Así habló el Hijo del Hombre

47 11 220
                                    

El Sol se alzó alto en el cielo y su luz atravesó los espacios que tenía entre dedo y dedo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El Sol se alzó alto en el cielo y su luz atravesó los espacios que tenía entre dedo y dedo. No es un día que pueda o tenga que desperdiciar, necesito estar activo, dejar la pereza de lado. El amanecer ha llegado. Entonces, recordé una frase, así al azar.

"La humanidad no representa una evolución hacia algo mejor y más fuerte o más alto" El resto la olvidé.

Pensé unos segundos en el filósofo, conocer su obra y su vida fue lo mejor que me pasó en años, comparto tanto su punto de vista.

Desde que dejé las ataduras de la religión me siento más libre, más yo. Unos cuantos me apoyaron cuando lo dije en una reunión familiar, otros me quisieron tildar de protestante, cristiano o de alguna otra religión que se práctica en el país, incluso hasta de anglicano.

—Ya es hora —dije listo para la acción. Regresé a casa para desayunar, viendo a mamá partir con la cartera puesta al revés y con unos zapatos de tacón altos. Después de lavar la taza tomé el dinero que dejó.

No podría decir si es que era propio de ella o era el que papá manda por el acuerdo de pensión.

En pleno silencio gritaron el nombre del muchacho. «, Que aburrido, ¿si hago que caiga al piso?», pensó el Milnombres. «Viéndolo mejor, no parece tan divertido, lo dejaré en paz por esta vez» En la puerta de rejilla, con una bicicleta en manos le esperó su amigo Oliver que se la entregó.

—Más vale que cuides bien de mi bici, cómo me entere que le hiciste un rayón o estuviste en lugares prohibidos con ella, se lo diré a tu mamá.

—Oli, estará en buenas manos. Puedes irte si quieres a no ser que quieras pasar un rato y tomar un vaso de agua o jugo.

—Agradezco tu cortesía, friend. I'll see you again soon —se marchó mezclando un acento neutro con uno británico.

Dejé la bicicleta al lado de un árbol de roble, a veces quisiera que fuese un árbol de castañas. Podría conformarme con que sea un roble, pero también podría plantar un árbol por mi cuenta, ¿o tal vez dos? En este me tomé una foto con mi abuelo Nialley y abuela Isabel, aunque, fue hace no mucho, los extraño, estoy tan agradecido con ellos porque de no ser porque actuaron a tiempo, mamá se hubiera salido con la suya en vender la casa.

Tchh.

Hice una mueca, prefiero evadir recuerdos incómodos; mis abuelitos se fueron lejos a vivir de manera permanente con su primera hija mujer, mi tía Valarie, la única de todos mis tíos —sus hijos— que les puede dar una vida estable, lejos de los líos en Jeervalya.

—Basta ya, suficiente procrastinación —subí al asiento de la bicicleta. Mi tarea es ir al café-internet y gestionar los correos electrónicos de mamá, si lo hago rápido estaré a tiempo para ver la Saga de Freezer por el Canal Diecisiete.

Pedaleé hasta el lugar sin tener complicaciones por las piedras del camino o el tráfico de la ciudad. Los conductores de de autos y buses públicas me la sudan, llego primero en la bici de mi amigo que en sus tontos vehículos. Hablando de amigos, mi relación con las tres únicas personas con las que tengo alguna clase de vínculo, se fortaleció unas semanas antes de que llegase la navidad del año pasado.

Juego de un MilnombresWhere stories live. Discover now