Capítulo 25

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Natsu salió fuera del edificio corriendo y se dirigió a una solitaria colina. Cuando llegó a la cima de la colina gritó desesperado y lloró todavía más fuerte. Nunca había sentido un dolor como ese. Cuando Igneel murió le dolió en el fondo del alma y creía que se iba a morir, pero cuando Juvia ha cortado con él lo que le ha dolido ha sido el fondo de su corazón. Pero él no podía hacer nada, la maga había decidido ponerle fin a su relación. No estaba enfadado con ella, la entendía, con quien estaba enfadado era con el mundo. Quería golpear algo y sacar toda la furia que llevaba en su interior. Gritar le había ayudado así que siguió gritando intentado echar toda la frustración que sentía.

En el interior, Juvia se secaba las lágrimas con un pañuelo. Era tan doloroso como había imaginado, pero debía ser fuerte, no quería que nadie más sufriera por ella. Para algo había sacrificado su corazón ¿no?

De repente el reloj marcó las doce y todos los focos se centraron en el cantante que al parecer tenía que decir algo importante.
-Señoras y señores, hay algo que Rogue Cheney debe decirles y es muy importante para él.
Rogue y Yukino ascendieron al escenario cogidos de la mano y sonriendoparecían muy felices juntos y nerviosos. Por un momento Juvia se imaginó que Rogue y Yukino eran Natsu y ella que estaban nerviosos porque iban a anunciar al mundo que se querían
-Ho-hola-saludó Rogue nervioso con el micro en la mano.
Literalmente el micro temblaba de lo nervioso que estaba. Yukino apretó fuerte su mano para infundirle fuerzas.
-Yu-yukino y-y yo, vamos a tener un-un hijo y nos vamos a casar.
Cuando terminó la frase Rogue soltó un suspiro de alivio y todos los invitados empezaron a gritar por la alegre noticia y a felicitarles. Todos menos Juvia que ni siquiera esa gran noticia pudo suavizar su tristeza.
-Se suponía que esto debía decirlo Sting, pero seguramente esté con su novia celebrando la noticia y se le habrá ido el santo al cielo-dijo con una pequeña sonrisa Rogue.
Todos rieron por el comentario del DS de las sombras.
-No, yo estoy aquí y no he visto a Sting en toda la noche-dijo la novia de Sting bien alto para que todos la oyeran.
-Ha estado conmigo y con Rufus-confirmó Lucy.
Los invitados comenzaron a hablar entre ellos preguntándose donde estaría el maestro de Sabertooth, sus compañeros de gremio empezaron a preocuparse por su paradero.
-¡Vamos a buscarle no le haya pasado algo!-gritó Olga.
Todos los magos asintieron y empezaron a buscar a Sting por todo el gremio. Los invitados que no eran magos se sorprendieron por la solidaridad de los otros gremios. Ellos no entendían lo que significaba para el gremio su maestro.

Tras un rato buscándole; Lucy, Erza y Levy-que se habían juntado para buscar a Sting, y también a Natsu que hacía tiempo que no le veían-entraron de golpe en una habitación y encontraron lo que menos se esperaban ver en aquellos momentos. Ahogaron un grito tapándose la boca.
Lissana estaba montando a Sting y los dos estaban totalmente desnudos. ¡Les habían pillado en pleno acto carnal! Cuando los dos amantes se dieron cuenta de la presencia de las chicas los dos se taparon con las sábanas y Sting salió de Lissana rápidamente.
-¡Os lo podemos explicar!-dijo Sting bastante nervioso.
Lissana quería desaparecer de allí, que la tragase la tierra directamente. La habían descubierto acostándose con Sting ¡Y había sido su propio gremio! ¡Menos mal que no habían sido ninguno de sus hermanos! ¡Pobre Sting si hubiera sido así!
-Pero, pero-dijo Erza intentado reaccionar a la escena que sus ojos estaban presenciando.
-¡Por favor no se lo digáis a nadie!-les rogó Lissana-¡No quiero perjudicar a Sting-kun!
Lucy se sentía alegre y triste. Por una parte sentía tristeza por todas las personas a las que la revelación haría daño, porque esto era culpa de ellos por no haber dicho que estaban enamorados antes.
Se sentía alegre porque eso significaba que Lissana no estaba con Natsu aunque eso no significaba que Natsu no la estaba engañando ¿O sí? ¿Y si que Natsu ya no la quiere era pura imaginación suya?
-¿Qué miráis?-preguntó Yukino corriendo hacia ellas.
Gritó en cuanto vio a Sting y a Lissana en la cama abrazados.
-¡¿Qué se supone que hacéis los dos ahí?! ¡¿Qué está pasando?!-gritó la albina asustada.
No se podía creer que Sting estuviese con otra, no podía ser.
Pronto llegó la novia de Sting junto A Rufus. La chica se derrumbó y empezó a llorar como una cascada en cuanto los vio así. No para de preguntarse que había hecho mal para que Sting fuera capaz de acostarse con otra. Rufus, Lucy y Levy consolaban a la ex novia de Sting que estaba de rodillas llorando mientras tapaba con sus manos su cara. Sting y Lissana salieron de la cama y empezaron a vestirse mientras Erza les echaba una gran bronca sobre la fidelidad, el amor y la confianza. Los dos estaban muy arrepentidos y se sentían mal al ver a la chica así, pero ellos se amaban y no podían evitarlo.

Juvia fue atraída por los lamentos de la ex de Sting y por los gritos de Erza. ¿Qué estaría pasando?
Llegó a la habitación donde estaban y se encontró a Sting abrazando a Lissana mientras Erza les gritaba miles de cosas inteligibles. La albina lloraba de desesperación.
-¿Qué ha pasado Levy-san?-preguntó la maga de agua preocupada a su amiga peliazul.
-Hemos descubierto que Lissana y Sting son amantes y después ha venido ella-dijo señalando a la novia de Sting-y desde entonces estamos así. Juvia observó a Sting y a Lissana, podían perfectamente haber sido Natsu y ella y la chica llorando podría haber sido Gray o Lucy. Por evitar esta misma escena con ella de protagonista Juvia había roto con Natsu, no quería que nadie sufriera lo que la ex de Sting estaba pasando en aquellos momentos.
Juvia hizo todo lo contrario a lo que sus amigos esperaban y fue hacia Erza para intentar calmarla, al paso que iba Sting no tendría más remedio que defenderse y no era el momento de una pelea que destrozase el gremio.
-Cálmese Erza-san-le rogó Juvia.
Erza miró a Juvia que la rogaba con la mirada que se calmase. La pelirroja miró por unos segundos a Sting que parecía bastante enfadado, detrás de él estaba Lissana que parecía bastante asustada y se escondía detrás de la espalda de Sting. El rubia tenía el pecho al descubiertos y los razos en cruz, por nada del mundo Erza tocaría a la albina.
La pelirroja se calmó, había estado a punto de pegar a una compañera de Fairy Tail y a empezar una pelea con el maestro de Sabertooth. Erza al ver que no podía hacer nada más se fue dejando a Sting, Lissana y Juvia bastantes sorprendidos. La pelirroja se fue al pasillo, seguramente anunciaría a todos los invitados lo que había ocurrido y una nube de periodistas del corazón aparecería en cualquier momento.
-Gracias-susurró Sting bajando la cabeza hacia Juvia.
La maga de agua se sonrojó por el solemne gesto del rubio.
-No ha sido nada-dijo restándole importancia.
-¿Qué debemos hacer ahora?-preguntó Lissana

La felicidad está con quien menos esperas ||Navia||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora