14 ⌇ SINCE WHEN?

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━━━━━ 𝐌𝐀𝐃𝐑𝐈𝐃𝐈𝐒𝐓𝐀;
❛¿DESDE CUÁNDO?❜

𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀
judemio











     FIORELLA SE SUBIÓ AL AUTO, MIENTRAS QUE PABLO LA VEÍA SIN CREER LO QUE HABÍA ESCUCHADO, y apenas se sentó en el asiento, Pedri tomó las llaves para salir del montón de personas que estaban ahí haciéndoles preguntas bastante incómodas, aunque definitivamente ya habían obtenido la respuesta de la pregunta que siempre le hacían. Fiorella había admitido frente a más de veinte personas que le gustaba su mejor amigo Pedri González, y sus ojos se cristalizaron cuando su teléfono empezó a sonar con montones de notificaciones y noticias en dónde era mencionada con vídeos de lo que acababa de decir. ¿Cómo es que era tan rápida la gente para los chismes?

Pedri no sabía qué decir, lo que había escuchado recién lo había dejado sin palabras, pero eso no significaba que iba a dejar el auto ahí para que les siguieran haciendo preguntas, Mía tomó la mano de su hermana, notando como una lágrima caía por su mejilla, porque se sentía como una estúpida.

¿¡Cómo se le había ocurrido admitir frente a los periodistas que sí le gustaba su mejor amigo Pedri?!

—Fiore...

Ella se soltó de su agarre, y Mía entendió que no quería hablar de eso, Pablo no sabía ni que decir, aunque ya sabía que Fiorella gustaba de Pedri no pensaba que lo diría públicamente, y era una de las cosas que no solo habían puesto mal a Fiorella, sino a él también.

Ya estaba, Pedri le confesaría lo que él también sentía por ella, se besarían, se harían novios, se casarían, tendrían tres hijos y él iba a ser el padrino de la boda ¡Porque nunca iba a tener oportunidad con ella!

¡Y no podía evitar sentirse celoso! Pero también triste, por un segundo había pensado que Fiorella iba a dejar de gustarle, pero eso no pasaba, parecía que le gustaba más y más ¿y para qué? Si sabía perfectamente que ella estaba enamorada de Pedri y ahora ¡Lo había confesado públicamente!

Se detuvieron bastante lejos del Bernabéu, mientras que Pedri veía a los tres chicos sentados incómodamente atrás:

—Yo eh... vuelvo en un momento.

El canario informó, cruzando miradas con Fiorella que se sintió más estúpida de lo que ya era, a caso... ¿Pedri no iba a decirle nada?

Pero... ¿qué quería que le dijese?

—Oh por Dios —ella abrió la puerta, mientras que se bajaba del auto también y lo tomaba de la mano, deteniendo su paso— Pedri yo... lo que escuchaste allá...

—No tienes qué darme explicaciones, Fiore —el canario se soltó de su agarre, mientras que tragaba grueso y la castaña lo veía.

—No es que... tengo que darte explicaciones...

Pedri ni siquiera se acercaba a ella, sus gestos no eran indescifrables. Tenía el ceño fruncido, no entendía nada de lo que estaba pasando, Fiorella estaba sonrojada de la vergüenza, sus ojos estaban algo cristalizados, Pedri quería no titubear al hablarle, pero estaba tan sorprendido que fue inevitable.

—N–no, no tienes que hacerlo la verdad, es que... entiendo que lo hayas dicho por nerviosismo y—

—Pedri no lo dije por nervios, es que yo...

¿¡Pero qué estaba diciendo?!

Pedri pareció sorprenderse más.

—¿Qué?

𝗠𝗔𝗗𝗥𝗜𝗗𝗜𝗦𝗧𝗔  |  pablo gavi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora