Mi decisión

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Apenas llegué a la cabaña bebí agua como demente y también comi bastante, cuando termine me tiré a la cama y mis ojos se cerraron enseguida, estaba realmente agotada.

Cuando volví a abrir los ojos y me puse de pie parecía ser de tarde, no podía saber cuántos días habían pasado, solo sabía que había descansado lo suficiente para sentirme bien.

Busque en mis prendas el parche que me regaló Yoona, me alegraba por no haberlo perdido, me lo puse enseguida, me fui a dar un baño al lago cercano y luego me vestí, escondí las prendas que estaban rotas y con sangre, no quería que Yoona las encontrara.

Tenía mucho que pensar, sobre todo si iba a pasar al territorio para mis curaciones, si tan solo pudiera volver a ver entonces sería más fácil para mi volver a luchar, pero también estaba el hecho de que mis cicatrices eran por mis logros, lo que me había marcado era lo que había conseguido.

Unos días después Yoona llegó hasta la cabaña, aún pensaba arduamente en que iba a hacer.

-mi señorita, le pasa algo? Parece distraída- yo ni cuenta me había dado cuando ella ingresó a la cabaña.

-Yoona, estás aquí, buen día- me acerqué a ella enseguida para ayudarle.

-buen día- Yoona me miraba atenta, conocía esa forma de mirarme, ella me conocía bien -paso algo?-

-nada en absoluto- no creo que pueda ocultarle mi pesar, pero si el desastre que deje en mi hace unos días.

-sabe que no puede mentirme no?- no puedo con de ella -la conozco muy bien-

-de casualidad pase al territorio vecino y bueno..- ella me vio sorprendida, siempre que pasaba algo era muy expresiva.

-le hicieron algo?- parecía preocupada, comenzó a mirar mi cuerpo.

-de hecho me ayudaron, el territorio al que pase fue al de la familia Hwang- ella asintió, lo conocía al igual que yo.

-los médicos?- solo había algo que no había comentado sobre Yoona.

-así es, el patriarca mismo estaba ahí, tenían una barrera de magia, así que pudieron darse cuenta de la intrusa- ella era hija de una familia perdida, era de la rama de las artes marciales, por alguna razón era la única que quedaba en su rama familiar al igual que yo y se había vuelto una doncella junto a su madre -la cuestión es que el señor me dijo que podía curar mi ojo-

-es enserio? Podrá volver a ver?- desde su madre o antes que ella la rama ya se había perdido, como no hubieron muchos descendientes más entonces se perdió por completo y Yoona jamás tuvo interés en aprender.

-creo que podría hacerlo- cuando me entere de aquello se lo pregunte y ella me dijo que solo estaba ahí para servirme.

-y que espera para ir?- solo quise respetar su decisión, después de todo estar en ese mundo era difícil y competitivo.

-no tengo como pagar algo así y no quiero tener una deuda más- realmente no lo deseaba, pero aún no podía dejar de pensar que si me marchaba a ese territorio tal vez tendría una vida diferente.

-yo podría darle mis ahorros, podría intentar vender algunas cosas mi señorita y así obtener dinero- miré a Yoona, no quería que se sacrificará así por mi, por su lealtad.

-no Yoona, ya haces demasiado por mi, como podría, no quiero que el que fue mi hermano cree un conflicto hacia tu persona- por alguna razón mi hermano no le hacía nada muy serio a Yoona a pesar de sus pedidos para ayudarme.

Amor, Honor y Espadas Where stories live. Discover now