Capitulo 36. Isla Blenk I

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“Y si el sol se molesta y el cielo se vuelve frio, y si las nubes se vuelven pesadas y comienza a caer. Realmente necesito a alguien a quien pueda llamar mío. Quiero ser algo para alguien, alguien para ti.



BANNERS – Someone To You.

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Al día siguiente.







—Adelante —expresa Jongin  de manera cortés a un Sehun  que estaba totalmente nervioso. Se notaba en su mirada una especie de miedo combinado con ansiedad, puesto que no sabía lo que le deparaba con el mismo jefe de la mafia y siendo sincero, no esperaba nada bueno…



El alpha le señala con amabilidad el sillón en frente, y Sehun  asiente cabizbajo mientras se acomoda, por un instante alza su vista y observa a Jongin  quitarse sus gafas de descanso. Era un alpha que poseía un atractivo bastante llamativo y en su mirada serena, encuentra un refugio que lo alivia, porque no iba a mentir que se imaginaba a Jongin  enfurecido a tal punto en que le estuviera gritando o peor aún, golpeándolo.



—¿Has desayunado? —pregunta el alpha atento y observa una respuesta negativa— ¿Quieres que ordene traer algo? —el beta no pronuncia ni una sola palabra y eso empieza a molestarle a Jongin , pero no para mal, solo que no sabía cómo empezar dicha conversación cuando observaba a Sehun  bastante rígido.



—Realmente no sé si deba confiar en ti —expresa de golpe Sehun  quien entrelaza sus manos con angustia y mira de frente a Jongin .



—Lastimosamente no tienes de donde más ¿O sí? —observa directamente los ojos del beta y siente una tensión que empezaba a agitarse, ¿Qué haría Sehun ? Él conocía gran parte de su secreto, prácticamente estaba caminando en una cuerda floja, sin embargo, no podía renunciar a lo que por años se ha esforzado.



—Te va a odiar…



El alpha sonríe con melancolía y desvía su mirada hacia la ventana, hace como si las palabras del beta fueran una sorpresa, como si no supiera que aquello iba a suceder, solo trata de mantenerse optimista con el pensamiento de que tal vez quería compartir un poco de felicidad con su omega, ver su sonrisa o sus ojos deslumbrando alegría.



Y es que, ¿Quién no quisiera un instante con el amor de su vida?



—Puedo cargar con eso… si eso significa que Kyungsoo  pueda vivir de forma tranquila —toma aire y siente como los recuerdos vuelven a erizarle la piel—. Lo único que deseo de todo corazón, es que él pueda ser feliz, que pueda hacer su vida con toda la libertad…



—T-tú… tú fuiste quien los mató —el tartamudeo se vuelve difícil de manejar cuando observa como el alpha niega con la cabeza. La impresión de sus ojos negros transmitiéndole su dolor, lo dejan perplejo.



—No… —susurra con el aliento quebrado y siente que no es capaz de retener las emociones que empezaban a desbordar su alma—. Si hubiera sido yo, no tendría el descaro de tan siquiera sostener la mano de tu amigo —aprieta sus labios con fuerza para reprimir sus lágrimas y termina cubriendo sus ojos con la palma de su mano—. Todo indica que fue mi padre… ¡Esto es una mierda, Sehun !



Las manos a Sehun  le tiemblan, su piel se vuelve fría, y la vista empieza a fallarle por un corto tiempo. Pareciera que la sangre por un segundo se hubiera congelado junto con sus latidos al entender de que cualquier forma, Kyungsoo  lo odiaría, porque después de todo, Jongin  era el hijo del asesino de sus padres y era inevitable que por la cabeza del omega no recordara la imagen desgarradora de sus progenitores a través del alpha.



¿Cómo entablas una relación amorosa con alguien que indirectamente te hizo tanto daño al punto en que no pudiste dar reversa? Lo más lógico es que no quisieras estar con nadie relacionado a lo que tanto dolor y trauma te generó.



Si colocaba un ejemplo, le causaba malestar imaginarse ver algún familiar de sus violadores, por nada del mundo le gustaría hablar con alguna de esas personas, lo más sensato es apartarse y cruzar una línea, pero en este caso ¿Cómo lo haría Jongin ?



—Lo que estoy tratando de hacer, es garantizar un futuro a tu amigo, pero para asegurarme de ello, debo no solo matar a ciertas personas, tengo que cortarlo de raíz y no es algo sencillo, pero es mi deber como su alpha.



La mente de Sehun  parecía un torbellino, los diferentes recuerdos lo arriban de manera escalofriante. Algo le decía que Jongin  conocía a Kyungsoo  desde hace años y por el actuar de Bom ha, sospechaba que el alpha se comunicaba con la omega, sin embargo, eso no era todo, las cartas anónimas con un sello de cera en forma de triángulo que detallaba en la mesa de Bom ha, le daban mala espina.



—¿Tú eras la persona quien le regalaba las cajas de pinturas a Kyungsoo …? —su pregunta sorprende a Jongin  quien de inmediato retira la mano de su rostro y lo observa con suspicacia—. La última caja fue hace dos años, y en ella había una nota… una que nunca leyó Kyungsoo , pero yo sí.



Sehun  tenía su respuesta, su silencio confirmaba su duda y por alguna razón que no comprende, recuerda la vez que vio a Insung besando a Kyungsoo , en los ojos de ese pobre hombre podía ver el miedo, y es que se estaba metiendo con la pareja de un mafioso sanguinario y si abría la boca, lo meterían en una caja negra.



—Debes tener conocimiento sobre qué Bom ha trabajó para la inteligencia rusa ¿No? —cruza una de sus piernas y mira como el beta asiente lentamente—. Su hija Sonhee siguió sus pasos y terminó como directora de una agencia secreta donde su misión principal era destruir núcleos de poder como lo son las mafias y esa información me llegó a mí. Ella fue trasladada a mi mansión para trabajar en el área de limpieza, pero me enteré de su verdadera identidad y dentro de mis planes, iba a matar a Kyungsoo .



La manera tan fría en que lo dijo, le produce náuseas a Sehun .



Sehun  mantiene su mente abierta a las palabras del alpha, pero al escuchar la manera tan macabra en que iba a matar a Kyungsoo  ese día en que llegó a la mansión, le dejó un pequeño dolor en su corazón, pero era su forma de ser, la manera en que fue criado y eso era muy difícil de enderezar.



Aquella tarde de invierno, Kyungsoo  había llegado de sorpresa al trabajo de su madre, pero terminó haciéndole una marcación de alma a un alpha que lo quería matar, a un hombre que lo quería ver muerto, sin saber que éste mismo, se convertiría en su mayor protector en un futuro.



Destinos cruzados, conducidos por un mismo hilo, pero que, a la brevedad del tiempo, terminará roto…



—La madre de Kyungsoo  me odiaba con toda su existencia, las discusiones que teníamos eran fuertes, pero esa omega nunca bajó su cabeza y a pesar de que habíamos llegado a un acuerdo, reiteró que al mínimo error que cometiera contra Kyungsoo , me asesinaría —su sonrisa se vuelve suave, porque era la misma expresión que recordaba en su mariposa, un omega fuerte, con un ego inquebrantable.



A Sehun  le hubiera encantado tener la posibilidad de conocer a Sonhee, de seguro lo hubiera adoptado.



Jongin  baja su mirada hacia el suelo y entrelaza sus manos. El día del accidente, él se iba a encontrar con Sonhee, pero algo sucedió en la mansión principal, y se enteró de que ella se iba a ir con su esposo e hijo a San Petersburgo. Esa misma noche recibió una información de Dimitri donde dos camionetas estaban siguiendo a Sonhee, de inmediato emprendió la marcha y pudo alcanzarlos, pero fue tarde, Jongin  vio con sus propios ojos como un hombre sacó un arma y disparó en varias ocasiones contra la omega.



—Nunca me había sentido tan impotente en la vida… El carro de Sonhee perdió el control en la vía y terminó volcado hasta llegar a un río. Mis hombres llegaron al lugar, pero yo no me detuve ni por segundo y fui por Kyungsoo . Yo fui quien lo sacó del carro… Yo fui quien lo llevó en brazos con su sangre derramándose en el pasillo de urgencias del hospital, pero ahí, a los pocos días, se lo llevaron.



Sehun  se recuesta contra el respaldar del sillón y queda atónito al saber que concuerda con el tiempo en que Kyungsoo  estuvo a manos de su desgraciado tío, es decir que ¿El padre de Jongin  y el tío de Kyungsoo  estaban relacionados? No era una locura, pero muy probablemente, su progenitor le pidió a Eduard que tuviera a Kyungsoo  escondido para que Jongin  no pudiera encontrarlos.



—Una vez que se hace una marcación de alma, las feromonas dejan de ser normales y puedes utilizarlas para matar, sin embargo, si el omega que te marcó, muere, pierdes el poder de tus feromonas, por eso supe que Kyungsoo  no había muerto y estaba en algún lugar del mundo.



El alpha nunca dejó de buscar a Kyungsoo , no hubo un día donde su corazón se rindiera porque siempre estuvo llamando al omega por medio de la marcación de alma.



Esto era mucho para el beta, habían tantas cosas que le han ocultado al omega, que aunque sea por un bien mayor, realmente no sabía cómo podía llegar a reaccionar, pero una cosa si tenía clara, y es que Kyungsoo  no le creería al alpha, sin pruebas contundentes, estará condenado a ser repudiado por su pareja destinada.



—Desde que tengo uso de razón, siempre soñaba con una mariposa en medio de la nieve —se levanta del sillón y observa uno de sus adorados cuadros plasmados con la piel de un hombre—. Mi madre me decía que cuando el lazo era fuerte entre las parejas destinadas, soñabas con algún animal u objeto que relacionaba a tu alma gemela.



Jongin  camina directamente hacia Sehun  y se queda observándolo, así como Bom ha era un ser preciado para Kyungsoo , ese beta que tenía en frente, también lo era y aunque por su mente pasaban pensamientos retorcidos, no podía pasar ciertos límites.



—Espero que algún día me des tu aprobación para estar con Kyungsoo  —agacha su cabeza en signo de respeto hacia Sehun  quien se queda sin palabras al observar a un hombre tan poderoso expresarse de esa manera tan ¿Cálida?



—Yo quiero ser amado por Kyungsoo  —habla de nuevo Jongin  con toda su sinceridad—. Quiero llegar a ser un hombre digno de su corazón y su alma, aunque las circunstancias me han llevado a ser el alpha que soy, siempre respetaré a tu amigo, velaré por su seguridad y sobre todo, su futuro, así sea yo, quien tenga que ver la felicidad de Kyungsoo  con alguien más.



—La primera vez que te ví, algo me decía que no iba a ser nada bueno tu aparición, pero para Kyungsoo  fue tan diferente… —echa un suspiro y termina levantándose—. Lo veía emocionado y aunque lo negara, él nunca se había comportado así con un alpha y no es por el hecho de que sean destinados, eso a Kyungsoo  le importa una mierda y lo sabes…



—¿Eso significa que estamos del mismo lado? —pregunta expectante.



—No, aún tengo muchas cosas que preguntarte, pero no es el momento, por ahora ve con tu omega… —ya era tiempo de aceptarlo y aunque sentía un sin sabor, también quería que su amigo fuera feliz—. Ya sabes como es su pésimo humor en las mañanas.



—Gracias, Sehun  —le sonríe de forma amable y el beta hace lo mismo.



—Solo una cosa —murmura antes de que el alpha abriera la puerta—. Kyungsoo  me dice únicamente a mí “mi amor” espero que soportes vivir con eso —se ríe delante de Jongin  quien lo observa con una sonrisita que expresaba un “ya lo sé”.



—Con que me hable, así sea con groserías, estoy más que bien.



Al salir de la oficina, el alpha siente un poco de alivio, su mente no dejaba de pensar en su mariposa y solo tenía como propósito en esta semana poder acercarse más al omega y conocer un poco más sobre sus sentimientos.



Al llegar a la habitación donde se encontraba el omega, el pálpito de su corazón y un vértigo lo atacan de repente, pero con todo el valor del mundo, ingresa al campo de batalla y con sumo cuidado va caminando hacia donde se encontraba el omega, sus ojos empiezan a cobrar brillo cuando se ríe en silencio al ver su desordenada cabellera, cada uno de sus rizos parecían ir en diferentes direcciones, sin embargo, se veía tan hermoso que, incluso al ver su saliva seca y algunas lagañas, no cambiaba su opinión.



Se sienta a su lado y a los pocos segundos observa el rostro moribundo del omega observándolo con enojo, el pobre había dado todo su esfuerzo en una guerra perdida, pero le admiraba ese orgullo por no quedar desmayado en sus brazos después de anudarlo por última vez cuando el sol apenas se asomaba.



—Te odio —fueron las primeras palabras de Kyungsoo  que para Jongin  se convirtieron en una poderosa confesión de amor jamás sentida por su corazón.



El alpha con una sonrisa de idiota, le da los buenos días junto con un beso en su frente, saca del cajón de la mesita de noche un paquete de pañuelos húmedos, toma uno y empieza a limpiar la baba seca que se encontraba en la comisura de sus labios y por supuesto las lagañas en esos bellos ojos violeta.



—Me partiste el culo ¿Feliz? —arruga el entrecejo de mal genio mientras él pasa el pañuelo con olor a fresa por su rostro.



—No hay de qué. Puedes pedirlo cuantas veces quieras.



—Buenos días, imbécil —al estirar sus brazos, suelta un chillido cuando su espalda le da un fantástico mensaje de que estaba adolorido. Enseguida observa a Jongin  con repudio y no puede contener su sonrisa cuando ve al alpha con aquellos ojitos iluminados como si estuviera viendo lo más hermoso de su vida.



—¿Te duele mucho? —pregunta preocupado Jongin  y por dentro el omega quería meterle un puño en ese atractivo rostro.



—No, para nada —dice en un tono sarcástico que no fue captado por él—. Hubiera podido contigo y otros dos alphas. Es más, pediría una décima octava ronda.



Jongin  levanta una de sus cejas al tomarse en serio sus palabras, pero mientras los segundos transcurren, su cerebro procesa que se expresa de forma sarcástica y que obviamente si estaba adolorido y que, además, solo necesitaba de él para complacerlo.



—¿Otra ronda? —dice el alpha conteniendo su risa—. Si tú ya te estabas yendo, pero para el cielo.



Kyungsoo  toma la almohada y se la avienta al alpha en toda la cara que hace que se caiga al suelo, sin embargo, a pesar del golpe, Jongin  no paraba de reír y para empeorar, su risa lo contagia y tiene que colocar sus brazos alrededor de su abdomen porque hasta le dolía para reír.



—¡Yo ya estaba preparando tu funeral! —continúa el alpha con sus comentarios burlones mientras no podía levantarse y recibe un segundo golpe de almohada y termina con todas las sábanas encima de su cuerpo.



—¡Te juro que un día mi pene va a estar enterrado en tu culo y vas a llorar! —responde el omega sobándose la espalda.



—Eso sería un maravilloso regalo de cumpleaños —descubre su rostro hasta su nariz y observa los ojos felices de su omega. Iluso.



—¿Qué día cumples?



—33 de diciem… —y el sonido del paquete de pañuelos resuena contra su frente.



Kyungsoo  se voltea hacia el otro lado de la cama y al estirar una de sus piernas, aprieta sus labios y se maldice una y otra vez por el dolor. Nunca debió salvarle el culo a Junmyeon , jamás, pero jamás.



—¿Y qué me darás si te lo doy? —se levanta el alpha y coloca sus dos manos a cada lado de sus caderas, después observa al omega en modo oruga con una delgada cobija que de inmediato se la quita y escucha el fuerte chillido del omega.



—¿Dinero…? —responde el omega boca abajo mientras la vergüenza lo consumía al saber que estaba desnudo delante del alpha quien no apartaba su mirada. Una cosa era estar calenturiento y diciendo cochinadas y otra muy diferente era esta, justo no le quería ver la cara.



—Tengo mucho dinero… —va bajando el tono de voz a medida en que se acomoda al lado del omega y con sutilidad, coloca su dedo índice en su nuca y lo va deslizando por toda su espalda hasta llegar a su tatuaje y va delineando sus alas.



Jongin  observa las marcas de dientes, chupones y algunos… no, más bien muchos moretones en su piel, muy probablemente se había pasado, pero el omega le dio permiso, así que culpa no sentía.



—¡¿Qué-qué haces?! —tartamudea nervioso el omega cuando el alpha agarra uno de sus glúteos y el sonido de una fuerte palmada hace que Kyungsoo  grite del dolor al sentir su piel adolorida.



Jongin  observa como el omega aprieta las sabanas con sus manos, pero no hace nada, solo se limita a morderse con sensualidad su labio y eso era tan provocador, sin embargo, no iba a hacer nada más y como una recompensa, se acerca a su culo, y reparte suaves besos sobre su piel rojiza y escucha como él jadea en un tono bajito.



Da cortos masajes en sus glúteos y al abrirlos, su pene se coloca duro al ver su agujero de un fuerte color rosa junto con el lubricante que empezaba a salir, y sin pensarlo dos veces, acerca su lengua, y delinea los pliegues de su ano, el sabor de su líquido lo enloquece y termina enterrando su lengua en ese aflojado culo que lo recibía con delirio.



—¡No lo vayas a meter! —expresa Kyungsoo  con miedo— ¡Jongin ! —gime con vergüenza al sentir un cosquilleo en las paredes de su culo cuando metía y sacaba su lengua, sin embargo, no lo quería detener, se sentía bastante bien.



El alpha cierra sus ojos y suelta un suspiro, si por él fuera, le tendría un pedestal a ese culazo que se comía.



—Anoche te bañé mientras dormías, pero es hora de lavar tu cabello —expresa el alpha retirándose y Kyungsoo  se queda en blanco ¿Anoche? Si anoche estaba follando, a menos que…



—¿Anoche no estábamos follando? —pregunta con inocencia y escucha como el alpha se burla y niega con la cabeza. Al parecer la isla tenía algo raro.



—Follamos hace dos noches y Sehun  ya llegó.



—¿¡Cómo que mi amorcito ya llegó y yo sigo aquí como un inválido!? —se sienta de manera rápida y tapa su boca cuando un dolor agudo en su espalda baja lo aborda.



Jongin  recuerda las palabras del beta y le da risa.



Observa al omega quejarse en silencio y con la mayor delicadeza lo carga en sus brazos y lo lleva a la habitación del baño donde tenía una tina hidromasaje, lo deja por un momento en el sofá y saca del closet una toalla que de inmediato la coloca sobre sus esbeltos hombros para que no sintiera tanto frío mientras que tomaba un shampoo y un acondicionador especializado para sus rizos y por último un tratamiento.



—¿Quieres bañarte el cabello adentro? —pregunta el alpha y a Kyungsoo  se le iluminan los ojitos cuando ve un tarrito para hacer burbujas.



—¡Si! —grita como un niño pequeño y deja que Jongin  lo cargue de nuevo en sus brazos y siente el agua tibia cuando está dentro de la tina y detalla cómo poco a poco iba subiendo el nivel del agua.



El alpha toma un pequeño banquillo de madera y se sienta atrás de tal forma que queda con la vista hacia la espalda del omega. De inmediato le entrega al omega el gran honor de hacer burbujas y escucha su risa cuando agita torpemente el tarrito.



—¡Mírame! —pide el omega y Jongin  ladea su cabeza y observa cómo hace su primera burbuja que le explota en toda la cara— ¡Espera! Ahora si mira —hace su segundo intento y sale una gran burbuja que a los segundos fue destruida por su dedo.



Jongin  toma la llave monomando de la tina y empieza a mojar su cabello rizado mientras se siente tan complacido al escuchar los murmullos de su omega con las más bellas risas que hacen eco dentro de la habitación y las burbujas que no podían faltar para darle un toque más dulce al momento.



—¡Jongin ! —chilla en alto su nombre y el alpha pone atención mientras esparce el shampoo en las palmas de sus manos—. Hice una, dos… ¡Cinco burbujas!



—¡Felicidades! —se ríe ante su logro y al masajear su cuero cabelludo detalla como la espuma empieza a salir, sus rizos se van aflojando y va pasando sus dedos como si fuera un peine, sin embargo, se encuentra con muchos nudos y trata con paciencia de desenredar para que no le doliera al omega.



Jongin  aprovecha que Kyungsoo  está tan entretenido y empieza hacerle peinados graciosos, inicia por tomar la mitad de su cabello y le hace un bollito que para su sorpresa le quedaron bonitos, lo mismo hace del otro lado y le coloca puntitos de espuma como decoración.



La herida del omega había cerrado, solo le dejo una cinta aislante que después tendría que quitar y si él quería, podía dejar de usarla, pero si le aconsejaba eliminar la cicatriz con láser, pero de nuevo, sólo si él quería.



—Cierra los ojos —pide el alpha y al omega le dio mal genio porque no le dejó hacer su burbujita y para empeorar, le entró un poco de shampoo a los ojos.



Jongin  enseguida toma la llave y con rapidez limpia el rostro del omega y en su afán no percibió que Kyungsoo  estaba queriendo respirar y con la llave a chorros en casi toda su cara, se siente al borde de la muerte cuando el omega toma con enojo su muñeca y hace que el chorro del agua caiga directamente sobre su camiseta que quedó empapada.



—¿¡Me ibas a ahogar o qué!? —pregunta riéndose cuando ve la expresión de espanto del pobre alpha que pareciera que estuviera viendo al mismísimo diablo—¡Mi tarrito de burbujas se echó a perder! —dice al verlo hundido. Era una lástima, pero esperaba que Jongin  tuviera otro, o si no, lo golpearía.



—Tú sí que das miedo.



—Tienes otra botellita de hacer burbujas ¿Verdad? —va tronando sus nudillos en señal de advertencia y el alpha no demoró ni cinco segundos cuando ya le estaba entregando otro en forma de patito.



—Así me gustan ¡Obedientes!



El omega continúa haciendo burbujas, pero fue inevitable no desviar su mirada cuando el alpha camina hacia el armario del frente y se quita su camiseta mojada, su espalda que tenía una que otra cicatriz era bastante atractiva y más con ese tatuaje que ahora lo detallaba, le llama la atención aquel círculo que contiene un triángulo, le parecía tan curioso, pero debía admitir que la calavera en todo el centro le daba el toque perfecto para envidiarlo.



—Es decir ¿Qué? ¿Te gusto? —habla el alpha con una sonrisa completamente ilusionado. Otra vez, como siempre.



—Los ancianos como tú, no.



—No estoy tan viejo —reprocha sentándose en el banquillo y continúa ahora con el acondicionador que esparce desde la mitad de su cabello hasta las puntas, justo, como su madre le había recomendado.



—Entonces dime, ¿Cuántos tienes? Porque físicamente pareces menos de treinta, pero me dijiste que eras un treintón —lo voltea a mirar con sospecha y sigue haciendo burbujas, sin embargo, no iba a negar que le gustaban mayores, que lo terminaran de “criar”.



—Te doblo casi la edad, Kyungsoo  —expresa el alpha con su risa nerviosa y el omega abre sus ojos impresionado y se saborea los labios. Si por gustar de mayores tuviera cárcel, entonces tendría prisión perpetua.



—¡Pero no me dejes con la puta intriga!



—Treinta y…



—¿Treinta y qué? Por la Diosa Luna, ya suéltalo.



—Treinta y seis.



Kyungsoo  entre abre su boca y se sonroja sin querer. Su gusto culposo, sí que era culposo, esos dieciséis años de diferencia estaban más que perfectos para pagar cárcel y con gusto.



—¡Naciste antes de los dinosaurios!



Jongin  lo mira serio y después se ríe ante su estúpido comentario, ya sabía de antemano que decirle su verdadera edad iba a convertirse en su punto débil porque tendría que aguantar sus tonterías.



—Ya me toca darte suplementos vitamínicos y en unos años ponerte un pañal.



—¡Kyungsoo !



—Ya, ya, tendré cuidado para que no se te suba la presión o te dé un paro cardiaco.



El alpha no para de reír ante sus barbaridades, Kyungsoo  se desinflaba y estaba a punto de ahogarse. En conclusión, no debió decirle nada al señorito “no soy burlón”.



—Necesito tu identificación para creerte —le exige con su palma abierta y el alpha estaba impedido, pero cuando se calla, la situación cambia completamente y Jongin  se levanta—, pero no camines tan rápido que te puedes fracturar un hueso, ya no estas en edad para esos trotes.



Jamás se llegó a imaginar que podía tener esa edad, es decir, cuando apenas estaba naciendo, Jongin  ya estaba listo para ingresar a la universidad, sin embargo, no iba a negar que ese hombre estaba en el punto medio de un perfecto vino.



El alpha trae su billetera con recelo y al sacar su identificación, se demora en dársela, pero el omega se la arrebata en cuestión de segundos. Kyungsoo  observa el año en que nació y no, no mentía, esos treinta y seis años no eran juego, pero que desilusión al ver que su foto no salía feo como en toda la población mundial.



—En la foto no salgo tan guapo.



—Se nota —dice el omega riéndose.



—Ahora sí puedes decir que te estás comiendo un treintón —presume el alpha sin saber que el omega tenía una mejor respuesta.



—Pero un treintón quemado, porque ya vas para los cuarenta.



—¡Kyungsoo !



—Ve preparando los papeles de tu pensión porque esos van a quedar a mi nombre.



Jongin  le arrebata la identificación y al guardarla, mira al omega que ya estaba sin aire. Se lo hubiera follado también al día siguiente para que no tuviera fuerzas, porque ahora ¿Quién se lo va a aguantar?



—¿Y qué haces para verte tan joven? —sopla y le salen tres burbujas—. No tienes ni una maldita arruga.



—Consumo colágeno —sonríe mientras toma la llave y le enjuagaba su cabello—. Un buen colágeno de casi 21.



Al terminar un divertido baño, Kyungsoo  no se detuvo con sus comentarios y se puso el traje de comediante y jamás soltó esos “36”.



El alpha ya estaba a punto de colocarle una cinta en esa preciosa boca y lanzarlo al mar dentro de un barril.



En la habitación, Jongin  le muestra una serie de outfits caribeños, de playeras, camisas, bermudas y pantalones de lino para el calor sofocante que a veces llegaba a ser fastidioso a tal punto que solo querías meterte en un congelador.



Kyungsoo  termina eligiendo una camisa con fondo de palmeras junto con una bermuda de color marfil, y después el alpha le aplica bloqueador en todo su rostro, brazos y pies para evitar que el sol arruinara esa piel blanquecina y lo que no podía faltar, crema para peinar esos adorables rizos.



—¿Te duele para caminar? —habla el alpha mientras se agachaba para colocarle sus sandalias.



—Solo las caderas —dice con rabia y Jongin  se imaginaba a Kyungsoo  echando humo por las orejas.



El alpha finaliza y se queda observando a su mariposa, ya lo había bañado, le dio una ropa linda y ahora faltaba un delicioso desayuno para después ir a una corta caminata y ya luego lo dejaría ir para que pasara el resto del día con sus amigos.



Por otro lado, Kyungsoo  al dar su primer paso, sintió como las piernas le temblaban, sin embargo, se hace el valiente y camina delante del alpha, pero untermina sintiéndose humillado cuando escucha su risa al sentir que caminaba como el venado de aquella película infantil.



—Estos treinta y seis son poderosos —suelta el comentario burlesco y a cambio recibe un puño en su abdomen que lo deja sin aire.



—¡Otra más y llamo a los del asilo, para que te lleven, anciano! —parecía un ogro y al alpha no le tocó más remedio que callarse mientras bajaba por las escaleras solo, porque el omega optó por el ascensor.



Hoy quería utilizar uno de los cupones que le dio el omega, y ya estaba pensando en organizar su primera cita con él, solo esperaba que todo saliera de acuerdo a su magnífico plan de cómo cortejar a Kyungsoo  sin que se diera cuenta y no morir en el intento.



Jongin  mira al omega y en su mente le otorgaban una medalla de oro por haberla metido tan bien que veía al omega en serio caminar “rarito” parecía que sus piernas fueran de gelatina, pero obviamente no iba a decir nada más, o era capaz de castrarlo y la verdad si quería tener hijos.



Ambos ingresan a la cocina y Kyungsoo  se lo piensa dos veces al sentarse en esa dura silla, sin embargo, el alpha le muestra una hamaca y enseguida se acuesta en ella. No era la primera vez, porque su abuela tenía una en casa, pero era tan egoísta, que cuando se iba a acostar, ya estaba ahí Bom ha con Meokmul.



—¿Qué quieres de desayuno?



—Blinis con tocino y quiero una limonada de coco ¿Puedes? —le hace ojitos de enamorado y el alpha ni de broma puede decir que no por miedo de aparecer muerto debajo de una palma.



Tal vez en un futuro deba hacer su ataúd de oro, porque sencillo, jamás, no quiere adentrarse en la pobreza con cajones de madera.



—Por cierto ¿Me podrías ayudar con el profesor de matemáticas? —el alpha se voltea mientras se coloca un mandil de flores.



—¿Quieres que lo mate?



—¿Qué? No, solo conversa con él para que pase la materia.



Jongin  saca algunos ingredientes de la cocina y va preparando el desayuno. Hablar con ese profesor será muy sencillo, es más, conversaría con el nuevo director y le ordenaría que le pusieran en todas las materias la nota más alta y así se acabaría el problema.



—¿En tu instituto fuiste el señorito sabe lo todo? —pregunta el omega curioso. La verdad si quería conocer la vida pasada del alpha, incluso la amorosa, porque a saber, de seguro era un rompe corazones y chisme es chisme.



—Nunca fui a un instituto, los profesores iban a la mansión, así que si me preguntas si hice amigos, pues no, solo tenía a mi mamá, aunque no me quejo, era mejor así, además me interesaba porque eran docentes de diferentes países y me gustaban sus clases porque aprendía nuevos idiomas.



—¿No te aburrías?



—Me obligaron, y aquello lo terminé aceptando.



Kyungsoo  se da cuenta de que, por el tono de su voz, le resultaba incómodo al alpha ¿Habrá sucedido algo con su padre? Porque nunca lo mencionaba.



—¿Sabes que noto ahora? —murmura el omega sonriente y Jongin  se voltea—. Tienes una cicatriz en tu frente ¿Qué te pasó?.



Jongin  va separando las tiras de tocino y las va colocando en la sartén, luego saca unos trozos de coco y va cortándolo.



—En realidad tengo varias, después del accidente que te conté, perdí ciertos recuerdos de mi vida, tuve dos cirugías de cabeza y las feromonas no ayudaban en nada, sentía mi cuerpo como un maldito trapo —le señala la primera cerca de sus orejas y Kyungsoo  alza una de sus cejas—. Aunque las he eliminado con láser, la única que dejo visible es la que me hizo un niño cuando me tiró una piedra.



El omega suelta una risita y aplaude a ese niño sin saber que fue el mismo, solo que no recuerda nada de eso.



Después de un tiempo, el alpha termina el desayuno y le entrega un plato repleto de blinis con relleno de pollo desmechado y queso, pero sin verduras, porque no las tolera y terminaría vomitando.



—¿Quién te enseñó a cocinar? Está muy rico —habla el omega con la boca llena.



—Mi madre y Junmyeon .



—¿La cucaracha esa? Quien lo viera tan rudo, de seguro hace postres con sangre.



—También hace postres, es muy buen repostero, después le diré que nos prepare alguno de sus postres.



—No voy a comer algo que prepare él, porque de seguro, tendrá insecticida.



El alpha niega con la cabeza ante sus ocurrencias y mientras espera a que termine de comer, lava la loza y deja limpia la cocina, coloca el trapo mojado sobre el mesón y en pocos minutos, siente la presencia del omega, le entrega el plato y lo lava al instante.



—Muchas gracias —expresa el omega con ternura y Jongin  besa su mejilla con devoción.



Al salir al jardín, Kyungsoo  siente los rayos de ese sol potente, el cielo estaba completamente despejado, y la brisa le daba un toque refrescante al clima. La parvada de pájaros adornaba ese bellísimo azul y por alguna razón, mientras va caminando junto al alpha siente esa necesidad de sostener su mano y con algo de nervios, entrelaza sus dedos con los de él y siente cómo su corazón se acelera a mil.



Jongin  trata de controlar sus emociones cuando se da cuenta de que el omega da el primer paso y no puede evitar escuchar a su alma gritar de la emoción al sentir como su pequeña mano se aferraba a la suya.



—¿A dónde vamos? —pregunta el omega que ya se encontraba cansado y eso que aún podía ver la casa— ¿Está muy lejos?



—Ven —lo ayuda a subir por una parte rocosa y el omega observa que el camino era de tierra y que podía ver el mar desde una panorámica más amplia a medida en que iba subiendo por una especie de ladera empinada.



—¿Ya llegamos? —continúa quejándose y Jongin  lo mira mal— ¿Ya llegamos?



—Estamos cerca —sujeta con firmeza la mano del omega y lo guía hasta llegar al peñasco, su sonrisa ilumina su rostro cuando llega a la parte más alta y observa la preciosa vista, este era su lugar favorito y quería compartirlo con su omega…



Kyungsoo  siente como la mano del alpha abandona la suya y observa cómo se sienta en la punta de esa roca ¿Estaba loco? Y es que solo hasta ahora ubicaba que se encontraban como en una especie de acantilado y Jongin  estaba con los pies al aire libre, el maldito vértigo de ver la altura a la que se encontraba le daba pánico, un mal paso, y caería hacia ese vacío infinito que se veía sumamente aterrador.



Jongin  extiende su brazo y el omega con los nervios al borde de darle un colapso, sujeta su mano y poco a poco se va sentando en la punta de aquella roca y se asusta cuando dimensiona la altura tan abismal, el vértigo se vuelve su compañera fiel, pero lo logra.



—Aquí está tu alpha y nunca te dejará caer —lo observa directamente a los ojos y deposita un beso en su frente—. Jamás, Kyungsoo .



El omega se sonroja y agacha su mirada cuando empieza a percibir una extraña sensación embargarle el alma cuando siente un ligero apretón en su mano. Los latidos se vuelven más fuertes cuando observa al alpha sostener una pequeña flor de color lila que de inmediato coloca en su cabellera rizada.



—Un día deja de ser normal cuando te veo —confiesa Jongin  acariciando con dulzura la mejilla del omega—. Alegras tanto mis días, que cuando sé que nos veremos, siempre lo espero con ansias, incluso me pongo nervioso y es algo que no puedo evitar… es lo que provocas en mí.



Las palabras alteran a Kyungsoo , la manera en que lo dice empieza a derretir ese corazón, lo hacen sentir vivo, tan necesitado de ser amado y también de amar. Le demuestra lo vulnerable y lo fuerte que podía ser frente al alpha, pero ahora, solo quería seguir ese llamado de su alma al querer unirse con su destinado.



—Te lo dije antes, iré a tu ritmo Kyungsoo , no me importa cuanto tenga que esperarte, aquí siempre me encontrarás con los brazos abiertos para que me permitas dejar amarte de la forma más pura, y bella que pueda existir…



Al omega se le llenan los ojos de lágrimas y se siente como un tonto al no saber como expresarse de la manera correcta sin parecer alguien patético que no sabe trasmitir lo que quiere y termina refugiado bajo emociones negativas.



—Discúlpame, no quise presionarte —limpia algunas de las lágrimas de Kyungsoo  y nota cómo él trata de hablar, pero pareciera que su voz no saliera. Supone que fue demasiado, pero estaba siendo sincero, era lo que su corazón quería manifestarle.



—Pa-para mí es imposible ignorarte y admito que no soy muy bueno expresando lo que deseo, solo que, no encuentro las palabras adecuadas y termino volviendo todo un caos, pero no quiero que tú y yo seamos eso; en serio quiero darme la oportunidad de descubrir estos sentimientos a tu lado…



El mundo de Jongin  se paraliza en ese instante, era tan irreal lo que estaba escuchando que simplemente terminó abrazando a Kyungsoo , su corazón estaba saltando, su alma celebraba al saber que su mariposa estaba dispuesto a seguir adelante junto a él.



—Yo no soy un experto en esto, pero daremos lo mejor de cada uno ¿Sí? —susurra contra su boca y el omega asiente mientras sus labios se van juntando lentamente a la vez que las olas chocan contra las rocas, al tanto que la brisa recorre con fuerza los campos de flores, con aquella intensidad que se alzaba en sus corazones bajo un fuego que empezaba a cobrar vida.



Solo eran ellos dos, almas destinadas que juraron un día encontrarse, que unieron sus hilos a través del tiempo y más nunca se soltaron, que proclamaron bajo la luna un amor fugaz, un amor que solo puede existir aun después de la eternidad.



Solo eran ellos dos, intentando entender el universo del otro.











Horas más tarde.







En la sala principal de la casa conjunta, Junmyeon  caminaba a paso lento con el tobillo vendado al igual que su abdomen y su nariz. Después de que Jongin  lo había dejado en la mierda, solo tuvo unos cuantos segundos para salvarse de otra bala, no había peor humillación que esa, pero cuando escuchó esa fastidiosa voz, no supo a qué dios rezarle.



—¿Una carrerita de aquí a la cocina o miedo? —dice Kyungsoo  burlón y empieza a imitar al alpha cojeando.



—Estoy más que seguro que te ganaría —toma su bebida de cereza y observa como el omega empieza a mover descaradamente su tobillo—, pero viéndolo mejor, creo empataríamos, yo por el tobillo y tú por el culo.



—Me provoca revocar esos veinte segundos, siento que te falto un poquito más, digo, tienes la boca bastante suelta —observa el torso desnudo del alpha y se queda fijamente mirando sus pectorales.



—Solo fue un rasguño —murmura el alpha mientras cojea sin perder la dignidad delante del omega, pero fue el acto más estúpido por aparentar.



—Increíble que el mismo hombre nos haya dejado inválidos, creo que esto será lo único en común que tengamos los dos.



—Concuerdo contigo. Estamos en la mierda.



—Cuando Jongin  me dijo que habían traído a un cirujano plástico y a un ortopedista norteamericano pensé que era un chiste, pero viendo que te hicieron una nariz plástica, me hizo saber que en serio él iba con toda a matarte ¿No que muy amigos?



—Son cositas del trabajo, nada relevante —trata de no hablar tan raro, pero con los tapones que tenía en la nariz, se le hacía imposible. Solo quería que Kyungsoo  se fuera para que así su orgullo no estuviera por el piso, porque a como iba, ya lo estaba tocando.



—Ah sí, claro, como no —dice en un tono sarcástico y Junmyeon  quería huir de ahí—. Es como para reforzar la amistad ¿No? A la próxima le diré a mi alpha que te dé más duro, que te la meta sin lubricante.



Suelta una risa que fue escalofriante para el alpha y piensa que a Kyungsoo  se le zafó una tuerca en esa cabeza. Maldito omega loco.



—Oye, no me mires así, di mi culo para salvar tu asqueroso pellejo. Me debes una Junmyeon , y bien cara que te la voy a cobrar ¿Entendido?



—Fuerte y claro.



Al alpha le picaba la lengua, pero tenía que agradecerle después de todo, aunque su orgullo se quebrara por el omega.



—Kyungsoo  —espera a que él voltee y tiene que tomar una bocana de aire—. Gracias.



El omega se acerca al alpha y sin importarle la diferencia de estatura, alza su mentón con arrogancia y va deslizando la punta de sus dedos por el pecho de Junmyeon  y los va deslizando lentamente por sus abdominales hasta que llega a la zona del vendaje.



—No te quiero cerca de Sehun  —coloca su dedo pulgar en la herida y hunde su dedo con tanta fuerza que Junmyeon  suelta un quejido por el dolor—. Si me llego a enterar de que le estas echando el ojo a mi amigo, abstente, porque si Jongin  te hizo sentir al borde de la muerte, conmigo ni siquiera saborearas volver con vida.



Kyungsoo  termina despidiéndose del alpha quien quedo con el rostro pálido ante su advertencia.



Se dirige hacia el ascensor y al llegar al pasillo, cruza hacia la derecha y escucha a lo lejos la risa de Hoshi, enseguida se acerca a la habitación y las voces se silencian, sin embargo, a los pocos segundos observa el rostro de Hoshi y a Sehun  tratando de ocultar sus expresiones serias.



—Dar el culo debería convertirse en moneda de cambio oficial —dice Hoshi risueño y se esconde detrás de Sehun .



—¡Tengo el culo resentido, no me hablen! —chilla frustrado y busca un cómodo sillón, ya no aguantaba estar de pie por tanto tiempo.



—A Kyungsoo  le dieron hasta para llevar —se le une Sehun  y el omega se asombra, al parecer estar tanto tiempo con Hoshi, le estaba afectando.



—Nuestra primera clase será de como volver a caminar, paso uno, no dejes que te follen.



El omega al momento de perseguir a Hoshi, pisa un consolador de goma y termina de cara contra el piso, alza su vista con rabia y sujeta el consolador para después lanzarcelo al omega, pero le termina dando a Sehun  quien enseguida los toma a cada uno de las muñecas y los coloca en una esquina para que no pelearan.



—¡Maldita zorra! —mira con desdén a Hoshi quien le hace un corazón en el aire y se lo manda con un beso.



—Gracias, cariño —le guiña el ojo coqueto y Kyungsoo  enseguida se ríe y camina hacia el omega quien lo abraza y le da un beso en la mejilla.



Sehun  observa a los omegas reunidos y le empieza a doler la cabeza. Esos dos son una horrible combinación y quien iba a tomar el papel de niñero era él, pero al menos no tenía tareas de la escuela.



—¡Mi amor! —grita Kyungsoo  risueño y abraza al beta, Hoshi se les une y los tres terminan en un caluroso reencuentro— ¡Te extrañe mucho! A la próxima no te separes, casi se muere la mitad de mi corazoncito por ti.



—Solo fui al baño… — y acabo viendo a Jaek, tuvo otro intento de suicidio, beso al alpha, y se la termino chupando en su jet.



—¿Y ese chupetón? —pregunta Kyungsoo  y enseguida el beta se lo cubre y le empieza a dar una risa nerviosa que fue muy, pero muy sospechosa, pero para Hoshi, resultó ser otra cosa que involucraba directamente a Junmyeon .



—Ah… Sasha me lo hizo.



Kyungsoo  no le cree mucho y lo pone en duda, como decía su abuela en español “aquí hay gato encerrado”



—¡Les tengo chisme! —dice Kyungsoo  sentándose en la cama y abraza al señor Rocky— ¡Me estoy comiendo a un abuelito! ¿Lo pueden creer? No sabía que tenía treinta y seis.



—¿Setenta y seis? —pregunta horrorizado Sehun  quien al parecer no escuchó bien.



—Sip, sesenta y seis.



—Bueno, mi esposo tiene treinta y dos años, pero debo admitir que se cuidan bastante, hasta se compran cremitas de anti edad.



Sehun  queda extrañado, la diferencia de edad era abismal que hasta le dio un poco de espanto, es que no se imaginaba besarse o estar en una relación con alguien tan mayor.



—Y Junmyeon  tiene treinta.



“Maldición” fue la primera palabra que se le atravesó a Sehun  por la mente.



—Ese pedazo de mierda no me lo menciones, pero quiero saber una cosa ¿Cómo mierdas supieron que me follaron? No creo que me hayan escuchado ¿O sí?



—Ah no, no te preocupes, nadie escucho tus gemidos de perra en celo, pero las feromonas de Jongin , la cancelación de la reunión y un día sin verte, dio positivo para un culo adolorido —expresa Hoshi quien se sienta en las piernas de Sehun .



—La verdad es que casi me deja sin caderas, a la próxima no hago esa locura —confiesa avergonzado y la espalda le empieza a doler otra vez.



—Tienes razón, eso termina doliendo y más si tienen un pene grande, aunque lo prefiero así, la verdad no me imagino uno de diez centímetros, que vergüenza eso —hace mala cara y el beta se echa a reír ante su comentario, pero no interviene en la conversación de esos dos omegas criticones.



—¡Igual todos mienten! Malditos, deberían separarle el alma del cuerpo.



Kyungsoo  y Hoshi se ríen al mismo tiempo y Sehun  se queda calladito, no dice nada, parecía una estatua.



Entre tanto, el omega dice que quiere dar una pequeña caminata a lo que el beta y Kyungsoo  asienten para acompañarlo. En el jardín, Hoshi los guía por un camino de piedras y faroles que adornaban el paisaje sin saber que les esperaba una buena escena.



—¿Han ido a unos de esos países tercermundistas? —pregunta Hoshi mirando por un binocular.



—A cuál de los dos continentes te refieres, ¿Latinoamérica o África? —murmura Kyungsoo  mientras toma de la mano a Sehun .



—No se cual de los dos está peor, pero ya que estamos por el caribe, podríamos visitar alguna isla o país latinoamericano ¿Cuál eligen?



—¿Allá tienen internet?



—Supongo, no creo que todo sea selva.



—¿Y si nos roban?



—Ah, eso es normal allá —dice sonriente Hoshi.



Mientras iban rodeando la casa, suben por una pequeña colina y terminan en otra instalación que era como de jacuzzis y piscinas, el omega mira con su binocular en busca de alguna ave, pero cuando dirige su vista hacia la parte de al fondo, detiene su paso cuando observa a Dimitri, Jongin  y a Junmyeon  juntos con solo una toalla cubriendo sus partes íntimas.



—¿Qué estás viendo? —dice Kyungsoo  intrigado y enseguida Hoshi se esconde detrás del arbusto y le entrega su binocular.



—¡Tres para tres! —expresa burlón Hoshi al tanto que observaba a Sehun  quien no entendía a lo que se refería.



Kyungsoo  toma los binoculares y observa como los alphas conversan entre sí, hasta que Jongin  se quita la toalla sin pudor delante de ellos y el omega baja la mirada al ver como esa “regla” le colgaba.



—Hoshi, no me lo vas a creer, Jongin  está completamente desnudo y ahora… ¡Dimitri! Dios, que grande la tiene, ellos son team carne.



—¡Espera! Déjame ver —Hoshi le arrebata los binoculares y se saborea los labios cuando observa cómo su esposo toma una toalla para cabello y se seca. No le sorprendía, porque era muy normal entre ellos tomar baños juntos—. Kyungsoo , Junmyeon  se está quitando la toalla, apúrate y mira.



Sehun  enseguida pone atención y le dan ganas de pedirle los binoculares.


Kyungsoo  por inercia los sujeta y al observar, se queda con ganas de vomitar, le había visto el pene a esa cucaracha mutante.



—¿Qué es esa mierda tan gruesa? ¿Quién se la chuparía a Junmyeon ?



“Yo” responde Sehun  en su mente.



—¡Qué asco! Esa mierda esta deforme ¡Devuélvanme mis cinco segundos de vida!


Omega pandillero [ADAPTACIÓN] KAISOO Where stories live. Discover now