En el centro de la capital del Consejo de Argland, una ciudad que estaba habitada por varios tipos de raza, había una magnífica estructura, un edificio inusual que no tenía algo que pudiera llamarse techo.
El edificio era de una sola planta, por lo que, si mirabas hacia arriba desde cualquier lugar, se podía ver el cielo.
Gracias a esto, la luz de innumerables estrellas penetraba desde el cielo despejando la oscuridad de la habitación, las sombras de los dos seres que reflejaban la suave luz de las estrellas estaban grabadas claramente en el suelo.
No pensé que vendrías... ha pasado un tiempo hija de Invern. ¿Qué está pasando esta vez?
El primero en hablar al descubrir al oponente fue el gigantesco dragón cuyo cuerpo entero brillaba en platino, como si llevara una armadura.
El tono del dragón sentado en la enorme plataforma mostró un toque de bienvenida.
Este dragón es el gobernante de este santuario y uno de los miembros del Consejo que gobierna el país llamado Consejo de Argland.
El nombre del dragón es Tsaindorcus Vaision, más conocido como el Señor Dragón Platino, de quien se decía que era el más fuerte del mundo, el pequeño ser parado frente a él era una invitada inesperada que lo había visitado después de mucho tiempo, La no muerta "Evileye" una lanzadora de magia.
En el pasado habían viajado juntos mientras subyugaban a los seres conocidos como "dioses demonio".
El señor Dragón movió su rostro, con una expresión amable, lentamente comenzó a abrir su boca.
¿Por qué estás parada en silencio? ¿No viniste aquí porque tenías algo que decir?
"Por supuesto, vine con una solicitud. Oficialmente, es una solicitud como emisaria del Reino de Re-Estize, en privado, es una solicitud que hago como individuo, Evileye.
En pocas palabras, estamos formando una alianza para derrocar al Señor demonio. Señor Dragón Platino, necesito tu fuerza. No solo tu fuerza, sino que, si es posible, estoy pensando en persuadir a la Teocracia para formar una alianza. ¿Cooperarás?".
Evileye dijo lo que pensaba sin adornos, pero al momento siguiente se preguntó: "¿Tal vez dije algo mal?" No podía sacar la pregunta de mi mente.
Fue porque tan pronto como el Señor Dragón Platino escuchó el nombre de la Ley Slane, parecía que frunció su ceño ligeramente.
Excluyendo al Señor demonio, es un país con una historia de karma pecaminoso, muy profundo...
Evileye había esperado hasta cierto punto que el Señor Dragón Platino los desaprobara, pero no había imaginado que estaría tan disgustado.
"Esa es una petición difícil. También creo que el Señor demonio es una existencia que debe ser eliminada. Sin embargo, es mejor no cooperar con la Teocracia. Lo sabes mejor que nadie. La Teocracia Slane es peligrosa. Su deseo secreto es que la especie humana esté en la cima de todas las especies. Aunque cedas cien veces y perdones todo su pasado... Desde el legado del Gran Dios hasta los descendientes de los jugadores. No es razonable moverse apresuradamente, ya que aún no podemos juzgar si su existencia dañará al mundo en el futuro".
"También creo que confiar en la Teocracia es peligroso. Pero creo que es más peligroso dejar solo al Señor demonio. Aunque parece un paladín, es probable que esté cerca del mal absoluto. Si la Teocracia comparte información y se une a la coalición, sería de ayuda".
¿Crees que eso sería posible? Su propósito es la prosperidad de la humanidad, no el equilibrio del mundo. No tienen motivos para correr riesgos y ayudarnos y nosotros no tenemos motivos para unirnos a personas poco confiables. Un mundo gobernado por los no-muertos, o un mundo dominado por la codiciosa especie humana... Desafortunadamente, para mí, no hay mucha diferencia. Además, estoy seguro de que solo pensarán en ti como una forma de ganar tiempo en el mejor de los casos.
ESTÁS LEYENDO
Overlord : Touch Me en el nuevo mundo.
Fanfiction¿El paladín más fuerte y justo sería bueno para cualquier mundo? Una historia única de Overlord en la que Touch Me leyó los mensajes de Momonga y decidió pasar con él los últimos momentos de Yggdrasil, al iniciar sesión en vez de aparecer en la base...
