6

109 13 9
                                    

Llegamos a Neverland, dejó el coche y uno de los empleados, se lo llevó. Nosotros entramos en la casa. Michael no había parado de hablar en todo el camino, contándome mil anécdotas que le habían sucedido durante la gira "Dangerous". Me reí mucho con él, pues las contaba con demasiada gracia. Eran anécdotas simpáticas, no quise preguntar nada por lo que había sucedido con el juicio y lo mal que lo había pasado con eso.
Entramos en la cocina y me hizo sentar en un taburete de la isla que tenía allí. Se desprendió del disfraz, dejando ver su atuendo: camisa verde, con una camiseta blanca debajo y sus típicos pantalones negros. Su pelo, recogido en una coleta, con algún q otro rizo suelto, lo hacían realmente atractivo.
"Susana, no lo mires como si quisieras comértelo, por favor".
Noté como se formaba una sonrisa en mi cara al verlo de un lado de otro de la cocina, mientras preparaba las palomitas y los refrescos.
¿Cómo no pensar en lo atractivo que era Michael? Era algo indudable.
"Cuidado que te enamoras, Susana".
Hoy la voz de mi conciencia, estaba por darme la tarde.
Fuese como fuera, Diana tenia razón y tenía que disfrutar de esto.
- Susie, ¿vamos?- preguntó Michael volviendome a la realidad.
-¿Qué? ¡Ah, si! Perdón, me distraje.
Él rió de esa forma que...
"Susana, camina y respira"
Michael me dirigió hacia el cine que tenía en el rancho. Nos sentamos en primera fila e, indicándome que esperara un momento mientras él iba a poner la película, me quedé allí esperándolo. Tardó pocos minutos y, girándose hacia mí, dijo:
- Que disfrutes de la película, Susie.
- Lo mismo digo- y nuestras miradas conectaron.
Me sonrío y mi corazón, volvió a derretirse.
La película comenzó y nuestras miradas se volvieron hacia la pantalla.

Un par de horas después, salimos del cine y volvimos a la cocina. Allí, Michael me ofreció chocolate caliente y galletas, acepté pues el chocolate es algo que me encantaba, y el hecho de tomarlo con él, aún más.
- Dime, Susie, ¿Qué me cuentas de ti? Sólo sé que tienes veintiún años y que estudias en la universidad.
Dejé la taza sobre la encimera de la isla de la cocina y me quedé mirando a Michael, ¿en serio quería saber de mí? Y, ¿ahora que le cuento yo a este hombre?
Suspiré, tenía que tener mucho cuidado en lo que le decía, tampoco podía decirle que venía del futuro. Primeramente, iba a pensar que estaba loca y, segundo, iba a confirmar que estaba loca.
- Bueno, a parte de eso, me gusta mucho leer. Sé idiomas, hablo español, no se me da mal ese idioma. Amo la música, de pequeña, mamá me apuntó a clases de canto y de baile, pero lo dejé hace años. - expliqué.
En cierta manera, era verdad. Mi madre (la de verdad) me había apuntado de pequeña a clases de baile en mi ciudad y me gustaba cantar. En estos días aquí en el pasado, había descubierto que, esta Susie también había recibido clases de baile y de canto. Teníamos muchas cosas en común esa chica y yo, así que no era difícil vivir en su vida. Había estudiado inglés desde pequeña, así que decir que sabía español era normal. Soy de España y sé hablar perfectamente el inglés.
Bueno, algunas mentiras piadosas tenía que decir.
Michael me miraba ensimismado, como si lo que le estuviera contando fuera lo más extraordinario del mundo, algo que me animaba a contarle más cosas de mi vida.
- Mi mejor amiga, es mi hermana Diana. Ella ha estado siempre a mi lado. Es esa persona que, con solo mirarla, sabe lo que me pasa. Ella es mi mayor confidente- solté un pequeño suspiro.- Creo, que si, no fuera mi hermana y mi amiga, si fuera chico, me casaba con ella. Siempre está ahí para hacerme entrar en razón, para apoyarme y darme consejos. Ella es mi alma gemela. - reí - Nos encanta tu música, Michael. No quiero que pienses que te lo digo por quedar bien y ganarme tu amistad o algo así. Somos fans, si, pero te admiramos como persona y artista. Conocerte ha sido un completo lujo. Era algo que jamás imaginé...
Me callé, iba a decir algo que no debía. Algo del futuro y no podía.
- Me has dejado sin palabras, Susie. Me alegro que te guste mi música. Sabes que, para mí, mis fans son lo más importante. Sé que tú no vas por ese camino de aprovecharte de que yo sea famoso. Soy ingenuo quizás, pero sé cuándo una persona es honesta. Y tú, lo eres. Y es hermoso lo que dices de tu hermana. El amor entre hermanos es lo más importante que hay.
Sonreí. Oír hablar a Michael siempre era un placer.
Tomé de nuevo mi taza de chocolate y Michael, se levantó:
- Voy a por algo. Ahora vuelvo.
- Pero, Michael...- comencé a decir.
Él colocó su mano sobre mi hombro y respondió:
- No tardo.
Otra vez esa corriente por mi brazo.
Y salió de la cocina, dejándome sola.
Comencé a cantar bajito,acordándome de una canción de mi tiempo, adaptando la letra en inglés, mientras esperaba a que Michael regresarse:
- No sé qué tiene tu mirar, ¿será tu forma de bailar?
Cuando nos besamos sentimos que nos gustamos.
Cuando te tengo en mis brazos,
El tiempo pasa volando
Y cuando yo te vi, te vi, te vi, te vi
Me enamoré de inmediato
Eso fue en el acto
Y ahora que estás aquí, aquí, aquí
Quiero hacerte pasar un buen rato
El mejor de los ratos...

- Esa canción es bonita, ¿se la dedicas a alguien?
Por poco no me caigo del taburete al oírlo hablar. Noté como me sonrojaba mientras lo miraba. Estaba apoyado en el umbral de la puerta, mirándome.
- Yo... Yo...
- Tranquila - dijo riendo mientras se acercaba- Cantas muy bonito.
-¡Qué vergüenza!- dije tapándome la cara.
Noté como cogía mis muñecas para apartarme las manos de la cara.
- No te avergüences de nada, Susie. No es nada malo.
- Me has escuchado cantar tú, que eres un gran artista.
Michael sonrió de esa manera que solo sabe hacer él, de la manera que te alborota todo el mundo.
- Soy humano, Susie. Y quiero que me veas como tu amigo, no como el famoso Michael Jackson, ¿vale?
- De acuerdo- dije y sonreí.
- Anda, ven, quiero enseñarte algo.
Asentí y me levanté del taburete. Seguí a Michael por su casa hasta llegar a lo que, inmediatamente reconocí, como su sala de ensayos.
Un gran espejo en un lateral de la habitación, con suelo de madera y altavoces repartidos por todo el lugar, decoraban aquello junto a varias cosas más.
- Me has dicho que sabes bailar, ¿no? ¿Qué tal si me enseñas algo de lo que sabes hacer?
-¿QUÉ?- lo miré espantada.
- Venga, no pasa nada.
- Michael, yo... Yo... - respiré hondo - ¿Cómo voy a bailar delante tuya?
Dije eso, por no decir que podía hacer el ridículo. ¿Yo bailando con Michael Jackson? ¡Madre mía, que verguenza!
Él negó sonriendo y dijo:
- Está bien, lo haré yo primero.
Mis ojos se abrieron aún más, mientras se acercaba al equipo de música y puso una canción. Los primeros acordes de "the way you make me feel"  comenzaron a sonar y él comenzó a moverse por la habitación.
Yo lo miraba alucinada, como si jamás lo hubiera visto bailar. Este hombre era increíble...
Se acercó a mí, extendiendo su mano derecha:
- Solo déjate llevar.
Y cogí su mano, haciéndole caso.
¿Cómo iba a negarme?
Durante unos minutos, me sentí en una nube bailando con él. Me sabía cada paso de esa coreografía. La había bailado con Diana cientos de veces. Pero esto era un sueño hecho realidad, el bailar con Michael.
Cada movimiento, cada paso dado a la perfección, cada roce en su justa medida...
¿Había dudas que el mejor bailarín del mundo era él? A mí no me cabían dudas que así era.
Los últimos acordes sonaron y Michael me abrazó. Cerré los ojos, sintiendo como sus brazos me abrazaban fuertemente, oliendo su maravilloso olor a vainilla.
-¿Ves como no ha pasado nada?- preguntó haciéndome aterrizar de las nubes donde estaba.
- Tú lo haces tan fácil todo- dije separandome de él.
Colocó una mano sobre mi mejilla, mientras las mías permanecieron en su pecho. Lo noté acercarse a mi cara.
¿Y si sucedía?
En ese momento, llamaron a la puerta de la sala de baile, difuminandose la magia creada en ese instante.
Nos separamos rápidamente y la puerta se abrió,  apareciendo uno de los empleados de Michael.
- Señor, lo llaman por teléfono.
- Voy, Roger.
Me miró y sin decir nada, cogió mi mano y salimos de allí, camino a su despacho.
- Dame cinco minutos - dijo antes de ponerse el auricular en la oreja.
Asentí y me senté en un sillón del despacho. Lo oí hablar con alguien de trabajo, mientras observaba el lugar. Me llamó la atención una serie de fotos que tenía en la pared, así que me levanté para verlas mejor.
Eran fotos de su familia, de comerciales, de él con amigos...
-¿Te gustan?- lo oí a mi espalda.
- ¡Oh, Michael! No quería ser indiscreta.
- No hay de qué preocuparse - dijo sonriendo.
"Pero,¿Este hombre por qué se la pasa sonriendo y no se enfada con nada?"
Por lo menos así era cuando estaba con él.
Me giré para poder verlo completamente, y ahí estaba, mirandome como si yo fuera lo más extraordinario del mundo.
Mi mirada se desvió un momento hacia un reloj que tenía en la mesa del despacho, y marcaban cerca de las ocho de la tarde.
- Michael, me temo que tengo que irme, es muy tarde y mis padres estarán preocupados.
- ¡Oh, si, si! Vamos, te llevo.
- Está bien.
Su mano volvió a coger la mía y sentí esa famosa corriente por mi brazo.
Llamó a su chófer y le dijo que me llevara a casa, pero que él venía con nosotros. Así que nos montamos en uno de sus coches, y nos dirigimos hasta casa.
Al llegar, me despedí de él dentro del coche, pues no quería que nadie lo viera, pero al parecer, a él le dio igual eso. Bajó detrás de mí y me acompañó hasta la puerta de casa.
- Michael, te pueden ver.
- No me importa, Susie. No puedo dejarte sola.
Sonreí. Michael y su instinto protector.
- Pues muchas gracias por acompañarme - dije mientras sacaba las llaves del bolso.
- No tienes que darlas.
- Siempre... Bueno, pues hasta otro día- dije y me puse de puntillas para darle un beso en la mejilla.
Aquello lo desconcertó un poco, pero respondió pronto:
- Hasta pronto, Susie.
Abrí la puerta de casa y lo vi montarse en el coche. Al cerrar la puerta, solté el mayor suspiro de mi vida.
Había bailado con él, había pasado la mayor parte de la tarde con él y casi nos besamos.
¡Casi beso a Michael Jackson!
Noté como mi corazón se aceleró al recordar aquello. Y en ese instante, lo entendí todo.
Estaba enamorada de Michael.

La cosa se va poniendo interesante verdad????
Qué opinan??


Remember the time (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora