19

259 17 0
                                    

Emma

Todo volvía a cobrar sentido. Ya no me encontraba triste, ni sola. Estaba con él. Él estaba más feliz, todo iba bien, porque había estado destrozado todos estos días. Me había dolido verlo así.

–Yo ya va siendo hora de irme para casa una temporada.

–Te echaré de menos.

–Y yo, pero necesito un descanso. Pediré unos días, porque aún quedan meses para el parón de verano.

–Acabamos de empezar la temporada, claro que queda. Tómate tu tiempo.

Sonreí y salimos del vestuario una vez estuvimos listos.

–Una hora, ¿qué coño estabais haciendo ahí dentro? –pregunta uno de los técnicos, a lo que Charles simplemente se partió el culo.

–Nada.

–Nada, exactamente.

–¡Ohhh, sí, Charles! –se burló Ricciardo.

–TÚ CALLA. QUE NO CORRÍAS HACE OCHO MESES –le contesta Charles.

–Tu tampoco era que te corrieras, digo, ¿qué?

Toma zasca. Reí. Charles se quedó como si le acabasen de dar una hostia, por lo que dejé de reírme al momento y fulminé a Ric con la mirada. A lo que él levantó las manos en señal de inocencia.

–¿Se sale esta noche o qué?

–Claro, si va a volver a ganar Max… Él invita.

–¡Eh! ¡Yo no he dicho que invito! –reaccionó al instante el holandés.

–Pero si acabáis de correr y ha ganado Charles. Él invita –miro a Charles riendo.

–UNA MIERDA.

–Te ha tocado.

–¡El que gana invita! –anuncia Ricciardo, a lo que todos celebran.

–Pues ale, nos vemos esta noche. Yo me voy con Charles.

–Os odio. 

–Ya te bajaré yo ese odio, tranquilo.

Él sonríe.

–Se me va a ir medio sueldo…

–Eres rico, calla.

–Y exactamente por eso me voy a quedar sin blanca. Estos también tienen gustos caros.

–Pues elige tu la bebida.

–No me van a dejar, cuando me quiera dar cuenta la habrán pedido.

–También.

–Da igual, total… en algo me lo tendré que gastar.

–Claro.

–Ponte guapa.

–Pues claro.

–Que sepan que la tía despampanante es mía –me robó un beso y siguió andando. Yo sonreí como tonta y fui a su lado, me dio la mano.

–Tuya.

–Mía… –sonríe.

–Tengo que cambiarme el implante.

–Ah, sí. ¿El implante cuánto dura?

–Tres años, ya me toca.

–Espero que dentro de tres años sigamos juntos porque quiero que seas tú quien a mis hijos ponga nombre.

–Con el implante difícil eh… –reí enternecida.

–Entonces… no te lo pongas.

Espera… ¿qué? No me acaba de decir que… Hostias. QUIERE HIJOS CONMIGO. Qué fuerte.

𝐬𝐢𝐧 𝐝𝐚𝐫𝐧𝐨𝐬 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 [proceso 2 libro]Where stories live. Discover now