Capítulo 29

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Pasó una semana y Sting y Lissana volvieron a sus respectivos gremios, sus amigos tuvieron que perdonarles, les echaban demasiado de menos. Lucy, Erza, Levy y Mira habían estado vigilando la casa de Natsu a conciencia, por el día y sobre todo por la noche. Desde hacía tres días Natsu partía todas las noches y llegaba a su casa después del amanecer. Eso confirmaba sus sospechas de que Natsu le estaba poniendo los cuernos a Lucy, pero sólo les aclaraba que su amante vivía en Magnolia.
Lucy había contado que Natsu le estaba poniendo los cuernos a Gray y a Gajeel que aparte de ellas eran los únicos que ignoraban a Natsu. Juvia y Lissana intentaban averiguar el poqué, pero nadie se lo quería decir, temían que se lo dijesen a Natsu. Creían que Lissana, Juvia y Natsu se habían unido mucho desde el incidente de la albina con Sting, esto era cierto y a la vez no.
Natsu y Juvia todavía no habían hecho el amor, la peliazul le había pedido que esperase a que su relación se hiciera oficial, pero todavía no habían encontrado el momento para hacerlo. Lucy estaba muy desanimada y cada vez que mencionaban a Natsu se enfurecía muchísimo, así que Juvia había decidido esperar a que se calmase un poco.

El maestro había llamado a todos sus hijos para asegurarse de que ninguno de ellos le guardaba rencor a Lissana y para celebrar otra fiesta más en su honor, cualquier excusa era buena para hacer una fiesta en Fairy Tail.
-¡Chicos!-exclamó Wendy entrando por la puerta, parecía que había corrido bastante.
Todos se giraron sorprendidos para mirarla, el detalle que más les llamó la atención fue que Wendy portaba un volumen de Soccer Magazine y ella odiaba las revistas de cotilleos.
-¿Qué pasa Wendy?-preguntó Erza.
-Aquí hay dos personas que nos han estado engañando a todos-dijo enfadada Charle.
-Oh oh-se lamentó Happy que se imaginaba por dónde irían los tiros.
Charle tosió y añadió-y también un gato.
Todos se giraron hacia Happy preguntándole con la mirada que estaba ocurriendo. Natsu y Juvia se miraron entre sí y observaron a la gata blanca que les miraba con odio, enseguida adivinaron que eran ellos los que habían sido descubietos.
Lissana observó todo desde la barra y se preparó para llevarse a Juvia y a Natsu rápidamente de allí en caso de que ellos se paralizasen.
-No será de Natsu y su amante ¿Verdad?-preguntó Gray.
Charle abrió los ojos sorprendida afirmando sin querer la pregunta de Gray. Lucy, Juvia y Natsu sentían que sus corazones iban a explotar.
-¡Dinos quién!-exigió Mira.
-¡Mirad la portada!-les ordenó Charle.
Wendy poco a poco fue alzando la revista para que todos lo vieran. Miró a Natsu y Juvia rogándoles su perdón por desvelar su secreto. Los dos protagonistas no se podían mover, estaban paralizados. El terror a ser descubiertos no les dejaba pensar con claridad. Lissana se acercó lentamente a ellos y les agarró de las manos. Tal vez ellos no pudieran moverse por sí solos, pero ella podía arrastrarles, estaba dispuesta a devolverles el favor. Gracias a ellos Sting y ella tuvieron a alguien a quien acudir cuando todos les daban la espalda.
Lucy y Gray se quedaron en shock al ver la portada de la revista, el que menos se esperaba eso era Gray que creía que su relación con Juvia iba mejor que nunca.
En la portada de la revista aparecía la foto de Juvia y Natsu besándose bajo la lluvia en un parque de Magnolia. El pelirrosa y la peliazul reconocieron enseguida el beso, fue su beso de reconciliación, en aquellos momentos deberían haber sido más cuidadosos y haberse asegurado de que no había nadie alrededor.
Cuando los magos del gremio asimilaron lo que sus ojos estaban viendo, sus miradas se posaron el Juvia y Natsu pidiéndoles una explicación de lo que estaba sucediendo.
-¡Maldito hijo de puta!-gritó Gray lanzándose sobre Natsu.
El,pelirrosa estuvo lo suficientemente atento como para apartar a Lissana y evitar que se llevase el golpe en vez de él.
El mago de hielo levantó a Natsu del suelo cogiéndolo con ambas manos del cuello de sus ropas. El pelirrosa no se movía, sabía que era justo que Gray le pegase. En aquellos momentos Gray no le escucharía.
-¿Cómo te has atrevido a quitarme lo que más quería?-gritó Gray llorando.
El resto del gremio sintió pena por él, había sido traicionado por su mejor amigo y su novia.
Natsu no respondió la pregunta de Gray y éste empezó a pegarle puñetazos en la cara sin descanso, el mago de hielo sólo pararía hasta que el DS de fuego siéntese todo el dolor que en aquellos momentos él experimentaba.
Juvia apenas podía moverse, eso era demasiado para ella, justo lo que había querido evitar se estaba desarrollando ante sus ojos. La maga de agua reaccionó al ver la gran cantidad de sangre que había en la cara de Natsu. Si Gray seguía golpeándole le mataría. Miró a su alrededor buscando a alguien que pudiera ayudar al pelirrosa, pero nadie se movía aparte de Lissana que están siendo agarrada por sus hermanos impidiéndola que pudiera defender a Natsu. Juvia supo que tenía que dar la cara, Natsu no podía morir a manos de Gray, si eso pasaba sentía que se quedaría sin cordura. Había llegado la conclusión de que no podía vivir sin el pelirrosa.
-¡Natsu!-gritó Juvia corriendo hacia los dos magos.
Nadie supo de donde sacó la fuerza, ni siquiera ella misma, pero le dio un puñetazo a Gray en su mejilla izquierda que le mandó a suelo e hizo que soltara a Natsu. Juvia fue rápidamente hacia Natsu y le sostuvo entre sus brazos.
-¿Natsu?-preguntó ella esperando a que el pelirrosa despertase.
Natsu no hizo ningún movimiento.
-Natsu-susurró Juvia a su oído.
El pelirrosa tampoco reaccionó, la maga de agua se estaba empezando a asustar.
-¡Natsu!-gritó lo más fuerte que pudo.

La felicidad está con quien menos esperas ||Navia||Där berättelser lever. Upptäck nu