Mi señora, donde estaba ella, de repente todos habían desaparecido, si la lastimaban iba a matar a todo el mundo.
Quizás Jessica se la había llevado, yo no podía dejar de ver a Hae en frente de mi quien intentaba quitar la espada, sabía que si lo hacía iba a comenzar a desangrarme.
Había recibido peores heridas y no había muerto, quizás él pensaba que algo así iba a acabar conmigo, aún así no me podía arriesgar a que la sacar.
Así que lo haría pagar, saque mi espada de la funda con mi única mano libre, me moví rapidamente y sostuve mi espada en alto para luego cortar su brazo derecho, vi salpicar la sangre, cayó hacia atrás gritando como demente, me extrañaba que ningún guardia había llegado a ayudarlo.
Lo pensé bien, tenían sanadores, iban a volver a pegar su brazo, pero había algo mejor que hacer para darle una lección, así que infundi maná en mi espada, me acerqué al brazo caído y lo volví ceniza, lo queme hasta que ya no hubo ninguna parte de piel que sirviera.
Lamentablemente no podía sentirme tranquila aunque tuviera una espada atravesandome, porque Tiffany y Jessica habían desaparecido, me moví y me sostuve en mi espada para no caer, sentía el sabor metálico de la sangre en mi boca.
-ten calma- me sorprendió, pero era su voz, me tomó entre sus brazos y me bajo a tierra de apoco desde mi espalda.
-mi señora, pensé que había huido- ella miraba la espada mientras yo la veía hacia arriba.
-jamas te dejaría- parecía afligida, pero me daba calma, por alguna razón ella me causaba una paz inmensa ahora mismo -nos atacan, la horda apareció, nos selle en un escudo de magia como la barrera, no pude venir antes porque perdí de vista a Jessica-
-donde esta ella?- intente ponerme de pie, pero Tiffany me detuvo, podía suponer que era lo que pensaba.
-luchando con el hombre de antes- ella no quería sacar la espada, porque iba a doler, iba a sangrar y creo que eso la detenía -no dejaré que mueras jamás-
Yo no le quería causarle dolor, así que me decidí a hacerlo por mi misma, de todas formas no dolía, porque se sentía bien estar aquí, en su regazo.
Extendí mi mano y tomé el mango de la espada, di un suave suspiro y la arranqué apenas lo hice salto sangre de mi boca, pero no dolió, pude sentir su mano en mi frente y unas lindas luces salir de mi estómago, no tardo mucho en que desaparecieran.
-debes descansar- ella no quería que me pusiera de pie enseguida.
-puede mi señora sellar su herida?- miré a Hae aún retorciéndose al frente de nosotras.
-porque?- ella puso una expresión de molestia.
-no es mi intención que muera, con perder su brazo será suficiente- a pesar de todo es un Kim y eso sería más humillante que morir.
-él nos atacó por la espalda, es un cobarde- porque la muerte era honorable, él no merecía tener ese honor.
-y así será conocido- ella me vio por un momento, sabía que hablaba enserio.
-esta bien, sellar- extendió su mano y esas lindas luces aparecieron, fue algo rápido.
-me gusta su sanación, antes no podía verlo pero ahora, es tan puro y hermoso como mi señora- la vi sonrojarse un momento, eso me alegraba, no quería que estuviera preocupada por mi todo el tiempo.
YOU ARE READING
Amor, Honor y Espadas
RomanceTaeyeon es la tercera hija de una familia reconocida por ser una de las mejores en el manejo del Maná y la espada. Pero ella paso por un terrible problema cuando intento el ritual que cada descendiente de la familia debe realizar. Será posible que p...