La felicidad está con quien menos esperas ||Navia||

Capítulo 24

Una gran masa de fans y fotógrafos se amontonaban alrededor de las vallas de un pasillo con alfombra roja que se abría paso hacia las puertas del gremio de Sabertooth.
Los invitados se iban bajando de las carrozas y eran inmortalizados. Los nombres más aclamados fueron los de Fairy Tail, pero no llegaron a su máximo esplendor hasta que de la última carroza del gremio descendieron las tres parejas más conocidas de la actualidad.
Las personas agolpadas para recibirles empezaron a gritar bastante alto y alborotarse mucho más. Primero descendieron Natsu y Lucy, luego Gajeel y Levy y por último Gray y Juvia, esta última estaba muy nerviosa por lo que pudiera pasar en la fiesta y por la reacción de Natsu cuando cortase con él.

Desfilaron por el pasillo e iban agarrados de las manos. Unas cuantas fans de Gray no dejaban de gritar su nombre, éste las saludó con un guiño y una sonrisa. Juvia frunció en ceño, eso era lo que menos le gustaba de Gray, aun sabiendo lo celosa que era Juvia seguía coqueteando con otras chicas. Gray observó del disgusto de su novia y prefirió no decir nada.

Natsu observaba como muchos hombres miraban a Lucy con deseo y miró a Juvia. La mujer de agua lucía un vestido agua marina hasta los pies pero abierto a la espalda. Natsu se sonrojó al ver la espalda tan blanca y perfecta de Juvia.

Por el contrario Lucy llevaba un sexy vestido rosa corto que hacía las delicias de todos los hombres. Incluso Gray se había fijado en lo espléndida que estaba la rubia con ese vestido.

Entraron todos los invitados en el gremio de Sabertooth. Todos se quedaron alucinados al ver el nivel de la fiesta, Sbaertooth había tirado la casa por la ventana, algo importante tendría que haber pasado. Cana, Laxus y Makarov se fueron enseguida a la barra que estaba reservada para los borrachos. Las hermanas Strauss se repartieron por la fiesta hablando con los anfitriones y Elfman fue a bailar con Evergreen quien al principio no estaba muy por la labor pero que terminó cediendo. La mayoría de miembros se repartieron por la fiesta bebiendo y comiendo del bufete libre.

-Wow-susurró Gajeel.

-¡Disfrutemos de esta gran fiesta!-gritó Natsu alzando el puño.

-¡Estoy de acuerdo con el cerebro fundido!-gritó Gray.

-¡¿Qué has dicho estúpido cubito de hielo?!-dijo de forma amenazante Natsu.

-Lo que has...

Lucy no dejó que Gray terminase la frase y golpeó a ambos dejándolos en el suelo. Gajeel, Juvia y Levy se quedaron de piedra tomaron nota de que nunca debían enfurecer a la rubia.

Gajeel se fueron por su lado para disfrutar la fiesta de otra manera y dejaron a Juvia y Lucy solas al lado de sus novios que estaban totalmente k.o.

-Vamos a dar una vuelta en lo que se recuperan-propuso la rubia.

Juvia miró con lástima a Natsu, ese no sería el único golpe que se llevaría aquella noche. Hizo caso a la rubia y la siguió por la pista de baile, hablar con otras personas la ayudaría a despejarse.

Se encontraron a Rufus hablando con la novia de Sting, estaban sonriendo, se lo debían de estar pasando bien ya que sonreían.

-Hola-saludó Lucy con una sonrisa.

Los dos sonrieron y dieron dos besos a las chicas.

-Si la memoria no me falla sois las novias de Gray y Natsu-comentó Rufus.

-Así es-dijo Lucy. Aunque no sabía durante cuanto, esa misma noche dejaría de serlo.

-¿Dónde están esos dos?-preguntó el rubio.

-Por ahí-contestó sin mucho entusiasmo.

Rufus y la otra chica pillaron la indirecta y comenzaron a hablar sobre temas triviales de la fiesta, como por ejemplo los invitados, la decoración y les dieron alguna pista sobre el porqué de la fiesta. Juvia y Lucy lograron despejarse de todos los pensamientos negativos que tenían y se lo pasaron genial junto a los dos magos.

-¿Y Yukino, Sting y Rogue?-preguntó Lucy.

Le sorprendía que el rubio todavía no hubiese aparecido y que la albina no se hubiese acercado a saludarla.

La novia de Sting se encogió de hombros y dijo-Ellos sabrán.

Hubo un pequeño silencio durante la conversación, ninguno de los cuatro sabía por donde continuar. De repente Juvia vio a lo lejos a Natsu que la invitaba a que la acompañase. Juvia tragó saliva, el momento se iba acercando.

-Juvia va al baño, ahora vuelve-se disculpó la peliazul.

Antes de que pudiera Lucy despedirla o decirla que la acompañaba, desapareció entre la gente. Lucy se quedó con Rufus y la novia de Sting y se derrumbó y les contó todos los problemas que tenía con Natsu y ambos la intentaron consolar como pudieron.

Mientras tanto Juvia y Natsu se mezclaron entre la gente para que nadie pudiera verles. Natsu necesitaba un momento a solas con la peliazul. Y ésta también.

El pelirrosa y la maga de agua comenzaron a bailar cada vez más pegaados hasta que terminaron abrazados. Natsu la estrechaba con fuerza contra su pecho, ambos notaban lo rápido que iban sus corazones. Juvia comenzó a llorar, se sentía incapaz de dejar a Natsu, no quería alejarse de él, lo necesitaba. Pero era necesario, si se hubiesen enamorado de otra forma... tal vez...

-¿Por qué lloras?-le preguntó Natsu preocupado.

Natsu retiró suavemente las lágrimas del rostro de Juvia. ¿Por qué lloraba? ¿Qué la había pasado? Mataría al que hubiese hecho daño a Juvia.

-Natsu-san-la forma en nombrarle le indicó al pelirrosa que algo entre ellos iba mal y se preocupó.

-¿Qué ocurre Juvia?

-Natsu-san y Juvia deben cortar, esto no está haciendo bien a nadie y si les descubren dañaran a su familia entera, y sobre todo a Lucy-san y a Gray-sama.

-¿Cómo puedes decir que esto no está haciendo bien a nadie? ¡Eso es mentira! ¡Gracias a ti sé lo que es el amor-protestó Natsu.

-Juvia cree que Natsu-san será feliz junto a Lucy-san y así nadie sufrirá.

-¿Nadie sufrirá? ¿En serio? ¡¿Y yo qué?! ¡¿Y tú?!-preguntó Natsu medio gritando perdiendo los nervios.

-Natsu-san sé que es duro, pero es lo mejor-dijo Juvia llorando sin ningún tapujo.

Natsu la miró a los ojos y el alma se le cayó a los pies y no pudo contenerse más y él también lloró. El pelirrosa abrazó más fuerte a Juvia.

-Aunque quiera no puedo dejarte ir Juvia, eres todo para mí-dijo Natsu, eso era lo más bonito y romántico que había dicho en su vida.

Jamás se imaginó estar en aquella situación. Juvia siendo la mujer de su vida y ésta rompiendo con él. Dolía demasiado y notaba como su corazón se partía en mil pedazos.

-Natsu-san debe saber que a Juvia le ha costado tomar esta decisión, pero ella prefiere sufrir ella a que lo hagan los demás.

Natsu se separó lentamente de ella y se quedó mirando al suelo fijamente. Juvia se asustó, no podía ver los ojos de Natsu que eran tapados por su flequillo rosa.

-Si esa es tu decisión la respetaré-dijo el pelirrosa y se marchó dejando a Juvia sola.