Capítulo 2

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-No sé porque dices eso-comentó Levy.

-¿Y no os molesta?-preguntó Lucy volviendo a la normalidad e ignorando el comentario de su mejor amiga.

-¿Por qué? ¿Qué tiene de malo que la gente sepa que estoy saliendo con la chica más maravillosa que existe?-preguntó Gajeel.

Otra gota de sudor cayó por la frente de todos los que estaban presentes.

-¡¿Qué habéis hecho con los verdaderos Gajeel y Levy?!-gritó la rubia señalándoles.

Ahoratodo el gremio comprendía el porqué de esa cara de incomodidad del exceed negro.

¡PUM! La puerta se abrió de golpe dejando ver a una chica peliazul y a un pelirrosa en compañía de un gato azul con alas.

-¡Gray-sama!-gritó Juvia tirándole, literalmente, a los brazos de pobre mago de hielo.

-¡Luce!-exclamó Natsu y fue a darle un beso a su novia. Él también era bastante efusivo.

Cuandopor fin Lucy y Natsu se separaron y Gray consiguió que calmar a Juvia Lucy preguntó.

-Natsu, Juvia ¿Sabéis lo de la revista.

Ambos sonrieron bastante contentos. Lucy ya se esperaba esa reacción de parte de Juvia, pero ¿De Natsu? Se le hacía bastante raro.

-Por cierto, ¿No se sentirán mal los otros gremios por enterarse de las parejas así?-preguntó Levy.

-Sí, por eso Lucy y yo habíamos pensado hacer una fiesta para confirmar la noticia en el gremios invitar a los otros gremios dentro de unos cuatro días-intervino por primera vez el pelinegro.

-¡Qué gran idea!-exclamaron a la vez Natsu y Juvia. La maga de agua se tiró sobre su novio y le dio un efusivo beso en los labios.

Al día siguiente Juvia fue a casa de Natsu a buscar al DS de fuego y a su inseparable gato azul.

Llamó a la puerta varias veces.

-¡Voy!-gritó Natsu desde dentro de la casa.

Cinco segundos después abrió la puerta, estaba en unos simples pantalones blancos. Juvia sin querer se puso roja de vergüenza al ver al pelirrosa así.

-¿Qué pasa Juvia?-preguntó Natsu tan alegre como siempre.

-Juvia se preguntaba si Natsu-san y Happy-San querrían acompañarla al centro comercial de Magnolia. Juvia quiere comprarle algo a Gray-sama por lo de la fiesta y se preguntaba si Natsu-san también le compraría algo a Lucy.

Natsu sonrió. No era mala idea comprar un detalle a Lucy, ella siempre se quejanba de lo poco detallista que era e ir a comprarlo con Juvia que era una chica y sabría de esas cosas. Y además tampoco le molestaba pasar el rato con la peliazul, era una chicas que mejor le caían de todo el gremio.

-Por supuesto, aviso a Happy y me visto-Natsu iba a cerrar la puerta cuando se dio cuenta de la presencia de la maga de agua y la invit a pasar educadamente. Ella le sonrió por la cortesía y Natsu la sonrió a ella sin darse cuenta.

Cuando Juvia entró en la casa creyó estar en una leonera. Estaba todo desordenado y sucio. Ahora entendía porque Narsu se pasaba el día en casa de la rubia.

Después de un minuto Happy y Natsu ya estaban listos. Los tres salieron de la casa de Natsu con bastante alegría.

Llegaronal centro comercial. Era la hora de comer y ninguno de los tres había comido, así que decidieron ir a un restaurante que recomendó Happy porque decía que allí el pescado estaba muy bueno. Los otros dos magos estuvieron de acuerdo.

Fueron al restaurante y Natsu y Happy repitieron unas cuantas veces, en cambio Juvia comió lo de una persona normal. El ambiente entre ellos era bastante bueno. A Juvia le divertía muchísimo ver comer a Natsu, que parecía un niño pequeño. La gente se les quedaba mirando por el espectáculo que Natsu y Happy estaban dando al comer. Pero esto a Juvia no le importaba, sino todo lo contrario, le hacía todavía más gracia.

Cuandoterminaron de comer la maga de agua quiso pagar la cuenta. Algo que Dragneel la agradeció pues solo llevaba dinero para el regalo de su novia.

-¡Muchas gracias Juvia!-agradeció Natsu a su amiga cuando salían del restaurante.

-De nada-dijo esta con una tímida sonrisa.

A Natsu le gustó la sonrisa de su amiga, transmitía perfectamente lo que era ella. Una chica tierna, tímida y amable.

-¿A dónde vamos ahora?-preguntó Happy interrumpiendo el momento.

-A por el regalo de Lucy-san-contestó la maga de agua.

-¿Y el de Gray?-preguntó Natsu.

-Puede esperar. Juvia cree

Natsu-san va a necesitar ayuda para el regalo de Lucy-san, y Juvia no cree que necesite ayuda para el regalo de Gray-sama.

-¡Oe que yo también te puedo ayudar a ti!-protestó Natsu.

-Estoy de acuerdo con Juvia, necesitas ayuda para comprarle el regalo a Lucy, más que ella para comprarle el regalo a Gray-apoyó el exceed a la maga.

Natsu cruzó los brazos refunfuñando. Juvia pensó que el pelirrosa se veía muy tierno así.

Entraron en unas cuantas tiendas. Se pasaron el día de compras por el centro comercial de Magnolia. Hablaban de cosas triviales entre ellos y Happy. La maga de agua no podía parar de reír por las ocurrencias y aventuras del DS de fuego y su compañero. Natsu no podía dejar de mirar la sonrisa y los ojos azules que lucían con un brillo especial de la joven. Podía decirse que durante un par de segundos se quedó algo hipnotizado, aunque no le dio mucha importancia. Ya sabemos como es Natsu para los temas amorosos, nunca se entera de nada.


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Pasaron cerca de un tienda de flores ambulante. La dependienta, una señora mayor, les dijo.

-¡Joven pelirosa!

Natsu se giró sorprendido y dijo

-¿Es a mí?

-¿Quién más tiene el pelo rosa?-preguntó Happy con ironía. Natsu gruñó. La maga de agua sonrió por la reacción de Natsu. El pelirosa se quedó embobado durante un segundo admirando sus sonrisa.

-Si es a usted-intervino la dependienta.

-¿Qué quiere?-preguntó Dragneel con amabilidad.

-Toma-dijo la mujer dándole un ramo de rosas rojas preciosas a Natsu. Y añadió para su novia.

-¡Gracias!-dijo Natsu sonriendo mientras cogía las rosas.

Natsu llegó a donde estaba Juvia y la preguntó si creía que le gustarían a Lucy. La peliazul asintió.

Happy se dio una palmada en la cabeza por culpa de la idiotez de su mejor amigo.

-Natsu.

-¿Qué?

-La señora creía que tú y Juvia sois novios y te dio la rosas para ella.

Dragneel se quedó parado sin saber como reaccionar.

Volvía y le decía a la señora que se había quedado o se las llevaba a Lucy.

Finalmente decidió decirle a la señora que se había equivocado.

-¡Señora!-dijo llamando la atención de la dependienta. Esta se giró y le dedicó a Natsu una amable sonrisa.

-Se ha equivocado, ella no es mi novia-dijo Natsu riendo por la confusión.

-No querido, quien se ha equivocado eres tú-dijo la señora con una tierna sonrisa y añadió.-Aunque estoy segura de que pronto te darás cuenta.

El pelirrosa torció un poco la cabeza bastante confuso. ¿Qué habría querido decir aquella señora? Se encogió de hombros, que más daba. Ya tenía regalo para Lucy.

La felicidad está con quien menos esperas ||Navia||Where stories live. Discover now