no solo se refería a lo material, había algo más importante que lo componía y justo eso estaba pensando cuando observa las pequeñas manos del omega ¿De qué manera podía expresarle lo que sentía? Y en este caso ¿Cómo le respondía que su hogar era él?



Que su hogar era un hermoso omega de ojos violeta.



—Mi hogar no es algo material… —murmura con algo de miedo al pensar que el omega se burlaría, pero en cambio, encontró una dulce sonrisa en su rostro que provocó un impulso de querer besarlo, pero se mantuvo en su sitio sin hacer nada a pesar del deseo que se estaba haciendo más grande.



—Qué curioso —expresa Kyungsoo  mientras detalla a lo lejos algunos pájaros que se posaban sobre las ramas cerca al lago—. Un hombre rico diciendo que su hogar no es algo material es ridículo, se nota que estás viejo.



—Aceptaré que estoy viejo cuando no se me pare más.



—Si, porque ahora pareces un estúpido adolescente que se le para a cada rato —dice con algo de rabia y del bolsillo de su buzo saca un sobre blanco que estaba bastante arrugado y se lo entrega al alpha quien lo recibe bastante asombrado.



—¿Qué es esto? —pregunta Jongin  dándose cuenta de que el sobre de carta estaba pegado con saliva.



—Cu-cupones —dice en un susurro que no fue audible para el alpha.



—¿Qué?



—¡Cupones, maldito sordo! ¡Cupones de amor! —lo último hace que de nuevo termine con su cara roja y tiene que taparse el rostro al sentir una vergüenza exagerada al escucharse así mismo diciendo semejante estupidez.



Kyungsoo  observa por la abertura entre sus dedos como el alpha saca varios papelitos y los lee sin emitir ningún sonido, su expresión es incierta, es como si le dieras a un niño un juego que nunca ha tenido en sus manos. Él lo inspecciona, pero por más que lo leyera una y otra vez no entendía lo que eran esos cupones o para qué servían.



—¿Alguna vez te han dado esos cupones? —pregunta el omega apenado y Jongin  niega inmediatamente y saca el último papelito—. Hicimos un trato, pero eso implicaba una recompensa, yo te ofrecí aquello porque no tenía nada más, sin embargo, me dijiste que, si había algún bonus, estaría perfecto, y es justo lo que te estoy dando.



Jongin  pasa saliva, pero por más explicación, no entendía que debía hacer con esos bonitos cupones ¿Acaso tenía que devolverlos o debía escribir algo en ellos? La verdad no sabía, porque nunca le habían regalado algo así y a consecuencia, sus manos empiezan a temblar por alguna razón al leer el último cupón que hizo que su alma estallara de la emoción.



“Cupón válido para una cita”



—Te enseñaré —quita las manos que tapaban su rostro y voltea en dirección hacia él, extiende su mano y Jongin  le entrega un cupón que decía “Válido para dos besos” Kyungsoo  sabía que estaba a punto de hacer una tontería para ese alpha que poseía una inocencia bastante tierna.



Jongin  se encontraba alterado al ver que Kyungsoo  se apoya sobre su pierna y se inclina sobre su rostro, su sonrisa picarona a juego de esas dos preciosas gemas le hacen casi dar un paro cardiaco cuando sus labios rozan con los suyos y sutilmente le piden permiso para que su lengua se adentre y cuando lo hace, en su mente se escuchan fuegos artificiales.



—Ya agotaste un beso del cupón, solo te queda uno —susurra seductor y se relame los labios delante del alpha quien no podía quitarle la mirada—. Así funcionan los cupones. Se expiran en tres meses, aprovéchalos.



Jongin  estaba procesando cada cosa, tanto el hecho de que había agotado la mitad de un cupón como al saber lo preciado que tenía en sus manos, y lo primero que se le venía a la cabeza era pedirle algún consejo o un libro a Soohyuk  sobre cómo y qué hacer en una cita.



—Eso fue una demostración ¿Verdad? —pregunta entusiasmado y sus ojos por un momento se humedecen.



—Si…



—Entonces devuélvemelo, quiero mi cupón completo —extiende su mano y Kyungsoo  le entrega el cupón, sin embargo, él niega con la cabeza dándole a entender que solo tenía un beso y no dos.



Era un tramposo.



Jongin  vuelve a ver los cupones y retiene en su mente los que le quedaban; tenía un cupón de masajes, un desayuno en la cama, un abrazo y la que le hacía más ilusión, una cita.



—Guardaré esto en una caja fuerte —dice en voz alta el alpha, y Kyungsoo  suelta una carcajada que de inmediato se le contagió.



Ambos reían al frente de un precioso lago, bajo un cielo azul despejado… dentro de una burbuja donde ellos podían tener un final feliz sin tantos sacrificios.



—Gracias… —susurra Jongin  conmovido mientras observaba el sobre. Esto lo había dejado realmente impresionado, porque nunca se imaginó ver ese lado de Kyungsoo  y ahora que lo tenía a su lado después de haberlo protegido durante años, se decía una y otra vez que eligió la mejor decisión, así que al menos podía tomar esto como un avance ¿No?



—Señor Lebedev —le dedica una sonrisa y vuelve a mirar el lago—. No sé a dónde llegaremos, sinceramente ambos estamos caminando a ciegas, pero quiero que sepas que no me he arrepentido, y si estoy aquí es porque quiero.



Jongin  se siente fuera de su realidad, como si se encontrara en un sueño, en un verdadero hermoso sueño y lo único que puede escuchar es como su corazón no puede dejar de latir por ese omega, como su alma quiere abrazarlo hasta que se sienta cansado, como cada parte de su ser quiere atesorarlo hasta la eternidad y más nunca soltarlo.



—Esto es tan vergonzoso, al menos di algo… —expresa Kyungsoo  en un tono bajo y Jongin  solo le sonríe, después deja los cupones en su pierna y acaricia ambas mejillas del omega, sus ojos violeta lo observan con curiosidad y los cierra en el momento en que sus labios besan cada uno de sus delicados párpados, dejando un deseo que era anhelado por su alma.



—¿Qué me impide soñar un futuro contigo? —susurra el alpha contra la boca del omega sin dejar de mirar el brillo de sus gemas violetas, se veía tan hermoso, que sería capaz de repetirlo hasta que su garganta se secara por completo—. Al menos quiero ilusionarme por un momento de felicidad.



A Kyungsoo  se le corta la respiración cuando escucha las palabras de Jongin , su corazón se dispara y siente una extraña sensación de querer llorar por la cantidad de emociones que ese hombre le transmitía, su pecho no podía más, no iba a ser capaz de retenerlo, no cuando sus ojos lo miraban como si fuera lo único que existiera para él.



—Yo puedo esperar toda una vida por ti —confiesa besando la frente de su mariposa con amor—. Contaré los inviernos hasta que un día me aceptes por completo, así que no hay prisa, sin embargo, si nunca llegas a mí, estaré tranquilo sabiendo que estás viviendo bien.



El hilo de felicidad se había roto en ese momento con lo último que mencionó, pero cuando Jongin  se levanta y le extiende su mano, es como si ese hilo nunca se hubiera roto. El calor de ese alpha era tan acogedor que solo hasta ahora se había dado cuenta de que ese corazón que latía como un demente, era capaz de sanar las heridas que llevaba atadas.



—Quiero helado —toma la mano del alpha y camina a su lado mientras observa las flores a su alrededor. Su mirada viaja a sus manos entrelazadas y con disimulo observa su torso hasta que él lo pilla y vuelve a sonreír.



Al ingresar a una de las cocinas de la mansión, Kyungsoo  escucha el murmullo de una de las señoras felicitando a su compañera al saber que su hija estaba embarazada. El omega por un momento toca su abdomen y su mente lo traiciona al imaginarse tener una pequeña vida creciendo en un interior, estaba bastante seguro que ahora no estaba en sus planes, pero no rechazo al imaginarse haciendo un nido con la ropa del alpha.



Demasiado primitivo para una sociedad que ha avanzado, pero había ciertas cosas que se mantenían como parte fundamental en una unión entre almas.



—Espero que tengas mucha ropa —dice riéndose el omega y eso asusta a las señoras del servicio general que de inmediato saludan y después se retiran.



—¿Para qué? —pregunta el alpha curioso, pero lo deja pasar cuando el omega se aleja y corre hacia la nevera, saca un pote de helado y toma apresurado una cuchara para empezar a devorarlo. A este paso creía que iba a engordar con tanto dulce, pero lo bueno, es que tenía una gran humildad que quemaba sus calorías.



—Este sabor es nuevo, me gusta ¿Me lo puedo llevar? —dice con la boca llena y se sienta sobre el mesón. El alpha asiente y acaricia sus rizos suavemente.



—Gracias por los cupones. Nunca había recibido este tipo de regalos.



—¿Nunca? —él niega—, ¿Tus anteriores novias nunca te hacían esos detalles? —no iba a negar que en cierta parte quería saber un poco del pasado del alpha, y bueno, cualquiera tendría la mínima curiosidad sobre sus ex parejas.



—En realidad nunca tuve novias… solo fue algo meramente físico.



—¿Entonces no sentiste amor por alguien?



—No, y ahora entiendo por qué nunca pude desarrollar ese sentimiento por alguien —se coloca entre el medio de las piernas del omega y observa su labio inferior manchado de helado—. Kyungsoo , mi alma siempre estuvo esperando por ti.



Jongin  enseguida abraza al omega quien agacha su rostro y no permite que lo vea. Quería expresarle tantas cosas, pero entendía que sería bastante abrumador para él, así que iría poco a poco hasta que tuviera alguna oportunidad donde sus sentimientos con el paso del tiempo sean correspondidos.



—No necesitas responder nada. Solo quiero que me escuches —que escuchara la sinceridad de su corazón.



A lo lejos, un par de ojos cafés se fija en la pareja abrazada, el temor de verlos se hizo realidad cuando su nieto responde al tacto del alpha y cierra sus ojos en su pecho. Jongin  se da cuenta de su presencia y antes de alejarse del omega, le regala un beso en su mejilla.



—¡Abu! —chilla Kyungsoo  cuando observa a la omega con los brazos abiertos y enseguida se acerca para saludarla.



—Soo, cariño, recuerda que estoy vieja, me vas a partir un hueso con esos brazos —expresa dichosa al ver a su nieto sonriente y sabía quién era la causa cuando el alpha se recuesta en el marco de la puerta y le habla en lenguaje de señas “Tenemos que hablar”.



—Por cierto ¿Qué haces aquí? —coloca un mechón de cabellera blanca detrás de su oreja y observa las arrugas de las expresiones de sus ojos. Era inevitable pensar que ella algún día se iría.



—Larissa me invitó a un almuerzo ¿Y tú qué haces sin bañarte? —lo huele y hace mala cara—. Recuerda que tienes una salida con Hoshi para medirse los trajes —ya estaban a pocos días de celebrar el cumpleaños de la hermana de Soohyuk  y Hoshi últimamente se encargaba de los preparativos, ya que la omega se sentía más cómoda con él que con su propia familia.



—Tengo mucha pereza de bañarme.



—Hueles a sexo —escupe sin pudor Bom ha, y Kyungsoo  voltea a mirar a Jongin  de manera asesina y se marcha del lugar maldiciendo mientras no dejaba de mostrar su dedo de en medio.



Jongin  se acerca a la omega y le ofrece su brazo para subir las escaleras, Bom ha acepta de manera gustosa y mientras van subiendo, ella observa el rostro de Jongin  que pasó de estar feliz a uno sombrío. Él ya sabía el motivo de su aparición y sobre lo que hablarían, sin embargo, estos temas son difíciles para él, porque le mostraban la verdadera realidad que ha querido ignorar.



Al llegar a una de sus oficinas, Jongin  bloquea la puerta y le ofrece a Bom ha que tome asiento en uno de los sillones. La omega arregla su falda de flores y se queda observando los distintos cuadros de mariposa y echa un suspiro cuando observa la foto de Dominika junto con Jongin  cuando era un infante.



—¿Cómo está su lazo? —dice Bom ha refiriéndose al como sentía el lazo de Kyungsoo .



—Es un lazo débil, pero siento que se puede ir fortaleciendo con el paso del tiempo, aún tengo esperanzas de que tu nieto me reciba.



—Desde un principio te lo dije, si mi hijo no quiere nada contigo, haré lo que esté en mis manos para que se haga realidad, no me importa si me convierto en tu enemiga —mira directo al alpha quien asiente a sus palabras—. Sin embargo, este no es el caso, mi Soo de cierta manera está empezando a aceptarte, así que me siento aliviada por esa parte.



—Estoy apostando todo lo que tengo por ganarme el corazón de su nieto.



Bom ha no tenía duda en ello, pero su temor venía más por parte de Kyungsoo , había varias cosas que él mismo no sabía, empezando por su constitución biológica y es que los omegas de ojos violeta eran muy diferentes a los de su casta, continuando por el simple hecho de que solo podían tener descendencia alpha.



—Recibí una carta por parte del consejo del triángulo negro —comenta la omega un tanto intranquila—. Era una advertencia, sabes que hay leyes dentro de la organización que rigen a cada miembro. Kyungsoo  no es la excepción, sus ojos son prueba de ello, sin embargo, él es un omega libre a la vista de los demás, ya que no lleva tu marca; en dado caso, ellos piden a mi nieto, quieren tener la potestad de Kyungsoo .



Jongin  empuña sus manos y empieza a respirar con dificultad, sus feromonas se expanden en el lugar, pero no son peligrosas. Su cabeza tenía cientos de pensamientos, y es que nadie le iba a quitar a su omega, ni siquiera dejaría que el consejo pudiera colocar un dedo sobre el omega, los mataría antes de que eso sucediera.



—Aun estas en la línea para tomar el poder del triángulo negro, mientras tengamos a las tres familias respaldando la casa Lebedev, podremos asegurar un futuro para Kyungsoo …



Bom ha sabía que la alianza entre un Lebedev y un omega de ojos violeta era envidiable, y por ello los consejeros estaban negados a que Jongin  llegara al poder porque sabían claramente sus intenciones de destruir la organización con el fin de establecer un nuevo orden.



Los alphas de la familia Lebedev fueron respetados y temidos cuando se descubrió que sus feromonas poseían un poder letal de matar, sin embargo, quienes le otorgaban dicho poder y los convertían en alphas de categoría “s” serán siempre y únicamente los omegas de ojos violeta que al momento de gestar, poseían dicha sustancia que no se desarrollaba en su cuerpo, sino en la vida que estaban creando, por ello mismo, los Lebedev protegían la existencia de estos omegas para que el legado de su familia siguiera preservándose.



—Las fichas se están moviendo, Jongin . No es que no quieran que un Lebedev ascienda al poder, es que no te quieren a ti —para nadie era una mentira que después de que Jongin  le había arrebatado el poder a su propio padre para tener total control de la mafia, provocó que las partes interesadas se dividieron y formaron grupos de discordia.



—Cuando llegue al poder, cobraré cada vida.



—Jongin  —se levanta Bom ha con sus manos temblando y se acerca al alpha—. Tenemos que movernos lo más rápido, no quiero pensar que quien está detrás de todo pueda ser Marcov.



Jongin  se paraliza y observa la mirada horrorizada de la omega, lo que más quisiera es que ese hombre estuviera muerto, pero por desgracia sabía que estaba vivo en algún puto lugar de este asqueroso mundo. Cada uno tomó rumbos distintos, más nunca vio la cara de su padre después de haber peleado por el poder de la mafia hace más de 10 años.



—Hay algo que no te he dicho —respira hondo y ella entre abre su boca y lleva su mano a su pecho asustada—. Kyungsoo  tiene a un investigador del estado, sé quién es, pero lo que no he podido identificar es a quien tiene detrás de él. No sabía que tu nieto estaba tratando de buscar respuestas tras el asesinato de sus padres, pero ese supuesto investigador tiene pruebas de que Smert los mato…



Bom ha queda pálida y por un momento se debe de sostener de los fuertes brazos del alpha quien la sujeta de inmediato. La confesión de Jongin  la deja sin palabras, porque todo podía indicar que era un sucio juego por parte de algún enemigo que tenía intereses dentro del triángulo negro para que Kyungsoo  se convirtiera en la piedra del alpha y no pudiera llegar al poder.



—Tengo que actuar con sigilo. Kyungsoo  tiene una fuerte relación con ese maldito investigador, cualquier cosa que diga en mi contra, tu nieto no le importará y querrá matarme, Bom ha.



Kyungsoo  podía pensar que Jongin  se acercó con otras intenciones de las cuales su lazo como almas gemelas no importaba.



—Estoy tratando de averiguar quién lo contrató, porque te juro, que no es una coincidencia ¿Cómo putas averiguo que ese chico era mi omega? El omega que tanto he protegido y que ni siquiera el maldito consejo había tenido una mínima sospecha. No puede ser una casualidad, claro que no.



—Soo no sabe tu verdadera identidad, aún podemos hacer algo.



—Kyungsoo  no, pero el hijo de puta del investigador sabe que soy Smert ¡Está jugando conmigo, maldita sea! Y me tiene estresado, jodidamente estresado porque todo se puede ir a la mierda por ese desgraciado —expresa colérico, embargado por la rabia de saber que estaba arrinconado de la manera más humillante.



El sonido del teléfono los interrumpe y enseguida Jongin  toma la llamada, una de las señoras del servicio le comenta que su presencia es solicitada en la habitación del omega. Al colgar, observa por última vez a Bom ha quien se queda en la oficina mientras que él sale de inmediato.



El alpha se dirige hacia la habitación con rapidez al momento de sentir una punzada en su pecho. Enseguida su alma se pone en alerta y cuando abre la puerta siente un puño sobre su abdomen que lo descompensa por varios segundos.



—¿Por qué me alteras? —expresa adolorido el omega quien, al instante de alzar su vista, se queda petrificado cuando de nuevo observa sus ojos dorados. Sus emociones habían sido canalizadas y la rabia que había sentido minutos atrás fueron percibidas por el omega.



Jongin  carga al omega en sus brazos y se sienta en la cama con él en su regazo. Vuelve a respirar profundamente hasta que estabiliza sus emociones y los ojos del omega vuelven a su color natural.



—Perdóname —besa su frente y lo abraza con regocijo. Era claro que el lazo necesitaba una marca para que pudiera estabilizarse, pero por el momento, Jongin  entendía que Kyungsoo  no quería nada de eso por ahora.



—¿No crees que sería un buen momento para hablar de esto? —dice tocando su frente y observa los ojos del alpha que le transmitían miedo. No quiso tocar ese tema después de haber culminado el celo, no porque no quisiera, más bien porque Jongin  no parecía estar cómodo.



—¿Recuerdas lo que pasó en aquella habitación cuando estábamos en nuestro celo?



Kyungsoo  asiente, pero si se refería a recordar, no, no mucho. Solo tenía pequeños fragmentos donde había visto una mariposa en la pared junto con un rostro borroso y después solo sintió como unas manos tapaban su boca, luego de ahí, solo oscuridad… había perdido la percepción de realidad y se dejó llevar por la sensación del calor de su piel.



—Tú y yo tenemos algo peculiar que los demás no poseen, si me ves a mí, puedo matar con mis feromonas, pero menos a ti —Kyungsoo  se coloca de frente y le presta atención—. En esa noche, yo tampoco estaba consciente de mis acciones y solté toda la capacidad de mis feromonas e hicieron que tú entraras en un estado de inconsciencia.



—Entonces mis ojos se vuelven dorados cuando perciben emociones tuyas y viceversa… —susurra y el alpha asiente.



—Cuando desperté, me asuste demasiado porque había sangre desde tu nariz y parte de tu cuello y eso se debe a que recibiste la totalidad de mis feromonas cuando estas son tóxicas y como tú aún no estás marcado, como efecto, te provoca un sangrado por la nariz.



—En ese momento sentí un poco de dolor, pero me gustó…



El alpha sujeta al omega de las caderas y lo atrae más a su cuerpo, besa su cuello lentamente hasta que escucha como jadea en un tono bajo.



La primera vez que Jongin  pudo sentir las emociones del omega, fue cuando despertó de su coma y Valentín corrió asustado cuando sus ojos estaban dorados. De inmediato habían llamado a Bom ha para ver cuál había sido el shock tan grande qué había sufrido el omega y cuando supo la razón, tuvo que tomar medidas respecto al caso, porque no se podía librar de una masacre que hizo el omega a doce jóvenes de una prestigiosa institución educativa a la que Sehun asistía.



Kyungsoo  no recordaba nada de ese día, es como si nunca hubiera vivido aquella tarde, pero le dio un escalofrió al saber la carga emocional que tenía ese día el omega, que fue capaz de despertarlo tras un coma de varios meses producto del accidente automovilístico.



—Dependiendo de lo fuerte que sea la emoción, puedes recordar o tal vez no, y quede como algo que nunca existió. Tenlo presente.



Kyungsoo  se queda pensativo por varios segundos, más o menos entendía su condición, sin embargo, había varios interrogantes que quedaban a la deriva, solo que ahora, estaba satisfecho por el momento, pero no iba a negar que las cosas “absurdas” que a veces le contaba su abuela sobre las almas gemelas, resultaron ser ciertas…



Jongin  sonríe cuando el omega comienza a hacer caras de desagrado y luego simplemente se ríe, al parecer en su mente estaban sucediendo cosas interesantes, pero no tan buenas como cuando acaricia desde la rodilla hasta llegar a los muslos internos del omega donde podía sentir su suave piel.



El omega se cohíbe cuando recuerda que no tiene nada debajo, solo estaba usando un buzo bastante largo que le alcanzaba a cubrir un poco más abajo de sus glúteos, y la razón es que estaba buscando ropa interior, pero eligió mal ya que estos eran del alpha y por supuesto que le había quedado grande, así que empezó a buscar algunos de su talla hasta que desistió y fue ahí donde tuvo que detenerse ya que estaba sintiendo las emociones del alpha.



—Hey, baja esa mano, tienes prohibido el paso —agarra la muñeca del alpha y observa su mirada traviesa.



—De seguro ya estás duro con solo tocar tus piernas.



—No soy tan fácil, señor Lebedev, así que le recomiendo que baje ese ego.



Jongin  se zafa del agarre del omega y rápidamente sube el buzo y se da cuenta que el miembro de su mariposa estaba erecto, podía apreciar como sus delgadas venas sobresalían, como el glande estaba de un fuerte color rosa y a punto de derramar preseminal.



—¿Qué me vas a decir ahora? —reta con la mirada al omega quien chasquea su lengua y le sonríe con arrogancia.



—Solo estaba pensando en otro alpha y me excite.



Jongin  al escuchar su descaro, aprieta con fuerza sus muslos y se acerca peligrosamente a su boca, sus ojos lo envuelven y siente la fuerte respiración del omega. Sus labios se entreabren y no puede sacarse el pensamiento de que, muy en el fondo él lo deseaba, pero era difícil que lo aceptara.



—Donde eso fuera verdad, encontraría a ese alpha y lo mataría delante de ti para ver si en una próxima se te pone duro por un cadáver —susurra en un tono gentil y Kyungsoo  le desvía la mirada tan rápido como acaba.



—¡Maldito loco! —se carcajea y termina levantándose del regazo de Jongin . Si ese hombre no estuviera relacionado con la mafia lo tomaría como un simple juego, pero como no era así, él sería capaz de hacerlo.



—¿Quieres que te ayude? —pregunta el alpha provocativo. Kyungsoo  no iba a negar que con tan solo el recuerdo de tener a Jongin  devorando su miembro, era excitante, ver como lo lamia desde la punta hasta la base y que luego su lengua siguiera avanzando hasta que la introdujera en su agujero, pero simplemente no.



—No, gracias.



—Después no vengas rogando.



—¿Yo? Iluso.



Jongin  le muestra sus cupones con alegría y se va a la habitación del baño, entre tanto, Kyungsoo  cierra sus ojos y va pensando otras cosas para que se le bajara la erección, pero se dio cuenta que el maldito alpha había soltado feromonas por todo el lugar y así era bastante difícil.



Aunque la duda se le vino a la mente, su olor no podía clasificarlo del todo, pero era tan delicioso que le provocaba coger toda la ropa del alpha y echarse a dormir en ella.



Camina hacia los cajones y por sorpresa encuentra un bóxer de su talla, se lo coloca y termina eligiendo un pantalón de algodón del mismo color que su buzo, negro, porque era lo más sencillo y rápido de combinar.



En busca de su celular, se siente incómodo caminar con una erección, pero se obliga a agacharse cuando escucha su celular debajo de la cama. Quien sea que estuviera llamando lo iba a maldecir, pero cuando observa que era su Sehun, solo sonríe.



—Hola mi amor ¿Cómo estás? Que el sol y las estrellas te guíen en tu camino —saluda de manera efusiva y escucha cómo su amigo le responde con un suspiro—. Oye a mí no me contestas así ¿Okey?



—Es que eres tan estúpido Kyungsoo .



—Pero soy tuyo.



—Ay no, no puedo contigo.



—Huni, tengo un superpoder con mis ojos ¿Lo sabías? Pueden cambiar de color.



—¿Eres un camaleón?



—¡Si!



—¿Comiste helado? —su pregunta fue respondida con un ataque de risa que le dio al omega. Era muy obvio que había comido.



—Le diré a Jongin  que no te de helado, te pone en modo imbécil —espera varios segundos y continua—. Hoshi me dijo que ya iba en camino a la tienda, así que te llamaba para saber si también irías.



—Si no voy, Hosh es capaz de arrastrarme con esos brazos de espagueti —escucha la risa de Sehun y no puede evitar acompañarlo.



—También iba a preguntarte algo ¿Ya recibiste el dinero? —se suponía que el corredor que llegara de segundas recibiría un dinero y Kyungsoo  efectivamente llegó de segundas, aunque estaba colérico al saber que Snake había ganado.



—El dinero lo entregarán en efectivo y llegará a tu casa. Huni, es para ti, yo no necesito dinero, así que cógelo para que pagues lo que necesites —casi todo lo que hacía era para el beta, sus ganancias se las daba para ayudar a su amigo ya que por ahí se dio cuenta que tenía algunas deudas con el banco, pero él no le había mencionado nada y respetaba el hecho de que no se lo contara, no lo iba a ahogar con preguntas, así que solo le daba el dinero que salía producto de las drogas, peleas o las carreras como la de anoche.



—Kyungsoo , no me puedes dar todo ese dinero.



—Si puedo, y si no lo quieres, lo echaré en la chimenea.



—Bien… Gracias Kyungsoo  —dice en un tono apenado y el omega siente como su corazón se siente feliz al saber que estaba haciendo algo mínimo por él.



—Hablando de otra cosa ¿Sabes si han podido identificar el rostro del hijo de perra de Snake? —pregunta con odio—. No entiendo como ese maldito logro llegar de primeras, se suponía que ibas cerca de él.



Kyungsoo  echa un suspiro y recuerda lo de anoche, antes de ir de vuelta a la meta, el auto de color morado le tapaba la vía, si se iba hacia el carril izquierdo el hacia lo mismo y no lo dejaba acelerar y sumándole la rabia de que Snake iba en la adelantara, tomo una atajo y acorralo al carro, le destruyo el parabrisas y termino rayando el capo morado con una navaja.



—No… —responde neutral—. No se conoce el rostro de ese hombre.



El omega con la rabia carcomiéndole cada poro, se subió a su carro después de haber hecho añicos a esa belleza morada y siguió con la carrera, sin embargo, casi se le rompe el corazón, cuando detalla más adelante el auto de Sehun, pareciera que había chocado con algo. En ese momento tomó su arma y salió para ver qué había sucedido y cuando abrió la puerta de su carro, observó a un Sehun inconsciente en su asiento y con rastros de sangre en su frente.



—Huni ¿Te siguió doliendo la cabeza?



—No, estoy bien, solo fue producto del choque…



Kyungsoo  movió bruscamente a Sehun hasta que despertó y de inmediato se llevó a su amigo a su carro y Sehun le rogó que terminara la carrera y le dijo que después curaría su pequeña herida.



—Muy bien mi amor —murmura y se da cuenta que Jongin  había salido del baño. Sus ojos no pestañean ni por un segundo cuando se deleita con la vista de su torso desnudo que era acompañado por las gotas de agua que se deslizaban desde su clavícula y pasaban por su gran pecho, algunas terminaban en sus pezones y otras continuaban por sus abdominales—. Nos vemos en un rato cariño, cuídate, te amo —se despide rápidamente y Sehun solo se ríe al escucharlo.



El alpha al escuchar lo último sintió celos, también quería que Kyungsoo  lo tratara y lo llamara de forma cariñosa, pero estaba muy muy lejos.



—Yo también quiero que me digas “cariño” —dice afligido Jongin  quien solo escucho una cruel risa por parte del omega.



—Y yo quiero un millón de dólares —comenta con sarcasmo y los ojos del alpha brillan.



—La cantidad de dinero que tu quieras te la doy.



—Estas cosas no se compran Jongin , se ganan, así que depende de ti —explica y al ladear su rostro se percata que el alpha sostenía el sobre con sus cupones adentro ¿Acaso no los pensaba guardar?



—Me esforzare para lograrlo —se acerca al omega y besa su cabellera rizada—. Le pediré algún consejo a Soohyuk  —se va a la otra habitación conjunta para cambiarse y el omega lo sigue.



Kyungsoo  se recuesta en el marco de la entrada y se relame los labios cuando el alpha se coloca de espaldas y deja la toalla a un lado. Él estaba totalmente desnudo y en lo único que se podía fijar era en los grandes glúteos del alpha, eran tan perfectos que la palma de su mano hasta le hormigueaba por desear azotar esa maravillosa piel que de seguro podía reflejar las marcas en un bonito rojizo.



—Ni te atrevas a dar un paso, Kyungsoo  —dice el alpha en un tono demandante, pero eso no fue impedimento para que el omega se sentara en el sillón y apreciara su culo de cerca.



—Desde aquí lo puedo ver en alta definición —echa un chiflido y enseguida Jongin  se apresura en colocarse su bóxer.



El omega se tapa la boca y trata de contener su risa al ver lo alterado que estaba el alpha que hasta se cambió en pocos minutos pensando que lo iba a atacar o algo parecido, y la verdad es que ganas no le faltaban, pero él le tenía miedo al triunfo.



—¿Qué consejo le pedirás a Soohyuk ? —observa como Jongin  se coloca su blazer y deja de lado la idea de colocarse una corbata. Busca sus zapatos y antes de sentarse, saca un cupón del sobre y lo guarda en el bolsillo de su pantalón, luego deja el sobre metido en una cajita de metal que después puso con seguridad.



—A Soohyuk  le costó casi la vida tener de vuelta a Hoshi. La verdad ni yo sé cómo es que ellos siguieron juntos.



—¿Por qué lo dices?



—Soohyuk  fue de esos alphas despreciables que le hicieron daño a su omega. Aunque gran parte fue por la manipulación de su ex y su abuela, sin embargo, no lo libera de la culpa y las consecuencias que pagó Hoshi —arregla el cuello de su camisa y toma un Rolex que estaba en la mesa de cristal—. Si yo fuera Hoshi, hubiera matado a Soohyuk  y estaría feliz con su fortuna viajando por todo el mundo.



—Esa sería una buena idea, voy a ver si lo pongo en práctica —sus ojos se encuentran con los de él y no puede evitar sonreír ante su expresión de miedo.



—Yo no he sido un mal alpha, bueno, no contigo.














Sastrería Casa Bless



Horas más tarde.











—¡Taeyang! —dice a lo lejos una voz femenina quien sale de su auto deportivo y pasa la calle. El alpha por dentro quería desaparecer y huir de esa mujer. No sabía que más excusas ridículas decirle a la “amante” de Junmyeon .



—Señorita Amelia. Que gusto verla de nuevo —su sonrisa fingida hace que la omega se quite sus gafas y levante una de sus cejas con soberbia. Era inevitable, pero ella se ganaba el odio y gratis.



—Necesito hablar con Junmyeon . Me ha estado ignorando, anoche se suponía que tenía una cena conmigo y me dijo que no podía porque debía de asistir a una reunión con Jongin  ¿Y adivina qué? Por ahí me informaron que no se realizó dicha reunión ¿Me explicas?



Taeyang observa la entrada de la sastrería y sentía como le sudaba todo el cuerpo, ¿Cómo le explicaba que él ni siquiera sabía que había hecho anoche Junmyeon ? Solo estuvo en esa carrera por diversión, además no era la primera vez que participaba, sin embargo, realmente no sabía quién conducía el auto negro y era todo un misterio.



—Señorita Amelia, no tengo conocimiento sobre eso… sería bueno que hablara con él.



—Dime, Tae ¿Él está saliendo con alguna mujer?



—No, eso jamás, mi jefe te adora con locura —su tono sarcástico era tan evidente que terminó golpeado por su bolso de perlas.



—Recuerda que quien tiene el poder soy yo, y si quiero que Junmyeon  te despida, se lo haré saber, así que más te vale que te portes bien.



Taeyang observa como la omega se va furiosa y es escoltada por un alpha quien lo mira amenazante y luego se marchan rápidamente. Junmyeon  debía hacer algo con ella, si quería que realmente ella fuera su pareja oficial o mejor dejarla a un lado.



Al sacar su celular, observa más de diez camionetas parqueando en el lugar. Hoy el centro internacional de negocios estaba acordonado con cientos de hombres quienes estaban de civil para hacer guardia ante cualquier incidente. La primera pareja en bajar es Kyungsoo  junto con Jongin , el omega quien al momento de pisar suelo extiende sus brazos y carga a Hoshi en cuanto lo ve y termina sosteniéndolo mientras el peliblanco lo llena de besos.



Taeyang camina hacia ellos y le hace señas a los demás hombres para que estén pendientes. Si algo sucediera, las cabezas correrían como bolas de billar; al ingresar, el personal de la tienda los recibe de manera cordial y les brinda aperitivos, hoy disponían de la sastrería para ellos, así que los omegas se podían tomar todo el tiempo que quisieran.



Jongin  se sienta junto a su omega y observa a Soohyuk  luciendo un bolso de cadenas rosa, obviamente no era de él, solo que Hoshi le terminaba dando su bolso y Soohyuk  lo lucía sin vergüenza como si fuera suyo, además, hasta sus uñas combinaban con el accesorio.



Hoshi toma a Kyungsoo  de su mano y se van a los vestidores ya que el omega tenía unos diseño preseleccionados, así que solo era elegir y hacer pequeños arreglos en caso de que los hubiera.



—Muéstrame tus uñas —pide Jongin  burlón y Soohyuk  le muestra sus uñas rosa con diseño.



—Me las hizo en la mañana mientras veíamos una de sus películas favoritas —comenta sonriente el alpha. No iba a negar que le gustaba hacer este tipo de cosas con su pequeño esposo.



—Están divinas.



—No cantes victoria, si mi omega le habla al tuyo, de seguro Kyungsoo  te mandará hacer las uñas y postizas.



—¡No le des ideas!



Los minutos transcurren y mientras hablaban sobre ciertos negocios, los omegas salen y Jongin  casi se le escurre la baba al ver a su omega con unos pantalones ajustados donde podía apreciar su redondo trasero. Su miembro empieza a levantarse y termina cogiendo el bolso rosa del alpha para disimular su bulto cuando sus ojos recorren la delicada tela de su camisa y puede notar la punta de sus rosados pezones.



Kyungsoo  iba a decir algo, pero se calla abruptamente cuando observa a Sehun llegar seguido de Junmyeon .



—¿Por qué mierdas llegas junto a él? —pregunta Kyungsoo  y Sehun quien pensaba que había llegado solo, pega un brinco cuando se da cuenta de la presencia de Junmyeon  atrás suyo.



—No creo que te interese —dice Junmyeon  y todos en el lugar empiezan a buscar el mejor sillón para acomodarse y el primero en hacerlo es Jongin . El alpha sabía perfectamente que, si se metía, se llevaría una golpiza, además Kyungsoo  es capaz de defenderse y, por último, Junmyeon  sabía sus límites.



—Que sorpresa, no sabía que los animales hablaban —expresa Kyungsoo  con un sarcasmo sin igual y le sonríe con ganas de matarlo.



—Y también comen —responde Junmyeon  observando a Sehun con disimulo.



Hoshi y Soohyuk  se miran y ya sabían lo que sucedería.



—Créeme que un viaje a donde están los callados no te iría nada mal, Junmyeon .



—¿En serio? ¿Y tienen ofertas?



—¡El día en que tú y yo nos llevemos bien, será cuando el infierno se congele!


Omega pandillero [ADAPTACIÓN] KAISOO Where stories live. Discover now