𝐬𝐢𝐧 𝐝𝐚𝐫𝐧𝐨𝐬 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 [proceso 2 libro]

13

Emma

Quedaban cinco días para empezar los GP, que pereza. Al menos los vería a ellos, y últimamente me pasaba el tiempo con Carlos, haciendo más cosas a parte de comernos. Eso me gustaba, porque a pesar de follar, éramos amigos y también quería conservar eso y hacer planes fuera de la cama. Aún así, nos encantaba follar. A los dos. Aunque me gustaría saber cómo hace el amor.

-¿Te queda mucho? -suspiré. Era un tardón.

-¡Noooo!

-Pues arranca yaaaaaaa y visteteeeee.

-¡Ya vooooy!

Lo matoooo. Salió por fin, y nos fuimos.

-Das pereza.

-Joder, gracias.

-De nada.

-Vas muy guapa.

-Gracias, tu también.

Me había puesto un vestido precioso que me había regalado él. Me sonrió y nos fuimos de la mano a cenar. Me gustaban mucho estos planes con él. Aunque sus miradas me impidieran estar tranquila. Fuimos a un mexicano a cenar. Nos sentamos enfrente del otro y cenamos tranquilamente.

-No pica tanto, deja de poner esa cara.

-Tu calla.

-Lo mío pica el doble que lo tuyo y no me pongo así.

-Comeme el ano.

-Lo hice anoche.

-No jodas.

-Ñiñiñiñi.

-Sshhhh.

-Bah.

-Bah.

Rodó los ojos y se calló toda la cena. Yo intentaba no reírme. Era un picao'. Parecía un adolescente.

Cuando fuimos a mi casa seguía callado. No habló durante toda la cena, y tampoco ahora. Empieza a cansar. Una vez en el sofá me puse con el móvil esperando. Y no dijo nada, yo tampoco.

-Vale, parezco tonto, ahora tengo que admitirlo.

-UN APLAUSO PARA CARLOS.

Se partió el culo, y yo le aplaudí.

-Vaaale, ya.

-Es que eres tonto.

-Soy un picado y estoy con doña bromas.

-Vaya dúo.

-Seh...

-En fin.

Charles

Me comían los celos. No soportaba esto. Solo quiero que ella me ame, no puedo obligarla, pero sí superarla. No quiere nada conmigo, y tengo que aceptarlo. Por lo menos en el vuelo dirección al primer GP estuvo conmigo.

-Charles -Pierre detrás mía.

-Sshhh...

-¡Charles! -susurraba.

-¡¿Qué?!

-¿Has conseguido algo o al final...?

-Lo que tengo que conseguir es superarla.

-Os estoy oyendo -dice ella a mi lado.

-Mierda, es verdad, entendía francés.

-¡Soy monegasca, idiota! -yo tuve que aguantarme la risa-. Qué idiotas.