Capítulo 11

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Era las doce y media y Juvia se despertó. Tenía una cita, bastante importante por cierto.
Salió de la cama sigilosamente y se deslizó por la ventana haciendo menos ruido que el viento. Estaba nerviosa, ¿Qué sería lo que le pediría Natsu?
Corrió por el camino que llevaba al punto de encuentro.
La una y cinco minutos ya estaba allí. En la cima ya había alguien esperando, concretamente alguien con una bufanda blanca y el pelo de color rosa.
-Hola Juvia-dijo este algo nervioso y con su gran sonrisa.
-Ho-hola Natsu-san-respondió la maga de agua también nerviosa.
Siéntate a mi lado le dijo el chico indicándole el suelo que estaba al lado de donde estaba sentado él. Ella le obedeció y se sentó a su lado, estaban casi pegados. Los dos sintieron un calor en el pecho al encontrarse tan cerca el uno del otro.
-Quiero besarte-dijo Natsu mirando al cielo nocturno.
Juvia se asustó y se sonrojó a la vez.
-Verás, tengo dudas sobre si te quiero a ti o a Lucy y quiero besarte para saber que es exactamente lo que siento por ti-dijo nervioso y en susurros.
Natsu miró a Juvia y esta a él. Sus miradas conectaron y sus corazones comenzaron a latir cada vez más rápido pero al mismo ritimo.
Natsu tragó saliva y juntó sus labios con los de ella. Sus labios pronto se abrieron y recibió la lengua de él. Sus lenguas empezaron bailar en sus bocas. Natsu abrazó a Juvia por la cintura para acercarla más y Juvia agarró las mejillas de Natsu para pegar más todavía sus labios. Ambos notaron como el calor comenzaba a extenderse por todo su cuerpo y las ganas de eatar más y más pegados hasta fundirse en uno aumentaban.

Después de varios minutos se separaron por la falta de aire.
-Creo que te quiero-susurró Natsu con una sonrisa.
Juvia se asustó, pero no solo de los sentimientos de Natsu, sino también de los suyos y de lo que acababan de hacer. ¿Qué había hecho? Natsu la había besado y ella le había correspondido. Antes de llorar salió corriendo, sólo faltaba que el pelirrosa la viera llorar y la tuviese que consolar.

Llegó a su habitación y se metió en la cama. Miró fijamente a Gray, ¿Todavía le amaba? No lo sabía, ya ni sabía que era lo que sentía por Natsu. Decidió dormirse, no arreglaría nada sin dormir, cuando despertase lo vería desde otro punto de vista. La costó bastante pero finalmente lo consiguió.

-Despierta amor-susurró sensualmente la rubia al lado de su acompañante. Natsu emitió un pequeño gruñido.
-Quiero mi desayuno-volvió a acariciar con su aliento la oreja del chico.
Natsu abrió lentamente los ojos, vio a Lucy, su mejor amiga. ¿Cuánto hubiese dado por haber dormido con Juvia? No lo sabía ni siquiera sabía exactamente si era amor lo que sentía por ella. Lo único que sabía es que se moría por estar todo el tiempo con ella.
-¿Ya es por la mañana?-preguntó Natsu desesperezandose.
-Ajá-afirmó Lucy con una pequeña sonrisa.-Eres un dormilón-añadió.

Los cuatro bajaron a desayunar. Un par de fotógrafos les estaban esperando en el comedor.
-¿A caso no tienen vida propia?-se preguntó molesto Gray.
-Sí, pero debenos estar detrás vuestro para poder mantenerla-le respondió un paparazzi bastante borde.
-¿Quieres ser un cubo de hielo?-lo amenazó el mago.
-Calmese Gray-sama-le pidió asustada la peliazul.
-Eso, que estamos de vacaciones-añadió Natsu.
El pelirrosa miró a la peliazul que al momento de conectar sus miradas miró hacia otro lado. Cada vez que le miraba se acordaba de lo de anoche y se sentía la peor novia del mundo.

Los días pasaron entre fotos y besos de sus respectivos novios. Natsu buscaba encontrarse a solas con Juvia para hablar con ella de lo que había sucedido, pero la peliazul siempre lo evitaba.

Llegaron a Magnolia después de una semana entera de vacaciones.
Dejaron las maletas en sus casas y fueron al gremio. Happy recibió a Natsu entre lágrimas y le dijo que le echaba mucho de menos, el mago también soltó alguna lágrima.

Los cuatro estaban en el gremio.
-Tengo buenas noticias para vosotros-dijo Cana sonriendo.
-¿Cuáles?-preguntó Natsu con curiosidad.
Cana sonrió y le dio un pequeño sorbo a su bebida alcohólica.
Cogió una revista, la abrió por la mitad y se la enseñó a los cuatro.
"Reportaje de las vacaciones sorpresa de NaLu y de Gruvia"

La felicidad está con quien menos esperas ||Navia||Where stories live. Discover now