18 ⌇ PRINCESS.

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━━━━━ 𝐌𝐀𝐃𝐑𝐈𝐃𝐈𝐒𝐓𝐀;
❛PRINCESA.❜

𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀
-tommybae














     DESPUÉS DE CENAR HAMBURGUESAS, FIORELLA DEJÓ A ISABELLA EN SU CASA; Pablo se había quedado con ella y luego la castaña condujo hasta la casa del sevillano, que por cierto, no estaba tan lejos de dónde ella y Pedri vivían. Así que después de llegar a su hogar, estacionó el auto en frente para luego apagar el mismo y ver a Pablo con una sonrisa de lado.

—Llegamos.

—Gracias por traerme, Fiore —el castaño agradeció, mientras que despeinaba su cabello y le devolvía la sonrisa con sinceridad.

—¿Cuál gracias? Son cien euros —estiró su mano haciendo un ademán de que le diese el dinero, Pablo soltó una carcajada, alzó una ceja.

—Yo si te los doy —metió la mano en el bolsillo de su pantalón, Fiorella abrió los ojos.

—¡Hey no, es broma! —los dos rieron— pero ya, seriamente, no es nada Pablito. Gracias a ti por aceptar que hagamos la entrevista contigo.

Pablo bajó la mirada, mientras que relamía sus labios y subía lentamente la mirada de vuelta, haciendo contacto visual con Fiorella.

—A tu te ayudo en lo que quieras, princesa —le guiñó un ojo, mientras que Fiorella soltaba una risita sintiendo sus mejillas arder, cambió la mirada hacia la casa del centrocampista, en dónde la mamá de él le había abierto la puerta.

—¿A dónde tan coqueto, Pablo Martín? —le preguntó, mientras que el sevillano soltaba una carcajada y se giró a verlo, arrepintiéndose ya que los dos habían quedado bastante cerca.

La cercanía entre ambos era demasiada, de hecho, no era común entre los dos, Fiorella empezó a sentir un cosquilleo en su estómago, Pablo la veía fijamente, sus ojos brillaban. Tenía unos ojos miel tan lindos, los mismos estaban ligeramente achinados debido a la sonrisa que tenía provocando que algunas líneas se hicieran al costado de sus ojos, Fiorella pestañeó repetidas veces, estaban tan cerca que las respiraciones de ambos eran audibles y la de Pablo estaba algo agitada.

Su cabello estaba algo despeinado, Fiorella detalló su rostro con curiosidad, él era tan atractivo... y su ritmo cardíaco se incrementó cuando el castaño posicionó una mano sobre su mejilla izquierda con delicadeza, acariciando la misma con la yema de sus dedos y agregando:

—Coqueto, pero sólo contigo —le confesó en un susurro, sin despegar la mirada de sí.

La mirada del sevillano se desvió de los ojos de Fiorella a sus labios, siendo ineludible y ella sintió su corazón acelerarse más, poniéndose nerviosa cuando Pablo se inclinó otro toque ligeramente hacía ella, entrando en pánico, echándose hacia atrás y tocando la bocina sin querer y provocando que los dos dieran un salto del susto, para luego Fiorella sonrojarse más de lo que ya estaba y el sevillano soltar una risita divertida ante su reacción.

—¡Ya bájate, idiota! —se quejó Fiorella, tapándose la cara con ambas manos mientras que Pablo soltaba una carcajada.

—¿Por qué tan apurada en que me baje? ¿Te pusiste nerviosa acaso?

Fiorella se rió, apoyando sus manos sobre el volante para verlo.

—Ya quisieras tú ponerme nerviosa, Martín.

—Si quiero y ya lo hice, y ni siquiera puedes decir que no ¿sabes por qué? Porque el sonrojo en tus mejillas te delata —se acercó, poniendo una mano en su mejilla de vuelta y besando la misma, algo cerca de sus labios pero no tanto. Abrió la puerta del auto, mientras que sonreía y agitaba su mano en señal de despedida—. Bonita noche, princesa. Avísame cuando llegues a casa ¿vale?

𝗠𝗔𝗗𝗥𝗜𝗗𝗜𝗦𝗧𝗔  |  pablo gavi.Where stories live. Discover now