Capítulo 31

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Tocaron varias veces a la puerta de la habitación, Natsu y Juvia se separaron asustados.
-¿Puedo pasar?-preguntó Lissana al otro lado de la puerta.
Juvia y Natsu se miraron entre sí sorprendidos pero la dijeron que podía pasar. Lissana entró en la sala con una sonrisa de culpabilidad, detrás de ella apareció Lucy, su mirada estaba puesta en el suelo. Juvia se asustó al verla, Natsu se dio cuenta del pequeño detalle.
-Lo siento Juvia, no era correcto pegarte-dijo Lucy en tono neutro.
-Juvia siente haber hecho daño a Lucy-san-se disculpó la peliazul.
Lucy miró directamente a los ojos de Natsu, aún no de creía que estuviera allí mirando a Natsu, esos ojos amables y adorables la miraban con una mezcla de rabia y lástima
-¿Por qué ella?-preguntó Lucy.
-Porque la amo-contestó él.
-¿Y por qué la amas?
-No sé, simplemente es perfecta.
Lucy asintió, Natsu no le daría una respuesta más clara ya que no tenía una para sí mismo.
-Mentiría si ahora mismo dijese que os deseo que seáis felices, sólo quiero olvidar lo que me habéis hecho y amar a otra persona-dijo Lucy muy seria y a continuación abandonó la sala dando un portazo.
-No ha ido tan mal como creía-comentó Lissana.

-¡Atrás!-gritó Sting por séptima vez.
Los periodistas le miraron enfadados. Sting había invocado sus poderes en sus puños para asustar a la masa de periodistas que se amontonaban en la puerta de la casa de Natsu. Sting, Rogue y Yukino hacían todo lo que podían para que no molestasen a Natsu y Juvia, y de momento lo estaban consiguiendo.
-¡Tenemos derecho a hacerles una entrevista!-gritó un periodista.
-¡Y ellos a descansar!-contestó Sting furioso.
-¡Sólo queremos conocer su historia!-pidió un periodista.
-¡Y una mierda!-contesto Sting enfadado.
-¡Sting!-le llamó Rogue apareciendo entre las sombras detrás del rubio.
Sting se giró hacia su amigo, estaba enfadado, quería que aquellos malditos pesados dejasen de una vez a Natsu y Juvia.
-Me ocupo yo, vete a descansar-le dijo Rogue.
Sting no discutió con el DS de las sombras, estaba realmente cansado.
-¡Lucy Heartfilia acaba de salir por la puerta trasera!-gritó alguien.
Rogue observó como la masa de acosadores se dirigía hacia la rubia. Él gruñó y se la llevó consigo al mundo de las sombras. De allí la llevó a una calle cercana y volvió a la casa de Natsu, no podía alejarse de allí mucho más.

Mientras tanto en él interior de la casa de Natsu, Yukino Lissana, Sting, Juvia y Natsu discutían la situación que se desarrollaba fuera de la casa.
-¡Es lo mejor!-gritó Natsu.
-¡¿Pero tú quieres que os maten?!-le preguntó Yukino histérica.
-¡Yo estaré allí para proteger a Juvia!-contestó Natsu.
-¿Y quién te va a proteger a ti?-preguntó Yukino.
-La última vez tuvimos que hacerlo nosotros-añadió la albina.
Natsu apretó los puños y gruñó, no poder salir de su casa y tener a todos sus amigos en su contra le frustraba.
Juvia se dio cuenta de lo mal que estaba Natsu y se acercó a él a abrazarle enseguida él pelirrosa le correspondió.
-Dejanos, por favor-le rogó Juvia.
-Dejales, es mejor que nos enteremos cuando se vayan y no nos despertemos de repente cuando ya no estén-apoyó Sting.
-Si algo es propio de Natsu es no rendirse jamás-añadió Lissana-estoy segura de que lograrás que te perdonen.
Natsu y Juvia sonrieron.
-Voy a llamar al idiota de Rogue para que os lleve a vuestro gremio.

Sting salió de la casa e informó a Rogue sobre lo que debía hacer. Él moreno asintió y esbozó una pequeña sonrisa.
Rogue entró en la casa y Sting se quedó fuera.
-Pegaros a mí-les ordenó el DS de las sombras.
Natsu cogió la mano de Juvia y se acercó a Rogue, Juvia se acercó a ellos. Rogue abrazó a ambas pegándoles hacia él y desaparecieron de la vista de las dos albinas.

Segundos después los tres magos aparecieron delante de la puerta de Fairy Tail. Juvia apretó la mano de Natsu con fuerza y el pelirrosa besó su mejilla para tranquilizarla, sacándola una hermosa sonrisa.
-No os entretengais mucho parejita-dijo Rogue guiñando un ojo.-Os estaré esperando aquí-añadió serio.
Natsu abrió la puerta de una patada como solía hacer. Todo el gremio se quedó en silencio al verles a ellos, y a sus manos entrelazadas.
-¿Qué hacéis aquí?-preguntó Gray enfadado.
Fue el primero en reaccionar.
-¡Juvia siente no habérselo contado antes Gray-sama!-se disculpó la peliazul.
-¡Todo el rato investigando sobre quien era la amante de Natsu y eras tú!-la reprochó Levy.
-¡Juvia tenía miedo!-se excusó-¡Juvia no sabía exactamente que era lo que sentía por Natsu! ¡Juvia no quería hacer sufrir a nadie!-exclamó con lágrimas en los ojos.
-¡Pues lo has hecho!-dijo Levy sin piedad.
-¡Juvia lo siente!-se disculpó Juvia.
Los magos del gremio comenzaron a susurrar entre sí mientras les lanzaban distintos tipos de mirada. Natsu y Juvia permanecían impasibles sin moverse un sólo milímetro de su sitio, la maga de agua se aferraba con fuerza a la mano protectora del DS de fuego.
-¡Os lo pensabas decir pronto!-interrumpió Natsu.
No podía aguantar más, necesitaba intervenir.
-¿Cuando?-preguntó Gray con ironía.
-Cuando estuviéramos listos-respondió el pelirrosa.
-Entiendo que tan vez no entendáis porque os hemos mentido, tampoco quiero que lo comprendáis, sólo os pido que nos aceptéis de nuevo en la familia-añadió Natsu.
-Os aceptaremos-accedió Erza-pero a cambio queremos saber cada detalle de vuestra relación.
Juvia y Natsu se sorprendieron bastante por la petición de la pelirroja, pero aceptaron.
Se oyeron varias protestas de algunos magos, ellos no estaban dispuestos a admitir de nuevo tan fácilmente a Natsu y Juvia.
-¡Mocosos!-le llamó el maestro desde una barandilla del segundo piso.
Todos torcieron sus cabezas y se callaron para poder oír al maestro. Makarov miraba seriamente a cada uno de sus hijos, sobre todo a los dos que habían montado aquel alboroto.
-Yo os perdono, el amor es algo incomprensible, no me gusta que nos hayáis ocultado vuestros sentimientos, pero os quiero tanto que no me importa.
-¡Abuelo!-gritó Natsu llorando de alegría.
Puede que no todo el gremio aceptase su relación, pero dos de nas personas más importantes dentro de él si lo hacían.
De repente alguien abrió la puerta interrumpiendo la conversación, era Rogue.
-Creo que se te ha olvidado contarles una cosa-dijo el pelinegro misteriosamente.
Todos se giraron hacia Natsu, sus caras no eran muy alegres, parecía que querían matarle. ¿Otra vez les había vuelto a mentir? Se preguntaron la mayoría de magos.
-¡Ah sí!-exclamó el mago de fuego golpeándose la cabeza-¡Hay un montón de periodistas cotillas rodeando mi casa! ¿Podriais ayudarme a echarlos?
Erza y el maestro suspiraron de alivio y accedieron.

Este es el final del fanfic, si queréis que haga un epílogo decídmelo en los comentarios. ¡Muchas gracias por leer hasta el final! Os lo agradezco profundamente.

La felicidad está con quien menos esperas ||Navia||Where stories live. Discover now