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Emma

Me dio igual estar enfadada con Carlos, necesitaba un abrazo de él. En cuanto abrió la puerta me lancé a sus brazos, y él, sin entender mucho la situación, me abrazó con todas sus fuerzas.

–¿Qué ha pasado, renacuaja…?

–No sé, Charles me ha dicho que no quería seguir con lo que teníamos y necesitaba verte porque te echo de menos, pero estoy muy enfadada y dolida también.

–Tranquila… –dejó un beso en mi cabeza–. ¿Y como es eso? Si cada vez que hablaba de ti parecía que hablaba de una diosa que se le había presentado.

–No sé, da igual. Te odio, Carlos. Te odio –él me mira a los ojos y deja ir un suspiro. Le duele, y se le ve en la mirada–. Dios, no sé ni para qué vengo.

–Necesitabas apoyo, supongo…

–¡Pero estoy enfadada contigo!

–¿Quieres quedarte o…?

Me rindo y me hundo en su pecho. Lo había necesitado a mi lado. Él me abraza de nuevo y acaricia mi pelo.

–No vuelvas a hacer eso ni a alejarte de mí.

–No lo haré…

–Más te vale.

Deja un beso en la punta de mi nariz y me entra en su habitación. Me tumbé en la cama y miré al techo. Tenía miles de preguntas en la punta de la lengua.

–¿Quieres desahogarte…?

–Simplemente no entiendo nada.

–¿Por?

–Lo de Charles, ha sido por la cara.

–Cuéntame.

Me desahogué con él. Y acabé hecha lágrimas en su pecho. Me dolía, por alguna razón me dolía mucho, pero no podía obligarlo a estar de esa forma conmigo si él no quería o lo veía un error. Pero me ardía, me quemaba por dentro. No me dolía tanto algo como lo de Arthur.

–En fin, da igual.

–No puedes estar así… No mereces esto.

–No lloraba así desde Arthur.

–¿Lo amabas?

–Empezaba.

–Joder… me sabe mal por ti, bichito.

–No importa, lo superaré.

–Siempre lo superas.

–Pues por eso, no voy a sufrir.

–No sufras, hay muchos.

–Exacto.

–Tú ves pensando en tu próximo objetivo.

–De una.

–Eeeeso –me anima.

–Entonces follamos, ¿no?

–Coño –qué cara.

–Ay.

–En plan, sí. Pero hay más tíos a parte de mi, pruébalos, no sé…

–Me da una pereza conocer gente.

–Pero si a la mitad ya los conoces, qué dices.

–Ah… ¿gente de la Fórmula 1?

–Amiga, tu no sabes los que hay que quieren ponerte mirando pa' Cuenca.

–Uy…

–Uy, sí, uy.

𝐬𝐢𝐧 𝐝𝐚𝐫𝐧𝐨𝐬 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 [proceso 2 libro]Where stories live. Discover now