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Michael:

Desde que Susie llegó a mi vida, todo había cambiado a mejor. Ha estado ahí para mí desde al principio, desde las acusaciones falsas en mi contra hasta para cualquier minima cosa que me pasase.
Era un ángel, mi ángel.
Era esa mujer que siempre quise en mi vida. No sé qué haría si la perdiera. Quiero que esté toda la vida a mi lado, que sea la madre de mis hijos, que envejezcamos juntos...
Quisiera verla a cada despertar, de dormir cada noche a su lado, de hacerla mía, de hacer mil locuras juntos...
Y es que ella me veía solo como Michael, no como el famoso Michael Jackson. Y eso era lo que más me gustaba de ella.
Era ese trocito de cielo que tanto había pedido a la vida que me enviase y aquí está...

Diana:

Le pedí a Viole que se adelantara la cocina. Tenía un presentimiento y quería despertar yo sola a mi "hermana".
Por eso le dije a Viole que se adelantase y avisara al servicio de la casa que nosotras le haríamos el desayuno a Michael.
Llamé a la puerta de la habitación de mi mejor amiga. Tenía el presentimiento que no había dormido sola, algo que confirmé en cuanto me abrió la puerta a medias.
- A dormido Michael contigo ¿cierto?- pregunté en un susurro, sabiendo la respuesta.
- Si- respondió y se puso roja como un tomate.
- Olvida los detalles, que me los sé... -dije poniendo los ojos en blanco - Anda, vamos, Viole está abajo esperándonos para hacerle el desayuno a ese dios griego que tienes en la cama.
- Voy a avisar a Michael que se vaya a su habitación, por si el servicio lo llama- dijo y volvió a entrar en su habitación, cerrando la puerta.
Salió tras unos diez minutos y bajamos nosotras a la cocina. Me dijo que Michael saldría en unos minutos hacia su habitación, para evitar problemas.
- Desde luego, que suerte tienes, amiga - dije antes de entrar en la cocina.
Viole estaba sentada en un taburete, esperándonos.
- ¡Menos mal, chicas! Ya me iba a dormir esperando.
- ¡Qué exagerada eres! - dije.
Susie rió.
- Anda, vayamos a preparar ese desayuno... Me muero de hambre. Viole, ¿Te han dicho donde está todo?- preguntó Susie.
Viole se acercó a ella y empezó a decirle donde estaba todo lo que las chicas del servicio le habían explicado.
Yo las ayudaba también, no iba a mirar solo.
Pero, en un instante, me quedé mirando a mi mejor amiga. Ella era mi hermana, nos habíamos criado juntas. Ella lo sabía todo de mí y viceversa. La quería como a nadie, por eso quería que fuera feliz. Y su felicidad estaba aquí, junto a Michael.
Si, era treinta años antes de la época que vivimos, tendría que dejar atrás muchas cosas, pero, sé que es su felicidad.
Y ella iba a sufrir mucho si perdiera esto...
Siempre había algo rodando en mi mente, ¿Por qué el destino los haría enamorarse y hacernos viajar al pasado, para luego separarlos?
Sería algo que jamás comprenderé.

Viole.

Estábamos desayunando las tres junto a Michael en la isla de la cocina. Me parecía un hermoso sueño. Jamás imaginé esto.
Pero aquí estaba, con mis amigas de toda la vida, desayunando con el que consideraba el amor de mi vida.
Estábamos terminando el desayuno, y me percaté de cómo Michael miraba a Susie. Era una mirada de... ¿Amor?
Mi amiga levantó la mirada y le sonrió fugazmente, lo que encendió mis alarmas. ¿Pasaría algo entre estos dos y no me había dado cuenta hasta ahora?
No quise decir nada, mejor sería que mi amiga me lo dijera cuando ella quisiera.
A eso que entró una de las chicas del servicio, algo alterada, y se dirigió a Michael:
- Señor, hay alguien que quiere verlo.
- ¿Quién tan temprano a estas horas un domingo?- preguntó él mirándonos.
Las tres nos encogimos de hombros y Michael dirigió su mirada a la chica.
- Su padre, señor Jackson.
Noté como se tensó en el taburete.
- Dile que ahora voy, Lucy.
Ella asintió y salió de la cocina.
- Ahora vuelvo, chicas. - dijo él y lo noté nervioso.
Salió tras Lucy.
Miré a las chicas y, sin decir nada, me levanté para seguir a Michael.
- ¿Dónde vas, Viole?- preguntó Susie.
- No me da buena sensación el padre de Michael desde nunca.- contesté.
- Estás loca, ven aquí - oí decir a Diana.
Salí de la cocina, rumbo a donde estaba Michael, y me escondí detrás de la pared que separaba el salón del recibidor, donde estaba Michael con su padre.
Las chicas llegaron detrás de mí y se quedaron escondidas conmigo. Les hice un gesto callando con el dedo, para oír a Michael.
- ¿Qué te trae por aquí, Joseph?
- ¿Qué maneras son esas de recibir a tu padre?- replicó y vi como sonreía falsamente.
Michael estaba dando la espalda, así que no veía su cara, pero la podía imaginar.
- Te lo repito, ¿qué te trae por aquí?
- Me he enterado que tienes a tres niñas aquí. Después de lo que sucedió con ese chico, no deberías de meter a nadie en tu casa.
- Padre, no son ningunas niñas... Tienen veintiún años.- resopló Michael.
- Michael, tienes cerca de treinta y cinco años, a tu lado son niñas, ¿a caso no te importa tu reputación?
Sentía como la sangre empezaba a hervir en mis venas. Me ponía enferma las palabras que el propio padre de Michael le dijese eso. Y encima llamarnos niñas.
A mi lado, noté a Susie y a Diana tensarse al oír las palabras de Joseph, quién no paraba de hablarle mal a Michael.
- Padre... Ellas son mis amigas, y saben muy lo que hacen...
- Ahora lo entiendo todo, son unas cualquieras que has metido en tu casa para divertirte, ¿cierto?
Y aquella frase fue la que colmó el vaso de mi paciencia. Salí de mi escondite, más que dispuesta a enfrentarme a ese hombre. A mí no me llama una cualquiera.
- ¡Viole!- oí a mis espaldas mientras Diana y Susie intentaban sujetarme.
Me las quité de encima rápidamente, y me dirigí hacia donde estaba Michael con su padre.
Oí pasos detrás de mí, supongo que serían las chicas.
- ¿Y esta quién es, Michael, una de tus amiguitas?- preguntó mirándome de arriba a abajo con una sonrisa malévola.
- Oiga, señor, mi nombre es Viole, no soy ninguna cualquiera. Soy una maravillosa estudiante y amiga de su hijo. Así que eso de cualquiera serán las que mete en su cama y engaña a la madre de sus hijos. Pero mis amigas y yo, no. - intenté estar lo más calmada posible al hablar.
Noté como una de las chicas tiró de mi sudadera, como llamándome la atención. Michael estaba ahí, plantado, como sin creer lo que estaba pasando.
Joseph rió y añadió:
- Que poca educación tienen tus rameras, Michael. Te creía más listo. Ya veo que las golpizas que te daba de pequeño no te han enseñado nada respecto a la vida. Quizás te tendría que recordar alguna, no me importa eso que dicen que eres el rey del pop. Porque el gran Michael Jackson no sería nada si yo no os hubiera enseñado nada a tus hermanos y a ti. Quizás estas put...
Una gran oleada de odio recorrió mi cuerpo y, mientras oía a Joseph decir aquello, estampé mi puño derecho sobre la cara del padre de Michael, quién, a no esperarlo, cayó al suelo. Y ahí, vi mi oportunidad. Me lancé encima encima de él, dándole puñetazos en el estómago.
- No... vuelvas... a insultar... a Michael... en tu... miserable... vida... - iba diciendo mientras lo golpeaba.
Unas manos me agarraron de los brazos y no pude golpearlo más. Tiraron de mí, dejándome a un lado en el suelo. Miré y vi que fueron mis amigas quienes me apartaron de él. En ese momento, llegó la seguridad de Michael y levantaron a su padre del suelo, quién se llevaba las manos al estómago.
-¡Esto no va a quedar así! Te voy a demandar, chica. Vas a ver el sol atra vez de las rejas.- me amenazó.
Un seguridad se acercó a él, y con gesto amenazante le dijo:
- Señor, como usted diga algo, todo se puede volver en su contra. Quizás usted tenga más cosas que ocultar que su propio hijo.
Vi como Joseph tragó saliva y en ese momento, Michael habló:
- Es mejor que te vayas, Joseph. No queremos problemas, ¿cierto?- dijo y lo vi cruzarse de brazos.
Algo me decía que, le había gustado que le hubiera dado su merecido a su padre. Sabía muy bien como había sido su infancia y me dolía que ese hombre lo tratara así.
Tras una última mirada, desafiante, debería de añadir, Joseph se marchó.
Me levanté del suelo y me dirigí a Michael para disculparme:
- Michael, lo siento de veras. Yo no sé qué me pasó...
Michael comenzó a reírse y me abrazó fuertemente.
- No te preocupes, Viole. A sido un placer ver cómo has puesto a mi padre en su sitio.
Me quedé paralizada ante aquel gesto de Michael.
- Disculparme a mí por no defenderos, me quedé sin palabras.
- No te disculpes, Michael. Yo hubiera actuado igual- dijo Diana acercándose a nosotros junto a Susie.
Terminamos en un abrazo los cuatro y tras aquello, Michael dijo:
- ¿Os apetece montaros en las atracciones? Después, para almorzar, viene mi hermana Janet y la podéis conocer.- dijo guiñando un ojo.
Todas aceptamos demasiado contentas, olvidando así lo sucedido minutos antes con Joseph.

Susana.

Jamás pensé que Viole actuara así.
Es verdad que el padre de Michael no había hablado bien de nosotras, poniéndonos de lo que no somos. Esas palabras fueron muy feas.
No quisiera ni imaginar cómo hubiera reaccionado si se entera que yo soy la novia de su hijo, una chica casi catorce años más pequeña que él (obviando mi edad verdadera y que venía del futuro)...
Pero, me había gustado ver a Viole darle su merecido a ese hombre, pues tampoco me había gustado como se había dirigido a Michael.
Pero lo mejor era olvidar ya aquello...
Ahora estábamos en la zona de atracciones de Neverland, disfrutando de una maravilla mañana junto al amor de mi vida y mis amigas.
¿Podría algo ser mejor?

Este capítulo está dedicado a una persona muy especial que he conocido gracias a Michael.
Viole_Doblas_Jackson, este va para ti... Por sacarnos siempre una sonrisa.
Bueno, también se lo quiero dedicar a PaulaOrtegaGar97 por ser esa Diana tan buena jajaja.
Bueno chicas, espero que os guste este capítulo. Os leo por comentarios ☺️☺️



Remember the time (Completa)Where stories live. Discover now