Contra todo Pronóstico

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Yo, yo

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Yo, yo... yo solía ser el chico preferido de la clase, tenía las mejores calificaciones, era el número uno del equipo de futbol de la clase, la gente se reía con mis chistes y era amigo de la mayoría, sin mencionar que a le parecía atractivo en mi físico a las chicas. Todos los profesores me felicitaban y uno de ellos una vez llegó a decir que era el hijo que le hubiera gustado tener. Tenía otras cualidades como los modales más finos, la ropa mejor planchada y más limpia.

En mi familia todos se morían por comprarme juguetes y recibía los regalos de navidad más chulos. Decían que era me auguraba un gran futuro en una de las mejores universidades de Jeervalya. Pero todo es tiempo pasado.

Hermana mayor, si estás viva en algún lado, quiero que veas mi transformación. No sirve de nada decírtelo. Desde que papá se separó de mamá y se fue, todo ha cambiado. Él se fue lejos, nunca dijo a dónde y cada que se lo pregunto a mamá, ella me dice que no sabe, pero que se consiguió una nueva mujer, una distinta a aquellas con las que le engañó mientras estaban casados. A veces llora por ese tema y me lo dice a mí porque ya tengo edad suficiente de que sepa de estos asuntos.

No es todo lo que tengo para contarte. Mi cuerpo y apariencia física cambiaron. Tengo un montón de puntos horribles en la frente, subí de peso y me cortaron el cabello lo más corto que se pudo para no gastar tanta agua. Por todo esto y más, dejé de sentarme en los primeros lugares en la clase, perdí mi puesto como el mejor alumno y ahora me siento en un rincón atrás cerca de la pared. Ya no doy muchas respuestas. Los que antes eran mis amigos, no me dirigen ni siquiera la palabra, ninguno de ellos.

Desde que te fuiste ese día, comencé a dormir con la luz prendida, mamá la apaga si es que puede. Ella ya no tiene mucho tiempo para mí por su trabajo, tampoco puede contratarme una niñera porque su sueldo no le alcanza ni lo que le da papá de mi pensión por el divorcio. Hay días en los que puede llegar unas horas antes y tiene tiempo para estar conmigo o descansar.

No puedo estar enojado porque hace todo lo que tiene a su alcance. A veces alguno de nuestros tíos le da un dinero el cual guarda en su cuenta de banco y me da un poquito a mí, entiendo que sea importante para el ahorro y que con el pasar del tiempo, sea más útil en otros propósitos.

—Señor Kazumi, ¿dice que debería apurarme en tomar el té? —coloqué la taza sobre con cuidado de no hacer que el líquido se derrame. —Señor Kazumi, tengo que contarle un secreto: me hice de una novia para que mamá deje de creer que pienso demasiado en Armelia. No quiero que se preocupe demasiado por mí, ya tiene muchos problemas con su vida, no quiero ser una carga. Tampoco, quiero que malinterpreten lo que siento por ella.

«A mi novia no le importa que sea feíto y tenga un mal corte de cabello. Dice que le gustan mis ojos verdes que son parecidos a los de abuelito Nialley y también mi cabello castaño; antes de que se fuera, papi me dijo que lo tengo de un tono bastante peculiar por la genética, no entiendo lo que signifique esa palabra.

Ella y yo nos vemos todos los recreos, su nombre es Margaret y es tan bonita.

— ¿Ahora qué dice Señor Kazumi?

Juego de un MilnombresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora