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Jueves 22 de junio de 2023.


Susana:

Sólo habían pasado 24 horas desde que dejé a Michael. Para mi solo había sido un día, para él, dos meses.
Quizás ya se habría casado con Lisa, quizás me habría olvidado, quizás no sabía quién era yo y pensaría que solo sería un sueño... Yo solo esperaba que no fuera así.

Estaba en el trabajo, aún no había decidido mirar cómo había seguido su vida. No quería ver nada más allá de lo que sabía, pero tenía que hacerlo.
Ahora estaba en la hora del descanso para el desayuno, así que mientras desayunaba (solo un café porque no tenía ni ganas de comer), y busqué en el navegador de mi teléfono móvil, tecleando el nombre del hombre del que me había enamorado locamente: " Michael Jackson en 1994".
Los resultados llegaron al momento, y miles de reseñas aparecieron junto a su nombre y al de Lisa Marie Presley.
Sentí un pellizco en el pecho, pero a la vez alivio. La vida de Michael había seguido su ritmo, como debía ser y, aunque me dolía, era lo mejor.
También había reseñas de los nacimientos de Prince, Paris y Blanket, junto al segundo matrimonio de Michael.
Suspiré, su vida había seguido tal y como yo la conocí, y era lo mejor como dije antes. No quería que nada cambiara para bien o para mal.
Pero si pudiera cambiar solo una cosa, sería su muerte. Ojalá ese día no hubiera pasado nada. Ojalá pudiera salvarlo...

Viernes, 23 de junio del 2023.


Diana:

Veía como seguía Susana día a día.
No era ella, estaba apagada. Esto le iba a costar mucho superarlo.
Sólo habían pasado dos días de nuestro regreso del pasado, pero conozco a mi mejor amiga y sé perfectamente que lo estaba pasando.
No podía imaginarlo, pues no podía saber el dolor que estaba pasando, aunque intentaba animarla. Sólo la veía "feliz" cuando estaba en el trabajo rodeada de niños. Pero al llegar a casa, se encerraba en su dormitorio, a llorar o se encerraba en el baño para lo mismo. No quería comer nada, solo comía si yo la obligaba.
Me dolía mucho verla así y ojalá pudiera hacer algo, pero no podía.
Daría mi vida por no verla sufrir, ella era como mi hermana y me dolía el alma no poder hacer nada.
Pero verla llorar hasta quedarse dormida, verla con los ojos tristes, apagados y ver cómo en estos dos días, ella se estaba consumiendo, me hacían sentirme mal a mí.
Ojalá pudiera hacer algo, ese era mi pensamiento, pero no estaba en mis manos. Sólo podía esperar que el destino, los pudiera unir de nuevo en algún momento.

Octubre, 2007.

Michael.

No entendía por qué la vida me trataba así de mal. ¿Qué había hecho yo para merecerme esto?
Me habían acusado durante tantos años de cosas que jamás se me ocurriría hacerle a los niños. Yo solo quiero que no se sientan mal, que sean felices como yo no pude serlo de pequeño. Jamás se me ocurriría hacer eso de lo que me acusaron.
Afortunadamente, siempre salí libre de todos los cargos. Yo no era como decían.
Y lo que más me preocupaban eran mis propios hijos, Prince, Paris y Blanket eran mi prioridad. También contaba con el apoyo de mi exesposa, Lisa Marie Presley, quien pese a todo, demostró que estaba a mi lado.
Pero sentía que algo me faltaba, más bien alguien. Hacía muchos años que sentía ese pequeño vacío en mí y, aunque estuve locamente enamorado de Lisa, sabía que alguien más ocupó mi corazón, pero no llegaba a saber quién era. Por mucho que pensara, no llegaba a aclarar nada.
A mitad del mes, tras acostar a mis pequeños, me dirigí hacia mí habitación, para intentar dormir un poco.
Tras ponerme el pijama y salir del baño de lavarme los dientes, me dirigí a la cama. De repente, la habitación quedó totalmente a oscuras.
Confieso que me asusté, pero oí la voz de una mujer, que me tranquilizó. Me giré hacia donde provenía la voz y vi una figura, tapada con una capa y capucha. No tuve miedo, en cuanto se quitó la capucha, me inspiró paz.
- Hola, Michael. Soy una mensajera, solo vengo a decirte que pronto te reuniras con una persona de tu pasado y podrás ser feliz. Los sufrimientos se irán y no habrá más preocupaciones.
Me quedé mirándola.
- ¿De quién se trata?
- Ella no pertenece a tu mundo ni a tu realidad. Pero es la persona que te devolvió la confianza en el amor y te hizo descubrir el amor verdadero.
Se acercó a mí y colocó una mano sobre mi cabeza. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y esa misteriosa mujer, sonrió:
- ¡Susie!- exclamé.
Y todos aquellos momentos maravillosos que viví con ella, vinieron a mi mente. Desde la primera vez que la vi, cuando me contó lo que sucedía y hasta que se marchó.
- Ella te está esperando en su tiempo. Vuestro destino está escrito. Sólo queda esperar. Sois más fuerte de lo que pensáis. La espera se hace más corta.
- Pero, pero... Ella me dijo que pertenecía a 2023, para mí han pasado casi 13 años desde la última vez que la vi... Quizás ella no se acuerde de nada de lo que pasó entre los dos.
- Querido Michael, para ti han sido 13 años, para ella apenas dos días...
-¿Cómo?- sentí que la cabeza no me dejaba pensar con claridad.
- En el pasado, el tiempo pasa más lento que en el futuro. Un minuto allí es un día aquí... Para ti, han pasado años, para ella, apenas días.
- ¿La volveré a ver? - pregunté ansioso.
- Vuestro destino está escrito... Sigue siendo fuerte, Michael. La espera tendrá su recompensa.
Y sin más, desapareció.
Lo siguiente que recuerdo, es despertarme en mi cama, siendo algo más de las nueve de la mañana.
¿Me había quedado dormido y había soñado con lo ocurrido? ¿Sería verdad?
Inspiré hondo y me llevé las manos a la cara. Miles de recuerdos vinieron a mi mente y de repente, me di cuenta de que no había sido un sueño.
Susie era aquella parte que me faltaba en mi vida. Lo había recordado todo y ella ahora apenas tendría 10 años, y yo rozaba los cincuenta... ¿Como podía ser esto posible?
No quería acabar loco, pero¿Sería verdad lo de los viajes en el tiempo?
Si, era verdad, lo tenía demostrado con el hecho de conocer a Susie, pero ¿podria verla alguna vez más?
No sé, pero algo me decía que sería así... Y que solo tocaba esperar...

Sábado, 24 de junio del 2023.

Susana.

Me sentía a morir, no tenía más ganas de seguir, pero debía hacerlo.
Pero, mi pregunta era ¿como seguir adelante si el amor de tu vida ya no estaba entre nosotros?
Miré las fotos que tenía de él en mi habitación. Como me hubiera encantado tener una de los dos para recordar aquellos momentos, pero todas aquellas fotos se quedaron en el pasado.
Quizás mejor así...

Era sábado, y solo había salido de la habitación para comer algo obligada por Diana. Sinceramente, ni hambre tenía, pero ella me obligaba a comer.
Me levanté al baño, antes de volver a encerrarme y a dormir, después de la cena. Oí a Diana que estaba en el salón, escuchando música. Bueno, lo estaba escuchado a él.
Tenía la televisión puesta, y estaba viendo el videoclip de "Remember the time".
Me quedé plantada en medio del pasillo al oír aquella canción. Mis pies se dirigieron solos junto al sofá donde estaba mi amiga, quien me miró al verme llegar. No dijo nada, sólo me abrazó cuando me senté a su lado y mis lágrimas comenzaron a caer de nuevo.
- No sé si podré soportar esto, Diana.
- Creo que tendremos que hacerlo, amiga. Sea como sea. Yo creo que algún día, volverás a verlo.
- Mañana es el día... Serán catorce años sin él...
- Si... Ojalá no hubiera pasado nada y ese maldito hijo de perra se hubiera inyectado él todo el propofol en donde menos le gustara.
Consiguió hacerme reír un poco. Besé su mejilla antes de levantarme y dirigirme a la cama de nuevo. Miré una última vez a la televisión, y lo vi sonreír. Amaba su sonrisa por encima de todo en este mundo y solo le rogaba al destino, que algún día pudiera verla de nuevo.
Diana se levantó del sofá y apagó la tele. Nos dirigimos hacia nuestras habitaciones, nos dimos las buenas noches y cada una se acostó en su cama.
Yo me quedé dormida al instante...

Noté como me movían, alguien me estaba llamando. Abrí los ojos y por poco no me da un ataque al corazón.
- Señorita, despierte. Se ha quedado dormida.
-¿Qué?... ¿Qué broma es esta?
Miré a mi alrededor y no conocía donde estaba. Noté que alguien estaba apoyado en mí. Miré y era Diana quién dormía sobre mi regazo. La moví y ella reaccionó al instante.
- Déjame dormir, Susana. Es domingo.
- ¡Diana, despierta!
- Señoritas, por favor, deben de regresar, el ensayo está a punto de empezar.
Mi amiga se levantó del sofá de un salto y se quedó mirandome para luego mirar a aquel chico que nos había despertado.
- Perdona, es que yo me despierto y no sé ni en qué día vivo ni dónde estoy. ¿Serias tan amable de decirmelo, por favor?
El chico nos miró como si estuviéramos locas, pero respondió.
- Es 24 de junio de 2009 y están en el Madison square garden.
Mi amiga y yo nos miramos.
- ¿Qué?
El chico nos miró y salió de allí, huyendo de las dos locas que parecíamos.
- Eso... Eso... Eso significa que...- comenzó Diana a decir.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, pero esta vez de puta felicidad.
- Hemos vuelto.
- Busquemos a Michael, él debe de estar aquí... Hoy es... Su último ensayo...
Respiré hondo y asentí.
Mi amiga me tomó de las manos y dijo:
- Sea lo que sea, prométeme que vas a disfrutar de estos momentos con él.
- ¿Y si no me recuerda?
- Lo hará. Sólo ver lo guapa que eres, lo hará. Eres el amor de su vida.
- ¿Qué hacen aquí?- oímos una voz femenina detrás de nosotras.
Nos giramos y nos quedamos de piedra.
-¿Viole?
- ¿Susie? ¿Diana? ¡Habéis vuelto! - exclamó abrazandonos.
- ¿Como sabes...?- comencé a decir.
- Michael me lo ha contado todo, chicas. Soy una de sus únicas personas de confianza.
La miramos, tenía unos treinta y seis años, pero apenas se notaba. Seguía siendo la misma chica que conocimos. Con el pelo más corto y de aspecto más fuerte, pero era la misma chica.
- ¡Oh, Susie! Tienes que ver a Michael. Lleva como dos años loco... Me contó todo lo que había pasado con vosotras, lo del viaje en el tiempo, lo vuestro y no para de hablar conmigo sobre ti. Te echa mucho de menos.
- Pero yo...
- No te preocupes por nada, amiga. Se acabó la espera. Ahora Mike y tú podéis ser felices.
Diana y yo nos miramos.
- Anda, vamos. Os haré pasar por chicas del cuerpo de baile.
Y sin creerme que habíamos vuelto, Diana y yo la seguimos a través de los pasillos hasta llegar a un camerino que ponía su nombre.
- Él está dentro. Llama, Susie. Es vuestro momento.
Y se marchó con Diana.
Me quedé plantada allí. Respiré hondo, sin creer nada aún y mucho menos que lo volvería a ver.
Quince años para él, casi cuatro días para mí...
Levanté mi mano y llamé. Oí unos pasos detrás de la puerta y se abrió, apareciendo tras ella la persona que más amaba en este mundo:
Michael Jackson.

Buenoooo ha durado poco que Susie y Diana estén en su tiempo, que ya están otra vez en el pasado. Esta vez en 2009.
Qué creéis que va a pasar???  Os leo en comentarios!!!
Besitos 😗













Remember the time (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora