La felicidad está con quien menos esperas ||Navia||

Capítulo 22

Juvia entró en su habitación y se encontró a Gray tumbado sobre su cama totalmente desnudo con una rosa en la boca. Y cuando digo totalmente me refiero a que no llevaba ni calzoncillos.
Juvia se sonrojó al ver así a su novio. Desde luego no se esperaba su presencia allí. ¿Había sido un plan de Erza, Wendy y él?  ¿Cómo había logrado convencer a la terrible Titania?
Gray se levantó y besó a la maga para que la rosa acabase en la boca de esta. Juvia pudo sentir la pelvis de Gray contra la suya y se enrrojeció más aún.
-He pensado en hacer algo divertido, hace mucho tiempo que no lo hacemos-susurró sensualmente el mago de hielo a la oreja de la maga.
Ella tragó saliva. No sabía que hacer ni que decir, estaba totalmente confundida. Hacía tan sólo unas horas ella y Natsu habían estado a punto de hacerlo sobre la misma cama en la que ella y Gray iban a follar.
Un nudo se le hizo en la garganta tan sólo de pensarlo. ¿Pero que se suponía que debía hacer? Gray era su novio, no podía rechazarle. Y menos después de todas las molestias que se había tomado.
Gray besó suavemente el cuello de Juvia y ella soltó varios gemidos de placer. Lo mejor después de todo era dejarse llevar.

Natsu llegó a su casa donde Happy le estaba esperando con mucho pescado crudo para que él lo cocinase.
-¡Cuánto has tardado!-se quejó Happy.
Natsu y Happy comieron y después el pelirrosa le explicó todo lo que había pasado la noche anterior. El gato se quedó con la boca abierta y le dio al mago el mejor consejo que podía darle.
-Debes cortar con Juvia de inmediato.
Natsu se sorprendió al oírle decir eso a su mejor amigo.
-¡¿Por qué?!-protestó Natsu.
-¡Estás pensando en dejar a Lucy! ¡Es una locura!-dijo Happy como si fuera lo más obvio del mundo.
-Pero-intentó decir algo Natsu pero su gato le interrumpió.
-Si de verdad le gustases a Juvia ella no te hubiera rechazado anoche, ella está enamorada de Gray y contigo sólo siente una atracción.
Natsu se lo pensó varias veces. No se podía creer que Juvia no se hubiera enamorado de él tanto como él de ella. De repente se si ti terriblemente infeliz.
-Pero aún así debería dejar a Lucy...-dijo Natsu algo triste.
-¡No! Lo que sientes por Juvia es algo pasajero, no arruines tu relación con Lucy-dijo Happy.
Natsu suspiró y decidió hacerle caso a su mejor amigo, seguramente él sabría más de amor que él y era Happy, jamás haría algo en su contra.
-¿Vamos a Fairy Tail?-preguntó el pelirrosa dando por finalizada la conversación.
Happy asintió y ambos fueron al gremio.

Llegaron al gremio donde estaban los de siempre bebiendo, Mira atendiendo la barra a la vez que hablaba con Lucy, la rubia parecía preocupada. ¿Por qué sería? Happy se fue rápidamente con Lily y Charle y Natsu fue a hablar con las dos chicas.
-¡Hola!-saludó alegremente con una sonrisa.
-Hola-le saludó alegremente Mira.
-Hola-dijo Lucy con educación.
-¿Ocurre algo?-preguntó Natsu a Lucy.
Ella negó varias veces con la cabeza y se marchó a hablar con Erza, Levy, Wendy y Gajeel. "Que raro que Juvia no esté, tampoco está la princesa de hielo" pensó Natsu. Después de analizarlo llegó a la conclusión de que esos dos estarían juntos y esa posibilidad le desanimó.
-¿Ocurre algo?-preguntó Mira al verle desanimado.
-¿Le pasa algo a Lucy?-preguntó Natsu.
-Está preocupada, cree que no la quieres como antes y que estás con Lissana, yo ya la he dicho que son imaginaciones suyas-dijo la albina amablemente-porque lo son ¿verdad?-añadió en un tono amenazante y terrorífico.
Natsu tragó saliva y asintió varias veces, temía por su vida.

Lissana entró en el gremio corriendo, parecía bastante feliz. Todos los presentes la miraron con sorpresa.
-¡Sabertooth va acelebrar una fiesta a la que estamos todos invitados-gritó con alegría.
Los presentes gritaron de alegría y empezaron a beber como cosacos para celebrarlo. Había que celebrar que Sabertooth les hubiera invitado a una fiesta.
-¿Cuando es?-preguntó Natsu a la albina pequeña.
-Este viernes-contestó ella sonriendo.
-Gracias-dijo el pelirrosa amablemente.
Lucy estaba apunto de abalanzarse sobre ellos ¿No les daba vergüenza coquetear delante de ella? Quería matarles, pero carecía de pruebas. Pese a que ya no cabía duda alguna, Natsu la estaba poniendo los cuernos con Lissana.