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Susie.

Habían pasado ya tres meses desde que Michael me propusiera matrimonio. Y aún no me lo creía.
Fue una grata noticia para nuestros familiares y amigos más cercanos. Mis padres (quienes aún asimilaban que su hija fuera pareja de Michael Jackson), se alegraron mucho de la noticia y nos ofrecieron su ayuda.

Michael, no quería esperar mucho para celebrar la boda e insistió que sería como yo quería. Él se encargaría del banquete y la decoración, yo, de la ceremonia y de los detalles para los invitados. La comida sería una mezcla de nuestras costumbres.
Sería una ceremonia tradicional por la iglesia y, aunque Michael fue testigo de Jehová, su familia no se puso en contra de que nuestra boda fuera así, la cual sería en una bonita iglesia de donde yo vivía.
Y ya teníamos fecha, sería el 11 de noviembre. Una fecha inolvidable para nosotros, en todos los sentidos.
Mi vestido estaba casi listo. Blanco, de manga larga, con falda estilo princesa y un corpiño y mangas en encajes de tul bordado, y un precioso velo de gasa rematado con encaje. En la cabeza llevaría una preciosa tiara de plata y pedrería, de la que me enamoré solo verla. Como joyas, un precioso conjunto de pendientes de perlas con una gargantilla a juego.
Unos zapatos de satén blancos con tacón alto, complementaban el conjunto.
¡No veía el momento de llegar al altar para ver la cara de Michael al verme vestida de novia!
Quería que está boda fuera inolvidable para él, para quien sus otras dos bodas, fueron sencillas. Solo quería hacerlo feliz el resto de mis días y envejecer a su lado.

Los días pasaban a una velocidad increíble y el hecho de organizar una boda y criar a un bebé, me era agotador en cierta manera. Si, habíamos decidido casarnos al año siguiente de que Paula naciera, pero aún así, los días pasaban muy rápido y la boda se acercaba cada vez más.

Habíamos bautizado a nuestra pequeña hija cuando tuvo unos tres meses. Había sido una pequeña ceremonia junto a nuestros seres queridos, y con una pequeña celebración en una bonita casa de campo alejados de todos.
Durante aquel día, Michael se acercó a mí, mientras observamos a París jugando con su hermana menor.
- Cariño, me gustaría comentarte algo...- dijo tomándome de la cintura.
- ¿Que pasa, Michael?
- Quiero recuperar Neverland.
Giré mi cabeza hacia él, sorprendida. Sabía muy bien lo que le supuso perder su lugar soñado después de todo lo que le hacían hecho.
- ¡Me parece una idea genial!- exclamé.
- Si... Sé que me fui por aquello... Pero me gustaría volver... Fue mi hogar muchos años. Mis hijos se han criado allí y me gustaría que nuestra hija lo hiciera también. Quiero que recupere el esplendor de hace años...
Vi como las lágrimas de agolpaban en sus bonitos ojos. Me abracé a él.
- Voy a volver a comprarlo, quiero que se convierta en nuestro hogar. Será maravilloso criar a Paula allí. A los chicos y a Paris le encantarán volver.
- Hazlo, Michael. Tienes mi apoyo.- le dije con una sonrisa.
- Por eso te amo tanto, Susie.- y me apretó más fuerte en su abrazo.
Sabía que nos esperan buenos tiempos en aquel precioso lugar llamado Neverland.

Varios meses más tarde.

Solo faltaba un mes para la boda.
Mi pequeña Paula había cumplido un año y era el delirio de todos, sobre todo de su padre y su hermana mayor.
Amaba verlas juntas y amaba verla dormida en brazos de su padre cuando le cantaba.
Michael se pasaba las horas con su hija menor en brazos, no quería perderse ni un solo instante con ella y eso me hacía morir de amor. Mi pequeña había heredado de su padre el gusto por la música y aunque solo tuviera un año, tarareaba algunas canciones de él.
No se podía negar que era su hija, pues a parte de eso, había heredado su pelo y sus ojos. Y eso me encantaba.

Día de la boda.

El día llegó.
No pude dormir en toda la noche. Era la primera vez que dormia sin Michael desde que nos volvimos a reunir.
Los nervios me podían.
Ni siquiera me percaté de cuando me peinaban mi maquillaban. Diana se reía, pero no paraba de hacer fotos.
Mi madre había vestido a Paula y después me ayudó a ponerme mi vestido.
Tras varias fotos con la familia y eso, partimos hacia la iglesia donde me esperaba el amor de mi vida.
Cuando lo vi en el altar, guapísimo con un traje negro al más puro estilo que él usaba y con el aspecto que lucía en la época Dangerous, supe que jamás me arrepentiría de todo lo vivido. Él estaba vivo, seguía siendo el rey del pop, era el hombre que más amaba en este mundo, con el que tenía una hija y con el que estaba a punto de casarme para pasar el resto de mis días.
Nuestras miradas se cruzaron y, en nuestras caras aparecieron las más sinceras de las sonrisas. Mis ojos se llevaron de lágrimas al llegar a su lado.
-Estas hermosa, Susie- dijo besando mi mano.
Sonreí, no me salían las palabras. Era un sueño todo esto...

El momento del sí quiero, llegó. Y después, el momento en el que nos declararon marido y mujer, donde Michael me besó.
Ya era su esposa, algo impensable para mí hasta hacía algo más de un año. La vida había cambiado tanto en este tiempo...

Durante la celebración, un camarero se acercó a nosotros y nos dijo:
- Señores Jackson, hay una mujer que quiere hablar con ustedes. Está en la entrada del salón.
Michael y yo nos miramos, sin saber quién podía ser, pero aún así, seguimos al camarero hasta donde se encontraba aquella mujer.
Al verla, la reconocí de inmediato ¡Era la bruja! Al vernos tomados de la mano, sonrió.
- Has logrado tu objetivo, Susana. Has logrado todo lo que se propuso. Michael estás vivo y ahora sabes lo que es vivir con amor verdadero. Te he regalado una nueva vida junto a Susana. Te he devuelto tu juventud. Ahora, ambos envejecereis juntos. Os deseo lo mejor. Seréis muy felices... Michael, eres lo mejor que hay en este mundo... No lo olvides nunca.
Y se inclinó levemente delante de él, para luego desaparecer sin más.
Michael me miró con las cejas levantadas, pero luego sonrió.
- Una nueva vida, mi amor.
- Una nueva vida - sonreí.
Me besó como aquella primera vez y todo cobró sentido. Sentí mi corazón palpitar como la primera vez que vi a Michael, y en mi mente apareció aquel día. Y aunque derramé muchas lágrimas, sé que ahora todas ellas se volverán sonrisas.
- Bueno, señor Jackson, creo que debemos de volver a la fiesta. Estoy deseando verte bailar esa sorpresa que me tienes.
- No cabe duda de que te va a encantar, señora Jackson.
Y volvimos hacia donde estaban nuestros seres queridos. Michael llamó a Diana, a Viole y a varias personas más y se pusieron en el centro de la pista de baile. Janet me hizo sentar frente a ellos. Mi esposo me miró sonriendo y sabía que aquello me iba a gustar. Hizo un gesto con la mano y la música comenzó a sonar.
Los primeros acordes de "Remember the time" comenzaron a sonar y yo me llevé las manos a la boca, sorprendida.
Michael empezó a moverse por la pista de baile tal como en el videoclip y yo lo miraba sin apartar la vista.
Habría imaginado cualquier canción, menos aquella. Pero él sabía cuánto significa para mí.
Cuando terminó, se acercó a mí, y sin importar nada, me abracé a él y lo besé.
- Te amo con todo mi ser, Michael.
- Te amo, mi vida.
Volvimos a fundirnos en un largo beso.
Él me había echo descubrir todo lo maravilloso que era el amor, con él había sido todo tan perfecto, que volvería a pasar por todo sin dudarlo.
Él era el amor de mi vida... Por él daría mi propia vida sin dudarlo.
Ahora, nos tocaba ser felices y vivir la vida que él se merecía desde un principio.
Y es que, los sueños se hacen realidad...

Michael.

Mi deseo, se cumplió.
Me había casado con la mujer de mi vida.
Había amado con todo mi ser a Lisa, pero el amor hacia Susie, era diferente.
Ella me complementaba al cien por cien. No había dudas de eso.
Era el amor de mi vida.
Y, además, me había dado uno de los mayores regalos de la vida, volver a ser padre.

Y ahora, tenía la oportunidad de volver a vivir. Tenía ese regalo gracias a que Susie, me había salvado de morir.
Le debía la vida...

Ahora me tocaba vivir de nuevo... Podía ver a mi pequeña hija crecer y ver cómo mis hijos se hacían hombres y mujeres de bien.

Y para más, había recuperado mi casa, Neverland volvía a ser mía y podía volver a vivir allí para hacer nuevos recuerdos.

La vida me daba una oportunidad de oro que no iba a desaprovechar...


Fin.

Bueno pues hasta aquí llegó "Remember the time".
Espero que os haya gustado.
Quiero agradecer a todos los que habéis esperado cada capítulo, pero dejarme agradecer en especial a Viole_Doblas_Jackson y a PaulaOrtegaGar97. Sin ellas, esto hubiera sido igual.
Muchas gracias chicas!!!!
Y sobre todo a Michael Jackson por hacerme conocerlas a ellas y a las demás.

No os abandono, podéis seguir mi otra novela "Another part of me", también dedicada a Michael.

Sin más, muchas gracias a todos 💞💞

Remember the time (Completa)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon